"Al bien hacer jamás le falta premio"
Miguel de Cervantes (1547-1616)
Escritor español
En el almuerzo, Fernando me comentó que intuía, tras el cambio de puesto, que lo estaba haciendo bien, porque su nuevo jefe no le había dado ningún feedback, ni bueno ni malo. "Ya sabes", me decía, lo de "no news, good news".
Cómo conocía a su responsable directo, Nieves, mi primera jefa, no dude en llamarle para conocer de primera mano cómo le iba con Fernando; a saber que hace un año, y tras conocer que necesitaba un nuevo director de departamento, fui yo mismo el que le presenté a Fernando como el candidato idóneo que necesitaba para la vacante.
Estaba muy contenta con el rendimiento de Fernando, pero me corroboró que no había tenido tiempo de comentar nada con él, ya que como yo sabía, según me dijo, el día a día no le permitía pararse en esas cosas, en este mundo tan frenético que vivimos todos.
Me llamó la atención, pero de la conversación pude entender varios de los motivos por los que esta directiva, al igual que muchos otros de los directores que dirigen nuestras empresas, sólo utilizaba el feedback cuando sus colaboradores fallan, o necesitan mejorar. O sea, se han dejado en los apuntes del máster o de los cursos de perfeccionamiento directivo, bien guardado, eso que llaman "refuerzo positivo".
Pero vamos a los motivos por los que los jefes en general, y en el caso de Nieves en particular, independientemente de la excusa tiempo, se ahorran cualquier comentario positivo, o reconocimiento público, sobre el buen trabajo que uno de los componentes de su equipo ha realizado.
En primer lugar, y como primer motivo, el cual me llamó mucho la atención, me dijo que si reconocía a alguien en público un buen trabajo el resto podía sentirse mal o incluso, algo celoso.
Además, continuó sorprendiéndome cuando me contó que si utilizaba el refuerzo positivo como premio, pensaba que ese profesional se vendría arriba, o sea, entendía que era posible que se relajara y bajara el rendimiento.
Como tercer motivo, y no por ello menos sorprendente para mí, me indicó que tenía miedo a parecer una jefa blanda, débil; por lo que prefería sólo generar feedback cuando necesitaba cambiar conductas que no le gustaban.
Sin duda es frustrante tener un jefe que solo te entrega un feedback cuando es negativo, pero que olvida por completo felicitarte cuando tu trabajo estuvo bien hecho y no valora el esfuerzo que conllevó realizar esa tarea.
Pero no debemos olvidar que un líder, gana la autoridad que necesita, gestionando al equipo y mandando, en su justa medida; además, debe saber que reforzar de manera positiva a su equipo, componente a componente, siempre que lo que se haya realizado sea de sobresaliente, es clave para mantenerlos muy motivados y comprometidos con sus tareas y en definitiva, aportando valor al proyecto de todos.
Para potenciar esas buenas prácticas, es necesario no dejarse en casa el refuerzo positivo, y usarlo como una estrategia más que como una herramienta puntual.
Para terminar, y tras una larga conversación entre colegas con mi jefa y amiga, le dejé unos consejos para que el refuerzo positivo, que se comprometió a utilizar con más frecuencia, provoque en sus chicos el efecto requerido:
El refuerzo debe ser sincero y cierto.
El refuerzo debe ser concreto a una situación determinada, sin generalidades.
El refuerzo debe ser gratuito, sin pedir nada a cambio.
Y por supuesto, por favor, debe darse sólo de manera intermitente...
Historias pasadas de "lasemanadeedusanchez": Os dejo, en el siguiente enlace, lo que pasaba por este blog hace 3 años para los que se han incorporado tarde y también para los amigos nostálgicos que les gusta recordar.
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