"Si tenéis un minuto, intentad resumir vuestra pasado, brevemente, y sentiros orgullosos.


Después, enfrentando el maldito folio en blanco, dibujad vuestro futuro, con pasión, con ganas de hacedlo mejor.


Será vuestro mundo, vuestro camino..."

domingo, 6 de julio de 2025

LIDERAZGO ORIENTADO A RESULTADOS

"El mundo exige resultados. 

No le cuentes a otros tus dolores del parto. 

Muéstrales al niño."


Indira Gandhi (1917-1984) 

Estadista y política hindú



Cuando conocimos a Carla no sabíamos todo lo que iba a aportar en la organización. Sí que su primo Juan, al hablarnos de ella, siempre nos dijo que lo que había hecho de esta directiva una líder efectiva había sido la implementación de un sistema de gestión orientado a resultados. Y aunque gracias a Dios, lo hemos ido descubriendo con su trabajo, ya nos anticipó lo que para él eran los elementos y habilidades clave que lo habían hecho realidad.

En primer lugar para Carla era fundamental tanto conocer a su gente como conocer el negocio en el que navegaba. 

Demostraba, liderando, que debía estar totalmente involucrada en su negocio. Defendía, al contrario, que en empresas no orientadas a resultados lo que frecuentemente te encuentras son líderes desconectados de las operaciones diarias, que permanecen distantes y pierden la visión a la hora de comprender las actividades de la organización sin conocer siquiera a los empleados que mueven los hilos.


No menos importante es cómo sigue de manera realista la manera de generar valor en la organización donde trabaja. 

Siempre trata de medir y controlar cómo varía en el tiempo su organización, no solo comparándola consigo misma sino en comparación con otras empresas de su sector. Esto es crucial, conocer qué está ocurriendo en otras organizaciones de manera global, midiendo no solo el progreso interno sino comparándolo con indicadores comúnmente aceptados de diferentes empresas. Eso sí, siempre tiene en cuenta tamaño, nichos, etc...

Carla siempre define claramente las metas y prioridades. 

Como líder efectivo implementa planes muy concentrados en unas bien definidas tareas prioritarias que todo el mundo entiende. Pocas tareas, entendibles y ejecutables con una atención obsesiva al detalle. Seguimiento, estado claro de la situación, metas realistas y maestría en el priorizar. Además no cabe duda, cuando consigue las metas, siempre  se es consciente que afectan positiva y significativamente a los resultados de la organización.

Defiende una ejecución monitoreada de forma sistemática. 

Metas claras y explícitas son de valor limitado si las mismas no son medidas en cuanto al impacto por y para la organización con la seriedad que el asunto requiere. Y ejecutar sin medir, sin monitorizar de manera adecuada, es causa frecuente de negocios que fracasan. Acabar la reunión sin comprender quién se encarga de qué, o cuándo es requerida la acción, deja de darle sentido a la misma. Incluso si la idea es genial y ampliamente considerada como beneficiosa para la proyecto, una asignación nula de responsabilidad de salida, hará que progrese de manera pobre o que no progrese.


Premiar el trabajo completado con éxito, para Carla fundamental en su día a día.

Asegurar la diferenciación entre colaboradores de alto rendimiento respecto a los que tienen nula o baja implementación en la ejecución. Y siempre indicaba que la dirección debía ser consistentes en este principio a lo largo y ancho de toda la organización, departamento, persona. Es importante que todo el mundo entienda que los premios e incentivos son el reconocimiento directo de un trabajo eficiente. 

Por otro lado, resaltar su obsesión por elevar las habilidades de los empleados. Demostraba que mentorizar juega en las organizaciones un rol crucial para el desarrollo de las habilidades de los empleados. No dar peces, sino enseñar a pescar. Involucrar por encima de simplemente dar ordenes. Enseñar a ejecutar las tareas de manera eficiente. Los líderes hábiles aprovechan cada interacción como una oportunidad para elevar las habilidades clave de sus colaboradores.

Observar cómo lo hacen, y devolver un feedback en aspectos específicos que los hagan crecer. Estudiar los comportamientos y resultados de salida en tantas áreas como la observación activa estime que necesitan de la mejora. Preguntar de manera brillante y formular claramente las cuestiones relevantes reta la los individuos al pensamiento crítico, innovador y sobre todo, a encontrar soluciones.


Pero a la hora de resaltar una función o habilidad que define a Carla como una gran líder es la gran capacidad de conocerse a sí misma, y su firmeza.

Liderar una organización requiere de un carácter fuerte, firme. Si no es así, no puedes ser honesto con uno mismo, activar de forma precisa las actividades laborales necesarias y proveer de manera directa evaluaciones a los diferentes colaboradores de la organización. Un carácter fuerte también es necesario para abrir debate sobre diferentes puntos de vista, establecer pensamiento crítico, y anclar valores que deben ser comunes a lo largo de toda la organización.



Pensé mucho en lo que había conseguido, y gran parte era a su capacidad de liderazgo. Empujaba a los equipos no solo a estar, sino a ser, y sobre todo, a conseguir. No se conformaban con estar, sino que creaban, crecían y consolidaban resultados. Era un referente y teníamos que aprovechar su experiencia, si firmeza, y sus ganas de seguir trabajando no para simplemente estar, sino para generar.

domingo, 29 de junio de 2025

GENERANDO ACCIÓN DESDE LA CLARIDAD

"Hay ladrones a los que no se castiga, 

pero que roban lo más preciado: 

el tiempo"


Napoleón I (1769-1821) 

Napoleón Bonaparte. Emperador francés




David era siempre un ejemplo a la hora de organizarse en el trabajo. Hacía tiempo que no lo veía, pero cada reunión, aunque fuera en la piscina del club era muy aprovechada por el resto de acompañantes.

La última vez nos había comentado cómo le gustaba trabajar siguiendo el método GTD, y Marina no dudó en preguntarle de nuevo sobre este sistema de trabajo.

David nos indicó que no era un tema de pócima mágica ni IA, sino técnicas y/o herramientas concretas que le habían servido para organizar tareas de su vida diaria, tanto en casa como en el trabajo. Y sí que es verdad que puede que en algunas tareas sea mejor no usar algún paso o saltárselo, pero cómo pasa con alguna de las herramientas de la caja que tenemos en casa, que no siempre se usan, ni para todo ni a diario, pero cuando se necesitan ahí están.

Se trataba de liberar tiempo, afinar la disciplina e incluso calmar los nervios aumentando la productividad.

Y con todo, tras un rato de tertulia agradable, volvió a indicarnos cómo el método le permitía que cualquier problema fuera diseccionado en una serie de tareas a hacer, todas ellas listas para definirse o mejor dicho, ejecutarse. O sea, que no había distancia entre el pensamiento y la acción. Y cuando estaba inmerso usando el método el tiempo le volaba, disfrutaba generando acciones y ninguna tarea le bloqueaba. Para él era cómo sentirse libre de nuevo.


Marina le volvió a pedir una serie de pensamientos que resumieran en forma de consejos el asunto. Y juntos recordamos cómo trabajaba David mientras seguía el método.

