"Si tenéis un minuto, intentad resumir vuestra pasado, brevemente, y sentiros orgullosos.


Después, enfrentando el maldito folio en blanco, dibujad vuestro futuro, con pasión, con ganas de hacedlo mejor.


Será vuestro mundo, vuestro camino..."

domingo, 29 de marzo de 2020

LE PONDREMOS ESPERANZA, COMO SU ABUELA

"En cada amanecer hay un vivo poema de esperanza, 
y, al acostarnos, pensemos que amanecerá"

Noel Clarasó (1899-1985) 
Escritor español.




"Guerra. Has nacido en una guerra, preciosa mía." Estaba sumido en sus pensamientos mientras mecía la cuna del bebé.

"Porque estamos ante un mundo nuevo, donde nada ya es igual y las normas que nos guiaban antes de esta primavera del 2020 no nos inspiran ni nos sirven."

"El Individuo tiene mucho valor, porque al final genera el conjunto, crea el todo."

Jaime estaba pensando en su sillón junto a la cuna, solo con la niña, sin nada ni nadie que le distrajera, sólo con una banda sonora de su lista de canciones favoritas que salía de su ordenador y que le permitía relajarse, al menos un poco.

Tenía claro que desde el inicio de la crisis había cuidado muy mucho de la tesorería de su pyme. "Es como el oxigeno, no debe faltarnos a ningún organo, por Dios,".- le había comentado en numerosas ocasiones a su equipo.

Por otro lado, a diario, no había escatimado esfuerzo y tiempo para seguir en contacto con sus clientes. La mayoría cumplió con creces con él. Cierto que alguno de los importantes se quitó la careta a las primeras de cambio; pero mejor así, lastre que no sumaba al camino y que podría haber hecho que el desierto no se hubiera podido cruzar. Especular con tu proveedor, ese que no te ha fallado nunca no es muy caballeroso, y menos en los momentos de crisis, cuando más te necesita. Pero mejor saber con quien se está jugando la partida y cuanto de lejos ha de quedarse, por siempre jamás....

Del resto, para quitarse el sombrero. Siempre estuvimos muy cerca de ellos, y el arranque fue a su ritmo. ¿Cómo si no? Ellos nos marcaban el orden y la velocidad; y nos pusimos a sus órdenes, porque sabíamos lo que necesitaban... Todos menos los que se quedaron en el camino, por su avaricia especulativa, por su prepotencia nociva...

Se emocionó pensando en su gente. No se le olvidó la gente, su gente... sus familias y todo lo que le iba aconteciendo. Madres teletrabajando, padres con problemas de corazón en casa, mujeres con pasado reciente golpeado por un cáncer que afortunadamente fue vencido, todos cuidándose de si mismos y de los suyos. Alejando el miedo de la planta, dando confianza a sus trabajadores cuando dudaban, llamando en persona y generando tranquilidad. "Coge energía e impulso, que en junio te necesitamos para lo que será este año nuestra temporada alta.".- Terminaba cada llamada, cada conferencia. 

También detectó fallas en la cadena de valor, esos materiales únicos, con proveedor único, sin alternativa. Ese JIT que dejó esa linea parada a las primeras de cambio... Pero mucho bueno en la cadena que su equipo había montado durante tantos años de mejora continua; esa flexibilidad de máquinas, plantilla y recursos que como un camaleón en peligro, cambió adaptándose por semanas, por días, e incluso por turnos, entendiendo la situación y actuando según el equipo directivo iba cambiando las normas, en forma de órdenes, a veces para bien, otras complicándolo todo mucho.

Durante la crisis descubrió capacidades en su equipo y en su empresa que no había tenido en cuenta hasta la fecha. Habían sido transparentes para él y hoy, personas de todos los escalones de la cadena de valor habían crecido en su empresa, y nuevos retos inimaginables estaban empezando a asomar para el año siguiente.

La agilidad para aprender de parte de su equipo le dejó gratamente sorprendido. Su liderazgo colaborativo había generado líderes que estaban distribuidos en toda su organización. Eran más poderosos que el virus enemigo y siempre estuvieron convencidos que ganarían la partida. Y él había aprendido desde la urgencia, y cuando cayó malo, desde casa...

Pero estaba orgulloso de él y de su gente. Porque había creado un verdadero EQUIPO, con mayúsculas.

