"Si tenéis un minuto, intentad resumir vuestra pasado, brevemente, y sentiros orgullosos.


Después, enfrentando el maldito folio en blanco, dibujad vuestro futuro, con pasión, con ganas de hacedlo mejor.


Será vuestro mundo, vuestro camino..."

sábado, 31 de diciembre de 2022

PASEANDO EL 22, PLANEANDO EL 23

"La incertidumbre es una margarita 

cuyos pétalos no se terminan jamás de deshojar"


Mario Vargas Llosa (1936-?) 

Escritor peruano




Poco más de un día para rematar un año complejo y duro que ya se va haciendo largo desde que todo cambió allá por marzo del 2020.

Decidió salir a andar por aquellos caminos que recorría con su grupo de Andarines, cada domingo, desde hace más de seis años.

Era un día laboral, por lo que no se cruzó con casi nadie, salvo dos corredoras jóvenes en la zona del camino que rodea los molinos de viento. Se fijó en el viñedo y se le ocurrió que el ciclo anual de las personas se repite también para la vid, ahora recién podada, tras dar el fruto en el mes de septiembre y preparándose para afrontar un nuevo año, ahora en reposo, preparándose para cuando pase el invierno.

Y así se sentía él, como las cepas, sin energía alguna, tras haber intentando dar todo el fruto del que disponía cuando tocaba, y esperando seguir aportando lo máximo el año 23, el cual se presentaba incierto, como los últimos...

Y es que la incertidumbre está con nosotros desde que nacemos. Necesitamos repuestas para saciar nuestras incertidumbres. Y el futuro nunca se muestra estático. Como el paisaje, todo cambia, se reinventa. ¿Qué nos deparará el futuro?.- Pensaba mientras seguía caminando, solo, inmerso en sus pensamientos. 

Repasó intentando vislumbrar cómo sería el trabajo, las relaciones que le tocaría lidiar, qué aportaría para mejorar a los suyos, a su entorno, al planeta...

Nos movemos entre la certeza y la incertidumbre; y la gente que nos rodea, pues depende, unos tienden al pasado, otros al futuro, y alguno que otro vive en un eterno presente.

Tras subir al cerro del Sagrado Corazón pensó en quién estará con ellos durante el año a comenzar. Y también cómo serían las criaturas nuevas que estaban en camino de entrar en su vida. Y pensó en la nueva gente que llegaría a su entorno, unos para quedarse, y seguramente otros para irse. 

Lo que tenía claro es que todo cambia y todo cambiará a un ritmo acelerado, y que el valor de la adaptación y una mente flexible será cada vez más necesario. La indecisión no tiene por qué ser mala, al contrario, pero se debe aprender a vivir cómodo en la incertidumbre. Lo contrario es un auténtico sinvivir.

Siguió su paseo y decidió que invertiría tiempo y energía conociendo su mente, conociéndose a sí mismo. Cada cual tiene que decidir si lo hace vía deporte, meditando, paseando y disfrutando de la naturaleza o en alguna terapia, por qué no.

Decidió profundizar en eso que llamaban autoconocimiento. Dedicaría tiempo a conocerse. Escribiría lo que sentía y escucharía lo que opinan los que le conocían. Cada uno tiene que descubrir lo que denominan "canalizadores" para que la emoción, la angustia, el estrés salga de dentro a fuera. No es malo apoyarse en alguien que ya haya pasado por ello; vital sacarlo, no dejarlo dentro.

Subió a los molinos, seguía sin encontrarse a nadie, se puso los airpods y observando Campo de Criptana desde lo más alto, escuchó a todo gas El Bolero de Ravel. Y lloró, como hacía muchas noches, para descargar, porque si no, el estrés y el miedo se queda concentrado en el abdomen. Se acordó que hace tiempo le habían hablado del tema de la psicosomatización de las emociones. No, no pueden quedarse dentro; porque de lo contrario aparece el insomnio, las jaquecas, el dolor de estómago, colon irritable, diarreas, etc...

Y a veces solo se trata de hablar; con la pareja, los amigos, padres, o compañeros de confianza.

Y giró de nuevo para subir al Sagrado Corazón, ya de vuelta. Y buscó al burro, pero estaba guardado en su cercado y no se acercó. Y pensó que buscaría la felicidad mediante la serenidad que le provocaba el sentir que estaba en el camino correcto. Porque aunque camine donde camine, el ser humano lo hará rodeado de incertidumbre, pero lo hará preparando planes alternativos. 

