"Si tenéis un minuto, intentad resumir vuestra pasado, brevemente, y sentiros orgullosos.


Después, enfrentando el maldito folio en blanco, dibujad vuestro futuro, con pasión, con ganas de hacedlo mejor.


Será vuestro mundo, vuestro camino..."

martes, 31 de diciembre de 2024

EL PODER DE CREER, AMAR Y CONSTRUIR EN TIEMPOS DIFÍCILES

"El amor no es repetición. 

Cada acto de amor es un ciclo en sí mismo, 

una órbita cerrada en su propio ritual. 

Es, cómo podría explicarte, un puño de vida"


Mario Benedetti (1920-2009) 

Escritor y poeta uruguayo




Volví a pasear por ese Cerro de los Molinos, ya que como todos los años había que despedirlo con honores. Siempre sentía cómo las vivencias del año acompañaban mis pasos en esta época tan especial por ser tiempo de cierre y apertura. Parte de las heridas quedaron selladas, pero también restaban otras abiertas y algún golpe había llegado por el camino para abrir nuevas. En términos generales, familia y amigos habían cumplido en llenar capítulos de aprendizaje con lecciones de nota que en algún caso resultaron inolvidables.


Recordé un escrito que llegó a una de las bandejas de entrada de mi teléfono, allá por el inicio del pasado verano. Las guardé en la agenda que usaba para tomar notas, y de vez en cuando, en esos momentos que de verdad se necesita resintonizar, las releía para reconocer qué grande ha sido y será gente tan especial como era el caso de Ghandi.

Entendía que era un buen momento para leerlas de nuevo, y una señal me indicó que también podría ser un buen plan repasarlas en la entrada que cerraba un año difícil como había sido el 24 y abrir un nuevo periodo anual que esta vez sí,  podría ser redondo como imaginaba el 25.


Decidí, aun siendo muy difícil, seguir sus consejos de vida:

Creer, aún cuando la gente a mi alrededor pierda la esperanza.

Amar aunque otros siembren odio.

Construir sin desfallecer lo que vayan destruyendo.

Hablar de Paz en medio de numerosas guerras.

Iluminar sin excusas donde más falta hace, en la oscuridad.

Sembrar, aunque nos sigan pisando la cosecha.

Gritar ante lo injusto aún cuando el resto calle y ceda.

Intentar dibujar sonrisas en aquellos rostros donde caen lágrimas.

Transmitir alivio donde asome el dolor.

Regalar alegrías donde haya tristeza.

Levantar los brazos a los que se han rendido.

Invitar a caminar al que ha decidido quedarse.


Todo se basa, pensé, en vivir avanzando en cada historia personal con una guía, una brújula, un propósito...



Porque en medio de la desolación siempre habrá un niño que mirándonos esperanzado esperará algo por nuestra parte. 

En medio de una brutal tormenta en algún momento saldrá el sol.

Alguna planta perdida crecerá en medio de ese desierto.


Era hora de marchar hacia el pueblo. Volver a casa. Y recordad que nunca estaremos solos, y ese es el regalo, nuestra gente que escribe nuestra vida. Y recordé ese pájaro que nos canta, ese niño que nos sonríe y esa flor que nos regala su belleza sin pedir nada a cambio.

lunes, 23 de diciembre de 2024

MICRORELATO DE NAVIDAD 2024

 


CUENTO DE NAVIDAD 2024

"Amo como ama el amor. 

No conozco otra razón para amar que amarte. 

¿Qué quieres que te diga además de que te amo, 

si lo que quiero decirte es que te amo?"


Fernando Pessoa (1888-1935) 

Poeta portugués



Era tiempo de Navidad, y Paqui volvía a pasarla con su abuela Puri, como todos los años.

La nieta le había estado contando a su abuela sus últimos problemas en el grupo de amigos del insti. Habían empezado a salir algunos chicos con alguna de sus amigas, otras decían que les gustaban los del colegio mayor concertado que había en la plaza, y ella tenía un gran lío porque no sabía muy bien discernir entre lo que era Amor o Amistad. Tenía dos amigos y sentía por ellos de manera diferente, pero le gustaba pasar tiempo con los dos; ambos le habían dicho que la querían como novia y si ella estaba dispuesta a decidir podría salir con el que eligiera.

Puri sabía que su nieta empezaba a hacerse mayor y supo que era un buen momento para contarle una historia de una pareja que había conocido en el pueblo hace mucho tiempo.



"Érase una vez un matrimonio entrañable, el cual vivía de una manera muy humilde. Criaban a sus 3 hijos, no sin problemas para salir adelante con lo mínimo, pero el ambiente familiar era de diez; se podría decir que era una familia feliz.

Un día, la mujer, que tenía un cabello muy largo le pidió a su marido un cepillo de pelo (pues se le había roto el que tenía) para poder cepillarse la melena y que ésta pudiera crecer sana y estar siempre bien arreglada.

Él, sintiéndose mal, le dijo que no era posible. Le explicó que incluso no tenía dinero ni siquiera para poder comprarse y arreglar la correa de su reloj de pulsera que hace meses se le había roto. Ella que siempre entendía todo, no insistió y lo despidió con un abrazo.

El hombre, camino del trabajo, pasó por una relojería. Frente al escaparate, miró su reloj y sin dudarlo tomó la decisión, lo primero era lo primero; entró a la tienda y en minutos, tras negociar con el relojero lo mejor que supo, salió para continuar su camino.

Durante la jornada no estuvo tan triste como otros días. Era víspera de Navidad, y una vez al año, en esa época, siempre un extra podían hacer dentro de las posibilidades del matrimonio. Ella lo merecía todo. Salió como un rayo una vez terminó su turno en la fábrica, paró en el comercio de su barrio y con lo que había sacado por el reloj le compró un cepillo de pelo a su mujer. Solo pensaba en su sonrisa, y la felicidad que iba a provocar en su mujer cuando le diera el regalo que acababa de conseguir. 

Llegó a casa, se quitó en el patio exterior las botas del trabajo, se puso más cómodo y dejando el mono de trabajo colgado en su percha cruzó hacia la puerta con paso decidido. Entró en la vivienda y llamó a su mujer, que al oírle dejó inmediatamente la ropa que estaba remendando en una especie de barreño y bajó corriendo las escaleras.

Él quedó completamente sorprendido cuando la vio, tras bajar el último tramo, con el pelo muy, pero muy corto. Ella había vendido su pelo para comprar lo que llevaba en la mano abierta con el brazo extendido hacia él. Era un reloj nuevo, con su correa.


Ella miraba el cepillo. Él miraba el reloj y sobre todo, el pelo corto de su mujer.

Simultáneamente, las lágrimas corrieron por las mejillas de ambos, sincronizadas, como si hubieran nacido del mismo manantial. No lloraban de pena. Lloraban de AMOR.

Porque amar a alguien no es nada, ser amado es algo más, pero amar y ser amado por la persona que amas, eso lo es TODO."




