"Si tenéis un minuto, intentad resumir vuestra pasado, brevemente, y sentiros orgullosos.


Después, enfrentando el maldito folio en blanco, dibujad vuestro futuro, con pasión, con ganas de hacedlo mejor.


Será vuestro mundo, vuestro camino..."

domingo, 30 de julio de 2023

INTEGRACIONES, CULTURA ORGANIZACIONAL Y TOMA DE DECISIONES

"Sólo los buenos sentimientos pueden unirnos, 

el interés jamás ha forjado uniones duraderas"


Auguste Comte (1798-1857) 

Filósofo francés



Tuve la suerte de conocer a Antonio en una cena solidaria hace algo más de dos años. Antonio tiene mucha experiencia en fusiones y adquisiciones, pero en general podríamos decir que su éxito se ha basado en saber integrar culturas y evitar siempre, en todo caso, que el proceso pierda valor al final del camino.

El tema de la integración es un asunto que me preocupa últimamente, y por qué no decirlo, me ocupa, por lo que aprovechando que volvíamos a coincidir me lancé a charlar un buen rato con él el otro día.

Quería saber cuándo era viable o había que buscar una alianza, una fusión o una adquisición y Antonio me contestó que principalmente, cualquier alianza o integración debía tener sentido estratégico y sentido financiero. En definitiva, hay que asegurarse a priori que este tipo de proceso creará valor. 


Para ello, la clave, me decía, es la capacidad de combinar las culturas corporativas, 
pero no de lo que aparece escrito en la web de la compañía, sino de la que emana de los comportamientos diarios dentro de la casa.

"Y para ello, tenemos que tocar pelo".-  me decía Antonio. "Cómo me relaciono con mi jefe, cómo tomo las decisiones, cómo me comporto con el cliente cuando no hay una regla escrita."

Por tanto, no dudes en no continuar si desde el principio ves que la cultura es muy distinta entre empresas que pretenden emprender algo juntas, porque este hecho derivará en una integración ardua complicada, por no decir fallida o imposible.


Me indicó que siempre estudia muy bien el organigrama, pero para conocer la cultura no puedes verla desde fuera, sino que tienes que estar inmerso en el día a día. Trabajando con la empresa, desde dentro, en un mes puedes ver el trato y el respeto a las personas, si las decisiones son centralizadas o distribuidas por departamentos/niveles, etc... 

Tenía claro que el equipo directivo y el CEO marcan la cultura corporativa. La visión marca el camino, y ésta no se obtiene por consenso. De la visión se establece una estrategia, y de la estrategia emanan los valores corporativos (lo que se puede hacer y el cómo se hace) y esto redunda en la forma de dirigir del equipo directivo.

Me resaltó que la cultura está en el ADN de la empresa. Por eso es tan difícil cambiarla. Y ojo con las recompensas y/o las penalizaciones de los comportamientos dentro de la empresa, ya que son los auténticos mensajes de la verdadera cultura, y por desgracia, pocas veces tienen que ver con lo escrito (copiado y pegado) en nuestra propaganda en redes, web y cartelería distribuida en oficinas centrales, salas de reuniones y otros emplazamientos estratégicos.

Me quedé con que la autenticidad de la empresa es indirectamente proporcional al gap entre lo escrito y como se actúa en nuestro día a día.

Antonio cambió de tercio y me explicó que una vez visto que la integración creará valor, se debe centrar los tiros en el diseño nuevo organizativo y lo más importante y delicado, el ajuste de las personas a los cargos generados por ese nuevo diseño.

Y aquí empieza el verdadero problema desde la perspectiva de las personas y el talento, sobre todo cuando el mismo resulta que no es deficitario, sino que hay mucho y bueno. 

Decidir quien lidera un departamento cuando hay dos que están muy preparados para el mismo no debe hacerse a la ligera. Se trata de primero decidir bien, asegurándose que tienes información suficiente para que sea objetiva la decisión final. También es necesario reflexionar sobre los impactos que la misma tiene. Y luego tras tomarla, ejecutarla y comunicarla. Siempre es difícil porque afecta a personas y por ello, para decidir este tipo de cuestiones se debe añadir una gran dosis de sensibilidad.

