"Si tenéis un minuto, intentad resumir vuestra pasado, brevemente, y sentiros orgullosos.


Después, enfrentando el maldito folio en blanco, dibujad vuestro futuro, con pasión, con ganas de hacedlo mejor.


Será vuestro mundo, vuestro camino..."

martes, 31 de diciembre de 2019

BUSCA TU PROPÓSITO PARA EL 2020

"...El Gato se limitó a sonreír al ver a Alicia. Parece bueno, pensó Alicia; sin embargo, tiene uñas muy largas, y muchísimos dientes, así que comprendió que debía tratarlo con respeto. –Gatito, gatito, dijo, un poco tímidamente, ya que no sabía si le gustaba que le llamasen así; pero al Gato se le ensanchó la sonrisa. Ante esto, Alicia pensó:"Vaya, de momento parece complacido", y prosiguió: --¿te importaría decirme, por favor, qué camino debo tomar desde aquí? --Eso depende en gran medida de adónde quieres ir, -dijo el Gato. --¡No me importa mucho adónde...! --dijo Alicia. --Entonces, da igual la dirección --dijo el Gato. Añadiendo: ¡Cualquiera que tomes está bien...! --¡Gracias añadió Alicia a modo de explicación.
-¡Ah!, dijo el gato: --ten la seguridad de que llegarás, sobre todo si caminas bastante, añadiendo: ¡...Nadie camina la vida sin haber pisado en falso muchas veces.!"


Fragmento de la obra Alicia en el País de las Maravillas de Lewis Carroll



Últimamente le costaba mucho incluso levantarse para ir al trabajo, cada mañana. Le gustaba lo que hacía, pero no se sentía tan motivado como ese amigo que tanto le había contado de sus hazañas, derrochando pasión, como si estar entre 9 y 10 horas al día en el puesto de trabajo fuera un regalo divino.

Por todo, mientras relataba otra de esas jornadas cargadas de motivación, ilusión y orgullo por el reto conseguido esa misma semana, Felipe no tuvo más remedio que preguntarle cómo cargaba las pilas para tener esa energía y transmitir tanta fuerza y ganas por su profesión.

Miguel le indicó, que en primera instancia, la satisfacción por el trabajo bien hecho no era un privilegio, sino un derecho. Sí, un derecho que todos tenemos a sentirnos realizados por nuestro trabajo. Se trata de volver al hogar sintiendo que se ha contribuido a algo más importante que uno mismo. 

La cara de Felipe era un poema; no entendía nada. Pero igual que Miguel fue ayudado hace unos años, cuando como él decía, estaba de bajón, y tuvo la enorme suerte de encontrar en su camino al "jefe/maestro" que le abrió los ojos y de qué manera, ahora él ayudaría a su amigo de la misma forma.


"Es necesario entender el porqué de lo que hacemos. Es tu causa. Es tu propósito. Que sepas que todo el mundo tiene un propósito y éste es la base de la pasión, de la motivación que observas en mí".- le indicó Miguel a su amigo.

Eso sí, también le explicó que la diferencia es que no todo el mundo vive conociendo su propósito. Y de eso se trata, de conocer nuestro porqué para, conectándolo con nuestro trabajo, sentirnos satisfechos con lo que hacemos en nuestra vida.

Miguel se comprometió a ayudarle a responder qué hace en su vida, cómo lo hace y por qué lo hace. En esta ocasión, el orden de los factores si altera el producto, por lo que deberían empezar por buscar su propósito para este 2020 que comienza, para saber de manera clara qué quieres hacer con tu vida y poder tomar mejores decisiones. Es como lanzarte en una aventura que culmine en paz contigo mismo.

Felipe dudaba de si él sería capaz de encontrar su porqué, a lo que su amigo contestó que este tipo de terapia es válida para estudiantes, empleados, jefes, directivos o miembro de un equipo o departamento; lo importante es descubrir el propósito que te insuflará pasión a lo que haces en tu vida.

Quedaron al día siguiente, aprovechando que estos días tenían vacaciones por Navidad, y le pidió que le contara historias que había vivido, con todo detalle, rememorando emociones y sentimientos. Según Miguel, en la parte de los sentimientos descansan las motivaciones, y las motivaciones nos llevan al propósito.

Le habló del instituto, de un viaje con su padre, del primer trabajo y de una charla, que gracias al destino, le había tocado preparar y liderar en una empresa de un gran amigo. Miguel tomó nota, pacientemente, y enseguida encontró entre las historias temas  muy similares, recurrentes, lo que se conoce como patrón.

Y con ese patrón, entre ambos, fueron capaces de construir su PROPÓSITO. 

Tenían que escribir el propósito en una frase, concisa y clara, la cual expresara las motivaciones más profundas y a menudo inconscientes que estaban dentro de las historias que con confianza, Felipe le había contado.

El propósito rezaba tal que así:

"Inspirar a mi equipo para que gestionen de manera eficaz todos los envíos, de manera que, entre todos, podamos servir a las personas de la localidad en tiempo y forma, dando un servicio ejemplar y haciendo feliz a la gente".

¡Espectacular! Esa frase describía de manera totalmente exacta la fuerza que se escondía en lo que nuestro protagonista hacía. Además, cumplía con la definición de cómo tenía que ser la frase que define un propósito: tiene que tener una parte que describa la contribución del sujeto y otra parte con el impacto de la contribución misma.