Recordamos que siempre se concentraba en las soluciones y no en los problemas. ¿Cuál es la siguiente acción? era la pregunta que siempre tenia en la cabeza por defecto.

Para David no existían las distracciones, sino las entradas mal gestionadas. Siempre decía que nosotros mismos somos la principal barrera de entrada del ruido que no nos permite avanzar.

Nunca retenía tareas en su memoria. Su máxima era tener a mano donde escribir y depositar el registro organizado por listas "to do" de el qué, el cómo y el para cuándo.

Juntos repetimos la regla que llevábamos desde años grabada a fuego. Si la tarea se hace en menos de dos minutos, hazlo. Es otra tarea que deja de ocupar espacio en la lista y sobre todo, en la cabeza a nivel de preocupaciones.

Volvimos a darle el título de sagrado al calendario de cada uno. No, no, no se reprograma.

Volvimos a recordar cómo cuando era difícil de encontrar, muy enrevesado o no había quien lo entendiera, pues lo mismo no lo necesitábamos. Muchas veces dejándolo estar se acababan asuntos y la productividad aumentaba de manera exponencial.

Volvió a remarcar que había que estudiar a priori bien las herramientas a usar. Siempre se preguntaba si las mismas estaban bien diseñadas y asegurarse que el trabajo, de esta forma, sería más fácil, más agradable, y en definitiva, se contaba con los recursos correctos.

Aunque parezca de los más simple, volvió a remitirnos a las listas de verificación. Sus palabras siempre eran que nunca estaban de más, y que no las subestimáramos.

Aterrizamos recordando el tema de la programación y la secuenciación de las tareas. Nada de FIFO, orden alfabético, etc... David siempre tenía en cuenta era el nivel de energía que el que debía hacer la tarea tenía, según el día de la semana, la hora del día, etc... Secuenciar por dificultad y energía. Interesante.

Y para finalizar, lo que sentía cuando había trabajado con él era que su manera de hacer era plena. Siempre y todo tenía sentido. Su pregunta antes de hacer era "por qué". Y esto es fundamental, porque saber el por qué se hace esto o aquello da significado a las tareas a la hora de afrontar un trabajo u otro.



Llegué a casa con ideas renovadas. Soluciones y no problemas, nada de distracciones, todo volcado en listas para despejar la mente, la regla de los dos minutos, el calendario inviolable, le difícil lo mismo no es válido, nunca eliminar de la caja ninguna herramienta, las listas de verificación, secuenciación según energía y el por qué de las cosas. Haría una infografía, no sé, o una lista recordatoria. "La verdad que esta jornada, el baño y el refresco habían sido hoy más productivo que nunca".- pensé mientras preparaba la cena.

domingo, 22 de junio de 2025

LA LUZ QUE TENEMOS DENTRO

"Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. 

No hay dos fuegos iguales"


Eduardo Galeano (1940-2015) 

Escritor y periodista uruguayo



Hacia tiempo que no veía a Anne, pero cuando me llamó para tomar un café yo sabía que algo no iba bien. "Estoy en una situación especial y me gustaría contártelo".-  esas fueron sus palabras antes de colgar.

Me había enseñado mucho en los dos proyectos profesionales que habíamos compartido. Para mí una profesional exitosa que debido a una restructuración en su última multinacional donde trabajaba la había puesto en el final, o en el inicio de una nueva etapa. Y como me contó, ni se lo esperaba, ni contaba con ello, y le había pillado desprevenida porque se consideraba parte del proyecto en una posición estable.

Me indicó que le gustaría obtener pistas para encontrar de nuevo la luz. Porque todo lo veía negro, y quería saber hacia dónde ir para salir de ese túnel en el que las circunstancias la habían posicionado.

Creo que preguntarse qué tiene que hacer no es acertado para nada. Más se trataba de dejarse hacer... porque como Mario siempre me recuerda, parafraseando a Ortega y Gasset, no somos un participio, sino un gerundio. O sea, no estamos hechos, sino haciéndonos, en movimiento, construyendo nuestro yo y sumidos en un mundo cambiante del que somos parte activa con nuestro propio cambio.

Y sí que importa estar al día, leer, estudiar, trabajar, generar, seguir siempre formándose... Y mantener la llama viva, actualizándonos. Me gustó lo de hacer vibrar cual diapasón, a una frecuencia nueva nuestro yo interior y generar sensaciones que inviten a descubrirnos tanto a recursos como a personas externos a nosotros mismos en nuestro entorno. Y yo sentía la frecuencia de Anne que tantas veces había brillado en todos los proyectos compartidos y en tantos otros por su propia cuenta. Ahora le tocaba esperar y tenía que confiar, porque seguro que llegará la magia, y lo mejor es que aunque piense que es algo exógeno ocurrirá dentro de ella. 

¿Y si en lugar de buscar la luz se tratara de descubrir que cada uno de nosotros somos verdaderamente la luz? 

Pensé en el síndrome del impostor. La luz que damos y donamos para nuestros padres, nuestros hijos, nuestros hermanos, nuestras parejas... Y la luz que generamos, y damos, y donamos para compañeros, amigos, vecinos...

¿Entonces?.- me decía. Entonces debes, Anne, ser consciente en primer lugar que tener un trabajo, o no tenerlo, no afecta para nada a tu calidad como ser humano. Ni por supuesto a tu valor como persona.

Después de un rato de charla me reconoció que tras un trabajo impecable, y tras haberlo perdido por la famosa reorganización de la empresa, se sentía de esa manera, como si valiera menos ahora.

Por mi parte creo que lo más importante no es lo que se tiene, sino lo que se es. Y esa creencia es la que nos permite conocernos no como exploradores de luz sino como luz en sí. Y si la luz nos define, eso es lo que nos confiere la posibilidad de vivir con alegría, con esperanza, con confianza y siendo focos que nunca dudan que los apagones que la vida nos regala, antes o después, desaparecerán dando paso a un estado de transformación. Transformación que siempre comienza cuando cambiamos la frecuencia y emitimos algo diferente en el presente de lo que emitíamos en el pasado.

Yo quería recordar y sacar lo mejor de Anne, lo que había vivido en el pasado. Recordamos entonces que para emitir algo diferente se debe ser muy consciente de la verdadera naturaliza de cada uno. Por supuesto el trabajo, el esfuerzo, la formación, todo importa. Pero también confiar que habrá mareas o brisas mágicas que moverán los hilos de la manera más inimaginable.

Juntos habíamos vivido como un compañero había estado en problemas. Parecía que hiciera lo que hiciera su bucle negativo nunca iba a cambiar de sentido. Pero sin desfallecer, tal vez un día, un mes, un año, todo cambió y empezó a conectar con su luz. Empezó de nuevo a confiar, a creer en él. Entendió que valía más que de sobra para que el mundo lo hubiera vuelto a encontrar algo que fuera digno de él. Y su estrella cambió para bien, no desde la prepotencia, sino desde el reconocimiento. ¡Cuánto daño traía ese síndrome del impostor!