Y ojo con equivocarse y no rectificar porque nuestro ego no nos lo permite. A veces, eliges una persona para un puesto, y te equivocas. Se trata de revocar el error, cambiar, comunicar y rehacer para que todo el mundo deje de sufrir. Y Antonio me volvió a comentar que tenemos que dejar a las personas en un estado que puedan mirarse a sí mismo al espejo sin agachar la mirada.

Explicar bien, ponerse en el lugar del otro, pero comunicar el cambio y pedir confianza por que los asuntos se irán colocando. Solo el tiempo ajusta los cambios. 

"Una integración siempre es una fuente de incertidumbre, y a la vez una fuente de oportunidades".- remató.

En este punto hablamos de confianza, y la conversación nos llevó a la necesaria transparencia para concluir con éxito estos procesos. Y como la confianza debe ser mutua, desde luego que un propósito común ayuda y no poco.

Disfrutamos el debate, eso sí. De la confianza pasamos por la necesaria transparencia y caímos en la necesidad de generar un ambiente de humanidad, porque las conversaciones difíciles también llegan: ceses, cambios de departamento, nuevos jefes, etc...


Me dejó esta joya: "Sabiduría en la decisión, Valor en la acción".


Culminamos la sesión, para mí una completa carga de las baterías, algo tocadas en esta época del año, por cierto, charlando de cómo se preparó para la retirada por motivos de edad (aunque él y yo sabemos que no se retirará nunca).

Sus recomendaciones fueron cuatro:

- Sé frío, objetivo y analiza tus propias capacidades.

- Sal de tu zona de confort, no te limites a tu sector.

- Tómate la decisión con calma, no te precipites.

- Sé feliz. Recuerda que ese debe ser el objetivo final de la vida.



Se despidió y me quedé un rato mientras que lo conversado decantaba en mi interior. Anoté varios temas que me habían parecido interesantes y me dije de escribirlos en la entrada semanal, a modo de recordatorio:

- El éxito de cualquier fusión depende de la capacidad de integrar las culturas corporativas.

- El primer ejecutivo es quien ejemplifica la cultura de la compañía. Visión, misión, valores y comportamientos.

- La cultura debe ser convenientemente defendida, premiando lo que nos gusta hacer y penalizando comportamientos contrarios a la misma.

- Decisiones difíciles. Valentía en la acción, sabiduría en la decisión y transparencia en la comunicación.


Los cambios difíciles de tragar nos abren nuevos retos que afrontar, y la vida no es el final sino precisamente eso, la felicidad que nos provoca el disfrutar del camino.

domingo, 23 de julio de 2023

TOMAR DECISIONES SÍ, PERO CON DATOS CORRECTOS

"Nuestra cabeza es redonda 

para permitir al pensamiento cambiar de dirección"


Francis Picabia (1879-1953) 

Pintor francés




Se estaba tratando cómo había salido el semestre en la empresa y el director no las tenía todas consigo. Era una pequeña empresa en la España malamente llamada "vacía", y la cercanía temporal del dueño a su jubilación, hacía más si cabe importante las decisiones en cuanto a inversiones o desinversiones que se tomaran en estos años tan inciertos y con tan poca estabilidad.

Paquito, que así lo conocían desde que bien joven, tras hacer el servicio militar, tuvo que volver a su pueblo natal a hacerse cargo del negocio familiar debido a una enfermedad larga de su padre que acabó con su vida, siendo hijo único y no habiendo tampoco tíos que hubieran estado gestionando el negocio con él ("tus titos han estudiado para maestros", siempre le contaba, y cambiaron el pueblo y la empresa por la ciudad y el colegio).

