"Si tenéis un minuto, intentad resumir vuestra pasado, brevemente, y sentiros orgullosos.


Después, enfrentando el maldito folio en blanco, dibujad vuestro futuro, con pasión, con ganas de hacedlo mejor.


Será vuestro mundo, vuestro camino..."

domingo, 25 de agosto de 2024

ELIMINANDO EL RUIDO INTERNO POR VACACIONES

"El arte del descanso es una parte del arte de trabajar"


John Steinbeck (1902-1968) 

Escritor estadounidense



Ana le preguntaba durante el año el motivo por el que no escuchaba nunca. No sabía explicárselo, pero el ruido no dejaba que nada entrara en esa cabeza solo pendiente de la rueda interior que no paraba de girar.

Por suerte, llegaron las merecidas vacaciones, y no menos necesarias.

Estaba sumido en una etapa compleja, además, en general el mundo en el que se movía era cada vez más acelerado y competitivo.

Todo era inmediato y el día a día empezaba a tumbarle a través de un estrés crónico al que no le daba importancia; entiendo que ni siquiera era consciente.

Su mujer sí lo detectaba, pero no se atrevía a volver a sacar el tema. Recordaba aquella ocasión, en aquél parador tan tranquilo en la que pasaron el fin de semana, por receta de sus hijos. Todo iba bien hasta que el asunto salió a la palestra, en el viaje de vuelta. Cualquier atisbo de recuperación saltó por los aires. Y ella no quería ser nuevamente la herramienta de ignición de su malestar.

Las vacaciones, esta vez, no eran un capricho. Y el ruido, como él lo definía, había llegado a decibelios mentales nunca alcanzados con anterioridad. 

Necesitaba parar, desconectar de su rutina laboral, e invertir tiempo en ellos; en su mujer y en sus hijos.

Y apagar el ruido, por supuesto.


Salió hacia la costa; pero esta vez una costa diferente, sin mucha gente, y dentro de un parque natural. Se alejarían del mundanal gentío en una zona poco masificada, y sobre todo, cada día para llegar al mar deberían ganarse estar solos, a excepción del mundo animal marino, la posidonia mediterránea y ellos; eso sí, cuando tocaba explorar lo que les rodeaba en el agua, cada cual lo hacía a su ritmo y donde le apetecía, solos, o en grupo, cerca o lejos, compartiendo y conversando con la fauna y la flora. Apartados de toda sinfonía humana que perturbara el merecido descanso de lo nocivo, eliminando el ruido. Cualquier cosa menos problemas que ya tocaría afrontar cuando todo el "reset" hiciera su trabajo.

Y empezaron a notar como el nivel de estrés se iba reduciendo. Su presión arterial era inferior. Y mejoró la calidad del sueño, sin preocupaciones, con un estado de ánimo mejor que los preparaba para afrontar nuevos vínculos sociales y vivir experiencias nuevas percibidas como regalos.

Y psicológicamente todo mejoraba también. Era una recompensa por el esfuerzo del año, o así lo entendía él, mientras el ruido cesaba. Descanso muy merecido que aumentaba su autoestima. Elegían libremente qué hacer, cuándo, y con quién. El amplificador iba remitiendo y poco a poco las actividades resultaban en la familia más placenteras; la verdad, hacían juntos lo que era impensable en el día a día laboral, con tanto quehacer y actividades individuales tanto por trabajo como en el caso de los hijos, por estudios.

Detectó que las ruedas de la cabeza dejaban de girar, no ejercían como turbinas irascibles, y pudo disfrutar de una situación de sordera que le acercaba a una situación de total felicidad y a un bienestar general como no le había ocurrido en tiempo.

Había cambiado ruido por silencio. Y eso era el plan. 


Tras la vuelta de la costa tocaba unos días en la sierra, lo cual asentó la mejora y consolidó el estado de bienestar sordo provocado en la etapa anterior.