Decisiones importantes tenían que tomarse en los próximos días, pero tenía claro que lo haría de manera diferente a antes de que todo esta locura comenzara. Ahora pensaba más en todo, más en todos. Y se debía no sólo a él, y a los suyos, sino a todo el resto de stakeholders y sobre todo a la sociedad. Cada uno de nosotros, todos, por nosotros mismos somos pequeños, en este Gran Mundo, pero lo individual había contado y contaría siempre para conseguir un todo. Lo tenía claro. El todo se crea a partir del individuo y la importancia del Uno es lo que generará el conjunto que queremos.

El llanto del bebé le despertó de sus pensamientos, de repente. Se incorporó y la cogió en sus brazos. Era una niña preciosa, que había nacido en Estado de Alarma, en casa, como su abuela, y como no podía ser de otra forma, le habían bautizado con el nombre de ESPERANZA, en honor a su Abuelita, que no había aguantado el envite de este virus canalla, pero que desde el cielo estaría orgullosa de su hijo, de su nuera, y por supuesto, de su  nieta.

Os habéis ido sin poder despediros como os merecéis, pero vuestros nietos siempre os llevarán con orgullo en sus decisiones, en sus vidas, en sus pensamientos; D.E.P.


lunes, 23 de marzo de 2020

QUERIDO PACIENTE ANÓNIMO:

No estás solo.

Estoy contigo, desde mi aislamiento preventivo. 

Mi familia está contigo, desde su cuarentena. 

Mis amigos están contigo, desde su cuarentena, desde su trabajo en el hospital, desde su camión, desde ese puesto en el supermercado, desde esa tarea de limpieza y desinfección de tantos y tantos locales sanitarios e industriales...

No estás solo. Nos tienes a todos a tu lado. Y te mandamos a nuestros Ángeles Sanitarios a que te cuiden. Seguramente alguno de ellos te deje esta carta. Se que es difícil lo que te voy a decir, pero un pulgar arriba o una sonrisa le dará fuerzas para seguir. Son muy grandes. Son nuestra herramienta ante esta lucha; con conocimientos, energía y actitud para derrocar al enemigo.

Todos los hijos de la Tierra Madre, tus Hermanos, estamos rezando para que todo pase y tú, con el resto de personas malitas, vuelvan a casa; con vuestras parejas e hijos, con vuestras madres, con vuestros padres, hermanos y amigos.  

Este es mi mensaje, Hermano.

No estás solo.

ESPERANZA. Esta es la palabra que más escribo en estos días en mi muro, en mi escritorio, en mi correo, en mi cabeza. Pensando en ti, pensando en todos los que sufren y los que quedan por iniciarse en la lucha.

Y esto es lo que quiero transmitirte, Hermano, Esperanza de que en un futuro contaremos la historia que hoy estamos viviendo.  Todos, como Hermanos, sin codicia, envidia, maldad. Simplemente como parte de un Universo que rechaza todo lo que los humanos hemos ido creando...

Tu sonrisa dará fuerza. Tu pulgar cargará pilas.

sábado, 21 de marzo de 2020

TU AISLAMIENTO SALVA VIDAS

"El infortunio, el aislamiento, el abandono y la pobreza 
son campos de batalla que tienen sus héroes"

Victor Hugo (1802-1885) 
Novelista francés.




Colgó el teléfono y rompió a llorar.

Todo comenzó la noche anterior, tras ir poco a poco encontrándose peor esa tarde. Por la mañana había terminado su turno, como un campeón, pensando que el Capitán es el último que abandona el barco.

¿Y si es tiempo de AISLARSE en lugar de bajarse a las barricadas?

La noche fue de mal en peor y los 38'2 fue la cota que marcaba el termómetro. Al menos el paracetamol bajaba un grado las 3 primeras horas del ciclo de 6 que se marcó entre toma y toma.

Y la noche dio paso al día, y el día se hizo largo, continuando en ese intervalo de estado febril y comenzando a crearse alrededor de su garganta un ancho collar hirviendo, como de fuego. La temperatura de su garganta y nuca seguía los ciclos de la temperatura corporal. El miedo empezaba a apoderarse de él, y llamó a un familiar muy cercano, sanitario, para indicarle lo que le estaba ocurriendo, la cual viendo los síntomas, le indicó el teléfono para la atención a personas con síntomas tipo tos seca, fiebre o falta de aire.

Y llamó. Tuvo paciencia, se puso los auriculares, ya que la música estuvo sonando unos 30 minutos antes de que alguien se pusiera al otro lado del teléfono. Posteriormente descubrió el motivo; le atendieron espectacularmente bien, muy bien, y hay muchos casos, por lo que la espera había merecido la pena.