Paqui llorando por la ternura del mensaje levantó la cabeza, y vio cómo las lágrimas caían por el rostro de su abuela. Supo que la historia era la historia de sus abuelos. La abrazó. No hablaron en un buen rato. Sabía que acababa de recibir una lección maestra de lo que era el Amor y por supuesto, nunca olvidaría esa Navidad. Ni a sus abuelos.

domingo, 15 de diciembre de 2024

TEJIENDO PUENTES. EL ARTE DE LA COOPERACIÓN EMPRESARIAL EN UN MUNDO INTERCONECTADO

"Hay que unirse, no para estar juntos, 

sino para hacer algo juntos"


Juan Donoso Cortés (1809-1853) 

Ensayista español




El año estaba ya rematado. Poco se podía hacer ya; cuidar un buen cierre, inventariar, y seguir visitando a clientes, distribuidores y colaboradores que habían ayudado e navegar este río que llegaba a la desembocadura en un par de semanas.

Pascual seguía pensando que el futuro estaba en la cooperación empresarial. Tenían que ser más grandes, más fuertes, y a la vez más flexibles. 

Y seguiría el año entrante, todavía por escribir, intentándolo. A grandes retos, pequeños pasos, y acción firme.

Tenía claro que para ser los mejores necesitaban perseverar en la estrategia, eso sí, con la flexibilidad necesaria que les permitiera adaptarse a un mundo VUCA, y una competencia con movimientos inesperados y muy activa.

Pascual acabó preguntándose si entre las empresas de su sector existían algunas capaces de colaborar incluso a veces en contra de sus propios intereses a corto plazo. Sabía de estudios que al menos las nuevas generaciones eran capaces de cooperar siendo competidores para conseguir un bien común sostenible. Pero tenía la duda de si sería capaz de crear un ecosistema mayor que su pyme que tuviera un proyecto más potente que el que se cocía "intramuros", y de esta manera podrían abordar con garantías un proyecto europeo en lugar de local.

Mucho había hablado, negociado, avanzado con varios nuevos empresarios, segundas generaciones, nuevos miembros de comités de empresas familiares profesionalizadas, pero pocas habían optado hasta la fecha con una cooperación franca que hubiera probado todas sus teorías.

Sinergias, innovación, barreras de entrada, ampliación de ofertas en nuevos mercados y con nuevos productos, intercambio de conocimiento que acelera un aumento de productividad, y muchas, muchas buenas prácticas. El camino había empezado ya, pero todavía quedaban muchas etapas que cubrir; aunque lo dicho, el mix de perseverancia y flexibilidad les darían en un futuro cercano muchas alegrías a su plan de crecimiento.


Cuando viajó para verse con María, no esperaba que ella también hubiera estado tanto tiempo buscando ese proyecto de cooperación empresarial, por lo que fue una suerte haberse conocido en ese programa de formación directiva hace 6 años.

Comentando las condiciones que se encontró y que favorecieron la cooperación empresarial en su estrategia salieron temas muy interesantes. En primer lugar, todo es más fácil en un entorno en el que todo el mundo participa, se siente parte del equipo y cuando la empresa prospera, el profesional siente que prospera a la vez y su talento florece gracias a él y al ambiente creado en la compañía.

Otro tema que salió fue la incertidumbre y cómo se navega en ella. En equipo, con otras empresas y trabajando unidos, todo temporal parece más liviano y llevadero. Se trata de buscar compañeros, pero buenos y complementarios, eso sí.

María resaltó cómo las colaboraciones son más duraderas si los miembros de las diferentes empresas se ayudan entre sí, a través de proyectos transversales y ofreciéndose cada uno en dónde verdaderamente tienen una ventaja competitiva, conociendo y confiando ciegamente que la otra parte llenará las zonas en las que cada uno es más débil.

Hablaron de la mayor incidencia en positivo de un feedback de grupo respecto al individual, a una búsqueda del equilibrio entre equipos que trabajen a distancia o mediante reuniones físicas en las diferentes sedes, siempre fomentando un entorno cooperativo, compartiendo valores y normas unificadas.

Se despidieron, sabiendo que siempre aprendían mucho el uno del otro. No faltarían más encuentros.

Ya en la habitación Pascual aprovechó para tomar notas de todo lo que habían comentado durante la tarde. Siguió pensando en una visión que no podía quitarse de la cabeza. Tenía que perseverar, conseguir reforzar el sentido de conexión de equipos que habían nacido para entenderse, aunque ellos todavía no lo creían, aunque habían nacido incluso en diferentes regiones, diferentes países. Solo tenía que comportarse como era él en las diferentes interacciones; la naturalidad y la lógica de sus pensamientos generaban confianza, pero todavía muchos de los elegidos no daban el salto. Y sabía que tenía que forzar mucho para que todos entendieran que siempre habría diferencias culturales, aunque también muchos puntos en común. Era lógico porque siempre se tiene respeto a hacer "puenting" la primera vez; pero Pascual, María, y alguno más sabían que merecería la pena.

domingo, 8 de diciembre de 2024

NI AGRESIVA NI SUMISA. ME QUEDO CON UNA COMUNICACIÓN ASERTIVA.

"Sólo si me siento valioso por ser como soy, 

puedo aceptarme, puedo ser auténtico, puedo ser verdadero"


Jorge Bucay (1949-?) 

Escritor y psicoterapeuta argentino



Estaba pensando en cómo la mayoría de "muda", según los expertos del Lean, nos llovía desde las personas. Los procesos y sobre todo, de una deficiente comunicación. Comunicar bien es la base. Y las personas la clave.

Me quedé con Olga, experta en comunicación efectiva e intenté tomar nota de todo lo que nos comentó esa post-comida de pre-Navidad.

Nos habló mucho de cómo expresar bien nuestros pensamientos. Y de Asertividad. Nos indicó cómo de importante era primero auto-afirmarse, auto-respetarse, pero no descuidar para nada el respeto a opiniones y derechos de la otra parte.

Para Olga la asertividad se queda corta si no parte de la autoestima. Y aclaró que no debe confundirse, lo de la autoestima, con la prepotencia o la soberbia. Mucho cuidado con compararnos y sentirnos superiores a los demás; y no menos cuidado con compararnos y sentirnos inferiores a los demás. Si te sientes superior o inferior se trata de que hay algo que te queda por compensar y no estás en equilibrio.

Me hizo reflexionar. Con una autoestima real, te debes sentir simplemente persona, ser humano e igual a los demás. Y de eso se trata. De relacionarte entre iguales, y conseguir que las relaciones, laborales o no, se produzcan a través de una buena comunicación.


Le preguntaron y nos indicó que todo empieza por conectar con uno mismo. Es el primer paso. El no estar auto-conectado se nota por ejemplo, cuando nos sentimos incómodos en una reunión, y observamos que el resto está bien, en paz, fluyendo con las ideas, conversaciones y acciones que se van desarrollando sin asperezas, o así lo intuyes.

Y la paz llega si eras capaz de afrontar y digerir el proceso de la aceptación. La aceptación es vital. Se trata de aceptar que hay cosas en las que no somos sobresalientes, pero reconocerlo y aceptarlo puede hacer que valoremos más las cosas buenas que tenemos y una oportunidad a mejorar en lo que no somos tan buenos.