Miró al cielo y vio un milano negro, planeando, volando y avanzando según se encontraba los vientos. Y decidió no planificar nunca más, sino vivir planeando. Estaba convencido que las dificultades destrozan los planes cerrados, pero si sabes planear, seguro que se es capaz de sortear los retos que la vida te irá deparando. La incertidumbre no se eliminará nunca, al contrario, cada vez será mayor, pero es obligatorio aprender a gestionarla. Gestionar el miedo, ese que nos provoca parálisis, ese que anticipa elementos negativos, ese que nunca nos anima a hacer las cosas. Si le escuchas, al miedo, siempre te recomendará no moverte, no cambiar, y siempre acaba anticipándote dudas, "y si tal...", "y si cual...", "y si pascual..."

Y se aseguró a si mismo que, con prudencia y sensatez, decidiría siempre atravesar el miedo, y salir a caminar, avanzar, cambiar, intentar... Porque al avanzar, al tener un objetivo, las amenazas y los problemas nos forzarán a cambiar el rumbo, no pocas veces, pero también el camino nos abre nuevos horizontes que ni podíamos imaginar. Sin reto no hay éxito, y el éxito no es otra cosa que sentir Paz y silencio con uno mismo. 

Fracasar para avanzar, o ganas o aprendes. Eso sí, es difícil aceptar el fracaso. La frustración llega al instante, hay que comerse el marrón, pero si analizas la experiencia y eres capaz de aprender de la misma, esa será la forma de seguir creciendo. Incluso a veces el éxito es abandonar, cambiar de vida, de colegio, de empresa, de negocio. Y otras veces necesitamos que alguien nos empuje al cambio. Que alguien nos tire la vaca que nos da cada vez menos leche. Expulsarnos fuera de la zona de control y tras pasar el duelo de por qué nos ha pasado a nosotros, digerirlo todo y reconocer qué fue lo que nos hizo dirigirnos hacia un mejor objetivo o meta.

Eligió el fracaso como herramienta; se dio cuenta que miramos al futuro con los ojos del presente. El mundo lo cambiamos nosotros. Nuestro papel en la construcción del futuro es activo; no son otros los que tienen que elegir los capítulos de nuestra vida. El que elige los pasos a dar debe ser cada uno. Y él, dejando atrás las instalaciones de Precon, ya estaba soñando el suyo.

Llegó a las primeras casas del pueblo, pasó por el nuevo ambulatorio, y decidió que era hora de preguntarse qué quería ser, qué quería construir y hacia dónde quería ir. Sabía que le tocaba vivir en época incierta, caminar por un terreno delicado y que era fácil caerse. Pero ser inconformista era la única manera de mejorar, de reconocer lo que va mal, de luchar por cambiar lo que no nos gusta.



El mundo es interesante, emocionante, pero peligroso. Eso sí, cultivando la inteligencia, es muy difícil que no florezca algo bello. Por favor, tú, amigo, aprovecha tu descanso, tu finde, tus vacaciones y resume tu 22, siéntete orgulloso de lo conseguido y sobre todo, no dejes de planear tu 23, como el milano negro que surca los cielos, disfrutando del camino.


sábado, 24 de diciembre de 2022

CUENTO DE NAVIDAD 2022

"Honraré la Navidad en mi corazón 

y procuraré conservarla durante todo el año"


Charles Dickens (1812-1870) 

Escritor y novelista inglés



Raúl había convencido a su papá. Este año el regalo a su hermano mellizo Javier sería un perrito. A Pedro, el papá, no le gustaban mucho los animales domésticos, pero la ilusión de Rául por el regalo para su hermano, por Navidad, pudo esta vez con la idea de no tener mascotas en casa.

Eran las 8 de la mañana del día de NocheBuena, y como todos los años, sacó la hucha mágica con la forma de la cabeza de Yoda, le abrió la pequeña compuerta de la parte inferior, contó el dinero y salió saltando hacia la tienda de animales de la placeta de Santa Ana con sus 57 euros y medio. "Récord papá, este año hemos conseguido el récord".- Le gritó a su padre antes de tirarse de la puerta, casi sin ponerse el abrigo y por supuesto, ni acordarse de abrochárselo para protegerse del frío que hacía en esas fechas.

Se paró un momento ante el escaparate y sin dudarlo, decidió al instante que el elegido sería un bichón maltés, aunque le daba igual que le vendieran cualquiera de los cuatro peques que se veían desde fuera. A Javier le vendría bien este tipo de compañero: paciente, tranquilo y juguetón. Además había leído que la paciencia de este tipo de perrito era infinita, y eso le vendría de perlas con su hermano, pensó también para sus adentros Raúl.