El doctor, tranquilo, le hizo un super-test, preguntando síntoma a síntoma, y mientras escribía las respuestas, continuaba preguntando. Diagnosticó el caso como posible positivo, y comenzó con las recomendaciones.

UBICACIÓN DEL PACIENTE:

Aislamiento preventivo. Habitación de uso exclusivo. Cuarto de baño individual.
Habitación con buena ventilación.
Luz natural al máximo durante el día. Al bicho no le gusta la luz.
Puerta cerrada y bolsa para residuos generados por el paciente, con cierre hermético.

PACIENTE CIRCULANDO POR LA CASA.

Evitar al máximo. En caso necesario, mascarilla e higiene de manos antes y después de la inevitable circulación.
Realizar la comunicación vía móvil con el resto de familiares.

ETC, ETC, ETC...

Lo que más le impactó, y lo dejó conmocionado, es que tras preguntarle por síntomas en su entorno; mujer, hijos, padres, suegros, compañeros de trabajo, etc... le indicó que varios de los síntomas de estas personas eran también posibles positivos, con diferente nivel de sintomatología. Y estaban sueltos, como si nada, comprando, visitando, ¿contagiando?

Esa era la clave, y esa era la diferencia entre países con diferente cultura a la hora de cambiar la curva y evitar el pico. 

Japón/Corea vs Italia/España.


Colgó el teléfono y rompió a llorar.

¿Y si es tiempo de AISLARSE en lugar de bajarse a las barricadas?

Amigos, estamos contagiando desde personas con síntomas graves, pasando por personas con síntomas medios o leves, hasta personas asintomáticas. El principal problema es que el virus va pasando de joven en joven, de fuerte en fuerte, de personas de no riesgo en personas de no riesgo, hasta que... se apodera de un cuerpo débil en defensas, mayor en edad, o de los que están en riesgo por problemas de diabetes, problemas cardio-pulmonares, cáncer, etc...

Y llega la saturación de los medios sanitarios y las duras decisiones. 

Y llegan las muertes, los entierros sin duelo, los...

¿No sería mejor aislarse sin tener síntomas? ¿no sería mejor estar en casa a la distancia que estamos en el trabajo de las otras personas? ¿Cuánto cuesta tener repartidos los servicios, las habitaciones, los horarios para comer, los cubiertos personalizados?

Son 15 días, son 30, son dos meses, ¿qué más da? si salvamos la vida de una persona débil, sin defensas, mayor, que fue contagiada por nuestra cadena, aunque sea 15 ó 20 eslabones después de nuestro contacto...

Somos así, no nos podemos cambiar, pero la diferencia de curvas por países nos definen, y no estamos dejando capacidad libre para que los que llegan a nuestros hospitales graves puedan ser tratados como se merecen.

Su propuesta era clara: "AISLARSE PARA SALVAR VIDAS, AUNQUE SE ESTÉ BIEN" 


Y tiene razón; si podemos generar un protocolo en casa cuando nos diagnostican que somos +, ¿por qué no hacerlo sin el diagnóstico? Ahí lo dejo...

sábado, 14 de marzo de 2020

EN GUERRA, PERO SIN ESCUCHAR LOS DISPAROS


"Si cada uno barriera delante de su puerta, ¡qué limpia estaría la ciudad!"

Proverbio ruso


Sólo le quedaba apagar las luces de recepción y echar la llave de la puerta principal. Había preferido quedarse sólo,  por lo que había mandado a casa a los dos profesionales de su equipo de dirección que aún quedaban sin contagiarse; ya habían salido hace más de una hora.

No cabía en su cabeza cómo en sólo diez días su negocio había pasado de una total normalidad a estar totalmente parado; sin fecha de retorno cierta, para más inri.

Cuando Ana y Luis se marcharon, tras bajar la persiana de su despacho y bajar a su coche el maletín del portátil y una caja con los objetos más personales (qué no era personal, pensó mientras avanzaba escaleras abajo), dio un paseo por la zona de fabricación, como tantas veces le había tocado, para presentar su proceso flexible adaptado a cualquier petición a medida de sus variados clientes.

Inició su paseo en la planta de fabricación, pero esta vez nada ni nadie rompía el silencio en la misma. Nada de ruido de carretillas, ni prensas, ni centros de mecanizado. Silencio.