Paquito, solo ante el peligro se había hecho a sí mismo. Sabía que para obtener lo máximo de los datos y obtener beneficios, debía de encontrar de la mejor manera siempre el "quién, qué, dónde, cuándo y por qué".

Y para dar respuesta a estas cuestiones un buen análisis de los datos era evidente y necesario.



En primer lugar, logró fidelizar un buen equipo y supo identificar los objetivos de la empresa desde la dirección ejecutiva, lo que le permitió determinar qué datos debía analizar y qué cuestiones debería hacer para que el análisis respaldara a los objetivos marcados.

Para ello, debía tener herramientas para recopilar y preparar los datos que necesitaban. El acceso a datos confiables y de calidad no era siempre tarea fácil. Además, si las fuentes están desconectadas en la empresa esta misión resultaba casi imposible, le decían siempre sus colaboradores. Esta parte les había empujado a la búsqueda de un nuevo ERP, y aunque con mucho más esfuerzo del inicialmente esperado, poco a poco estaban obteniendo resultados satisfactorios a este respecto.

En fin, se trataba de obtener los datos y prepararlos para la etapa de visualización y exploración de los mismos.

Ordenarlos, hacerlos visuales y presentarlos de manera que pudieran definirse como accesibles eran para él de una importancia muy similar a saber identificar los más relevantes. Se trataba de hacerlos accesibles y entendibles, tener una presentación sencilla para que se puedan detectar las tendencias, comprenderlas, resaltar los valores atípicos y ser capaz de visionar los patrones que se desprenden de los datos.

Recordó que una de las métricas que no seguían en la década pasada (del 2010 al 2019), hoy era fundamental para ellos, y visto en perspectiva, les habría anticipado parte de los problemas que en el duplo 20-21 les había ocasionado uno de los mayores quebrantos desde que había cogido las riendas de su negocio.

Por último, y una vez identificado los objetivos, recopilado los datos y haberles dado forma e impacto visual, tocaba desde el equipo directivo desarrollar la información para poder ejecutar las acciones pertinentes, y también responder a las preguntas sobre los datos de lo que el futuro les podría deparar, buscando tendencias, y sobre todo tomando medidas estratégicas para marcar el camino y el devenir de la organización.

Crecer o quedarse como estaban, diseñando una estrategia de ataque o defensa, era lo que ahora estaba sobre el tapate y se discutía casi mensualmente en las diferentes reuniones entre directivos, tanto en las formales como en las informales. Y el tema que en reuniones informales se tratara el asunto le preocupaba a Marcial, la mano derecha de Paquito, y así se lo había hecho saber en varias ocasiones en los últimos viajes que hacían juntos para reuniones en diferentes clientes repartidos por toda España.

Para Paquito, que se trataran temas de empresa fuera del ámbito laboral era algo normal, ya que era un pueblo pequeño, dominado laboralmente por su empresa y lo normal es que en celebraciones, quedadas y fines de semana, se mezclaran temas familiares, de la localidad y por supuesto, de la empresa de la que dependía la mayor parte de las familias y los ciudadanos del pueblo en el que habían decidido fundar y anclar el negocio familiar.

Pero lo que realmente le rondaba la cabeza era lo que uno de sus directores, el controller, le había comentado la semana anterior. No tenía todas consigo de que los datos que estaban llegando y servían para dirimir el futuro de la empresa, y por ende, de tantas familias, fueran veraces, exactos y correctos. 

"Y esto sí que era verdaderamente grave".- pensó Paquito, ya en casa, mientras se preparaba para salir a cenar con sus hermanos, los cuales acudían al pueblo en verano, una vez ellos y sus sobrinos tomaban vacaciones en el colegio, y salían disparados huyendo del calor y lo que la ciudad no les podía regalar en este tiempo del año.

Lo tenía claro; si había duda sobre los datos, no tomaría ninguna decisión. Establecería un plan para evidenciar lo que su controller le había indicado, volvería a revisar el proceso de captación, recopilación, organización y presentación de los mismos, y si fuera menester, volvería a generar un proceso para que los datos fueran los más precisos y veraces posibles.