Se adentró en explicarnos qué era la comunicación asertiva distinguiéndola de dos formas no asertivas muy claras. En un extremo está la comunicación agresiva, ofendiendo a la otra parte. Esta comunicación con palabras, tono o contenido que no respeta a los demás. En otro extremo está la comunicación sumisa, situándonos por debajo en inferioridad y a la otra persona por encima per se.

En cambio, la comunicación asertiva utiliza palabras, tono, gestos y forma corporal de moverse que transmite respeto hacia uno mismo y hacia los demás. Mirar a los ojos, tener una expresión que conecte con nuestras emociones. Conseguir expresar que se está contento, serio, de acuerdo en parte, nada de acuerdo, enfadado.... todo forma parte de la asertividad. Sin extremos. Todo natural, conociendo que hay que aceptar nuestras emociones. Y hay que transmitir.


Le pedimos algunas recomendaciones, y para empezar nos indicó que hay estrategias internas y externas. Las estrategias internas engloban todo lo que nos decimos o sentimos por dentro. Nos puso varios ejemplos empezando por la empatía. Sentir con el otro. Sentir como se siente la otra persona. Y hacerse el cargo. Y nos habló de compasión. Y de auto-compasión. Y de compasión del prójimo, manifestándola con respeto. 


Otro tema interesante fue la lista de los derechos asertivos. Incluso los tiene colgados en la pizarra de su despacho para repasarlos si es menester. 

El derecho de dignidad. De respetabilidad. De cometer errores. Y nos preguntó: ¿os concedéis el derecho a equivocaros? ¿y lo concedéis a vuestro entorno? Pensé en los himos, los padres, la pareja, los compañeros, los jefes... Qué poca cuerda dejamos para el error, la creatividad, el aprendizaje práctico, el fallo...

También se me vino a la cabeza el derecho a decir no. A tener una opinión contraria al resto. En el derecho a tener éxito y poder celebrarlo. A reclamar lo que es justo. A protestar ante los abusos.

La asertividad comienza con ser asertivo con uno mismo. Ese era el mensaje.

Olga nos hizo mirar hacia fuera. Observar la conducta. Lo que decimos. Cómo lo decimos. Expresar en tono amable el mensaje que queremos dar. Solo dar una explicación. La buena. La sincera. La verdadera. Lo llamó asertividad elemental. Y pasó a contarnos sobre la asertividad empática. Hay que ponerse en el lugar de la otra persona y posteriormente manifestar la nuestra. Escucha activa. Primero escuchar; luego expresar la opinión propia.

Ni agresiva, ni sumisa. Empática, escuchando, pero con una opinión crítica. Tendiendo un puente hacia lo que opina el otro, pero defendiendo la opción propia.

Y ante la discusión, evitar el "tú más", y el "anda que tú". Se trata de explicar el "yo me siento así" o "yo lo estoy viviendo así". Olga lo llamó el mensaje del "yo". Explicar lo que nos ocurre cuando pasa algo, haciendo que la otra parte entienda lo que nos pasa por dentro.  Y proponiendo como arreglar lo que se ha roto.


Decidimos cambiar de local, y merendar, pues quedaba mucha, mucha "plancha". El tema daba para otra sesión, pero nadie quería dejar ésta.

Nos habló del concepto de aplazamiento asertivo. Hoy en este mundo de inmediatez queda bien todo lo rápido, el ingenio, las respuestas sobre la marcha. Pero la mayoría no somos de titulares rápidos. Necesitamos tiempo para decidir, informarnos... Se trata de concedernos el derecho de aplazar la respuesta si no lo tenemos claro. Pedir algo de tiempo para analizar, informarse, y entender todo mejor, para decidir más tarde y de manera más acertada.

En el ámbito laboral la asertividad es esencial. Con jefes, compañeros y subordinados. Olga nos hablaba de trabajadores poco asertivos que de manera sumisa no ponen límites en el entorno laboral. Tenía claro que no son capaces de escucharse a sí mismos, con cuerpos que no susurran sino gritan, pero se supeditan a la opinión externa de compañeros, jefes, etc... Se trata de juzgarse a uno mismo, y no supeditarse a los demás. Y lo tenía claro. Hay que ponerse límites. Generar tácticas para comunicar y sentirse dignos de ser respetados, dignos de velar por uno mismo, y ser capaces de escuchar a nuestro cuerpo y saber expresar con respeto lo que es justo. Sin explotar y llevarnos al límite.




Ya de camino a casa, pensé que no hay soluciones mágicas para resolver cualquier conflicto. Todo es responsabilidad de las dos partes, y la asertividad por sí mismo no soluciona todo. Sí que consigue que la otra parte pueda pensar más en que no solo vale su opinión, y que no existe la Verdad Absoluta. Y puede que empiece a respetar algo más tu opinión, si transmites confianza y respeto, si comunicas de manera asertiva.

También pensé en confundir este tipo de comunicación con el "sincericidio"; porque no se trata de opinar todo lo que se pase por la cabeza. Y siempre. En cualquier caso o situación.

Equivocarse es parte del camino, pero respetándonos y respetando.. Necesitamos conectar con nosotros mismos para conectar con los demás. No es sobrevivir, sino vivir. Respetarnos. Valorarnos. Velar por nosotros. Y desde ese respeto, conectar con los demás.

domingo, 1 de diciembre de 2024

ENTRE HUMANOS Y MÁQUINAS. EL PAPEL CLAVE DEL DIRECTIVO

"Darle a cada día su propio afán, 

pero también su propia sonrisa, su propio gozo, 

su propio color, su propio aroma. 

Eso es la inteligencia. 

Porque una inteligencia que no nos ayude a vivir, no la quiero"


Antonio Gala (1930-2023) 

Dramaturgo, poeta y novelista español



Hacía tiempo que Juan no se reunía con Mireia y como siempre, aprovechaba estos encuentros para adquirir algunos titulares que le sirvieran para seguir creciendo en el día a día como directivo.

Esta vez, hacía poco que había asistido al evento anual por antonomasia de su escuela de negocios, y repasó algunos detalles que se le habían quedado durante una de las charlas relacionadas con IA.

Le habló de recortar costes mientras aumentaba el volumen del impacto generado. Siguió indicándole la ahora posibilidad de equilibrar calidad y cantidad de recursos y datos de salida de una manera que hasta hace poco parecía imposible. Escalar vs personalizar ya no era excluyente. Pero, ¿es automático? La respuesta es no. Los directivos deben comprender las posibilidades y el potencial de la IA primero, para luego aprovechar todo ese potencial y ponerlo en práctica marcando la diferencia con competidores y además, el conocer la herramienta debe permitir actuar como humanos expertos y lanzar a una velocidad nunca conocida su visión estratégica de su negocio.

También le resaltó que no debe olvidarse el cómo protegerse contra sus limitaciones, y los peligros que conlleva lanzarse en sus brazos sin entender mucho del asunto.

Queda descartado que la IA minimice el número de directivos en las empresas; al contrario. Tomar decisiones desde el criterio humano, analizar e integrar esta tecnología en procesos de trabajo y gestionar equipos no se realiza mediante preguntas/respuestas de una máquina o pantalla. Y siempre queda la necesidad de garantizar que la información que alimenta a la IA es idónea y correcta, además de implementar los ajustes para que dicha información sea útil y dirija el negocio hacia donde se requiere. Y también es una función directiva difícil de sustituir decidir qué procesos de formación son necesarios a nivel empleado para que pueda trabajar y aprovechar todas las ventajas que la IA generan.