Aún recuerdo sus palabras al salir del túnel y cómo no se lo podía creer. De la nada, le habían ofrecido el trabajo de sus sueños. O eso pensaba él.



Ya de vuelta a casa, cuando todos descansaban, me quedé en el salón un rato con mi silencio y con mi yo. Qué importante conocer lo que somos, por encima de lo que tenemos. Con nuestra razón tan diminuta y nuestros sentidos tan limitados no nos damos cuenta de lo que movemos cuando decidimos ser luz, ser faro, y guiar. Cuánto brillamos cuando decidimos sonreír, ser simpáticos, mirar con esa mirada profunda, sincera, inteligente, y siempre seguir buscando en los otros la manera de aprender; pensé que de esta manera solo pasarían cosas extraordinarias, sin darnos apenas cuenta.

Y de repente, cuando despierte de su oscuridad, la misma Anne revisará y comprobará como las cosas por dentro empiezan a engranar, a moverse, a vibrar como cuerdas diferentes, por dentro... y por fuera, porque el universo comenzará a moverse con ella. 

Nuevamente me tocó llorar, como tantas noches. Y pensé en los míos. Sí, en ellos. Y sentí, sentí mucho. Sorpresa, asombro, sobrecogimiento, pero sobre todo, gratitud.

martes, 17 de junio de 2025

PREPARANDO EL TERRENO PARA EL ATAQUE CERTERO

"El medio más fácil para ser engañado 

es creerse más listo que los demás"


François de La Rochefoucauld (1613-1680) 

Escritor francés



No entendía cómo había podido dejarse engañar. Y tanto tiempo. Dani me lo contaba todo sin todavía terminar de creérselo. Habían trabajado codo con codo, sabía todo lo que ocurría en su empresa, en sus negocios patrimoniales, e incluso en su propia casa. 


Hoy me reconocía que la esencia del engaño había estado fraguándose en la distracción. 
Y la distracción había ido acumulando dosis debido a varias herramientas que el campeón del engaño había trabajado con maestría.

Amabilidad, generosidad, y honradez. Así podría definir a Jandro. Toda su forma de proceder, como una forma de vida, para poder generar su propuesta mientras la otra parte estaba abierta a compartir y ceder el conocimiento, los datos, y en definitiva el poder debido a los valores positivos que se desprendían del a la larga, estafador.

Las defensas antiaéreas estaban bajo mínimos. Era el colaborador de máxima confianza para la alta dirección. Y para el jefe.

Se trata del famoso "Givers Gain", pero llevado a su máxima expresión. Dio y no poco, pero todo medido, calibrado, planeado y siempre antes de tomar; y desaparecer con todo lo que pudo. Las piezas para Dani ahora explicaban el proceso y cómo Jandro había allanado el camino para que todo fuera más fácil, y no solo a la hora de pedir favores (que hacerlo, lo hacía) sino también para atacar y tomar lo que entendió que era suyo cuando la debilidad de la cúpula amurallada fue máxima.


Ahora recordábamos mientras reconstruíamos cada paso, cada etapa. Buenas palabras, elogios, algún que otro regalo, y siempre síntomas de ser muy transparente y honrado. Repasamos aquella vez que nos explicaba cómo podía haberse quedado esto y lo otro, o cuando negó y puso en conocimiento el rechazo profundo de una comisión por otro tema diferente a nuestro negocio, que no tenia que ver nada, pero que dejaba claro que sus valores llevaban la honradez como bandera. 

En verdad Jandro era un preparador de los cimientos para que la estructura y construcción, cuando tocara, fuera robusta y duradera.


Y el primer encuentro, como bien el susodicho sabía, siempre es vital. Ahora, desde la visión tranquila y tras rebobinar toda la peli, caíamos en la cuenta. La primera vez, cuando lo conocimos, él mismo nos desenmascaró a su antiguo socio y ese fue el momento que aprovechó y abrió los poros de nuestra esencia, ya que gracias a su transparencia y honestidad selectiva (ahora sabemos que es selectiva) no fuimos capaces de ver que estaba actuando para preparar los capítulos posteriores. Y el golpe final fue de maestro.


Ahora ambos entendemos mejor la potencia del caballo de Troya. Y es que la primera impresión y el tallado día a día de nuestra imagen deja mucho tiempo y espacio para maniobrar. Por eso se lo trabajan tan bien en las primeras matas...


Y ya no hablamos solo de una primera impresión, sino de un meditado plan para construir una reputación. 

Y de ser generoso. En regalos, sí, pero no solo referidos al plano material. Porque no se queda atrás el que se desvive en buenas palabras y regala los oídos del que se cree superior, incluso mágico; y cierto es que no le cuesta creer tanto bueno que le indica su camarilla cercana.

Sí, el regalo lubrica, y baja las defensas a marchas dobles. Por lo tanto se aconseja como objeto perfecto para esconder un engaño.



Terminé de camino a casa recordando la tercera herramienta, otra arma letal en la antesala del engaño; la amabilidad. Y Jandro me lo había resumido ciertamente bien: "Todo se deja hacer luego si se es amable en la entrada y se es capaz de seguir con el plan una vez la otra parte está suave, desarmada e indefensa". 

domingo, 8 de junio de 2025

¿REACCIONAS O RESPONDES?

"Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, 

siempre podrás escoger la actitud con la 

que afrontes ese sufrimiento"


Viktor Frankl (1905-1997) 

Psiquiatra y psicoterapeuta austriaco



Marino me comentaba esta semana todo lo que últimamente había aprendido con y de su nueva jefa. Ahora interpretaba lo que no le gustaba, y como ella le decía, lo tomaba como una lección para aprender.

En definitiva, trabajaban procesando los inputs de otra manera, intentando no aumentar el problema con su respuesta, sino aportando soluciones al mismo.


Estaban eligiendo de manera selectiva las relaciones digitales vs el cara a cara, o sea, cuando sí y cuando no se podía trabajar sin necesidad de reunirse en persona.

Habló sobre cómo nuestro cerebro está diseñado como una herramienta que permite socializar. Y es más, nos hace diferentes del resto de los animales, porque somos los únicos que podemos vivir en sociedades tan grandes en tamaño. 

"Somos hipersociales, nos necesitamos".- remató.

Ambos estábamos de acuerdo que la pantalla era un recurso que optimizaba costes, permitía generar avances a distancia, y en términos de temas puramente técnicos había generado un aumento de productividad brutal. Pero no era una herramienta que sustituyera 100% a muchas de las tareas que necesitan de por ejemplo, conexión humana, trabajo en equipo, experiencia profunda, encuentro, cercanía...

Y hablando de cómo afecta el tocarnos, sentirnos y trabajar de manera presencial incluso había aprendido cómo la fuerza del grupo y la conexión afectiva generaba efectos positivos sobre nuestro organismo. Me enseñó cómo se activaba el nervio vago anterior, cómo mejoraba el sistema inmune, incluso cómo protegía la salud de nuestros cromosomas para que nuestro ADN se mantuviera sano.