¿Y ahora, qué?.- Preguntó Felipe intentando dar otro paso más.

Pues muy sencillo, toca llevar a la acción tu declaración del propósito. Se trata de pasar de la teoría a la práctica, y eso se hace encontrando la manera de actuar, el CÓMO. Vuelve a releer tus historias y allí encontrarás tu cómo, que alineado con tu propósito hará que vivas con entusiasmo, con pasión, con energía, lo que hoy echas en falta en tu día a día.

Y sólo cuando empieces a disfrutar viviendo tu propósito, podrás conocer si lo que haces es lo que debes seguir haciendo, o si un nuevo proyecto te espera a la vuelta de la esquina permitiéndote vivir una vida más plena. Sólo reconociendo tu propósito y comparándolo con tu presente te permitirá conocer tus habilidades, si te estás desarrollando personalmente y si estás satisfecho contigo mismo.




Deseándote una feliz salida de año y un Gran Año 2020, te dejo con un consejo:


¡¡¡BUSCA TU PROPÓSITO PARA EL 2020!!!


Historias pasadas de "lasemanadeedusanchez": Os dejo, en el siguiente enlace, lo que pasaba por este blog hace 3 años para los que se han incorporado tarde y también para los amigos nostálgicos que les gusta recordar.


domingo, 22 de diciembre de 2019

CUENTO DE NAVIDAD 2019

"Hay dos maneras de vivir su vida: una como si nada es un milagro, 
la otra es como si todo es un milagro"

Albert Einstein (1879-1955)
Científico alemán nacionalizado estadounidense.



Se despertó otra vez, sobresaltada, totalmente empapada en sudor por culpa de ese sueño que le hacía revivir la maldita experiencia, como todas las noches de este último año; pero sabía que hoy era diferente...

No tenía fuerzas para levantarse por lo que permaneció un buen rato con la cara aplastada contra la almohada y cuando se giró, los ojos enrojecidos de Sandra vieron lo de todas las mañanas, una parte de la cama  fría, vacía; una parte de la cama dónde tenía que estar él...

El sueño se repetía siempre desde aquel martes, 24 de diciembre de 2019. Pero hoy era un día especial, jueves, Nochebuena del 20, primer aniversario de lo que nunca debió pasar y por decisión propia, tocaba reunirse de nuevo con su familia, el detonante de aquel terrible suceso; por desgracia, no podía ser con él. En esos momentos, traspasada por el dolor, no sabía si sería capaz de aguantar la jornada, aunque para superar todo el infierno que la vida le había deparado, según su amigo y psicólogo Juan Miguel, debía pensar en rehacer su vida, continuar realizando todo lo que a ella y a él, a veces juntos, otras separados les hacía sentirse vivos; un escalofrío le recorrió todo su cuerpo de golpe, de los pies a la cabeza, y nuevamente se descompuso llorando, como todas las mañanas. Pero hoy era distinto...

El sueño siempre le devolvía a la mañana del 24, siempre tan real, como si estuviera viviéndolo en directo.

Sonaba el despertador; tras apagarlo, al girarse en la cama hacia la parte en la que tenía que estar Roberto, se encontraba las sábanas arrugadas, todavía calientes, pero él no estaba allí. 

De repente, oía ruidos en la cocina; claro está, allí lo tenía haciéndole el desayuno como los últimos 4 años, desde que decidieron unir sus vidas, la mañana de NocheBuena. "Hasta que la muerte nos separe".- resonaba en su cabeza. Sin saber  por qué, esta frase le venía como de otra parte, como si alguien ajeno a su consciencia le recordara que no estaba lejos ese momento.

Entraba en la cocina y se daban un beso en los labios, cortito, algo frío y distante, debido a la discusión vivida durante la cena de la noche anterior, y Sandra le echaba un vistazo a los fogones y la repisa para asegurar que todo estaba en marcha (las tostadas, el aceite premium de su gran amigo de Jaén, el tomate natural triturado recién preparado y esos huevos con beicon que se permitían tomar, como pecado bienal, sólo en esas fechas y durante la semana que pasaban en verano en casa de los padres de ella).

Tras volver del baño se sentaban en la mesa alta de la "isla" de la cocina, como siempre cuando desayunaban sin prisa, pero pronto la discusión se tornaba de nuevo muy seria y subida de tono. Sandra no se "bajaba del burro" (de su posición de la noche anterior), y seguía describiendo a sus dos cuñadas (conviene recordar en este punto, que tras la muerte de la madre de Roberto cuando él tenía 6 años, las dos hermanas mayores habían actuado como "sus mamis", como él las llamaba siempre que se veían), con características y adjetivos cada vez más dañinos e inaguantables a oídos de un hermano pequeño. Porque "el pequeño" de la casa, aunque tenga ya mediados los 30 años, siempre seguirá siendo eso, "el pequeño".

No estaba dispuesta a pasar  otra NocheBuena como las dos anteriores y, por supuesto, no iría ni un minuto antes de tiempo a la casa de su suegro, para no tener que ver más de lo necesario ni a sus hermanas, ni por supuesto a los maridos de las mismas. E iba a la cena, por el padre de Roberto, eso que le quedara claro.