Recordó como mientras las noticias sonaban en los medios, ellos habían seguido trabajando como si el virus no pudiera pasar a su organización. ¿Dónde estaba el escudo que nos protegía?

Continuó en la parte de ensamblaje, pero las máquinas de montaje, las remachadoras y el resto de utillajes sólo estaban allí, solemnemente paradas, igual que sus parientes cercanos del proceso anterior, en un angustioso mudo silencio. 

Sus equipos comerciales e instaladores habían seguido viajando y visitando clientes, donde les tocaba, en la hora y el lugar que su puesto requería. Guerreros dejándose la piel por la empresa y por ellos, cumpliendo con su obligación. Pero a la vez siendo puentes de recogida del virus y haciendo que el mismo no muriera en origen, sino que pudiera viajar hasta casa, sobreviviendo en el planeta gracias a transmitirse en esta nueva especie que le había permitido alojarse desde el pasado diciembre.

La tercera parte del proceso, en la cual ya se podía visionar el producto terminado, le permitía reconocer clientes especiales en forma de detalles y le provocaba muy buenos recuerdos, al menos al principio del recorrido, porque cuando llevaba aproximadamente la mitad del mismo, el silencio le produjo una sensación de ansiedad y ahogo, por lo que salió muy rápido de esa zona para quedarse un rato sentado en la sala que hacía normalmente de comedor para tantos y tantos profesionales que habían dado todo por su empresa.

El desánimo se apoderó de él porque recordó cómo habían seguido atendiendo a proveedores, clientes, amigos... Nuevamente los guerreros fieles a la misión y al compromiso, como si no fuera con ellos. ¿Dónde estaba el escudo que nos protegía?

Y llegó el primer positivo de la mano de un cliente/amigo de toda la vida. Y el segundo, debido a un familiar que había estado en Milán, con el instituto de secundaria, en la excursión que todos soñamos a la edad en la que la vida es plena y el miedo no existe; sólo juventud, fuerza, pasión y diversión guían todas nuestras actuaciones.

Dos departamentos en cuarentena, y todo lo demás seguía igual ¿seguro?, no, nada de eso, en sólo un día las bajas con síntomas se elevaban de manera exponencial. Empezaban a no llegar materiales y las entregas se ralentizaban porque el ritmo de salida era cada vez menor. Pero los que quedaban tenían que seguir luchando, como si no fuera con ellos.

Y sucedió que el virus se implantó de manera definitiva en la localidad debido al camino que había construido a través de la plantilla (su plantilla), enlazando con familia y amigos, generando una matriz imparable, fuerte y que permitía a la enfermedad asentarse de una manera firme.

Sólo un pequeño equipo de personas quedaban de momento sin síntomas de contagio. Al menos, se podía preparar el próximo trimestre, el próximo año...

Pero esa misma mañana llegó la noticia que nadie quería... Primera muerte de un familiar contagiado por uno de nuestros guerreros, su propio hijo.

Mucho de lo ocurrido no estaba en sus manos, la mayoría, pero nunca se perdonaría haber estado en guerra, y no habiendo escuchado los disparos, seguir trabajando como si nada.

Se levantó llorando como no lo había hecho en años, o incluso décadas. Estaba destrozado, apagó las luces de recepción, puso la alarma como siempre, sin saber lo que realmente estaba protegiendo y dando las dos vueltas de rigor a la llave de la puerta principal, salió de lo que hasta hoy había sido su negocio, su vida...


Todos somos responsables de cortar la cadena, de romper puentes, de cortar fuegos, de marcar distancias; lo individual suma y todos debemos aportar lo que esté en nuestras manos...

domingo, 8 de marzo de 2020

LA AUTOESTIMA NO SE DA, SE ADQUIERE

"Sólo si me siento valioso por ser como soy, 
puedo aceptarme, puedo ser auténtico, puedo ser verdadero"

Jorge Bucay (1949-?) 
Escritor y psicoterapeuta argentino.


Salí de la reunión pensativo, sin ganas de hablar, y volví a casa sin poner siquiera la radio del coche.

Pablo no era un directivo cualquiera y no lograba recordar cómo ni cuándo había cambiado, pero hoy no estaba cumpliendo ni de cerca como lo hacía en su anterior puesto, y todo empezó justo después del ansiado y merecido ascenso. Y tengo claro que es muy válido. 

Cuestión de autoestima, pensé mientras bajaba del coche y cruzaba hacia la puerta de casa, dispuesto a rematar una jornada más a la que aún le quedaba una hora de repaso de matemáticas con Carmen, antes de cenar y descansar, preparando la maleta para el viaje de dos días que todavía nos había regalado el plan de esta larga semana.