Mireia lo tenía claro y así lo indicó. No se trata de comprar la tecnología, echarla a andar y olvidarse. Hay que implementar, qué, para qué, cuándo, cómo, dónde... ajustar, supervisar y valorar desde el punto de vista ético de manera constante. Y ni que decir tiene que esta parte resta simplicidad al asunto de dirigir, porque reta al directivo a sobresalir más que nunca en áreas como pueden ser el análisis de datos, la creatividad y la resolución de problemas.

Resaltó que sí, que la IA genera y es capaz de trabajar con millones de datos en tiempo récord, pero quién si no los directivos deben interpretar los outputs y tomar decisiones estratégicas con los resultados de ese procesamiento brutal de los datos.

En cuanto a la creatividad está claro que los directivos y mandos, en cada empresa, debieran potenciarla para definir cómo coordinar IA con la fuerza laboral humana. Y no hay guion ni procedimiento basado en experiencias pasadas. Hay que innovar y crear, debiendo ser muy creativo para traspasar unos outputs de la máquina al terreno de lo práctico y de los resultados reales que acaben beneficiando al negocio.

En cuanto al factor de la resolución de problemas, enseguida el grupo que se había ido acercando a la charla con Mireia lo tenía claro (o no tanto), cuando estaban de acuerdo en parte a que no se podían tomar a pies juntillas las resoluciones de IA. Se trataron tanto los sesgos en los datos como los dilemas éticos. En lo que sí estaban de acuerdo era que esta tecnología había venido para complementar y/o mejorar a las personas pero no a reemplazarlas.

"Lo tengo claro".- terminó. "Hay que prepararse para un futuro en el que la dirección va a ser clave en la adopción de la IA y en ser garantes  para que la integración de la misma beneficie a medio/largo plazo a la empresa en toda su extensión".

Se despidió Juan y volvió a casa pensando un poco en todo lo hablado mientras conducía, atravesando un Madrid ya iluminado, brillante, introduciendo un ambiente navideño aun estando todavía en el final de noviembre. Le golpeaba en su cabeza la palabra FORMACIÓN. Habilidades blandas como creatividad, inteligencia emocional y comunicación serían diferenciales en la nueva era de la IA. La tecnología mejoraría el mundo de los negocios, sin reemplazar nunca al criterio humano. Y el uso eficaz de esa potente herramienta dependería de la calidad y conocimiento del directivo. FORMACIÓN volvía a resonar mientras el semáforo contaba para cambiar el rojo por el verde.

Pensó en equipos híbridos de máquinas y personas. Estrategias muy flexibles y coordinadas. Aseguramiento de que se sepa analizar e interpretar de manera correcta las salidas de la IA, así como asegurar la información de entrada al sistema, sin sesgos ni errores fatales a la hora de elaborar soluciones de salida de más calidad.


Aprender para alinear objetivos, personas e IA. Ese era el reto y mientras unos duermen, como siempre, otros estudian y se separan en la carrera. Toca elegir la parte del cuadro en el que queremos que nos pinten. Esta decisión sí que depende de nosotros, y solo de nosotros.

domingo, 24 de noviembre de 2024

CONECTANDO NATACIÓN Y EMPRESA A TRAVÉS DE UNA BONITA HISTORIA DE VIDA

"Se alcanza el éxito convirtiendo cada paso en una meta 

y cada meta en un paso"


C.C. Cortéz



Cuando Juanma tuvo la suerte de coincidir con David este viernes disfrutó de toda la conversación, pero como siempre, aprendió de todo lo que le contaba sobre su experiencia de vida hacia el éxito. 

Veía en todo lo que le contaba una analogía en su periplo en el mundo empresarial. David había dedicado su vida a nadar, y no en aguas tranquilas y calentitas, todo lo contrario. Pero eso es una empresa, pensó él, aguas bravas llenas de tiburones o lo que es peor, personas disfrazadas de delfines que en realidad son eso, tiburones.

Recordó que no siempre es sencillo afrontar cada etapa, cada reunión, cada conversación; no todas las tareas nos apasionan. Y eso es lo que David refería recordando sus inicios. Su padre y su madre haciendo que madrugara; y antes de ir al colegio ya había entrenado. Era por su bien. El médico les había indicado que era la forma de corregir ese cuerpo deformado, débil... Y no hay nada más duro para unos padres como el ver a su hijo llorar, sufrir. Pero era por su bien, y ahora al hijo, viendo todo en perspectiva, solo le salía muchas veces la palabra "gracias".

Luego cuando David le contó cómo cambió de la piscina a las aguas abiertas por recomendación de sus entrenadores norteamericanos, pensó que en el mundo laboral, normalmente, tampocon elegimos la especialidad de la carrera desde el inicio. Juanma pensó en cómo se había ido amoldando a circunstancias, adaptándose a situaciones, experiencias y cómo se iba aterrizando en tareas, departamentos y especialidades en las que se está más preparado. 

Le habló de su poca aversión al riesgo, y del miedo.. No se puede ganar sin arriesgar, le indicó. Pero deben de motivarte y gustarte los retos. Desde el sillón no suele ser posible alcanzar metas retadoras.

En cuanto al miedo, David pensaba que era necesario. No existe la persona sin miedo. Y el miedo no es malo. Él, por ejemplo, nada con gafas oscuras para afrontar los peligros que le acechan en los fondos marinos. Sabe que los desafíos existen, pero prefiere afrontarlos intentando que no los vea claros, de frente. Decía que tener miedo le hace sentirse vivo. Pero siempre hay que lanzarse al agua; afrontar ese trabajo; ese proyecto; esa competencia; ese compañero o colaborador...

Juanma le preguntó por su principal o su mayor reto conseguido. Para él, sin duda, había sido alcanzar Ibiza desde Alicante. ¿Por qué? Por hacer historia, por ser el primero, por la distancia, por haberse probado a sí mismo, por la fecha, en invierno, un 5 de enero, por la baja temperatura, por las heridas y la sangre provocada por el neopreno de aquella época, por la sal curando heridas recién estrenadas, por las medusas que le picaban en la parte del cuerpo sin cubrir, la cara, por todas las horas de oscuridad.

Y Juanma pensó en "sus por qués":  su historia, su posición, su recorrido o distancia, sus auto-pruebas, sus circunstancias temporales adversas, sus heridas, su sangre, y las no pocas medusas y etapas oscuras que se encontraba en su día a día en forma de problemas, adversidades, resistencias al cambio, competencia, crisis, presupuestos, bajas, malas personas...

Y escucho atentamente a David, y aprendió de cómo explicaba y contaba la manera de superar el sufrimiento, la angustia, la soledad. La soledad fue por su parte definida como lo peor. 

Y sí. Así te encuentras muchos días. Braceando con oleaje adverso, sólo, sin dejar de marearte, pero sin perder la ilusión y teniendo siempre en el horizonte un punto de referencia que te impulse a seguir, porque siempre se necesita energía que te empuje para volver con fuerza a la ruta que te lleva hasta la meta que te propongas.