Y mientras no fuera así, no se atrevería a tomar decisiones que no solo afectaban a su empresa, sino a cada una de las personas que formaban la misma, así como a todos los stakeholders, los cuales también dependían de su organización.

De no poder conciliar el sueño, con esa decisión, pudo dormir la noche siguiente. Pero su decisión era firme, y no tomaría la decisión de qué rumbo tomar, hasta que no comprobara que la brújula era la adecuada, y sobre todo, medía bien.

domingo, 16 de julio de 2023

TRABAJO E INTELIGENCIA ARTIFICIAL

"La naturaleza hace que los hombres 

nos parezcamos unos a otros y nos juntemos; 

la educación hace que seamos diferentes 

y que nos alejemos"


Confucio (551 AC-478 AC) 

Filósofo chino




De un tiempo a esta parte no hay reunión, ya sea laboral o familiar, que no salga a la palestra el tema de la inteligencia artificial. No cabe duda que esta herramienta nos llevará a una nueva forma de vida. 


En cuanto al mercado laboral, lo que nos preocupa o nos debería preocupar a todos es que esta tecnología conllevará nuevos puestos de trabajo y destruirá otros, creará también mucha expectación y cambios en las condiciones de empleados y empleadores, siendo un debate que no será eliminado de despachos y mesas con mantel en mucho tiempo, seguramente.

Aproveché que me invitaron a una cena de empresarios y Julio me tocó al lado. Había realizado un curso en EEUU sobre IA, y llevaba trabajando en estos temas un par de años en una multinacional europea, por lo que su opinión era muy importante para todos los que compartíamos mesas con Julio.

Nos comentó que como todo cambio, este genera inseguridad y miedo. Y el avance de la IA no podía ser una excepción. Nos pidió que definiéramos cómo nos sentíamos ante la disrupción de la tecnología, y las respuestas de los colegas se agruparon entre expectación, incertidumbre y la mayoría, preocupación.

Nos llegan cantos de sirena de incremento de eficiencia, innovación y mayor calidad de trabajos, pero ¿Cómo la usamos?, ¿Cómo encontramos la piedra filosofal?, ¿Cómo nos concentramos en buscar en esta tecnología emergente las bases para aumentar la competitividad y hacer crecer nuestras organizaciones para ser diferenciales en nuestro sector?

El cambio en las condiciones laborales llegará con el uso de la IA, y de una manera o de otra, desencadenará una crisis laboral. Además, los salarios tendrán que adaptarse en función de la valía del candidato y el talento, las capacidades en el uso de herramientas tecnológicas, eso sí, abriendo nuevas puertas a profesionales que hoy ni existen.- me indicaba Julio mientras retiraban los platos de los entrantes y nos preparábamos para el segundo.

Rebobiné volviendo al tema de los cambios laborales, la destrucción de algunos trabajos y la creación de otros. Y pensé en nuestros hijos. Expertos en robótica, Internet de las Cosas y Comunicación entre Máquinas. Esos serán los perfiles más demandados en los próximos años, según mi compañero de mesa.

Pero, ¿están los trabajadores preparados para el uso de las nuevas tecnologías? y además ¿podrán los trabajadores seniors y las empresas de formación estar a la altura para capacitar, desarrollar y facilitar que las nuevas generaciones sean los verdaderos artífices del cambio?

Será necesario, desde mi punto de vista, un puente entre presente y futuro, o pasado y presente, según se mire. Equilibrio óptimo combinado entre actividades que aporten y valor humano, sumando además innovación.

Y nos adentramos en los postres aterrizando en temas tan apasionantes como son la formación y el sector educativo. "La formación será la clave".- dijo Julio. Y esto provocará una mayor brecha entre trabajadores de mayor formación sobre el resto. Por todo, como directivos y como padres, debemos estar muy atentos y apostar más que nunca en una partida de inversión que a veces se olvida: formación y adaptación de hijos y empleados en las nuevas tecnologías. Es obligatorio preparar a nuestra fuerza laboral para el futuro, y esto no pasa por otra vía que aprovechar las oportunidades que la IA nos ofrece y de esta manera asegurar un proyecto laboral de futuro sostenible y más optimista para todos.