Y es que la autoestima es la experiencia de ser válidos para la vida y para las necesidades de la misma. O sea, es lo que nos da confianza en nuestra capacidad de pensar y afrontar los desafíos que nos declara la vida y es más, es el salvoconducto que nos da derecho a ser felices, sentirnos dignos de lo que tenemos y lo que nos da el visto bueno a disfrutar de lo que somos gracias a nuestro esfuerzo.

También es destacable que el lograr que Pablo recupere su autoestima no garantizará su éxito, pero tengo claro que la falta de la misma le está provocando ese estado actual; ansiedad, frustración y desesperación.

Y no valen las medidas en los extremos después de recibir una gran noticia o de un fracaso, me dije mientras preparaba la cena, continuando con mis pensamientos de mi problema con Pablo. Necesitamos pensar en medias o promedios para establecer el nivel de autoestima de un amigo, un compañero de trabajo o de nuestra pareja.

Una persona con alta autoestima (con baja autoestima) afrontará la vida decidiendo pensar (no pensar), respetando la realidad que la vida le regala (huyendo de ella), aceptando los hechos (sintiéndose indiferente ante los mismos), continuando con el esfuerzo que el proyecto le depara (abandonando ante cualquier obstáculo menor) y por supuesto, aceptando la recepción de cualquier nuevo conocimiento (aislándose ante cualquier nuevo conocimiento que se le ofrezca).

Necesitamos compañeros de viaje con alta autoestima; en casa, en el trabajo y en cualquier club de amigos. Es importante una buena auto-valoración por parte de las personas que hacen de nuestro día a día un mundo mejor. Nuestro proyecto de vida depende de esto.

Aun sabiendo que existen muchas fuentes de las que puede brotar la autoestima, me gustaría resaltar una, que es mi favorita, y que me gustaría que todos en mi equipo, incluso Pablo, hicieran uso de la misma: Pensar de forma independiente.

Y es que la independencia intelectual conlleva compromiso con la conciencia y la voluntad de comprender. Hoy más que nunca, en este ambiente diríamos hostil, necesitamos directivos y profesionales que no piensen con la mente de otros (y sobre todo, que no piensen sólo con la mente de sus jefes). No necesitamos imitadores ni auténticas máquinas de repetición, sino personas que ejerciten su mente y no transfieran a otros la responsabilidad de las decisiones, aceptando sus veredictos, sin más. Elegir ser un yes-man o una mente independiente será crucial en esto de la autoestima.

Pero amigos, la autoestima no se da, se adquiere. Se adquiere y nos da capacidades importantes en la vida, como tomar decisiones, sentir que uno marca la diferencia, auto-imponerse sus propias metas, cooperar con el resto del equipo transmitiendo entusiasmo y consiguiendo consenso, aceptando desafíos y sobre todo, nos da capacidad de aprender, aprender y aprender.

Pablo, hazme caso, para esto no hay atajos; no se puede engañar a la realidad. Desde aquí te digo, aunque ya te lo he dicho varias veces, vive consciente, vive auténtico, vive responsable y tendrás éxito, tu éxito. No se trata de lo que otras personas piensen sobre ti, sino tu valoración sobre ti mismo. Sal de la piscina, y tírate al océano, como ha comentado Nacho Duato en el programa Prodigios, hace un rato.



Tenemos tarea cada uno consigo mismo. Pero se trata de diagnosticar dónde se está y empezar, hoy, poco a poco.


Historias pasadas de "lasemanadeedusanchez": Os dejo, en el siguiente enlace, lo que pasaba por este blog hace 3 años para los que se han incorporado tarde y también para los amigos nostálgicos que les gusta recordar.


lunes, 2 de marzo de 2020

LOS GRANDES ERRORES DE MI PRIMERA GRAN NEGOCIACIÓN

"No podemos negociar con aquéllos que dicen, 
«lo que es mío es mío y lo que es tuyo es negociable»."

John Fitzgerald Kennedy (1917-1963) 
Político estadounidense.


Después de cerrar la primera gran negociación, Jaime volvió contento a casa, pero no podía imaginarse lo que le esperaba a la mañana siguiente, cuando le llamó el Vicepresidente para que se pasara por su despacho.

Es curioso, pero aunque parezca mentira, los principales problemas en una mala negociación no se producen mientras se está actuando en la misma, sino antes de empezar. 