No fue un simple descanso de trabajo y responsabilidades. Fue una inversión en salud y bienestar. El no ruido había provocado beneficios físicos, mentales y emocionales. Sabía que ese año las mejoras perdurarían mucho después de que las maletas descansaran vacías en el armario esperando nueva oportunidad y/o las fotos estuvieran archivadas en su correspondiente año/carpeta en el disco duro elegido para la función.

Recordó momentos mágicos y reconstituyentes como la hora snorkel en la cala Tomate, la visita a la famosa playa de los Muertos, baños, cenas, paseos y algún que otro helado en San José, Genoveses, Las Negras, el paseo con vistas al Arrecife de las Sirenas; y los días vividos en plena naturaleza con buena gente, entre robles, pinos y sabinas, haciendo una pequeña parte de la ruta del Cid, conociendo Albarracín, Bronchales, el Santuario de la Virgen del Tremedal, el castillo de Peracense y rematando en Ródenas con una buena comida para retomar fuerzas y volver al hogar con la tarea bien cumplida.


Ya en casa, repasando lo vivido y comentando la jugada con los suyos, se consideraba preparado en cuerpo y mente para enfrentar los retos y desafíos que la vida cotidiana le reservaba, ahora sí, con claridad, energía, vigor y vitalidad.

Y sobre todo, con la ausencia en su interior de cualquier resquicio de RUIDO.


domingo, 11 de agosto de 2024

DE LA IDEA AL EMBALAJE. TODO ES IMPORTANTE, E INCLUSO VITAL

"Lo importante no es llegar sino ir"


Robert Louis Stevenson (1850-1894) 

Escritor británico


Juan le preguntó a su padre el por qué le había puesto a diseñar el proceso de embalaje durante el verano, que se aburría y parecía como que le había dejado un tema menor, así como para entretenerse. Estaba estudiando tercer curso de ingeniería y quería participar en la parte de diseño de producto o incluso colaborar con los técnicos del proceso de producción en la empresa familiar que algún día sería suya.

Emilio, que así se llamaba su padre, no dudó en llevarlo aparte y aclararle el motivo y sobre todo, la importancia del trabajo encargado.



Le contó a su hijo lo que le ocurrió en su momento a un empresario, muy conocido en su pueblo natal, el cual tenía por aquél entonces un negocio de pastelería industrial al por mayor. Su éxito le hizo disponer de sus propias gallinas que ponían huevos como materia prima que le garantizaba unos bizcochos de lo mejor de la región que lideraba.

Dentro de su proceso, los huevos, tras un pequeño y breve almacenaje, pasaban a una nave de al lado cercana a la granja y eran parte del proceso de producción, sin necesitar nada especial a resaltar para cambiar de una ubicación a otra. Sabían que tenían un buen producto, pero esa materia prima era parte, en gran medida, del éxito de la firma.

Tras un estudio por parte del equipo de ventas y un compañero, algo inquieto, que formaba parte de la dirección de producción del empresario citado, se detectó una gran oportunidad para vender y diversificar, generando beneficios para la firma en forma directa e incluso mejoras, sinergias y un aumento de productividad en el propio negocio principal de la pastelería.

Y comenzaron a vender y distribuir, no solo esos famosos pasteles, sino huevos para su industria e incluso para otras industrias que necesitaban ese subproducto para sus procesos de fabricación. 

Sabían que vendían calidad, pero no esperaban el revés, que en forma de reclamaciones, les llegó casi al tiempo de comenzar a entregar sus primeros pedidos. 

Resulta que un alto porcentaje de huevos llegaban y directamente eran rechazados por los equipos de recepción de los diferentes clientes; rotos, contaminados, e incluso en mal estado al haber pasado un tiempo considerable a la intemperie, en lugar de almacenados en un sitio adecuado al material y al tiempo de permanencia de tránsito y espera a la entrega en destino.

El equipo de ingeniería y producción no sabían el por qué de está reclamación en masa, y cómo atajar el problema de inicio. Estaban convencidos que sus gallinas ponían un material de primera, y revisando su proceso, seguían teniendo un gran producto de salida que seguían triunfando en sus diferentes canales de distribución. 

¿Por qué ese fracaso de esa materia prima si incluso era una parte mucho más pequeña y controlada de sus procesos?