Tras mucho aguantar, Roberto se levantaba de la mesa, y sin mediar palabra, con un gran disgusto y muy, pero que muy nervioso, salía hacia la cochera (donde tenía el mono, los guantes y el casco, además de la moto) y se iba de la vivienda, sin rumbo, pero huyendo de una mañana que debería haber sido el inicio de un gran día.

Ella se quedaba recogiendo la cocina, no menos nerviosa y enfadada que él, pero sin ningún remordimiento del disgusto que desde ayer a la noche, le había regalado a su pareja; eso sí, era el ser más querido para ella, con el que había decidido formar una nueva familia, a más de 600 kilómetros del hogar donde había nacido y crecido.

La mañana avanzaba y Sandra, aunque le había escrito varios Whatsapp y le intentó llamar en dos ocasiones, no recibía respuesta, ni por voz, ni por escrito de parte de Roberto. 

Hasta que pasadas las 13 horas, el teléfono sonaba...

Desde el hospital "Navidad Centro" le preguntaban si era la mujer de Roberto S. F.

El accidente había sido sobre las 11:30 horas y el camión no había podido esquivar al motorista en esa fatídica curva, el cual, sin explicárselo muy bien, circulaba en el carril contrario a su sentido de marcha, adelantando de una vez a más de tres vehículos, los cuales iban no excesivamente juntos.

Necesitaban que fuera a reconocer el cadáver...



El corazón le golpeaba de dentro hacia fuera, como un martillo que quisiera salir del cuerpo sin importarle que la carne y los huesos estaban intentando retenerlo en su interior. Caía de rodillas, con un grito de dolor que la despertaba otra vez, sobresaltada, totalmente empapada en sudor por culpa de ese día, ese martes 24, NocheBuena del 2019, del cual hace hoy justamente un año, el cual le hizo vivir la maldita experiencia que le arrebató a Roberto. No sabía si podría perdonarse a si misma, pero tenía que aprender a disfrutar de la compañía de sus cuñadas y sus respectivos, como a él le hubiera gustado que hubiera hecho cuando todavía estaba con ella, cuando todavía estaba vivo. Porque hoy era diferente...


No tenía fuerzas para levantarse por lo que permaneció un buen rato con la cara aplastada contra la almohada y cuando se giró, los ojos enrojecidos de Sandra no vieron lo de todas las mañanas, esa parte de la cama  fría, vacía; la cama estaba arrugada y todavía mantenía algo de calor, como si él hubiera estado durmiendo a su lado, hasta hace bien poco. 

Oyó ruidos en la cocina y sin sentir ningún miedo sino al contrario, como esperando un milagro, saltó de la cama y bajó sin dudarlo corriendo a la parte baja de la vivienda. Ni se le pasó por la cabeza que alguien ajeno, con malas intenciones, podría haber entrado en la casa; tampoco era una opción estar soñando todavía; algo en su interior le decía que le esperaba algo bueno.

Y el milagro estaba en la cocina. Era Roberto preparándole el desayuno, como todos los años en esa fecha. En ese momento miró el calendario que tenían en la puerta del frigorífico y para su sorpresa, no estaban en el 2020, sino en el 2019, martes, el día de NocheBuena. Inmediatamente, saltó sobre él y le dio un abrazo que casi lo dejó sin respiración, comiéndole literalmente a besos, como si lo de ayer, la discusión, no hubiera existido. La sorpresa de Roberto era mayúscula. 

Esta vez no fue al baño para volver y sentarse a la mesa. Sandra subió las escaleras de tres en tres, gritándole que se preparara rápido, que iba a hacer las maletas para irse directamente a casa del abuelo (ya no era el padre de él) y así poder disfrutar más tiempo de toda la familia, con él (que estaba vivo), no sólo la cena, sino todo lo que quedaba de día, y el día completo de Navidad.

Mientras preparaba todo llamó a sus cuñadas para que no tardaran en llegar a la casa; tenían que ir juntas a comprar hasta el último detalle para la cena y disfrutar de cada minuto: mientras compraban, mientras cocinaban, mientras recordaban los momentos en los que habían estado juntos, en familia. No se le quitaba de la cabeza que el tren sí que puede pasar dos veces, pero hay que ser capaz de rectificar cuando no le damos importancia a lo que de verdad la tiene, no siendo otras cosa que las personas que tenemos a nuestro lado. Y si las queremos, debemos ampliar nuestro cariño y nuestro tiempo, recurso tan escaso,  a querer hasta el infinito a las personas que ellos adoran. Sólo así conseguiremos su felicidad plena, y por supuesto, la nuestra.

Su corazón bombeaba felicidad, y había descubierto que la Navidad existía, y los milagros también. Hoy tenía claro que no estamos aquí para quedarnos, por lo que debemos valorar verdaderamente lo importante. No nos tomamos en serio la muerte, sólo a veces cuando nos toca de cerca y no podemos remediarlo, por lo que por egoísmo, materialismo y muchas más cosas terrenales desperdiciamos la vida; la vida con los nuestros, que son muchos y son, por supuesto, Mucho.

Bajó con Roberto de la mano hasta el garaje, sonriendo, llorando de plena alegría digiriendo el momento más feliz de su vida. "Hoy vamos en el coche".- le dijo mientras le guiñaba un ojo, "y a la vuelta de las fiestas, recuerda que tenemos que vender la moto".