Todo cambió cuando el vendedor le pidió 115 € y él le dijo que solo tenía algo más de 57, por lo que tendría que hablarlo con su padre y, antes de irse, le preguntó si lo podría pagar a plazos. Sin responder a su pregunta, el vendedor le indicó que incluso por 30 € se podía llevar uno que estaba solo, al final de la tienda, en una pequeña caja de metacrilato abierta en la parte superior. Por lo visto este bichón tenía un porblema en la cadera y cojeaba, además la pata la tenía como deformada y algo más pequeña.

Raúl no entendía nada, y sin mediar palabra y enfurecido salió de la tienda sin despedirse, por lo que el vendedor, que tampoco entendía la actitud del muchacho le siguió hacia la calle a ver qué ocurría. Raúl hablaba muy alterado con su padre, éste le consoló con un tierno abrazo, le dio la mano y se alejaron juntos andando en dirección a su casa.

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Solo había pasado una hora cuando el niño volvio a la tienda. Le dejó en el mostrador 115 € (que le había prestado su padre), y también un sobre cerrado con una frase escrita que rezaba "abrir cuando me vaya. Firmado: Raúl". Cogió el perrito y se marchó indicándole al señor que ojalá algún día se convirtiera en una mejor persona.

El vendedor dejó el sobre en la caja registradora para seguir atendiendo a clientes, por lo que no se acordó más de lo ocurrido hasta el cierre de la jornada. Tras echar la llave por dentro y bajar la persiana, como todos los días, hizo la caja y vio el sobre; se sentó en la silla que tenía tras el mostrador y lo abrió, cogiendo la nota doblada que había dentro del mismo.

"Estimado señor vendedor, quiero que sepa que lo diferente, lo distinto, vale al menos lo mismo que aquellos que ustedes creen que son iguales, o según dicen también, normales. Lo diferente vale más incluso, diría yo. Cuando se es diferente, el resto del mundo suele hacer que nos sintamos abatidos, menospreciados y menos importantes que otras personas. Esto no va de tener mejores habilidades, más conocimientos o ninguna minusvalía física o psíquica. Esto va de aceptar la diferencia como un don, ya que todos podríamos encontrar en nosotros mismos factores que nos hacen únicos, y no por ello inferiores. El valor no es lo que la sociedad quiera cuantificar, según la cultura disponga, etiquetando de una manera arbitraria, a criterio del humano de turno. Nadie vale más o menos que otro, y menos con las reglas de la tierra. Le pido a Dios que le recuerde que debemos ser humildes, y ponernos en el sitio de nuestros semejantes. También le pido que aprenda a tratar a todo el mundo, a las personas y a todos los animales que pasen por su tienda por igual, con mucho amor y comprensión. Y nunca valore a nada ni a nadie por debajo de su verdadero valor, el cual no es usted el que debería medirlo. Cuidese mucho, y gracias por haberme vendido este gran perro. ¡Feliz Navidad!

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Ya en casita Pedro le dio permiso a Raúl para subir a despertar a su hermano y darle el regalo de Navidad. Abrió la caja y cogió al perrito, se emocionó mucho y los ojos se le rasaron de lágrimas, lagrimas de amor; como todos los años, rezó por su mamá, que desde el cielo seguía siendo la luz de guía de su familia,  y volvió a meter la mascota dentro con delicadeza. Subió como un rayo las escaleras, dejó la caja con el perrito debajo de la cama, subió la persiana, retiró la manta con brío y se abalanzó sobre Javier para abrazarlo y hacerle cosquillas como todas las mañanas que no tenía colegio.

Javier estaba sonriente, sabía que hoy tendría el regalo de su hermano, y antes de incluso sentarse en la cama, ya le había Raúl puesto una caja encima de su tripita. La abrió, y un precioso perrito se asomó, haciendo de Javier el niño más feliz del universo. 

¿Podemos ir al patio con él?.- le preguntó a su hermano. 

Claro.- le respondió Raúl. Pero primero te subiré un buen desayuno y te colocaré la prótesis mágica en tu pierna, piratilla pata palo, ¿o es que quieres jugar todo el día a la pata coja?



Por un mundo que no valore a las personas ni por su inteligencia, ni por sus talentos, ni por sus habilidades, ni por su físico, sino por la capacidad de situarse en el sitio del prójimo, olvidándose del yo y sustituyéndolo por el tú. Que logremos aparcar nuestro ego y lo convirtamos en bondad prestando ayuda a los demás de manera desinteresada. 