En resumen, como siempre digo, concluimos con la máxima de utilizar siempre la tecnología para avanzar, pero teniendo claro que nunca tomará todo el espacio para la completa conexión humana.

Otro tema que le impactaba de su nueva jefa era cómo gestionaba las críticas y cómo le había enseñado a hacerlo a él mismo.

Dividía las críticas en dos tipos que dependían de dónde estuviera la causa de partida. Un tipo era el que tenía su origen en una razón noble. La parte que critica piensa que se puede hacer mejor y además demuestra que la otra persona le importa. El fondo y la intención es de ayudar.

Por otro lado, el otro tipo de crítica tiene su origen en la envida, los celos. Hay que diagnosticar el origen, intuyendo que la otro parte, con su crítica,  va cargada con un punzón a la espalda para hacer daño.

Y como Marino me comentaba, ante la primera, noble y cargada de buena intención, se debe responder atrapándola con humildad. 

Y a la segunda, la que emana de la envidia,  responder evitando que entre y nos afecte. Se trata de concluir que, definitivamente es lo que el otro piensa, pero nunca hacerlo nuestra.

Marino me indicaba que no le fue fácil evaluar el origen y responder lo que a cada una le correspondía. Como todo, necesitaba práctica e incluso a veces pasarse de frenada y reaccionar como no se debía.

Pero ahora repetía con razón constantemente: "abrazar una y rechazar otra". Entrenamiento consciente fue cómo lo llamó.

Concluimos que de una manera u otra, la crítica, como personas, siempre nos afecta. Eso sí, se sabe que la crítica es exógena y todo depende de nosotros en cuanto a nuestra reacción o proacción, según el caso. El poder de la interpretación en la percepción de la realidad marca la diferencia, así que lo que vemos tiene mucho que ver con lo que uno es.

Llegada la crítica desde el lugar del odio la abordaba como una lección a aprender, respondía con respeto, intentaba profundizar y conocer el por qué, investigaba hasta lo que podía qué era lo que atormentaba a la otra parte.

Y nunca la respuesta debe servir para aumentar el problema sino contribuir a la solución. Qué distancia con la respuesta que tantas veces había escuchado: "y tú más".

Marino ahora se sentía más libre. Porque podía elegir cómo sentirse y como responder. Me dijo que la libertad era para él una conquista diaria, porque había dejado de reaccionar para empezar a responder. La compasión va precedida de la sabiduría, el saber, el conocer. Primero, ante una afrenta, una crítica destructiva, un insulto, se interesa por el por qué la otra parte está sufriendo. Sabe que su respuesta o permite sanar o suavizar el mal, o puede echar más leña al fuego e incrementar el mismo. Y estaba harto de los que quieren transformar el mundo siempre reaccionando, en lugar de responder apagando, sanando, suavizando, construyendo.



Antes de despedirse, me contó la anécdota de aquél que llamó "asesino" a un gran científico solo por haber nacido en una zona del planeta. Éste se acercó, sabiendo del dolor del que le había insultado y le preguntó el por qué, no juzgó, simplemente lo sustituyó por el interés sincero de conocer. Y la otra parte le explicó el por qué. Y ambos hablaron, se entendieron, se conocieron y comprendieron los sufrimientos de cada parte. Acabaron siendo amigos, no solo ellos, sino sus familias.


Me fui a casa pensativo.

¿Qué necesitamos en nuestro grupo de amigos, en nuestras familias, en nuestras empresas? ¿Personas que alimentan el conflicto desde su propio vacío o personas que construyen puentes desde la comprensión?

En un mundo hiperconectado, quizás lo más revolucionario no sea responder rápido, sino responder bien. Porque al final, la tecnología puede acercar las palabras, pero solo nosotros podemos acercar los corazones.

lunes, 2 de junio de 2025

MÁS DEPENDENCIA PARA SER MÁS LIBRE

"El más libre de todos los hombres 

es aquel que puede ser libre dentro de la esclavitud"


Fénelon (1651-1715) 

Escritor y teólogo francés



Arturo pensaba en cómo había logrado el equilibrio y le daba vueltas al tema de la dependencia, independencia e interdependencia.

¿Qué y cuándo es lo mejor? Siempre le había ido bien, pero sabía que vivía con la paradoja de haber logrado independencia mientras que cada vez los demás le necesitaban más a él. Era bueno que los demás le necesitasen, pero sobre todo, que le quisiesen.


Me comentaba que cuánto más se contaba con él más libre se sentía. Y que aunque muchas veces repetía en voz alta eso de "enseñar a pescar en lugar de dar peces", al final, siempre intentaba no pasarse en sus enseñanzas para que en algún momento del proceso tuvieran que preguntar/llamar/recurrir para una toma de decisiones o alguna que otra tarea.

Pero su trabajo se basaba en crear valor a los demás, esto lo tenía claro. Si no fuera así, a la larga nadie necesitaría de sus servicios, y ni siquiera su existencia tendría sentido para amigos, familiares y/o compañeros.


Recordé por un instante a Tolstoi y la fábula de los dos caballos  mientras él se levantaba a pedir otra ronda:

"El primero podía con todo; el segundo era un vago. En ese viaje la carga fue pasando del segundo al primero. El segundo además se reía del que soportaba todo el peso ya que había conseguido no llevar apenas nada. El final del camino fue el problema. El dueño decidió quedarse con el caballo que le llevaba toda la mercancía, decidiendo matar al segundo y sacar algo de beneficio vendiendo al menos su piel."


¿Indispensables? No. Pero no podemos dejar de generar, hacer, trabajar, crear... El valor añadido es lo que diferenciará de lo que venga detrás o después más joven, fuerte, creativo, ¿barato? Acordamos y ambos estábamos de acuerdo que tenemos que generar más y nunca deberíamos bajar la guardia.

Por otro lado, Arturo añadió que nadie se creerá dependiente de otro si ya de por sí es fuerte. Se trata de buscar debilidades en el poder, y adquirir poder indirecto minimizando las nuestras, fortaleciéndose y llegando a ser la columna que mantiene el edificio.

La necesidad gobierna el mundo. Si no se hace uno necesario, es fácil que prescindan de ti. Como le sucedió al segundo caballo, el vago y algo listillo. Si no transportaba nada, ¿para qué servía?

Pensé en algunos gobernantes, algunos idearios, y en el Príncipe de Maquiavelo, que siempre mantenía en situación de dependencia a todo ciudadano de cualquier clase o circunstancia; de esta manera caía bien y la gente siempre confiaba en él.

Nadie le había regalado nada, pensó Arturo, igual que El Príncipe. Logró que la gente hiciera lo que él quería. Era poderoso por ello. Y lo había conseguido por tener una relación de dependencia. Lo necesitaban porque primero trabajó mucho, y ahora no podían mover un dedo sin él.


Ya hace años se preguntó si era posible conseguir la libertad absoluta. Se respondió que solo la conseguiría en una cabaña, aislado, sin depender de nadie, ajeno a las leyes de su mundo. No le valió y le dio la vuelta. Haría que el resto dependiera de su trabajo. Y esa necesidad que el resto tenían de él le acercaría a la libertad.