Historias pasadas de "lasemanadeedusanchez": Os dejo, en los siguientes enlaces, lo que pasaba por este blog cada Navidad, con los diferentes cuentos, que año a año, hemos disfrutado unos escribiendo y otros leyendo.








domingo, 15 de diciembre de 2019

Y TÚ, ¿CÓMO USAS TU TIEMPO?

"Si el tiempo es lo más caro, 
la pérdida de tiempo es el mayor de los derroches"

Benjamin Franklin (1706-1790) 
Estadista y científico estadounidense


En el trabajo, en casa o incluso con los amigos, surge cada vez más la necesidad de decidir cómo usamos nuestro tiempo.

Es de suponer que las personas a las que seguimos, las que nos inspiran y nos guían en los diferentes ámbitos de nuestra vida, son grandes gestores de su tiempo y deciden de manera excelente cómo lo consumen; esta claro, el tiempo es un recurso de lo más valioso hoy en día, como todos sabemos.

Yo veo en los líderes a los que sigo acciones concisas, seguridad en su propuesta, tareas variadas y enriquecidas con momentos de discontinuidad; sin grandes bloques de acciones monótonas e individuales, sino siempre cambiando de tercio y sobre todo, pensando en sus equipos.

Lo que si es cierto, es que estamos obligados a vivir orientados a la acción, debiendo decidir de manera constante y con poco tiempo para la reflexión. Nuestros equipos esperan que tomemos decisiones, todo el tiempo, rápido y bien.

Al observar en qué gastamos nuestro tiempo y lo que es mejor, con quién lo consumimos, conseguimos obtener un resumen de qué es lo que más nos importa en nuestra vida. No es sólo lo que es importante para nosotros, sino los motivos que tenemos para no usar el tiempo en otros temas o personas;  esto puede generar la idea de que son muy pequeños en nuestra propuesta o proyecto, tema no baladí para hacerlos sentir importantes y participar más en nuestra misión, ayudando a conseguir las metas de nuestro grupo, equipo u organización.

En este punto, y tratando el tema de planificación de nuestra agenda, es fundamental tener en cuenta no sólo lo que agendamos, sino sobre todo los bloques de tiempo que dejamos sin planear; no debemos olvidar que al final, esos huecos son los que nos permiten gestionar todo lo no previsto, por nosotros y por nuestro entorno, que la vida real nos regalará en nuestro día a día.

Vivimos en un entorno de incertidumbre, además que la obsesión por la eficiencia puede que nos fuerce a no dejar nada al azar, sin planear. La cuestión que aparece en este punto, tanto en compañeros de dirección como en algunos de los responsables intermedios es cómo usar ese tiempo que no se ha fijado en el calendario. Pues mi respuesta sería que debemos centrarnos en dos maneras posibles:

En primer lugar, deberíamos usar esos periodos de tiempo para ofrecernos a los "nuestros". Hay que tener claro que nuestro principal valor como líder, jefe o compañero es dar servicio a ellos, los "nuestros"; y por ello, reservamos y mandamos el mensaje de que les donamos lo más valioso que tenemos, nuestro tiempo...

No esperaremos a que nos pidan ayuda, en el quicio de nuestra puerta asaltándonos en el despacho, sino que nos pasaremos de manera tranquila y casi diríamos por sorpresa por su terreno, dónde lidian en su día a día, preguntando cómo les va y qué necesitan, y como decía antes, donaremos nuestro tiempo y nuestro punto de vista sobre los problemas que en esos momentos les ocupan.

Por otro lado, también gastaremos nuestro tiempo intentando sentir "cómo corre" nuestra organización o empresa, si nos centramos ahora en nuestro ámbito laboral. Pasear por la fábrica y por los diferentes pasillos y oficinas, en cuanto tengamos uno de esos huecos mal llamados "sin planificar", nos generará mucha información sobre la realidad. No son paseos planeados y nada ocurrirá de manera preparada, evitando de esta manera la teatralización de encuentros, reuniones y eventos, tan comunes en nuestros días, dicho sea de paso. Lo que se busca es la naturalidad y al presentarse sin plan ni con la pretensión de "hablar de nuestro libro", sin buscar el error (esto provoca que siempre nos traten en el modo denominado "a la defensiva"), se consigue encarar las relaciones y los procesos tal y como son, como la vida misma; porque se está viviendo en modo "real", y no en modo "ensayo".

Observando lo que ocurre, sin forzar, puedes ver actitudes y acciones espontáneas e intuir cómo está funcionando tu empresa y tus diferentes equipos. 

Lo que si es horrible y con nulo aporte de valor es usar esos bloques de tiempo no planeados para leer o escribir e-mails. Los directores siempre están tentados y presionados para vaciar la bandeja de entrada de sus programas de correos electrónicos. Error mayúsculo; cualquier interacción humana con tu indiscutible mayor Capital (las personas), antes de mal usar esos huecos excedentes que te regala el día a día y que deberías aprovechar para estar más cerca de los tuyos.