Estábamos de acuerdo, pero surgió la duda en la mesa: ¿está el sector educativo preparado para formar expertos en nuevas tecnologías? No las tenía nadie consigo. Pero no todo debe de posicionarse en manos del sistema educativo de base, que es primordial, sino que debemos apoyarnos en buenos programas de reskilling que nos aseguren una consolidada gestión del cambio. "El sector de la educación será vital para asegurar en un futuro perfiles especializados en materia de IA".- nos remató mientras degustaba con maestría el café, especialidad de la casa, dicho sea de paso.

Padres, madres, hijos, hijas, trabajadores, trabajadoras. Sí, todos deben pensar en IA y los cambios que todo este circo nos propone, pero no debemos olvidar que la empresa tiene mucho que decir en el futuro del empleo y el uso de las nuevas tecnologías. La empresa es la que debe apostar más que nunca por la formación continua y personalizada, orientarse y prepararse ante los cambios, cada vez más inciertos, más rápidos y muy difíciles de entender para generaciones clásicas, que han vivido décadas de crecimiento sostenido y sobre todo, estable.




Nos despedimos evidenciando que temas como la tecnología, el riesgo de precariedad laboral y problemas de continuidad nos preocupan, pero también nos ocupan. Quedamos para después del verano, seguro que más preparados, pero sobre todo con más energía tras el descanso merecido que tendríamos este próximo mes de agosto.

domingo, 9 de julio de 2023

¿CUECES O ENRIQUECES?

"Cada nuevo amigo que ganamos en la carrera de la vida 

nos perfecciona y enriquece 

más aún por lo que de nosotros mismos nos descubre, 

que por lo que de él mismo nos da"


Miguel de Unamuno (1864-1936) 

Filósofo y escritor español 



Jandro estaba muy contento con su nuevo puesto en la organización, aunque lo que  me dijo de su jefe no me sorprendió nada de nada. Todos los que habíamos trabajado a sus órdenes sabíamos que siempre, tras un tiempo trabajando para él, habíamos crecido profesionalmente. 


Estaba claro, los jefes/directivos siempre se pueden clasificar entre desarrolladores y empequeñecedores, como indica el profesor Ariño.

La capacidad de un directivo y su forma de dirigir puede hacer que estando a sus órdenes te desarrolles y crezcas o al contrario, te hagas pequeño y tiendas a infravalorarte, a veces sin posibilidad de cambiar el sentido descendente en esa espiral negativa que te lleva al ostracismo o peor aún, al fracaso sin retorno.

Siempre, y ahora en esta etapa de mi vida más, entendí la figura del líder como aquel que se preocupa de que la gente a su cargo crezca en el ámbito laboral. Para mi, tiene mis bendiciones ese jefe que te pone retos, te da autonomía y te deja organizarte para sacar lo mejor de ti y por supuesto, eso sí, nunca falta a tu lado cuando lo necesitas. Se trata de dejar que te lances, pero siempre tienes claro que hay una pequeña red por si te caes, tendida para que el golpe sea tal que te permita aprender, pero que no te deje fuera de combate a la primera de cambio.

Recuerdo a un jefe que tuve, tipo al que también refería con Jandro. Le obsesionaba, en positivo, pensar en las capacidades que teníamos y sobre todo, las que podíamos alcanzar. Era un artista y nos hablaba de lo que éramos en acto, pero sobre todo de lo que podíamos llegar a ser en potencia y siempre que podía, nos asignaba tareas para ir desarrollando el talento que visionaba en el plan de carrera que construía mientras nos acompañaba en cada paso del camino.