Estaba claro, le dijo Emilio a Juan, habían infravalorado, e incluso despreciado, unas importantes y vitales fases del proceso de producción, a veces olvidadas en los equipos de diseño y proceso de fabricación. ¿Qué sabían de embalaje? ¿Qué sabían de almacenaje por grandes periodos o intermedios para consolidaciones y posteriores destinos? ¿Qué sabían de transporte de ese material solo trasladado de manera interna entre naves hasta la fecha?

Se formaron, informaron e incluso contrataron personal para diseñar todo el proceso, incluyendo embalaje y transporte. Repasaron y generaron un proceso tras un estudio del "viaje del cliente", su nuevo cliente, entendiendo la necesidad de proteger, embalar y generar unas premisas y especificaciones de producto que incluían todo lo necesario para que la materia prima de sus nuevos clientes llegara perfecta en tiempo y forma, sin más.


Juan era muy inteligente, y ahora lo entendía todo. Sabía que su padre estaba intentando generar un nuevo negocio con una parte de sus fabricados, que hoy formaban parte como subcomponente de su producto final, pero mañana podría ser parte del núcleo de su negocio, siendo un producto final más exportable, más repetible y sobre todo, más escalable. Los medios de producción eran de lo mejor de su sector, pero el producto de salida no había necesitado poner el foco en el embalaje y el transporte; hasta ahora. 

Hoy, si querían generar un nuevo negocio, necesitaban aprender de lo ocurrido al empresario, aprender de la caída y de la experiencia previa, valorar en su justa medida la importancia del diseño de un buen embalaje y proceso de transporte, y desarrollar una cadena de valor completa que no fuera rechazada, no tanto por el producto en sí, sino por la baja calidad de entrega resultante de una mala elección y pobre diseño del embalaje necesario para que en destino todo llegara en perfecto estado de incorporación a las líneas de fabricación de los potenciales clientes.

No hizo falta más explicaciones de Emilio. Juan, influido por la visión de su padre, no solo trabajó motivado el resto del verano, sino que durante el curso continuó liderando el equipo encargado de la parte de embalaje y transporte, desarrollando y optimizando todo lo que esta fase del proceso requería. Era una persona inquieta, siempre disfrutaba y vivía en forma aprendizaje, y su actitud tras esta charla no solo le valdría para ganarse la confianza de su padre y de una parte del equipo, sino que conocida su involucración en todas las tareas que le encomendaban estaba sembrando, sin duda alguna, un liderazgo que en un futuro próximo, cuando tocara, ejercería en el negocio familiar de manera firme y decidida.





domingo, 4 de agosto de 2024

BUSCANDO CAUSAS AGUAS ARRIBA

"Todo lo que nace proviene necesariamente de una causa; 

pues sin causa nada puede tener origen"


Platón (427 AC-347 AC) 

Filósofo griego




Dioni llegaba al pueblo siempre por esa época, para las merecidas vacaciones de verano. Siempre le gustaba descansar en la localidad donde había nacido y se había criado hasta que comenzó la universidad.

Encontrar a su novia, hoy su mujer, y que le contrataran en la empresa de sus suegros el último año de carrera hizo que no regresara a su pueblo para vivir, sino solo para realizar visitas puntuales, y sobre todo, su quincena en verano en la que coincidía con el grueso de la familia que seguían celebrando juntos las fiestas patronales de la primera semana de Agosto.


Era un pueblo pequeño, y su mejor amigo, que había llegado a ser alcalde, le estuvo contando desde hace algunos años atrás el gran problema que tenían con el agua del río, que desembocaba allí mismo, y la contaminación creciente desde hace tiempo que les traía de cabeza a todos los vecinos de su localidad.

Virus, bacterias, fertilizantes, pesticidas, fármacos, fosfatos, micro-plásticos e incluso sustancias radioactivas eran parte de lo que los análisis, cada vez más precisos y caros, se detectaban en una industria de control y de laboratorio de las más potentes de la zona. Esto último era normal, porque las inversiones eran cada vez eran mayores debido al creciente problema de calidad del agua que llegaba. No sabían el por qué, pero como les preocupaba el estado y la reparación, cuando era posible, su foco era el control.