Convenció al equipo que si él no estaba todo se destruiría. Nadie se atrevía a eliminarlo del tablero. Eso sí, lo hizo con esfuerzo, trabajo, talento y creatividad. Difícil de reemplazar, con una experiencia que sin duda acompaña y ayuda mucho, dicho sea de paso.

También me explicaba lo que el llamaba mezclar el destino. Era igual que una enredadera se hace con el destino de una fuerte y vigorosa columna; si ésta consigue tiempo y un buen entramado, a veces intentar eliminar la planta solo pasa por dejar dañada o destruir la columna. Y eso hace que la dependencia sea casi imposible de eliminar.



Como siempre, caímos en personas, sentimientos, emociones. Le pregunté qué sentimiento había detrás de una cuestión de dependencia. Y tenía claro que no siempre genera cariño, o cómo él me dijo sin pensárselo mucho, casi nunca. Lo que sí produce es respeto, o incluso miedo y rencor. Y volvió a citar a Maquiavelo: "mejor ser temido que ser amado".

Le pregunté el por qué; y lo tenía claro. "El temor se puede controlar, el amor nunca".- Fue su respuesta...

domingo, 25 de mayo de 2025

LA IMPORTANCIA DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL A LA HORA DE DIRIGIR

"No olvidemos que las pequeñas emociones 

son los capitanes de nuestras vidas 

y las obedecemos sin siquiera darnos cuenta"


Vincent Van Gogh (1853-1890) 

Pintor postimpresionista holandés



Cuando su sobrino le preguntó cómo había llegado a liderar una empresa tan grande y tanto tiempo Sam sonrió, le pidió que se sentara un rato, y le indicó que no se podía entender el mundo de los negocios sin entender a las personas.

Michel, el sobrino, no olvidaría nunca esa charla.

Aprendió que el liderazgo se presumía como el compromiso más profundo con el ser humano. Las personas son emociones que no se pueden eliminar de la ecuación, y dirigir trata de gestionar precisamente eso, las emociones.

Sam había conocido muchos directivos y mandos que no habían crecido en su organización por no disponer o cultivar una inteligencia emocional; era su asignatura pendiente. Y esa es la esencia del ser humano: conseguir comprendernos, superarnos y aceptarnos para comprender a los demás y mejorar las relaciones valiosas que generarán un proyecto sano y sostenible.

Recordó muchas empresas que saben qué hacen, cómo lo hacen, pero patinan cuando se les pregunta por qué lo hacen. No saben ni conocen su propósito. Y es que esto va de comunicar de dentro hacia afuera: propósito, proceso, producto.

El motor, que no es otro que el propósito, debe ser la fuerza que moviliza e inspira representando una causa que todos sientan como propia. Y el líder comunica, protege y recuerda el propósito para conectar emocionalmente con las personas que dirige, representando una causa que todos sienten como propia.

Le enseñó a Michel cómo no era cuestión de un titulo en la tajeta o en letrero en la entrada al despacho. Los líderes ocupan su posición inspirando, y siendo seguidos por convicción mientras conectan propósito de empresa con motivaciones personales, causas significativas y siempre vinculan la visión de la empresa con los valores y necesidades de todos los que forman la misma.

Michel le habló de dinero. Sam le respondió que buscara un combustible superior, más grande. Le indicó y le puso ejemplos de personas comprometidas con lo que creen, que comparten valores, que solo con un salario no encuentran sentido a lo que hacen y acaban siempre pidiendo más de esa gasolina que les mueve de verdad. Lo ideal es dedicar tiempo, energía, esfuerzo y mucha pasión al proyecto porque se tiene un propósito que nos guía a largo plazo.

En cambio, también había conocido empresas y personas que olvidan su razón de ser original. Solo viven para crecer y ganar dinero. 

El consejo a Michel fue que buscara un significado a su vida y a su trabajo, que buscara razones para vivir y no solo medios para sobrevivir. Porque solo con un propósito tendría en su poder el verdadero motor que le diera sentido al trabajo, a su equipo y a su empresa.

Hablaron de rendimiento. Y esta parte no se podía cumplir si la gente no trabajaba en un entorno que le diera seguridad. Se trataba de trabajar con líderes y compañeros en los que se pudiera confiar, fomentaran la cooperación, la lealtad y el compromiso sincero.

Como siempre, salió el tema del liderazgo efectivo, no de palabras, sino de actos. Y le propuso que siempre debería actuar con coherencia, siendo justo y que nunca trabajara a través de promesas vacías. Debía intentar adelantarse a las dificultades, asumir riesgos y actuar con integridad para proteger a su equipo. De esta manera, la respuesta natural de su gente sería compromiso, entrega, sacrificio y darían lo mejor de sí siempre tras observar cómo el líder se comporta, nunca usando la imposición.

Michel entendió que no era el cargo, sino el impacto el factor diferencial de ese buen liderazgo. Recordó a su tío en los veranos aquellos que trabajaba en la fábrica para aprovechar el periodo vacacional. Su disposición a cuidar, el apoyo que prestaba al que lo necesitaba, y el empoderamiento de su equipo más cercano. Lo podía definir como que Sam servía en lugar de mandar. Y nunca dejaba de aprovechar lo que ocurría para generar oportunidades en las personas que formaban su empresa, cómo los acompañaba en las buenos pero sobre todo en los malos momentos, y cómo basaba sus decisiones en una equidad que no se basaba lógicamente en una injusta igualdad.

Y le habló de consistencia. Valores, creencias y autenticidad basada en hacer, y no solo decir. Construir una marca personal y empresarial fuerte no se hace agradando a todo el mundo. Pero si eres fiel a tus valores, eres y debes ser firme en lo que haces.

Le instigó en que debía esforzarse por eliminar de su pensamiento la eterna comparación con los demás. Aprovechó para indicarle que la competencia no debe entenderse mediante reglas fijas y un sistema discreto. El juego es de valor infinito, y no debe obsesionarnos el mejorar a los demás. La mejora continua no se hace nada más que compitiendo con nosotros mismos. Es hacerlo mejor que ayer, servir cada día mejor, innovar con más sentido. Sí, le dio a Michel la razón, estar atento al mercado es útil, pero perderse en la comparación lleva a la desconexión en el propio sentido de nuestro propósito. A veces se triunfa, otras se aprende.

Sam resumió indicando que el éxito está en cultivar una mentalidad de abundancia y mejora continua. No se trataba tanto de vencer como de evolucionar como ventaja real en un entorno cambiante sin un final definido.

"Mentalidad infinita".- pensó Michel.



El sobrino se llevó deberes para su próxima etapa en la empresa de su tío. Sam se merecía descansar fuera de las murallas del negocio y solo puntualmente como consultor volvería a tocar las teclas que movían el proyecto. 

Miche revisó ya en su despacho algunas notas:

- Mentalidad infinita, 

- Causa justa, 

- Construcción de equipos solidos, 

- Rivales exigentes que enseñan y ayudan a transparentar debilidades ocultas. 