Escuchemos a los nuestros de manera más activa, desde nuestro corazón y seguro que apreciaremos de verdad tanto sus sentimientos como sus necesidades.

Qué cada vez seamos más humildes y empáticos, y que aprendamos a tratar a todos por igual, con amor y comprensión.

¡FELIZ NAVIDAD!

domingo, 18 de diciembre de 2022

DESACELERANDO ANTES DEL PARÓN

"Cuando no se encuentra descanso en uno mismo, 

es inútil buscarlo en otra parte"


François de La Rochefoucauld (1613-1680) 

Escritor francés



Manu había tenido un trimestre fin de año muy complicado. Le habían recomendado descansar, pero todavía le quedaban diez días para poder retirarse un par de semanas y volver con la energía completa para afrontar un 2023 que también se presumía fino en cuanto a incertidumbre y retos en su sector.

Hablando con un buen amigo le comentó que el domingo irían a visitar una zona en las afueras de su localidad con un gran conocedor de la misma, el cual seguro que les proponía mucha información durante el paseo y les serviría tanto para seguir ampliando conocimientos de sus raíces como conocer lo que pasaba años atrás en su tierra y, sobre todo, descansar de ese reciente periodo cargado diríamos de alto estrés.

Realmente no era el parón completo que necesitaba y seguro que éste llegaría para Navidad, pero decidió apuntarse a la salida del domingo por la mañana a ver qué pasaba. Y la verdad, todo se dio genial, ya que no conocía la zona aun estando muy cerca de donde vivía y le impresionó cuánta historia y arte había detrás de lo que hasta la fecha, para él eran simplemente rocas.

Dejaron el coche a unos cuatro kilómetros del complejo a visitar, y pronto se adentraron en una de las 21 canteras que se habían descubierto en la zona denominada Piédrola (piedra pequeña), era la cantera C5. Luis, el profesor les indicó que en la cantera hacían entre otras cosas, piedras de molino, y hoy todavía se pueden ver en distintas fases de producción unas cuantas ruedas en toda la extensión del espacio musealizado. Desde aquí daban cobertura a la zona de Extremadura, La Mancha y Madrid, entre otras zonas. Como todo en la vida, tras su esplendor en la época de Cervantes, cuando escribe El Quijote, cae en picado al florecer las canteras en la zona de Toledo, de origen granítico, con bloques enormes llamados "los grandes bolos".

Manu se sentía como desacelerando, viajando al pasado y olvidándose por un rato de todos sus problemas laborales de estos últimos días.

- El cantero aprovechaba la veta normal de la roca para incluirles cuñas metálicas, de esta manera separaban el bloque que querían usar para las ruedas de molino. Se aprecia un trabajo con una técnica evolucionada mediante la mejora continua... - iba explicando el maestro.

Aprendieron sobre molinos, de viento, de agua, de aceite, y cómo tenían que generar pasillos para sacar las piedras a través de carros y sistemas de arrastre de animales. 

Por otro lado, escuchar que en el centro de la península una vez hubo agua de mar, y la arena comprimida y el paso de los años generaron roca arenisca era un regalo para sus oídos.

El trabajo se pagaba cuando la rueda se montaba en modo llave en mano, en el molino funcionando. Y se podían ver piezas a medio hacer, con defectos.- les decía Luis.

Encontraron negativos y fósiles vegetales durante la charla. La desaceleración continuaba haciendo su efecto en la cabeza de Manu mientras Fernando, otro de los amigos, le llamaba para señalarle lo que según él era una huella de animal a modo de marca en el imaginario paseo de la fama de Piédrola.

- En el 1545 la labor de cantero era una de las más distinguidas - Manu se imaginaba los carros, los animales, las cuñas y los canteros, cada uno haciendo su trabajo encomendado.

En su ruta encontraron también cuantiosas "ripple-marks", marcas procedentes de un pasado lejano, formadas por corrientes de agua en la época en la que el océano cubría nuestra zona.

Siguieron recorriendo la zona, y encontraron hojas fosilizadas en una roca datada en millones de años atrás...

Cambiaron de zona, recorriendo caminos de la mancha, y tras una nueva parada, Luis les descubrió una zona donde se puede observar un asentamiento árabe, de la época de Abderramán III, que lo habían formado unos migrantes de la época, parte de la civilización árabe que fue expulsada del sur de la península y se quedaron en esta localidad al encontrar agua de muy buena calidad. Les contó que son los que llevaron a la zona por primera vez los molinos de agua, siendo el diezmo su fuente de riqueza principal al ofrecer la molienda del cereal a los agricultores locales.