Es cierto que toda acción y toda tarea, independientemente que sea realizada por un alto directivo, un mando intermedio o un profesional debe de estar programada con cuándo, cómo y cuánto tiempo se le dedica, distribuyéndose entre cuestiones internas y solicitaciones externas. Es cuestión de equilibrio y no existe una relación exacta y única. Puede que dedicar el 70% a lo que tienes que hacer de cara a acciones internas y el 30% a cuestiones externas sea un buen porcentaje de distribución de tareas, pero lo dicho, depende de cada puesto, cada empresa, cada situación e incluso cada momento. Cuestión de equilibrio y de sentido común, además de experiencia en el puesto. 

De lo que se trata es que si como directivos, nos centramos en el día a día interno, puede que inversores, clientes y otros agentes externos empiecen a sentirse más atendidos por alguno de nuestros competidores y aumentamos la posibilidad de que el negocio se resienta; en contra, si como líderes nos centramos principalmente en "stakeholders", inclinándonos hacia la parte externa, con diríamos una cada vez mayor frecuencia, en esos momentos en los que para decisiones o problemas de importancia se requiera al "jefe", puede surgir en los nuestros la duda y la pregunta fatal: ¿dónde está cuando lo necesitamos realmente?

Ahora te toca aportar parte de tu tiempo a ti, devolviéndonos tu opinión a la pregunta ¿tu qué crees sobre cómo deberíamos usar nuestro tiempo?, que es lo que realmente nos generará valor, un mayor conocimiento y nos hará crecer como directivos, compañeros e incluso como padres/madres de familia...



Historias pasadas de "lasemanadeedusanchez": Os dejo, en el siguiente enlace, lo que pasaba por este blog hace 3 años para los que se han incorporado tarde y también para los amigos nostálgicos que les gusta recordar.


domingo, 8 de diciembre de 2019

ASUME LA RESPONSABILIDAD DE TUS DECISIONES

"Donde hay una empresa de éxito, 
alguien tomó alguna vez una decisión valiente"

Peter Drucker (1909-2005) 
Escritor y consultor austriaco


"Asume la responsabilidad de tus decisiones".- Así me despidió mi jefe cuando le decía que el plan no había resultado cómo lo había diseñado.

Y es que una decisión no se toma mientras las personas no sepan:

- quién es el encargado de realizar la acción.
- cuál es el plazo.
- el nombre de las personas y/o los departamentos que están afectados con la decisión.
- quién debe ser informado de la decisión, aunque no se vea afectada directamente.

"Analizando mi problema, detecté que mis decisiones se habían convertido en un gran problema por no tener en cuenta estos principios".- pensaba de camino de vuelta a casa, tras una semana muy dura.

También me di cuenta que es vital revisar periódicamente las decisiones, en un momento que se debe establecer a priori, siendo tan importante el citado seguimiento que el hecho de la toma de la decisión inicial. El tema es que una mala decisión se puede corregir antes de producir daños reales en la organización, con la debida revisión. Y esta revisión no sólo debe cubrir los resultados previstos, sino incluso los supuestos que apoyaron la decisión inicial.

Imagina lo importante que es una decisión relacionada con el ascenso o contratación de una persona. Sólo un tercio de este tipo de decisión acaba en una historia de éxito; otro tercio no es ni un éxito ni un fracaso total, pero el tercio restante acaba siendo simplemente un rotundo fracaso. Por ello, sabiéndolo, es obligatorio revisar esta decisión a los seis meses aproximadamente, a modo de acompañamiento. Es duro, pero si la decisión no ha tenido los resultados esperados, hay que revertir la situación, y no se debería concluir que la persona no ha sido productiva, sino que el director no ha decidido de manera conveniente.

Está claro que el directivo no puede permitir que haya puestos improductivos en la organización, y menos en puestos importantes, por lo que es de recibo dar la oportunidad al empleado volver a su puesto anterior. 

¿Lo habéis visto hacer mucho en vuestra casa? Se admiten ejemplos.

En este aspecto, puede que la organización comience a crecer si sus profesionales asumen cada vez más tareas nuevas y arriesgadas, sabiendo que si algo no sale bien, podría volver a un puesto similar al anterior, sin represalias. ¿Cómo veis este asunto?

Lo que está claro es que una revisión sistemática de tus decisiones puede ser una gran herramienta para tu desarrollo profesional y personal. Revisa los resultados en función de tus expectativas, asumiendo siempre la responsabilidad, y seguro que crecerás como profesional, aprendiendo de tus fortalezas y tus debilidades, dónde debes mejorar y en qué necesitas formación para ir puliendo esas fallas de conocimiento.

También es importantísimo conocer bien a tu gente. Las decisiones siempre conllevan la elección de quién lo hará, y es necesario acertar con la persona adecuada a la que dedicarás a esa tarea crucial que necesitas hacer. Hay que asignar a los mejores, pero por desgracia, a los mejores siempre los tenemos ocupados. ¿Qué hacemos en esta situación?

También es importante conocernos a nosotros mismos, sobre todo en cuanto a nuestras debilidades. De esta manera, nunca nos asignaremos esas áreas en las que flojeamos, y deberíamos acabar delegando en ese profesional del equipo que es un "crack en la materia".

Para terminar, una llamada a vuestra opinión en forma de preguntas:

¿la toma de decisiones sólo importa al más alto nivel o en todos los niveles de nuestras organizaciones? 

¿son importantes las decisiones en todos los niveles jerárquicos en nuestras organizaciones actuales basadas en el conocimiento?