- Visión, valentía, flexibilidad, coraje que nace del propósito.


Había entendido que su misión era conseguir que todos rindieran mejor, se comprometieran más, y debía crear un grupo seguro, cuidando, reconociendo, integrando, motivando...

Una cosa tenía clara. Solo no podría. Necesitaba de un gran equipo...

domingo, 18 de mayo de 2025

ENTENDIENDO LA CREATIVIDAD COMO MOTOR

"Si quiere trabajadores creativos, 

dales tiempo suficiente para jugar"


John Cleese (1939-?) 

Escritor, actor y humorista británico



Igor me dijo que no sabía quién era, ni qué eran. Pero eso le iba bien tanto a él como a su empresa. "Definir o encasillar no te ayuda a expresarte a diferente nivel o en diferentes planos".- así me comentaba. Y como creativo me pareció espectacular.

"La regla es que no hay reglas, o límites, o casi no los hay si me miras así".- acabó diciendo.

Mi amigo entiende que una actividad extra que no tiene nada que ver con el core de su negocio, fuera del entorno laboral, y realizada por todo su equipo ha ayudado mucho a disfrutar y conectar con todo lo que sí hacen de su negocio central. Y el que entra en su empresa, tiene que apuntarse a esa actividad digamos que "extra-escolar". Es obligatorio.

Me pareció muy grande. Me contaba que le sirve a todos, incluyéndose él, para aprender a sentirse totalmente amateur. Porque profesional es el que ejerce mientras que amateur es el que ama (eso significa). Y el que ama hace todo desde el alma; y se genera algo mejor haciendo todo mientras que se disfruta con lo que se construye.

Llegamos al tema de "creativo no se nace, sino se hace"; y Igor estaba convencido. Creía que la creatividad está en los pequeños detalles, en lo cotidiano. Y hay que ir generando el hábito para conseguir que parezca que está en nuestro ADN. Es intrínseco al ser humano. Y no solo son los grandes inventos de la humanidad como la rueda, la vela de un barco o el botón de una camisa.

La creatividad está o debe estar en el día a día. Relación entre compañeros, la combinación de la compra de la semana y cómo se decide/genera el menú de cada día., o incluso cómo educamos a nuestros hijos.

Contrastó como crítica recordando los modelos de educación que siempre requerían la respuesta correcta, además única. La riqueza de la innovación o la creatividad para el crecimiento está en exactamente lo contrario, las respuestas múltiples que generan otras oportunidades que siempre son invitaciones a diferentes puertas hacia la mejora.

Lo veía como crear puentes con la realidad y hacerlo porque no antes de conseguirlo no sabías que era imposible. Está siempre entre nosotros, pero las reglas no nos permiten verlo; y tenía claro que los límites están para saltárselo.

Nos contó una historia que ocurrió al final de la II Guerra Mundial: Cruz Roja manda medicamentos, ropa, alimentos a un campo de concentración liberado; e incluyeron pintalabios. Parecía un error hasta rozando lo desagradable incluso. Pero en realidad lo que pasó es que los pintalabios impactaron de manera poderosa en positivo. Las mujeres los usaron, se pusieron ante el espejo, se empoderaron y empezaron a recuperar la dignidad, la humanidad y muchos de los rasgos que los nazis habían intentado destruir. 

Conectar conceptos que aparentemente están alejados. De eso se trata. No todos funcionan pero a veces dos conceptos no conciliables generan un momento "wow", e incluso construyen algo nuevo que funciona mejor; en teoría no pegan ni con cola, pero en la práctica provocan un alto impacto positivo.

Pasamos tras pedir otra ronda de refrescos a comentar el asunto del temido folio blanco. Y se habló de equipo, de proyecto, y de como el tamaño no importa, sino que depende de la necesidad en cada momento.

Me sugirió que lo primero era crear un ambiente que fuera como un mar tranquilo de máxima confianza. Fundamental. 

Después me constató que entiende necesario la disolución de jerarquías para no anular al individuo, y esto hace que la información sea más transversal dejando a las jerarquías para ordenar a posteriori las ideas.

Y tras la confianza y la ruptura de las jerarquías siempre requería equipos con gente diversa, muy diferente. Porque respetar las diferencias es lo que hace el proyecto poliédrico, brillante, y disuelve los egos. Por separado tienes individualidades de nivel, pero la diferencia lo marca el equipo.

Igor me habló de lo importante de no etiquetar. Y lo fundamental y no negociable, respeto.

Me decía que lo que hay que maximizar es la escucha. Cuánto más escuchas, más entiendes; y cuánto más entiendes, más toleras, y cuánto más toleras, menos odias. Ese es el orden. Y por esto es importante aprender a escuchar mucho y bien.

Y me habló como ejemplo de la labor de un concertino en la orquesta, al cual conocía, y que le contaba que su función era la de escuchar para equilibrar y balancear a todos los instrumentos. Nadie tiene que ser más que menos. Si alguien tiene una idea, el resto de instrumentos tiene que bajar su nivel sonoro, y la idea así brilla y emociona a todos.

Escuchar, tolerar, porque a la vez que se aprende mucho la otra parte refuerza su autoestima mientras da su opinión.

Pensé que no es fácil romper la jerarquía en la empresa, pero de entrada intentar la búsqueda del respeto, la disolución de los egos, y escuchar más que hablar para tolerar son una receta que nunca falla.

No olvides, me decía, que la flexibilidad hará que la gente esté en movimiento constante, no anulada, para poder compartir pequeñas ideas que sumadas a muchas pueden construir algo grande en la empresa, en el departamento o en la unidad donde se esté operando en cada caso.

Tomé nota. La diferencia, la capacidad de decidir, la confianza de pequeños o grandes talentos; la diferencia como valor para tener la capacidad de decidir y equivocarse. Muchos errores pero diferentes, y no repetibles, para permitirse crecer.

Escuchar y dejar que todo el mundo pueda aportar cualquier cosa. Combinaciones, destellos, ideas brillantes. Clave para implementar el germen de la creatividad y la innovación.

Últimamente no había charla, reunión, comida o cualquier interacción que no se acabara en ese factor común que dirige nuestra era. Se preguntaba dónde está la incertidumbre. ¿se puede vivir bailando cómodos en la incertidumbre? La incertidumbre es un hecho, una constante,  por lo que según me decía Igor se trata de lanzarse en su búsqueda, y una vez se encuentra conectarse realmente con lo que está pasando. Y sobre todo no ir con el propósito en el objetivo como único foco, sino observar lo que ocurre a ambos lados, a lo ancho, para descubrir nuevas formas, o caminos que nos permitan avanzar hacia la respuesta o meta múltiple. 


Me quedo como resumen con la búsqueda de confianza en nuestros equipos, fuera egos y jerarquías, equipos únicos, diferentes y libertar para alcanzar de manera diferente el supuesto éxito. La creatividad vive también en la pequeñas cosas de la vida, por lo que no podemos escribir todo en grandes manuales de procedimientos, reglas y constituciones encorsetadas con qué, cómo y cuándo...

domingo, 11 de mayo de 2025

NAVEGAR EN LA INCERTIDUMBRE: LIDERAR, VIVIR Y MORIR EN PAZ

 "Nuestras vidas son los ríos

que van a dar en el mar,

que es el morir.