Y además, el problema no es una mala preparación, sino una inexistente preparación, en la mayoría de las ocasiones.

Pero Jaime estaba relativamente tranquilo, ya que había intentado cubrir todos los pasos de una negociación según le habían explicado en su MBA recientemente terminado en una escuela top de las más prestigiosas del país.

Y así había sido; primero, había calculado su BATNA (Best Alternative to Negotiated Agreement), para saber de forma clara si en un posible momento de estancamiento de la negociación, fuera imposible aceptar una oferta final de la otra parte o fuera mejor marcharse a buscar otras opciones.

También calculó su PR (precio de ruptura), la cual sería la cantidad mínima que aceptaría en caso de estar en situación de cierre en la negociación de su venta. Tenía que asegurar un mínimo precio, pensó sabiendo que tenía una alternativa con otra oferta en firme, y que podría aumentar esa oferta al menos el 10%.

Conocía que la diferencia entre el éxito o el fracaso dependía del buen cálculo estimado del BATNA y el PR de la otra parte, por lo que Jaime dedicó tiempo a investigar esta situación, aunque por lo que luego le indicaría el "Vice", algo vital había pasado por alto.

Sabía cuanto valían los activos en esa zona, por término medio. Además, el uso al que iban dedicar estos locales hacía que el valor fuera en torno a un 20% superior a la media por lo que llegó a la conclusión que entre su PR y el de la otra parte, había unos 8 millones de ZOPA (Zona de Posible Acuerdo). En fin, esa era la tarta que había que repartir y por supuesto, el éxito de su negociación dependería de la cantidad que se quedara en casa tras el acuerdo final.

JuanVi, su mentor, había seguido todo el proceso, pero no intervino en la reunión final; simplemente lo acompañó a la ciudad de la otra parte, asistiendo cómo colaborador pero dejando que nuestro protagonista hiciera y deshiciera a su antojo. Era su último año y tenía que ver como actuaba su pupilo sin red alguna. Además, como persona cercana y de toda confianza del Vicepresidente, seguro que tendría que ponerle la nota final tras el periodo de relevo que había empezado 18 meses atrás.

Y llegó el momento de la reunión. Tras revisar todo lo acontecido, el "Vice" le indicó que aunque ya estaba todo cerrado, y estaban muy contentos con el desarrollo del proceso de relevo, había provocado esta reunión para hacerle ver que todavía tenía mucho camino que recorrer para convertirse en un buen negociador, tal como sentenció que era el saliente JuanVi, su antecesor.

Le recitó una serie de equivocaciones muy claras:

- Tu primera oferta la lanzaste sin estar todavía en una posición fuerte para hacerla.

- Tu oferta no ha sido lo suficientemente agresiva; se ha quedado muy por debajo del verdadero PR de la otra parte.

- Hablaste mucho durante la negociación, pero no escuchaste nada o casi nada.

- Mientras tratabas de influir en la otra parte, no hiciste nada por aprender de ella y te centraste en ti y tu información, sin posibilidad de detectar nuevas áreas a las que llevar el proceso negociador.

- Ninguno de tus supuestos sobre la otra parte fueron puestos en tela de juicio; al contrario, todos los diste como buenos, sin detectar señales que indicaban una ZOPA mucho mayor.

- Por ello, y por lo que hoy sabemos, calculaste de inicio mal la ZOPA y no hubo re-evaluación alguna durante la negociación.

- Y por último, como conclusión final, has realizado más concesiones que la otra parte, a pesar de tener más alternativas y el tiempo jugar a tu favor.

Antes de dejarle marchar, le expresó que aprovechara los días que todavía le quedaban con su mentor. Éste había demostrado durante años que era un genial negociador. Cuidaba con esmero la preparación de la negociación, pero además sabía actuar de una manera magistral según la información que tuviera. Adquiría la que no tenía y sabía muy bien protegerse de la que no podía obtener, por algún u otro motivo.


Qué poco se enseña del tema de negociación en escuelas y universidades y cómo de importante es en la vida, tanto personal como laboral. Estamos siempre negociando, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, y durmiendo casi que también. Lo dicho, espero que sirva para iniciarse en este tema tan vital y sea el principio de una mejor preparación de todas las negociaciones que nos quedan por vivir...



Historias pasadas de "lasemanadeedusanchez": Os dejo, en el siguiente enlace, lo que pasaba por este blog hace 3 años para los que se han incorporado tarde y también para los amigos nostálgicos que les gusta recordar.