Si eres de los que entiendes que la toma de buenas decisiones es una habilidad clave en todos los niveles, ¿debería enseñarse de manera explícita a todo el mundo de nuestras empresas?


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domingo, 1 de diciembre de 2019

HOLA JEFE, ¿DÓNDE TE DEJASTE EL REFUERZO POSITIVO?

"Al bien hacer jamás le falta premio"

Miguel de Cervantes (1547-1616) 
Escritor español




En el almuerzo, Fernando me comentó que intuía, tras el cambio de puesto, que lo estaba haciendo bien, porque su nuevo jefe no le había dado ningún feedback, ni bueno ni malo. "Ya sabes", me decía, lo de "no news, good news".

Cómo conocía a su responsable directo, Nieves, mi primera jefa, no dude en llamarle para conocer de primera mano cómo le iba con Fernando; a saber que hace un año, y tras conocer que necesitaba un nuevo director de departamento, fui yo mismo el que le presenté a Fernando como el candidato idóneo que necesitaba para la vacante.

Estaba muy contenta con el rendimiento de Fernando, pero me corroboró que no había tenido tiempo de comentar nada con él, ya que como yo sabía, según me dijo, el día a día no le permitía pararse en esas cosas, en este mundo tan frenético que vivimos todos.

Me llamó la atención, pero de la conversación pude entender varios de los motivos por los que esta directiva, al igual que muchos otros de los directores que dirigen nuestras empresas, sólo utilizaba el feedback cuando sus colaboradores fallan, o necesitan mejorar. O sea, se han dejado en los apuntes del máster o de los cursos de perfeccionamiento directivo, bien guardado, eso que llaman "refuerzo positivo".

Pero vamos a los motivos por los que los jefes en general, y en el caso de Nieves en particular, independientemente de la excusa tiempo, se ahorran cualquier comentario positivo, o reconocimiento público, sobre el buen trabajo que uno de los componentes de su equipo ha realizado.

En primer lugar, y como primer motivo, el cual me llamó mucho la atención, me dijo que si reconocía a alguien en público un buen trabajo el resto podía sentirse mal o incluso, algo celoso.

Además, continuó sorprendiéndome cuando me contó que si utilizaba el refuerzo positivo como premio, pensaba que ese profesional se vendría arriba, o sea, entendía que era posible que se relajara y bajara el rendimiento.

Como tercer motivo, y no por ello menos sorprendente para mí, me indicó que tenía miedo a parecer una jefa blanda, débil; por lo que prefería sólo generar feedback cuando necesitaba cambiar conductas que no le gustaban.

Sin duda es frustrante tener un jefe que solo te entrega un feedback cuando es negativo, pero que olvida por completo felicitarte cuando tu trabajo estuvo bien hecho y no valora el esfuerzo que conllevó realizar esa tarea.

Pero no debemos olvidar que un líder, gana la autoridad que necesita, gestionando al equipo y mandando, en su justa medida; además, debe saber que reforzar de manera positiva a su equipo, componente a componente, siempre que lo que se haya realizado sea de sobresaliente, es clave para mantenerlos muy motivados y comprometidos con sus tareas y en definitiva, aportando valor al proyecto de todos.

Para potenciar esas buenas prácticas, es necesario no dejarse en casa el refuerzo positivo, y usarlo como una estrategia más que como una herramienta puntual.



Para terminar, y tras una larga conversación entre colegas con mi jefa y amiga, le dejé unos consejos para que el refuerzo positivo, que se comprometió a utilizar con más frecuencia, provoque en sus chicos el efecto requerido:

El refuerzo debe ser sincero y cierto.

El refuerzo debe ser concreto a una situación determinada, sin generalidades.

El refuerzo debe ser gratuito, sin pedir nada a cambio.

Y por supuesto, por favor, debe darse sólo de manera intermitente...


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domingo, 24 de noviembre de 2019

CONSEJOS DE UN EJECUTIVO EFICAZ

"El arte de dirigir consiste en saber cuando hay que abandonar la batuta 
para no molestar a la orquesta"

Herbert Von Karajan (1908-1989) 
Director de orquesta austríaco.




Nos quedamos sólo unas cuatro personas con Peter, tras su magistral charla sobre Dirigir con Eficacia. Me quedé rezagado porque a veces suele ocurrir que lo mejor de la charla se produce en la tertulia del final, mientras se recoge el portátil, en petit comité.

Maribel le preguntó qué es lo que pensaba que era lo primero que tenía que hacer un ejecutivo, si quería tener éxito en una incorporación a un nuevo puesto o a una nueva empresa.

Y Peter lo tenía claro. Según nos comentó, no se debía hacer lo que el profesional quiere hacer, sino preguntar y/o preguntarse qué es lo que hay que hacer. 

Y tomárselo muy en serio.

Sin preguntarse y responder a esta cuestión, hasta el ejecutivo más capaz se volverá un gran inútil.

Podemos saber lo que hay que hacer como directivos, pero el foco se debe poner en lo que el entorno, la ocasión y las circunstancias requieran. Lo primero es lo que la empresa necesita y no lo que se quiere hacer.