En definitiva, un buen líder es un facilitador de talento, accesible en toda su dimensión y hace que las personas a su cargo disfruten a la vez que perciben que cada mes, cada año, son mejores profesionales, directores o simplemente trabajadores en crecimiento en el área que les ha tocado servir.

Pero por desgracia, y creo que Jandro tenía alguna que otra experiencia en el lado opuesto, ambos coincidimos que todavía hoy existen directivos que en lugar de hacerte crecer tienden a de una cierta manera desgastar por desgastar, y no poco, empequeñeciendo al personal como si esto les hiciera más grandes a ellos, y al final, generando un ambiente que no propone al empleado más que ir al puesto laboral, cumplir un horario y dejar que la vida pase sin más esperando que otro empleador llame a la puerta o simplemente que los días laborales sean una cuenta atrás que termine con una ansiada jubilación (anticipada, si puede ser).

Salió el tema y no pudo remediarse el recordar un jefe que tuvo en su anterior empresa, por suerte ya hace más de 10 años. Era controlador, además de muy desconfiado en cuanto a las capacidades de su equipo. En lugar de ponerse al servicio de las personas que tenía a su cargo, los usaba, siempre los quería disponibles para lo que él necesitaba, pero no en el sentido  de utilizarlos para el propósito común y lícito de la empresa; en definitiva, era egoísta y solo pensaba en él. Lo evitaban y el índice de rotación era máximo en el departamento que dirigía. Pero siempre se las ingeniaba para mantenerse en el puesto, con el poder que el mismo le concedía.

Normalmente, este tipo de directivo usa su inteligencia para que nadie brille a su alrededor, sino todo lo contrario, apagando cualquier atisbo de desarrollo.

Manda sin dar ninguna razón ni sentido a sus órdenes, importándole además muy poco si la tarea que necesita de cualquiera de su organización es asequible o por el contrario imposible de abordar por el profesional o el equipo a su cargo. 

También es posible, dicho sea de paso, que el jefe en cuestión no esté preparado para conocer si el equipo está preparado (valga la redundancia), de tal manera que el efecto desmotivador que provoca no es generado de una manera totalmente consciente sino que se realiza por desconocimiento en el arte de dirigir.

Recordé un anuncio, que nada tiene que ver con el liderazgo, pero que entiendo que como símil, viene al caso:

¿Cueces o enriqueces?





Al final, tras despedir a Jandro y llegar a casa tras una semana dura, quedé pensando un buen rato de la importancia y responsabilidad de liderar y como a veces, sin querer, podemos en lugar de enriquecer y hacer crecer a personas a nuestro cargo, hacerlos más pequeños como profesionales,  y por supuesto también empequeñecerlos en el ámbito personal, no solo creando ambientes nocivos sino imposibilitando su desarrollo profesional, solo por el hecho de haber caído en un tiempo y en lugar equivocados, con un jefe equivocado.

domingo, 2 de julio de 2023

VENDER CON LAS LARGAS PUESTAS

"Un pintor es un hombre que pinta lo que vende. 

Un artista, en cambio, es un hombre que vende lo que pinta"


Pablo Picasso (1881-1973) 

Pintor español



La sonrisa de J. Ángel mostraba lo que pensaba de manera fidedigna lo que estaba rondando por su cabeza.

Acababa de colgar a su amigo/cliente Rubén, el cual le había llamado para contarle una buena noticia que le había ocurrido con un conocido común, ahora cliente de J. Ángel, porque era el que se había quedado el negocio que el primero había traspasado. 

Tras un año de ventas muy positivo había decidido ampliarle el alquiler por 4 años más.

Y es que no es lo mismo pensar en crear negocio a largo plazo, vender con todo lo que conlleva o despachar y verlas venir a ver si suena la flauta. Y por lo que sabía, J. Ángel, experto en el arte de la venta y la dirección comercial, apostaba por lo primero.