Y David tocó una roca que podría valer como parte de Ibiza, pero no era lo que él quería. No era una playa de arena. No era donde le esperaban. Y no se conformó. Le dijeron que le quedaba una hora y cuarto, pero la verdad fueron más de 5 horas. Y esto le hizo a JuanMa seguir comparando. Esa es la vida real. Eso son los proyectos. En el papel todo parece fácil, pero a la hora de ejecutarlo todo se complica y cuando se consigue, que no es siempre, todo ha costado un 500% en recursos, en tiempo, en presupuesto, en energía...

Y, entonces, ¿para qué? Por cumplir tu sueño, celebrar, sentirte vivo, seguir, conseguir, construir un proyecto que sabes que no es fácil. Y por supuesto, tampoco está libre de riesgos, siendo un camino accidentado pero con un final que merecerá la pena.

David recordó cuando llegó y lo consiguió. Acabó lleno de temblores, casi desmayado. Pero recuerda la gente a su alrededor. Su equipo. Nunca olvidará lo que ocurrió. Mereció la pena. Concluyó que fue el momento más bonito de su vida. Porque si no le hubiera costado, sin ese camino accidentado y de esfuerzo brutal lo mismo no hubiera merecido la pena.

Y volvió a recordar a su equipo. Le dijo a Juanma que siempre hay que rodearse de gente maravillosa. A ser posible mejor que tu. Recordó la historia de Andrés, un día antes, contando que un amigo empresario le decía en su mesa de trabajo, en la sala de reuniones a su equipo la siguiente sabia cuestión: "no me jorobéis que voy a ser el más listo de la mesa". Y los dos momentos le hicieron pensar de la importancia de rodearse de buena gente, y gente buena.

Suele ocurrir que cuando conoces a personas de éxitos llevan una característica que nunca falta en la receta; la humildad. David no dejaba de acordarse de sus orígenes, de sus padres, del doctor, de sus entrenadores, de su equipo. Miraba hacia atrás y reconocía quién y por qué le habían llevado hasta donde alcanzaba. Sus padres, los madrugones, la fábrica donde curraba su papá, la mano de su madre acompañándolo a las 6 de la mañana todos los días. Era justo con su pasado y sabía reconocer por qué había alcanzado sus metas.

"¿Compromiso?".-  le indicó Juanma. "Afortunado".- le respondió David.




Se unieron algunos amigos y empresarios más a la charla. Nos invitó a luchar por nuestros retos, nuestros sueños. Y nos recordó que el líder se hace. Y nos enseño esa foto de ese niño débil, con problemas físicos. También nos enseñó las medallas, y nos enseñó que no se consiguen para guardarlas, sino para que nos recuerden que tenemos que seguir trabajando. Que no se trata de lograrlo y echarse a dormir. Y que nunca es tarde para abrazar nuestros sueños con trabajo, esfuerzo e ilusión. Pero que no nos vendan atajos, porque no existen.

Se despidió mostrando dos fotos unidas, las de un niño con un cuerpecillo débil, deformado y otra con un hombre celebrando medallas olímpicas, mundiales, y récords imposibles.. 

Campeón del mundo. Deportista de élite. Trabajador. Empresario. Padre o madre. Buena gente. La persona de éxito en la vida no nace, se hace. Constancia, esfuerzo y sacrificio, pero sobre todo la ilusión y la pasión que le pongamos a las cosas serán el camino hacia algo muy personal como es el éxito que cada uno, a su ser,  se proponga.

domingo, 17 de noviembre de 2024

TRABAJO Y DESCANSO PARA EL COMPLEJO ARTE DE VIVIR

"Aunque no sea más que por el mísero afán de descansar, debéis trabajar"


E. W. Stevens 

Autor de libros de Psicología



Había decidido que la semana terminaba esa mañana. Bueno, la semana laboral.

Pasaban nueve semanas desde su último descanso y su cuerpo la había dado alguna que otra señal de alarma. "Necesitas descansar".- le repetía su mente interior día sí, día no.


El plan que se le había cruzado era la oportunidad para resetear y poder afrontar las últimas seis semana del año. Viaje con la pareja, ópera, exposición, dos citas gastronómicas en sus lugares favoritos y paseo, mucho paseo...


Dejó el portátil, el móvil e incluso el coche. Tren y Uber permitirían llegar adonde el cuerpo no cumpliera por distancia y tiempo. Y así ocurrió. 

Ya en el tren tuvo la primera conversación sobre todo y sobre nada. Hijos, Navidad, música, libros, recuerdos de otros viajes. Un tema iba enlazando a otro, pero sobre todo era como si una herramienta de obra de reseteo fuera dejando espacio en el disco duro eliminando problemas, ansiedad, estrés y tensión. Era una fuga de problemas que dejaban tranquilidad, un humor mejorado e incluso durante un rato que el silencio se apoderó del vagón se descubrió mirando por la ventana y disfrutando de unas vistas que sin nada que resaltar sí que definían una llanura sin fin que se le antojaba como una invitación a que menos es más y lo simple no tiene por qué ser inferior a lo complejo, solo por que nos lo impongan desde el glamour de la oferta de eso que hoy nos indican como la venta de vivir una gran experiencia.

Y disfrutó de tres horas de ópera. Y conoció a un matrimonio que rondaban los ochenta. Habían vivido igual, pero hace más de treinta años. Y habían luchado igual. Y habían dejado el paso en la batalla a sus dos hijas. Pero seguían apoyando, cuándo y cómo podían. Descubrió que el tiempo de vida les había regalado tiempo. Y lo estaban aprovechando. Música, gimnasia, charlas sobre diferentes temas que se cruzaban en su camino, museos y salidas con amigos (los que quedaban y el cuerpo/mente acompañaba); esa era la vida que ahora les regalaba su presente. Y una frase que le contó Julio, que así se llamaba el anciano: "no nos arrepentimos de nada, pero lo hubiéramos hecho antes de haber sabido lo que vivir así significaba".

Y disfrutaron de las comidas. Se centraron en continuar dialogando, sin dejar que la pantalla del móvil les distrajera. No lo habían comentado, pero el móvil no estaba invitado a la mesa, por lo que no apareció en la misma ni durante la primera cena ni en la comida del día siguiente. Era una cita de dos, y no se podía romper la magia del número que completaba la misma.

Centrarse en el otro permitió que alcanzaran momentos de calma y felicidad. La comida permitía satisfacer una necesidad primaria, pero la paz era fruto de eliminar el ruido de su día a día y los problemas habían quedado lejos, muy lejos.

Disfrutaban del sabor, del olor o de la textura de cada plato, de cada copa de vino. Y lo especial no era lo que venía a la mesa, sino la tranquilidad y la armonía con la que charlaban, o callaban. A ella no le gustaba el jazz, pero el conjunto que tocaba al final del salón, siendo este el tipo de música que sonaba, le pareció adecuado e incluso como ajustado a la medida del momento.

Y pasearon sin rumbo, encontraron aire fresco y se enfrentaron a edificios, parques y avenidas que aun habiendo sido parte de sus rutas en el pasado, les resultaron novedosos, renovados, puros, inspiradores. Inéditos era la palabra. No los habían surcado nunca desde la paz y el sosiego que este finde les había regalado.