También es verdad, según nos comentaba, que cuando se responde a lo que hay que hacer, siempre aparecen varias tareas urgentes a cubrir en una primera fase. Pero los ejecutivos eficaces se centran en sólo una o dos tareas principales, establecen prioridades y se aferran a ellas. Sólo así se consigue ser eficaz y ayudar de verdad a tu empresa, Marta (se refería a Maribel, pero deduje enseguida que no era muy bueno con los nombres).

Mientras se buscaba por el bolsillo el puntero que había usado en la presentación, nos relataba algunos ejemplos: "si eres CEO, redefine la misión de tu empresa y si eres Director de una Unidad deberías redefinir la relación de tu unidad con la central". Esto nos dejó claro a la pequeña audiencia que nos quedamos con este gran ejecutivo; que lo primero es lo primero. 

Lo que si es verdad es que una vez terminada esta tarea, hay que volver a definir prioridades e irnos a la número dos de la lista. Tocaba responder a otra nueva pregunta: ¿qué debe hacerse ahora?

Y en ese momento me adelanté, interviniendo en la tertulia que se había creado: "una vez definida la siguiente lista de varias tareas, hay que a aferrarse a la primera de la nueva lista". O eso creíamos nosotros, pero Peter volvió a dejarnos un nuevo consejo, que no era exactamente el ponerse siempre con la número uno de las tareas interesantes por hacer y necesarias para la empresa. 

El maestro nos introdujo que las empresas tienen un buen desempeño si los altos dirigentes se desempeñan bien, y lo mismo ocurre en el caso contrario. Por ello, y como buen directivo, humilde y eficaz, sabiendo que no se es bueno ni el mejor en todo, cuando se tenga delante las tareas en las que es necesario enfocarse en los próximos años, el ejecutivo debe preguntarse para qué tarea de las principales está mejor preparado, elegirla para centrarse en la misma y delegar las demás.

Terminó de recoger sus cosas, nos dio una tarjeta en la que indicaba su dirección de correo electrónico y brindándose a que cualquier duda, si le enviábamos un e-mail, sería resuelta por el mismo medio, se despidió y salió de la sala, con su mochila al hombro, igual como lo habíamos visto llegar.



Me quedo como resumen con sus consejos, los cuales me tomé nota en forma de frases sencillas:

"Lo que la empresa necesita, y no lo que tu quieres".

"Focaliza en una u dos tareas, a lo sumo".

"Elige la tarea en la que estás mejor preparado y delega el resto".



Historias pasadas de "lasemanadeedusanchez": Os dejo, en el siguiente enlace, lo que pasaba por este blog hace 3 años para los que se han incorporado tarde y también para los amigos nostálgicos que les gusta recordar.




domingo, 17 de noviembre de 2019

INTELIGENCIA CULTURAL

"Cuando los hombres buscan la diversidad viajan"

Wenceslao Fernández Florez (1879-1964) 
Novelista, periodista y político español




Jaime había decidido volver a España con su familia, pero no estaba nada arrepentido de su paso por Asia, aunque no había sido nada fácil.

Está claro que la visión que tenían sus colegas de Taiwán, del mundo en el que vivían, no era nada parecida a la que había aprendido en sus primeros trabajos en Alicante y posteriormente, en Madrid. Se encontró una cultura totalmente diferente, pero fue capaz de interpretar y responder de una manera adecuada, con las formas necesarias para expresarse a la par que sus colegas asiáticos. Eso es lo que mi colega me decía que era "inteligencia cultural".

Para él, su éxito fue esforzarse en conseguir estar a la altura en tres principales habilidades: 

La primera, investigar sobre lo que no se conoce, o sea, lo que no es obvio de la otra cultura.

La segunda, sentir de verdad mucho ánimo y confianza para tratar de manera correcta a las personas que han nacido viviendo sumidos en esa cultura.

Y por último, la tercera, adaptar desde el inicio su comportamiento para que fuera el apropiado dentro de los parámetros que imperaban en la cultura dónde eligió trabajar.

"Lo tengo claro".- me decía mi colega, "no se trata sólo de formarse en un determinado país o cultura, ya que  la globalización ha borrado frontera entre culturas y países y por ejemplo, en mi última empresa, tenía profesionales de 7 países distintos".

Y tiene razón. Los desafíos en este mundo tan poco cierto, que encaran los directivos a los que les toca trabajar en ambientes interculturales, son cada vez mayores. No valen las listas de lo que se debe hacer en un primer contacto de un país tal, o de una cultura cual. Esto ya está obsoleto, sobre todo debido a que la globalización borra fronteras y no las crea, ni por supuesto levanta muros. Las listas ayudan un poco, pero no son suficientes. 

Toca entonces adaptarse al ambiente de trabajo intercultural, y es cuestión de inteligencia cultural, y estudiar muy bien sus tres principales manifestaciones de la cultura del directivo o empresa que nos ha tocado lidiar:

- Cómo piensan.

- Cómo se motivan.

- Cómo se comportan.

Está claro que Jaime, al igual que todos nosotros, directivos y mandos intermedios, vivimos en un mundo en el que todo se vuelve más y más complejo. Esto sólo hace que en nuestro día a día aumente el número de tareas que debemos ejecutar e incluso a veces, si nos paramos a diagnosticar todo lo que deberíamos hacer, nos parecen irrealizables por nuestra parte. Por ello, si además toca lidiar con colegas de otras culturas, se hace muy necesario convertirse en un experto de cómo funciona la inteligencia cultural y dominarla, lo cual facilitará como primer paso la reducción de esa complejidad comentada.