Allí van los señoríos

dispuestos a se acabar

e consumir.

allí los ríos caudales,

allí los otros medianos

y más chicos

y llegados, son iguales

los que viven por sus manos

y los ricos"


J. Manrique 




"El arte de vivir tiene que estar en paz con el arte de morir. Disfrutad de la aventura de vivir, surcad el río que os ha tocado navegar, que por suerte acabará en el mar, que no es otra cosa que la muerte.".- Así inició su charla Santiago.


Habían pasado 6 años del final de nuestro encuentro en el PDG-19 A. El hilo rojo es resiliente (ya nos lo recordaba Marta), invisible, tozudo, y aunque cambia por las circunstancias en intensidad, nunca rompe y siempre mantendrá unidos a todos los que comenzaron esta bonita historia de amistad entre iguales, navegantes, en búsqueda de certeza en un mundo como el actual, en el que si hay un concepto que preside todo y a todos no es otro que el concepto de Incerticumbre.

También Pedro nos recordó que siempre queda la duda de poder hacer más, dar más, compartir más. Poco es mucho, cuando el corazón lo dicta. Y la prueba de que seguimos muy unidos es que aun pasando meses, incluso años, cuando hay un nuevo evento y se nos regala estar juntos, al compartir, hablar, disfrutar, nos sentimos como si estuvieramos en ese curso del 18-19, y cargamos energía para seguir remando. En paz, tranquilos, en modo aprendizaje, compartiendo lo que nuestro río nos va deparando en cuanto a la familia, los amigos, el trabajo y en general, la vida.


Santiago seguía golpeándonos para que nuestra mente cuestionara nuestra actualidad. El hombre busca certezas, pero la inteligencia es reivindicar la duda, la pregunta, el por qué.

Viajó en su diálogo por EEUU, Rusia, China, y aterrizando en Europa nos cuestionó:

¿Qué tiene que pasar para que Europa despierte? Para él es momento de liderazgo por el hecho de disponer en el mundo de una democracia asaltada; y lo peor, asaltada desde fuera, y desde dentro.

Europa como museo. ¿Quién puede liderar el despertar? En ese momento mi mente bajó a nivel sector, empresa, departamento, e incluso a nivel personal. ¿Quién lidera para despertar?

¿Dónde encontrar la seguridad que la incertidumbre requiere? Necesitamos más estabilidad cuanto más incertidumbre se barrunta. Y nos hizo pensar en el junco como árbol flexible. Y también nos explicó cómo construyen los ricos en Miami. Los cimientos para lo artificial. Las raíces en lo natural.

Dos ideas lanzó después, sin tiempo para masticar sus palabras sobre la necesidad de vivir y cómo liderar lo grande, y lo pequeño:

La primera es responder la cuestión "Quién soy". El arte de la buena navegación en aguas turbulentas. La plenitud personal como búsqueda sin final, recordándonos que la grandeza busca grandeza, y la mediocridad...

Y en referencia a palabras del bueno de Benjamin Zanden, otra frase a devolvernos del retiro de la queja, del lamento y de la reactividad: "Solo hay una persona que te puede transformar. Tú mismo".

Y el intento continuo de encontrar nuestra mejor versión pasa por gobernar algo que se presenta como difícil de domar. El ego. Descubrirlo, gestionarlo, y detectar cuando nos secuestra y toma el mando. Mucho más de lo que nos creemos. Porque como nos refería Santiago la búsqueda de la esencia de nuestro yo nos debería traer paz, libertad, serenidad. Y nos volvió a cuestionar: "¿Detectas cuando estás en ese nirvana personal?"

Y al contrario: ¿Cómo respondes ante provocaciones de empleados, compañeros o incluso hijos? A veces es más fácil ser directivo que padre. El amor cambia actitudes, y abre el vallado del ego que siempre está dispuesto a salir de tu control para dirigir a sus anchas...


Segunda cuestión: Actitud. Diferenció las circunstancias de la respuesta a las circunstancias. Introdujo la historia de Ousman Umar. Desde como libró la muerte al nacer, su viaje por África, su acogida en una familia española, y su formación y oportunidad de crear una fundación que es capaz de llevar a su tierra natal, Ghana, formación, información y oportunidades.

"¿Por qué se salvó?".- preguntó Santiago. "No se sabe, pero la actitud tiene mucho que ver."

Pensaba yo entonces, sobre la marcha, en el mundo, en Europa, en mi país, en mi empresa, en los directivos, en los trabajadores, en las personas individuales que navegan junto a nosotros cada día. ¿Cuál es nuestra actitud? Porque aptitudes, conocimiento y experiencia nos sobra. Pero, ¿y la actitud?

Me quedo con un comentario que valdría para nosotros, para las siguientes generaciones y puede que mucho de lo que está pasando en el mundo, y en particular en Europa. La abundancia se nos ha atragantado. Y remató  indicando que en la escasez sale nuestra mejor versión.

Aptitud vs actitud como reflexión, debiendo cada día poner a pruebas nuestros cimientos, nuestras líneas rojas y nuestros valores, no a nivel de grandelocuentes homilías sino más bien en la práctica.

Y pivotar nuestras decisiones y acciones alrededor de la honestidad, mostrando nuestro yo auténtico, mediante nuestros valores innegociables, para que el camino sea la verdadera búsqueda de la verdad.

No se escapó en la charla el tema del apagón, de rabiosa actualidad. Pero Santiago nos invitaba a rascar más allá de la técnica y de las causas del mismo. Al dejar la superficie cuestionaba el apagón informativo; y seguía profundizando intentanto entender el apagón ético; y al final nos cuestionó sobre el apagón personal. Porque el apagón se pudo acoger desde la Paz o al contrario, pudo generar un día dantesco.

Y a través de esa búsqueda real de la Paz nos hizo preguntarnos dónde reside en realidad la Paz. "En el interior de cada uno".- resolvió un colega. Y lo más importante, diría yo, en el Presente. Porque el pensamiento profundo no pesa, y está en el presente, siendo sinónimo de ponerse en marcha. No quiso decir que olvidáramos la historia, ni las raíces, viajando en ese instante a tres ciudades que explican nuestro pasado como continente: Roma, Atenas y Jerusalén.

Pero entendimos que solo se accede al pasado desde el presente.

Y cuestionando sobre qué es el éxito cada uno respondía que no a la pregunta de si era poder, era dinero, o estatus. Y Santiago nos habló de Pallete y cómo con elegancia ha sido capaz de gobernar sin problema alguno la pérdidad de poder. Cuestión de actitud, vivir el presente y en paz.

En definitiva, desde el presente se construye el futuro. Es elegante, fugaz, pero todo ocurre en él; aquí y ahora.