Ya en el parque, en el café favorito, charlaron con sus hijos (ahora sí necesitaron la tecnología móvil). Charla en calma y bienestar, contando cómo iba todo, aumentó sus niveles de oxitocina. Y siguieron camino. Sin brújula, pero avanzando hacia una meta de tranquilidad y eliminación de ruido provocado por una construcción de vida que empuja hacia un precipicio de ansiedad y locura.

Hablaban o callaban, según tocaba. El silencio no era incómodo, lo que permitía concentrarse en todo y en nada, asimilando el entorno, sintiendo lo que vivían, veían, oían, tocaban. Y cuando decidió parar para tomar un refresco y un dulce, jugó a escribir en frases cortas lo que la jornada le inspiraba. Incluso leyó en voz alta algunas de ellas; otras veces le salieron palabras. En negro lo que quería, en rojo lo que dolía. Y ella detectó que lo que lo preocupaba y molestaba estaban en el lado del rojo. Y ahora sabía como ayudar. Era importante que él se dejara.

Y pasaron a la exposición. Era otra manera de desconectar del estrés del trabajo. Aprendizaje, relajación y un viaje a la época del pintor. Y pensó que era difícil poner límites a la vida profesional, pues siempre está unida a la personal, pero muy recomendable conocer el arte de la desconexión temporal y la búsqueda de esos momentos de renovación de energía para poder seguir... ¿trabajando? o viviendo. Tres horas vivieron inmersos en un mundo que no era el suyo; otra época, otros lugares, otros tiempos. Pero gracias a su obra y todo lo escrito alrededor de la misma estaban siendo protagonistas e invitados de excepción de un mundo que durante ese tiempo les había sido regalado entre muchas vidas anónimas; todos descansando de quehaceres, problemas y luchas que habían quedado pausadas y quién sabe si eliminadas como meros fantasmas ficticios.

Descubrió que separar con acciones un bloque de semanas exigentes, o incluso a diario ser capaza de dividir el día laboral de lo personal era posible. Ayudaría a transitar de una faceta de la vida a otra, permitiendo recargar y haciendo de la siguiente etapa un trayecto aunque difícil, no imposible de recorrer con garantías, ganas y motivación. Todo en la vida, el ocio y el negocio, debería ayudar a crecer y no a consumir, por lo que eso era el verdadero reto.

Remataron la vuelta en tren leyendo el libro de la exposición, escribiendo lo que se les ocurría y en silencio. Les esperaba un fin de año lleno de retos y acciones para seguir teniendo más oportunidades como este parón. Era una pura retroalimentación; "una parte de la vida alimenta a la otra; y una otra de la vida alimenta a la parte". Sabía que no estaba bien escrito, pero formaba parte de lo que en su cabeza resonaba, y algo le decía que tenía que escribir en su entrada semanal al pie de la letra la frase  que había escrito llegando a la estación de destino en el librillo de notas regalado por la mesilla de noche del hotel que les había permitido descansar en tan merecido receso.


domingo, 10 de noviembre de 2024

CONVERSACIONES INTERESANTES EN EL OBSERVATORIO DEL SECTOR V.I.

"Una nación permanece fuerte mientras se preocupa de sus problemas reales, 

y comienza su decadencia cuando puede ocuparse de los detalles accesorios"


Arnold J. Toynbee (1889-1975) 

Historiador inglés



Cuando José María le indicó a Paloma que sería interesante participar en el encuentro de uno de los canales de sus principales clientes no dudó en agendarse la cita y registrarse en el mismo.


Y las conversaciones, los datos, y conocer los problemas de sus clientes, que no eran otros que los suyos propios, merecieron la pena.

Se quedó de inicio con algunos datos parciales de lo que la DANA había provocado en las campas de los concesionarios de la zona, sin contar daños familiares y de estructura. Se habló de 18.000 turismos nuevos sin matricular y 500 camiones.

Y es que no hay duda que recibir ayudas en el sector, para infraestructura y otros factores extrínsecos necesarios para dinamizar el mismo no deja de ser un deber para los que pueden ayudar debido a que a saber el transporte por carretera representa un 5% de nuestro PIB.


Comentaron sobre regulación y tecnología. Europa regula por doquier, pero no entiende que el mercado no está preparado. Las marcas pueden que si vayan teniendo la oferta preparada; pero si a los clientes no le salen las cuentas, pues el mercado no vira hacia lo que la política europea quiere. Y ahora con Estados Unidos y su nuevo presidente, pues a espabilar toca...

Emisiones. Si no se mide del pozo a la rueda, pues ya me dirás como convences al personal que el objetivo al final es verde, y no recaudatorio. Pregunta para la sala: ¿por qué los combustibles neutros en carbono se aceptan en barco y aviones y no para camiones? 

En definitiva, electrificación sí, pero no cómo única opción.

Llegó el turno de los responsables de la red de servicios de la marca. Digitalización, conectividad, contratos de servicio. Talleres de marca y no en los flotistas. Formación, tamaño, concentración, tecnología y especialización. De todo se habló.

Datos, información, pero ¿cómo y quién la usa? IA. ¿Quién decide? 

Un gran esfuerzo se les supone para alcanzar con nota el reto de la electromovilidad, "pero, ¿Quién paga la fiesta?".- Pensaba Paloma y comentaba con los diferentes componentes de la mesa de expertos durante el café del descanso.

En todo caso siempre se acababa en la importancia de las personas. El capital humano está en el centro. El cliente necesita personas. Las personas usan y crean el servicio. La tecnología debe de ponerse al servicio de las personas. "Digitalizar para humanizar".- volvió a resonar en la cabeza de Paloma mientras escuchaba atentamente a los diferentes técnicos en la materia.


Y llegó el turno de la tertulia sobre recursos humanos. En esta parte Paloma podría haber estado en cualquier jornada o reunión de cualquier sector de esta época. Parecía estar en alguna de sus empresas de los últimos años. Absentismo era la palabra más usada. Bajas por ansiedad, estrés. Papel de aceleración de recuperación de seguros y mutuas. % de absentismo total, no solo de bajas temporales sino sumando ausencias retribuidas. 

Y se aterrizó en la mezcla generacional y la generación "Z". Salarios, pero no solo salarios. Ambiente laboral, Formación, horarios, redes, tribu. Paloma recordó una entrevista a Ancelotti, entrenador del R. Madrid, y cómo relataba el problema de los jóvenes en el vestuario y sus móviles. "Si se los quito se van del equipo".- comentaba en resumen el técnico. "Y no se van de cualquier equipo".- pensó para sí Paloma.

La clave es hacer un gran esfuerzo para entender a las nuevas generaciones. Son el presente, pero sobre todo el futuro. Entender los horarios, la conciliación, ¿el compromiso? y la exigencia bidireccional.

Entender que no es lo mismo gestionar turnos en las grandes ciudades que en el campo. Empujar la formación DUAL, acercar la educación a la empresa, disminuir la brecha de necesidades con capacidades. Universitarios, sí, pero sin formación, no. 

