"Actuar es fácil, pensar es difícil;
actuar según se piensa es aún más difícil"
Goethe (1749-1832)
Poeta y dramaturgo alemán
En la semana que acabamos de vivir tenemos la suerte de completar el 2016 y vivir el primer día del 2017. Cerramos un capítulo, abrimos otro. Toca dibujar lo nuevo, nuestro mundo, nuestro camino...
Sin mucho enfoque, navegando perdido por la red me encuentro con las típicas listas, listas de todo y para todos, que en este caso se encargan de recordarnos típicos y famosos propósitos que por conocidos y cercanos, son más fáciles disponerlos en nuestros pensamientos que por supuesto, hacerlos realidad con nuestros actos.
Dejar de fumar. Hacer más deporte. Adelgazar 5 kilos. Leer más libros. Retomar el blog. Quedar más a menudo con amigos. Correr una maratón. Beber menos alcohol. Pasar más tiempo en pareja. Ser más felices. Dejar el trabajo que odias. Enfrentarte a tus problemas. Decir más a menudo “no”. Ser menos egoísta. No tomarme personal las críticas. Dejar de depender de mis padres. Abusar menos de los que me quieren. Gastar menos dinero en cosas que no necesito. Salir más el fin de semana. No buscar excusas. Ser más disciplinado para las cosas que me propongo. No envidiar lo que tiene mi vecino. Salir de mi zona de confort. Cambiar el mundo. Apreciar más lo que tengo. Ser un mejor ejemplo para mis hijos. Sonreír más y quejarme menos. Llamar por teléfono más a mis padres. Tener el valor de fracasar. Ser un poco más optimista.
También, parece que el cambio de año proporciona un trampolín para facilitar el salto hacia ese nuevo proyecto que te está rondando tiempo. Te impulsa, te incentiva, te reta...
¡ACTÚA YA, AHORA MISMO!
Pero los informes no te dejan dar el paso. Tu corazón quiere dar el salto mientras tu mente te paraliza, te dificulta la visión de las ventajas que proporciona tu nueva/futura vida y te alimenta (haciendo crecer) la seguridad que te proporcional tu zona de confort. Sí, esa que te está matando, la que te aprieta y axfisia.
Siempre te mandan un motivo para no lanzarte hacia la renovación de tu ser, de tu vida:
- Insuficiente dinero para afrontar contingencias.
- Competencia atrasada en tecnología y conocimiento que provoca exceso de gasto energético para ser entendido y aceptado en el mercado.
- Competencia no atrasada en tecnología y conocimiento no teniendo en nuestro poder una verdadera ventaja competitiva.
- Poca estabilidad en el entorno.
Quédate en la zona de confort. Estás a salvo. ¿Para siempre?
- Estoy endeudado.
- Otros, en otros sitios, ya están trabajando en nuestra idea.
- Nadie está trabajando en nuestra idea.
No salgas ahí fuera, quédate en casa, tu jefe velará por ti. ¿Hasta cuándo?
- Me encuentro sin financiación conseguida del capital riesgo.
- Me hallo sin patente.
- No consigo eliminar todas las pegas o/y obstáculos del plan de negocio.
- Quiero trabajar en un escenario cierto.
Me quedo en mi zona cómoda. Ya conozco las reglas. Tengo la ecuación. ¿Seguro?
- Tu momento ya pasó. Llegas tarde.
- Ese experto te lo ha dicho. Nuestro segmento está pasado. Demasiado tarde.
- No es el momento. Espera a la nueva generación de ese producto. Cuando madure.
- No es el momento. Empieza cuando el mercado se está creando.
- No. Ahora no. Es mejor. El entorno geopolítico debe asentarse.
Nunca es el momento. Siempre hay razones para la parálisis. Nunca debes saltar.
Ya lo dijo Seth Godin, por lo que se ve, el mejor momento para empezar fue el año pasado, pero no se te olvide, tras ese máximo resultado de la ecuación, siempre, siempre encontraremos el segundo mejor momento, el cual
es
ahora
mismo.
es
ahora
mismo.
¡ACTÚA YA, AHORA MISMO!
Esta semana me gustaría desearos a todos FELICIDAD y ÉXITO en este 2017 que comienza, estando seguro que actuaréis, desde ahora mismo, para rellenar las páginas del capítulo que os tocará vivir, en pleno y con los vuestros, durante este nuevo año.
El vídeo de la semana: Concierto de Año Nuevo 2017 Filarmónica de Viena Marcha Radetzky Gustavo Dudamel
Historias pasadas de "lasemanadeedusanchez": Os dejo, en el siguiente enlace, lo que pasaba por este blog hace 3 años para los que se han incorporado tarde y también para los amigos nostálgicos que les gusta recordar.
Buena y acertada reflexión, Eduardo. Para dar el salto uno tiene que estar convencido y, además, se un emprendedor. Estoy de acuerdo, hay que actuar ya. Yo soy de los que un día decidió cambiar de profesión. No es fácil, pero es muy gratificante.
ResponderEliminarGracias, J. Elías, por tu comentario. El emprendimiento hay que vivirlo. Tus experiencias no sólo enseñan sino que inspiran. Seguiremos tratando de captar todo lo bueno, que es mucho...
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