Sensores, ingenieros de laboratorio y control, analíticas y una gran empresa de filtración y depuración de aguas habían ido desarrollándose y asentándose en la comarca, siendo la industria número 1 desde hace ya un tiempo.

Pero cada año, la calidad del agua empeoraba, y el dejarla útil para el consumo animal y humano cada vez era más caro; no consiguiendo en ninguna época del año ni tan siquiera la calidad mínima para poder regar las fincas agrícolas de la zona.


Un compañero del consistorio había insinuado elevar los niveles de contaminación admitidos para no seguir invirtiendo en depuración, filtraje, y elementos de medición tan precisos como caros, tanto a nivel de inversión inicial como a nivel mantenimiento. "De esta manera se tirarían menos miles de litros por la borda".- era capaz de comentar en algún que otro pleno.


Dioni les hizo recapacitar esas últimas vacaciones, desde su experiencia, ya que había trabajado como ingeniero de calidad durante muchos años en el sector industrial, y sabía de lo que hablaba.

Le recomendó dejar de invertir en la desembocadura, donde todo el proceso que les quedaba ejecutar, una vez el agua llegaba a esa zona en estado lamentable, no era otro que un gasto en aumento y con tendencia creciente tanto en control como en un intento de reparación del desastre en el que llegaba ese vital fluido de vida.

Siguiendo sus instrucciones, mandaron una expedición al nacimiento del río, aguas arriba, y fueron recorriendo el mismo para investigar en el origen, descubriendo que a un tercio de la longitud del curso del río, existían una serie de industrias muy contaminantes que no cumplían las normas, y casi a menos de 60 kilómetros de la desembocadura, se encontraron una localidad muy grande que no cumplía con los mínimos requeridos de depuración de aguas fecales, por lo que el esfuerzo de control y reparación tendía y tendería a infinito, por mucho que el alcalde y los vecinos tuvieran el compromiso de mejorar su agua en destino.

Cerraron las fábricas que no pudieron mejorar sus procesos de residuos; eliminaron los mismos en las industrias que se adaptaron a norma, y las depuradoras de la localidad, tras una gran inversión, se adaptaron a los tiempos y generaron un impacto cero, negativamente hablando, sobre el agua limpia que pasaba por su término municipal.

Y el agua volvió a llegar clara, cristalina, pura y sin contaminar. Y los controles se relajaron. Y las inversiones en destino, en laboratorios y tratamiento de aguas, se transformaron en laboratorios de alto impacto para otros sectores a nivel nacional, como el farmacéutico y agroalimentario.


Dioni aprovechaba esta experiencia personal para contarlo siempre a alumnos de su curso de post-grado y a los ingenieros junior (y no tan junior) que pasaban por sus charlas, formales e informales. Y eso es precisamente el principal problema en los negocios industriales que se enfocan en el control de calidad y no en el aseguramiento de la misma.

El control provoca un aumento de costes de no calidad, eliminando a veces que el problema no llegue al cliente, pero tapando realmente los verdaderos problemas que los provocan. De esta manera, el proceso de mejora no se produce, y los problemas de calidad actúan como un cáncer en un ser vivo que no da la cara. Y los costes aumentan. Y la productividad se minora. Y las empresas se vuelven cada vez menos competitivas. Y el cuerpo o la empresa acaba muriendo.



Dioni había trabajado mucho con ingenieros de proceso, sistemas de producción y de gestión de calidad, y siempre había enseñado y provocado en todos los departamentos a su cargo que la única fórmula de la mejora continua, la productividad y conseguir un buen producto de calidad era la búsqueda de las diferentes causa-raíz aguas arriba, revisando el proceso desde el inicio y buscando una cultura que fabricara en origen calidad y no controlarla o repararla. Solo así, de esta manera, se consigue un proceso productivo de calidad, y un compromiso por la fabricación a la primera de todos los componentes de la empresa. Y lo que es mejor, una empresa productiva, de futuro y competitiva.