Como Paloma comentó al final: "El reto es una formación profesional práctica, que atraiga a los jóvenes, y generar una cultura que los fidelice, con un propósito que integre a todos los segmentos de la sociedad actual. Atraer al cliente sin una plantilla que cumpla la promesa no tiene ningún sentido".


Para terminar llegaron los jefazos. Comentaron sobre la necesidad de un continuo diálogo entre los fabricantes y la red. Saben que trabajan en diferente contexto, pero necesitan entenderse. Por eso, el tema básico a cumplir, la alineación. Si la red toca tierra, y la marca está en el cielo, en la estrategia, se debe crear un puente que comunique los dos estratos.

Necesidad de altos niveles de servicio, 24 horas, etc... solo con una red madura, formada, proactiva se puede conseguir. No basta solo con decir gracias; se debe observar y verificar que se está por la labor de crear el puente.

Se volvió a mencionar la tendencia a la concentración, tanto de clientes como de la red. España es diversa, pero para competir se necesita aumentar el tamaño, y esto pasa por la especialización y la concentración. Tener una buena red, sí, pero sostenible, o sea, rentable.



Como resumen, Paloma fue dándole vueltas a todo ya en el coche de vuelta a casa, y con no pocos temas a repensar. Europa habla y regula con la mente puesta en la sostenibilidad. Pero en el mundo real, en las empresas, sostenibilidad es más que pensar en verde. Debe ser rentable, sostenible a largo plazo y en toda la cadena de valor del mercado en el que se esté o en el que se quiera estar.

La tecnología existe, pero ¿quién y cómo se repercuten los costes que cada situación y etapa se generan? y sobre todo, ¿quién los asume?

Se puede cumplir con emisiones, y si no es vendiendo la tecnología que cumple o la que se impone desde Bruselas, ¿optarán las marcas por cerrar fábricas de las que hoy fabrican vehículos con tecnología supuestamente menos apta para lo que se considera correcto?

Resonaba otra pregunta de uno de los capos del sector: ¿cómo llegamos a lo que nos imponen? ¿hacemos eléctricos o dejamos de fabricar diésel cerrando fábricas que hoy generan riqueza? Aproximadamente 7000-8000 personas menos activas o en el paro por reconversión industrial y por marca no puede ser el precio de la imposición de fechas, números y mono-tecnología.

Destruir un sector de la vieja Europa mientras otros continentes/países han tomado otros caminos no puede ser ni podemos vivirlo en directo sin hacer nada.


Muchos retos y pocas soluciones como corolario final. No le quedó a Paloma claro y se preguntaba: ¿estamos dispuestos a cambiar el paradigma? ¿alguien sabe a dónde estamos abocando a nuestros hijos? ¿Europa puede y quiere despertar?

domingo, 3 de noviembre de 2024

LA VIDA Y LAS PERSONAS

"En algún lugar del alma se extienden los desiertos de la pérdida, 

del dolor fermentado; 

oscuros páramos agazapados tras los parajes de los días"


Sealtiel Alatriste (1949-?) 

Editor y escritor mexicano



Me levanté y bajé a la cocina, tras la ducha, como todas las mañanas. Allí estaba ella, terminando el desayuno, mirando las noticias sin poder articular palabra. Se había llevado vidas, familias, todo el pasado de pueblos completos había sido arrastrado por un barro agresivo, voraz que tragaba como demonio sin diferenciar a su paso nada ni nadie.

No pude comentar mucho. Subí a prepararme para comenzar el día y solo me salió rezar. 

Ya en el trabajo repasé personas cercanas al epicentro de la catástrofe y les escribí para saber cómo estaban y aunque tal vez se podía hacer poco en el momento, ponernos a su disposición, y hacerles saber que estaban en nuestras oraciones.

Nuestros colaboradores del resto de Europa preguntaron por lo ocurrido desde primera hora. Se sabía que era de lo más grave vivido en años. No hacía falta mucho estudio en el momento que la cifra de muertos iba subiendo, y los desaparecidos no dejaban mucho espacio a la esperanza una vez el tiempo y posteriormente los días iban pasado.


Vidas, personas. Niños, mayores. Esto no va de un lado o de otro. Recuerdo los peores momentos de la empresa. La nuestra, como otras, la componen diferentes personalidades, estilos, formas de pensar y de hacer. Innovadores, clásicos, conservadores, atrevidos... Pero durante la crisis del 2008-09 y el maldito COVID-19, no hubo bandos, ni posiciones contrapuestas, solo trabajo, esfuerzo y UNIÓN. Porque los líderes no polarizan, sino que guían unidos, con un único propósito común.


Y esto es lo que deberíamos ver, y deberían impulsar desde un liderazgo de altura. Liderazgo de gobierno y oposición; como dice un vecino, sin señalar a nadie ni entrar en detalles. 

Esperamos un mando único, que una, que organice, que gestione.

El pueblo salva al pueblo, pero necesita que lo dirijan y los recursos se optimicen con gestión  orientada a un propósito que trascienda los motivos partidistas y personales. El todo debe estar por encima de lo parcial. Y el que no esté a la altura que se vaya, sea del norte o del sur, del este o del oeste, de la izquierda o de la derecha.



Lo que hemos vivido con el pueblo volcado en ayudar sin pedir nada a cambio, humano y solidario, debe hacer reflexionar al que no de la talla.

Un colaborador y amigo decía en voz alta que saldrán de esta, como siempre, porque su carácter es así, fuerte, resiliente, capaz de enfrentar la adversidad cuando toca.

Y el dolor debe ser compartido, así como todo lo que necesiten para que encuentren primero a todo el que falta, pasen un duelo a la altura del país que somos, queremos y necesitamos, y reconstruyan en la medida de lo posible tantas vidas que el barro agresivo, voraz ha dejado tocadas, pero no hundidas.

domingo, 27 de octubre de 2024

EL PLAN DE CARRERA COMO PARTE DEL SALARIO EMOCIONAL

"Es improcedente hablar de reforma 

sin hacer referencia a la forma"


Gilbert Keith Chesterton (1874-1936) 

Escritor británico


El mercado laboral cada vez es más competitivo, y atraer talento y fidelizar es hoy un reto, pero sobre todo un factor diferencial en toda organización con un proyecto que se precie.

Hacía tiempo, desde que Gema había diseñado su plan estratégico, pausado el año 20 y el 21 para procesar/digerir el descalabro proporcionado por el Covid-19, que cada incorporación en su plantilla a nivel de mandos intermedios y directivos era una etapa reina que no le permitía ni un minuto, frente al candidato, sin pedalear a tope con todas sus fuerzas. Concentración máxima en llegar a la meta y toda la artillería para convencer y mostrarles las bondades del plan.

Por supuesto que trataban el tema económico; fijo, variable, horarios, vacaciones, pagas, etc... pero cada vez pesaba más, y se trataban al detalle otros aspectos que iban arropando y acumulando puntos positivos alrededor de la cuestión dineraria; algunos lo llamaban salario emocional. Y es que existe una recompensa más allá del aspecto económico puro que impacta en el bienestar y la satisfacción en el trabajo, la cual si es valorada por el profesional también está indicando el tipo de "recurso plus" que éste representa.