Todo empezó como digo, hace un año. Ramón había decidido traspasar el negocio, el cual tenía como principal suministrador a la empresa de J. Ángel. Quería jubilarse y su familia le había indicado que era el momento de vivir más tiempo juntos, disfrutar del descanso y que la vida le devolviera en forma de tranquilidad tantos años de esfuerzo y constancia. Además que su salud le recomendaba irse a la costa todo cuadraba, ya que su hija, que les había traído al mundo a su primer nieto, necesitaba el apoyo de los abuelos para la primera etapa del bebé, debido a que estaba en un momento crítico de un negocio nuevo que había emprendido con una amiga de la infancia.


Continuó su vuelta a casa, recordando cómo y cuándo  Ramón le había preguntado si traspasaba el negocio antes o después de la temporada alta del mismo. Ambos sabían que más del 30% de los resultados de cada año se generaban ese mes que estaban a punto de afrontar, por lo que  a la hora de traspasarlo, siempre existía la tentación de hacerlo una vez recogida la cosecha principal anual. Como dice el otro, y el que venga después que "arree"...

Pero J. Ángel ni quería despachar, ni siquiera hacerle una última venta suculenta y cómoda, tras más de 20 años de relación con Ramón. Sabía que si le decía que aprovechara esta última salva, podrían ambos volver a marcar un reto de ventas en su zona, pero los dos habían explotado al máximo su relación esas más de dos décadas y ahora tocaba ponerse las gafas de ver de lejos. 

"A veces toca conducir con las luces de largo por si el obstáculo está más allá de las de cruce".- pensó.

El plan tendría que ser bueno para los tres. Uno quería que hubiera una transición que le permitiera continuar con un líder en la zona que siguiera siendo uno de sus principales clientes (y ojalá se convirtiera en amigo), mientras que el otro, desde la costa y la comodidad de la jubilación, debía asegurar no solo una año de alquiler del edificio y los almacenes, sino que los resultados durante ese periodo fueran tan buenos que el futuro inquilino decidiera quedarse en las mismas, en esa ubicación, sin necesidad de probar en otro lugar con el riesgo de cambio para los clientes que eso supone. Sin lugar a dudas, el tercero necesitaba que el sufrimiento y la dureza de iniciar un proyecto fuera con el viento ayudando desde la espalda y no de cara, que los bancos, acreedores y resto de stakeholders no perdonan.

Y así se lo hizo saber J. Ángel:

"Sabes que lo que te diga es lo que haría si el negocio fuera mío. Eres un buen amigo, además de cliente, por lo que no pienses solo a corto y en este último empujón para tu negocio, tienes que pensar que tu éxito a partir de ahora será que nunca los inmuebles estén vacíos sin generar rendimiento, no dejes de ingresar un recurrente por parte de los alquileres, siendo ésta la renta que realmente te interesa desde que tomaste la decisión del traspaso. 

¿Y qué mejor forma de asegurarte tu objetivo que haciendo  que el negocio del nuevo emprendedor vaya como un tiro desde el primer mes? Recuerda que más de un tercio del negocio sale de esta época. 

También creo que no será bueno, al contrario, si recoges tú los resultados de la temporalidad y dejas que se inicie en el sector tu sucesor transitando por el desierto hasta que dentro de 4 ó 5 meses pueda disfrutar del segundo pico del año, siendo además este menos de la mitad que el primero."



Y así habían acertadamente concluido. Ramón había puesto las luces largas, y hoy había recibido la noticia del cambio de contrato de alquiler, asegurando 4 años más de tranquilidad. No dudó en compartir la historia con alguien, que no solo fue su comercial/proveedor durante años, sino un verdadero amigo, socio de negocio y experto, que es en definitiva lo que necesitamos las personas cuando en lugar de creer que la vida es tan fácil como especular y ganar, entendemos que el éxito se basa en esfuerzo, perseverancia, conocimiento y rodearse de personas que saben y piensan tanto a corto como a medio plazo, asesorándote cuando necesitas esos consejos que tantas veces, por ser seres limitados, no tenemos a nuestro alcance por nosotros mismos.