En definitiva, ya es todo lo bastante complejo para complicarlo más por nuestra parte. Por todo, persiste de manera individual en el esfuerzo de entender cómo piensan, cómo se motivan y cómo se comportan para simplificar nuestro mundo global; tus subordinados te lo agradecerán, al igual que tu organización, el país dónde estés y si me permites, la humanidad al completo...


Historias pasadas de "lasemanadeedusanchez": Os dejo, en el siguiente enlace, lo que pasaba por este blog hace 3 años para los que se han incorporado tarde y también para los amigos nostálgicos que les gusta recordar.


domingo, 10 de noviembre de 2019

A VOTAR UNOS, A NEGOCIAR OTROS



"No podemos negociar con aquéllos que dicen, 
lo que es mío es mío y lo que es tuyo es negociable"


John Fitzgerald Kennedy (1917-1963) 
Político estadounidense.



Esta mañana tocaba salir a dar un buen paseo de dos horas, como todos los domingos; también hemos acompañado a los chicos a su misa, como todos los domingos; pero también tocaba ir a votar a los candidatos para la Presidencia del Gobierno, el Congreso de los Diputados y el Senado, como cada cinco meses...

¿Cada cinco meses? Esa era la broma que más se repetía en el colegio electoral esta mañana, a sabiendas que hay pocas posibilidades de que los que se presentan a presidente del gobierno, en caso de repetirse los resultados que ya obtuvieron en Abril pasado (me refiero a que para obtener mayoría absoluta, deben negociar con uno o varios de los otros partidos), se entiendan.

Y así se explicaba un amigo, mientras nos tomábamos un refresco antes de ir a la comida familiar de los domingos, lo que pensaba sobre la situación que nos tocaba vivir.

Se trata que si tienen que negociar, que tendrán que negociar, deben buscar la "creación de valor", y descubrir cual es la máxima cantidad de intereses que las partes pueden conseguir una vez acordados los términos de una negociación.

Y tienen que intentar conocer lo que queremos nosotros, en profundidad; conocer a las personas que están enfrente negociando y sobre todo, pensar en las personas de a pie que estamos deseando y sobre todo, necesitamos tener un entorno político que favorezca la gestión de los tiempos complejos que se nos avecinan.

Lo básico tiene que ser que entiendan que "sus objetivos" deberían ser "nuestros objetivos". La ciudadanía necesita eliminar la incertidumbre política, ya que bastante tenemos con la incertidumbre que esta época de cambio constante nos regala para tener poco claro con qué reglas jugar esta vida tan poco cierta.

Hemos votado, como decía una madre de la compañera de mi hija, de la banda del pueblo, a la que nos hemos cruzado camino de las cortinillas del aula dónde tocaba ejercer nuestro voto. "Nos vamos del colegio electoral habiendo hecho nuestro trabajo, nuestra parte, ahora les toca a ellos. Más les vale".-  terminaba la señora.

Pero, ¿qué hace que unos negociadores puedan fallar por ellos mismos en una negociación que interesa a un país completo?

En primer lugar, el no estar habituado a negociar y sobre todo, a tener que esforzarse, como requiere un proceso negociador. Recordad que estamos en un mundo que el esfuerzo está sobrevalorado.

Puede ser también, que no se esté muy habituado a trabajar en equipo, por lo que se intente llegar a acuerdos por sí mismos, sin contar con personas en un equipo que nos ayudan a preparar la negociación y además, nos den sus puntos de vista, a veces distintas a las nuestras, que ayudan y mucho a obtener buenos acuerdos.

Ni que decir tiene que la obsesión por ganar, convirtiendo la negociación en una guerra, puede echar al traste un buen acuerdo. Es verdad que el acuerdo final, a veces, puede no dejar totalmente satisfecho a ninguna de las partes, pero el bien común puede salir reforzado tras ese acuerdo, sin vencedores ni vencidos. El famoso desbloqueo por el pueblo y para el pueblo, aunque no salga el torero por la puerta grande; esto es secundario.

La mala gestión del tiempo puede ser otro motivo. A veces se nos olvida que la campana ha sonado y cualquier acuerdo, llega tarde. En nuestro caso, el mundo sigue rodando y el entorno se complica por minutos, por lo que no podemos dormirnos en los laureles y hay que conseguir un acuerdo lo antes posible, chicos...

Y como causa final, y como principal enemigo que puede hacer cometer grandes errores a un negociador, está la prepotencia y la soberbia. Estos valores de una persona con poder de decisión en una negociación es el más destructivo y el enemigo principal para conseguir desbloquear una situación que pide a gritos un acuerdo. Es de libro que encarar una negociación de cualquier tipo, y en especial si una de las partes tiene menos peso o poder que otra, con una actitud de superioridad o de autosuficiencia, puede resultar fatal.


Me repito y me remito a las palabras de la señora saliendo del colegio, tras votar: "nosotros ya hemos hecho nuestro trabajo, nuestra parte; ahora les toca a ellos. Más les vale".

Historias pasadas de "lasemanadeedusanchez": Os dejo, en el siguiente enlace, lo que pasaba por este blog hace 3 años para los que se han incorporado tarde y también para los amigos nostálgicos que les gusta recordar.