Aterrizando en el último proceso de selección, nada de esto cambió. Gema y Blanca, tras haberse conocido en las dos entrevistas anteriores a nivel técnico, hablaron y discutieron más sobre aspectos de fondo que de tecnicismos del puesto.

Debatieron sobre flexibilidad horaria, responsabilidad del puesto, cómo se reconocían y celebraban los éxitos, proceso y kpis para evaluación de la mejora, situación de resistencia al cambio del personal, fórmulas de medida del variable,  participación en las decisiones de departamento y empresa, programa de bienestar, clima y ambiente laboral, involucración en la misión, compromiso en la tarea, comunicación del propósito y capacidad de crecimiento en lo personal y en la organización.

Hablaban el mismo idioma. Eran conscientes del impacto del salario emocional y como éste puede potenciar la estrategia de fidelización del talento. El capital humano debe sentirse valorado, identificarse con la tribu, redundando de esa manera en un compromiso, un sentimiento de pertenencia y una lealtad que va en aumento. A nivel general, y tras un trabajo de fondo bien cosido, se aprecia entonces una severa disminución del absentismo y un refuerzo de la estabilidad en la empresa. Y de esta forma el proyecto prospera sin muchos sobresaltos; bastantes golpes y amenazas llegan ya por otros medios.


El día que Blanca se marchó, Gema se quedó tras la última reunión un rato sola en su despacho, sin ordenador, sin teléfono, sin colaboradores. Sola con su silencio. Intentando apagar el ruido que no paraba de rodar en lo más profundo de su cabeza. Pensando en cómo la sociedad en general y las personas en particular están siempre en constante crecimiento, con una tendencia y una aspiración de progresar; tras alcanzar ciertas metas, siempre requieren más, y por ello los planes de carrera deberían llamar su atención y ser la brújula que indicara el camino que deben de tomar. Tanto a nivel profesional como personal. Y no son decisiones baladís. 

Defendía en su organización que cada líder o responsable debe de establecer un plan para sus colaboradores clave, que permita promover su desarrollo personal y proporcionarles una visión y una ruta de oportunidades de crecimiento, que genere un compromiso a largo plazo; en conjunto, como le dijo a Blanca antes de despedirse tras la reunión, todo tendrá un impacto en la cultura organizacional.

Sabía que el éxito de su proyecto pasaba por la calidad del equipo humano. Fidelizar lo bueno e implementar fichajes de altura, no solo para conservar el talento, sino para cultivar una cultura enriquecedora que acabe estimulando el compromiso y el personal entienda el reto que les lleve a conseguir con nota alcanzar el objetivo.



Ya al día siguiente, Blanca llamó y les dijo que aceptaba el plan de incorporación al proyecto. Gema suspiró y en su cara se dibujó una mueca que mezclaba satisfacción, alegría y paz. Mucha paz por sentir que había acertado en la elección de una pieza clave en su estructura; aunque nadie, ni dentro ni fuera de la empresa, todavía lo sabía ni era capaz de imaginarlo.

domingo, 20 de octubre de 2024

CALIDAD COMO PARTE DE LA CULTURA

"Acepto el fraude en el precio, pero nunca en la calidad"


Thomas Fuller (1610-1661) 

Clérigo y escritor británico



Samuel seguía dándole vueltas al por qué estaban teniendo tantas reclamaciones con el nuevo cliente. Había pedido un informe de cómo llegaba ese producto a la fábrica del grupo, la cual recibía la mercancía en el mismo nivel de acabado que el cliente, pero en ese caso no había reclamaciones. 

Empezaba a dudar si era porque el producto no llegaba en las mismas condiciones en ambos casos o el personal del grupo se había acostumbrado a recibir el material no conforme y lo reprocesaba como estándar antes de completar el proceso de acabado y entrega.



Siempre le habían inculcado que la calidad no era un extra, sino parte de la cultura de la compañía. Sin esa cultura de excelencia en lo que se hace, cuidando a las personas que pertenecen a la misma, generando unos procesos mediante una plantilla motivada, no es posible generar un producto o servicio que pueda considerarse de 10.

Habían charlado con el equipo sobre clientes internos y externos. Era difícil ofrecer un buen servicio a los externos con los internos desmotivados, y tenían claro que las personas necesitan sentirse útiles, que son importantes para el desarrollo del negocio. Y era su misión valorar sus opiniones y sugerencias, delegar responsabilidades y siempre incentivar a la plantilla a contribuir en la mejora de cada uno de los trabajos realizados en pos del éxito del proyecto.


Decidió compartir la semana siguiente sus ideas para cambiar el rumbo que habían adquirido en las últimas fechas. 

En primer lugar les invitaría a considerar al más alto nivel de cuidado a sus clientes. "Si vendes algo, tienes clientes; y si no los cuidas y los pierdes, la empresa desaparecerá".- pensó.

Y los clientes tienen unas necesidades, y normalmente hay que aprender a escucharles, porque no se trata de intuir lo que quieren, sino exactamente conocer lo que quieren.

Recordó que las necesidades eran tres: las básicas o las mínimas para que el cliente no reclame; las de desempeño que son las que atienden la exigencia del cliente; y las de encantamiento que ofrecen algo que llama la atención positivamente al cliente por encima de la competencia, algo por lo que se destaca.


Continuó pensando en que tras considerar, debería instar a su equipo en enriquecer el producto para generar una mejora en la experiencia del cliente. Enriquecer, en este caso, era sinónimo de creatividad. Necesitaba desarrollar una cultura que fomentara y motivara la creatividad, para dar ideas que mejoraran recursos, generaran más eficiencia y obtuviera en definitiva mejores productos y clientes satisfechos. El ambiente de creatividad debía ser un caldo de cultivo, y las recompensas tendrían que girar en ese entorno.


Aterrizó en un tercer paso, tras pasar por la consideración o escucha, y el enriquecimiento o creatividad, y este no era otro que lo que definió como optimización.

Optimizar o proponerse como meta la excelencia pasaba por diferentes etapas. 

Primero, intentó contabilizar o reconocer el precio de fracasar en el proyecto. Se trataba que de una vez conocido el desastre que esto provocaría, realizar todo lo posible para que no ocurriera.

Después, invertir en una cultura de prevención, resumiendo las tareas en "bien, y a la primera".

Continuar obsesionándose en los detalles. Todo cuenta, y no toca ahora el "así más o menos ya está bien". El cliente observa y presta atención a los detalles, los valora y requiere esa atención por nuestra parte. Hagámoslo.

Recordó y le venía al pelo, recordando una frase de un amigo como penúltima etapa, "desarrolla una percepción de paranoia productiva por la mejora continua". Todo puede ser mejorado, y siempre toca pensar en eso, en mejorar.

Para terminar, antes de tocar la meta, deberían poder describir a todo el equipo como una plantilla en la que todos tuvieran pasión por la perfección. Ni el todo vale, ni así es suficiente. Se trata de no poner límite a la mejora.


Llegaba el fin de semana, y tenía dos días de viaje para poder disfrutar de la familia y amigos, entre conciertos, paseos por la naturaleza y reuniones por cumpleaños. Sabía que era sencillo, pero no fácil. Pero reorientarían la nave, enfocándose en la meta, a sabiendas que todo el esfuerzo merecería la pena.