Sobre hacerse preguntas, cuestionar. El eterno equilibiro; ni pocas, ni muchas. Las justas. Nos contó de cómo fue eligiendo su camino. Habló de su gap de energía entre él y su jefe. Analizó y entendió que no era su vida, y decidió pensar antes de actuar en qué era bueno, concluyendo que formando, aconsejando, dando charlas, escribiendo...  Y no se hizo muchas preguntas más, de nuevo, las justas.

Y por supuesto, dejó el sector, soltó a su jefe, y se lanzó; teniendo un plan "C", eso sí, pero no le hizo falta. La esencia estaba. Quién somos está, pero hay que rescatarlo entre mucho ruido, mucha basura. Y separar el grano de la paja para engranar la razón y el corazón.

Terminó uniendo precisamente estas dos caras de nuestro ser; razón y emoción. Y lo hizo hablando sobre la intución, es más, posicionando la misma al final y no al principio. Porque el flow solo llega si te lo has currado mucho. La razón debe hacer primero los deberes; y entonces invita al corazón, sabiendo que la corazonada se aloja en la zona más profunda de nuestro cerebro.

La dejada del maestro en el tenis no llega sola. Primero se ha ensayado millones de veces. Y la jugada excelente, el toque preciso, solo se produce si no se piensa. Al contrario se va a la red.




Vivid el presente, nos dijo, porque la responsabilidad vive en el presente, que es donde actuamos y nos ponemos en marcha, y actuar para vosotros, siendo vosotros, sin estar oprimidos por el yugo de vuestro ego, en libertad.

domingo, 4 de mayo de 2025

EL PODER INVISIBLE DE TU ENTORNO

"Dime amigo: 

¿La vida es triste o soy triste yo?"


Amado Nervo (1870-1919) 

Poeta, novelista y ensayista mexicano




Mayte hoy lo cuenta siempre y sobre todo, intenta que los suyos no pasen por lo mismo. Fue una etapa que no recordaba con nada de cariño, pero tal vez el aprendizaje fue tan intenso y doloroso que hoy vive en las antípodas, y no duda a la hora de decidir cómo vive, pero sobre todo con quién vive.

Le ocurrió  al cambiarse de residencia con su pareja, también compañero de trabajo, y se agudizó cuando su cuñada, por circunstancias, pasó una temperada con ellos en el piso compartido durante su primera etapa laboral nada más terminar la carrera.

Hoy cita la máxima de "evita al infeliz, al triste, al que repulsa la fortuna".

Y es que los inestables irradian de dentro a fuera, y atraen el desastre hacia sí. Mayte lo vivió. Y lo peor es que el mal no se queda ahí, sino que se contagia. Y cuando se sabe, o se detecta, solo queda escapar, evitar, huir. Rápido, sin dudar, ante la más mínima sospecha.

Porque lo que ocurre en caso contrario, recordaba Mayte, es que al intentar ayudar (ella se hizo el cargo), se cae en la trampa y el virus supercontagioso actua sin piedad, transformando lo bueno en malo, y ella y su forma de afrontar la vida se fue no poco a poco, sino a marchas forzadas, mimetizándose con las otras partes. Ya no eran ellos y ella, sino que eran ellos...

Hoy lo sabía: "o huyes o sufres las consecuencias".

El tema está que somos susceptibles de pensar, de sentir y de compartir estados de ánimos con los que pasamos más tiempo. Y además, recordando a los hermanos, los podría definir como infelices, inestables y con la capacidad de contagiar al prójimo vía una personalidad muy fuerte. Y como decia Mayte, siempre a través de las emociones. Manipulaban y arrastraban, y caías en sus redes porque creían que su realidad era la realidad. Y no la dejaban pensar ni sentir por sí misma. 

En todo momento se presentaban como víctimas. Todo el universo se había conjurado contra ellos. Y nada de sus miserias procedían de sus actos o decisiones. El mundo conjuraba en su contra entendiendo que las cartas estaban marcadas para que ellos siempre perdieran. Lo peor es que Mayte recuerda que se contagió más rápido de lo que tardó en darse cuenta que los problemas no eran del mundo hacia ellos, sino que emanaban desde ellos, de su manera de sentir, hacia el mundo.

Ahora siempre lo decía; a sus hijos, a sus compañeros, a sus amigos. Lo importante es con quién te juntas, te asocias, o pasas el tiempo. Y no es la energía perdida por el contagio, sino la que se necesita para eliminar el mismo. Y nunca se debe subestimar los peligros de la infección. 

Recordó de nuevo a su primera pareja, para ella fue el más peligroso, el insatisfecho per se. El descontento infinito llegaba desde la envidia, y comentó en voz alta la única cura para una infección de ese calibre: LA CUARENTENA. Lo malo, reconocer la enfermedad tarde. Y suele pasar.

Ahora sabe y aconseja a los suyos de la importancia de prevenir. Estudiar y juzgar a las personas que nos rodean no por las razones que ellos dan sobre sus problemas sino por el efecto que tienen sobre el mundo.

Y de esta manera empezar a reconocerlos para no caer en sus redes. Reconocer la mala suerte que recae sobre ellos una y otra vez, su pasado turbulento, su larga lista de relaciones frustradas, su alto número de despidos sin mucha explicación, si carrera inestable, y a la vez reconocer a esas personas por la fuerza misma de su personalidad, y como arrastran a los demás haciendo perder incluso la razón a sus victimas. 

Hay que aprender y estar alerta ante esas personas contagiosas. Observar la frustración de su mirada, y sobre todo, no tener piedad y no involucrarse en intentar salvar lo insalvable.





Por suerte, ahora todo era distinto. Había aprendido cómo pasar su tiempo y de quién rodearse. Era la otra cara de la moneda. Buscaba felicidad, buen carácter, alegría e inteligencia en su entorno. Su círculo más cercano, ahora, eran una fuente de salud y riqueza, y bebía de ellos para compartir toda la prosperidad que emanaba de sus acciones con resultados que llegaban de la misma manera que las desdichas se alejaban.

Todas las cualidades positivas podían infectarle, ahora para bien. Y ella se abría porque el contagio ahora era en positivo. Lo llamaba osmosis emocional, y lo aprendió usar para bien. Sabía en lo que fallaba, e intentaba aprender o contagiarse de personas que brillaban en esa cualidad en la que ella no era sobresaliente.

De miserable a generosa.

                                                            De deprimida a alegre.

                                                                                                                De aislada a social.


Estas y otras características se habían moldeado en Mayte, en su camino tras el master de vida y su cura del contagio de la etapa de crecimiento, de aprendizaje, de inexperiencia, de fragilidad emocional.

Ya no se hacía amiga de iguales con sus defectos (de los que refuerzan lo que le bloqueaba en el pasado), sino que se unía a gente con afinidad positiva que la arrastrara hacia la modelización de su yo mejorado. Así lo había comprobado, primero para mal, y ahora para bien. No queria terapia a posteriori sino vivir la selección plena de con quién estaba, de con quién vivía, de con quién compartía; a través de esta norma de vida seleccionaba su ecosistema, y le iba bien.