Por último, para rematar la visita, les explicó y enseñó una zona donde han encontrado una necrópolis árabe. Durante la excavación encontraron siete tumbas alineadas, en dirección noreste-sureste, las piernas extendidas y la cabeza inclinada mirando hacia La Meca. De momento, todo está nuevamente tapado, a esperas de poder continuar las excavaciones e investigaciones.


Ya en casa, tras una ducha reconfortante y necesaria, Manu se sentó en el sillón de lectura de su habitación. Esta vez no cogió ningún libro, no se puso los auriculares para escuchar música, simplemente repasó lo que había vivido durante la mañana con un excelente grupo de amigos, un gran profesor que desprendía pasión por todo lo que explicaba y en definitiva, se dispuso a soñar y disfrutar de nuevo de una mañana mágica entre canteras, cementerios y villas árabes en su propio término municipal, desacelerando antes del parón.

domingo, 11 de diciembre de 2022

UN BUEN NEGOCIADOR

"No podemos negociar con aquéllos que dicen, 

«lo que es mío es mío y lo que es tuyo es negociable»"


John Fitzgerald Kennedy (1917-1963) 

Político estadounidense


Hacía tiempo que no coincidían en la cafetería de la planta baja del edificio de la central y aprovechó para saber como le había ido durante el último proyecto en la nueva delegación.


Siempre había sido un buen negociador, por lo que la empresa lo utilizaba en esas cuestiones críticas cuando necesitaban generar acuerdos, y en este caso, cuando decidieron afrontar esa zona mediante la adquisición de la competencia, nadie dudó de los jefes en que la persona correcta para inicial el proyecto era él.

El tampoco dudó, y Alex decidió irse a vivir allí durante dos años, pero aseguró su vuelta a la central, como siempre, sin dejar ningún fleco suelto antes de firmar su nueva posición.

Para él estaba claro, y como siempre decía, la vida en sí es un acto de negociación. Siempre estamos negociando, y no pocas veces este proceso es con nosotros mismos.

Siempre aprendíamos mucho durante cualquier tiempo que nos regalaba en su apretada agenda, por lo que nunca le faltaba alguien alrededor, en el trabajo y fuera de él; y daba la sensación que mientras estaba reunido, además de enseñar, te estaba analizando y por supuesto, aprendiendo.

Definía el proceso de negociación, a diferencia de un acto de competencia, como un lugar espacio-tiempo en el que siempre se puede encontrar un mejor trato para ambas partes. Se trataba de coopetir, o colaborar compitiendo.

En su larga experiencia siempre le decía a su equipo que individualmente y como grupo, siempre se tiene más poder del que se cree, por lo que se trata de probar y buscar los límites del poder de tu oponente. 

No entendía decidir en ningún punto, por pequeño que fuera, sin haber pasado por un proceso de preparación previo sobre el mismo. Escribía un plan, y no dejaba salidas de emergencia sin analizar, diferentes caminos que explorar y posiciones de pausa, en caso de que la negociación no fuera por el camino que había diseñado.

Nos animó a eliminar el miedo a la hora de negociar. Evaluar las diferencias entre las partes, pero no amilanarse por muy grandes que estas fueran.

Siempre, aunque sabía que en el proceso negociador a veces se partía desde la parte dominante, evitaba hablar más que escuchar. Cuando algún colega hablaba de más, en cuanto podía, le recomendaba callar. 

"Escucha el doble, y cuando te toque hablar, nunca critiques." 

Durante el proceso negociador no se trata de ganar; el que pierde queda herido, y aunque la herida cicatrice, es un mal recuerdo a la hora de volver a negociar cuando toca en el futuro. Y si no es fácil perdonar, menos lo es olvidar cuando algo en el pasado nos ha dañado.

También tenía claro que en el proceso negociador no es normalmente entre iguales. Le había tocado hacerlo muchas veces en posiciones de autoridad asimétricas, pero siempre afrontaba el trabajo con determinación, olvidando su posición inicial de desventaja. Una vez zambullido en la tarea, el camino y la meta estaban por encima de las jerarquías. 

Nunca arrancaba una negociación con un sentimiento limitante; ni por los hechos, ni por los promedios, ni por las estadísticas. Al contrario, lo que espera tras un buen trabajo es en lugar de límites, abundancia.

Y ojo con aquella persona que tiene una necesidad imperiosa de caer bien. En una negociación siempre habrá conflictos y podría ceder demasiado, por lo que no podrá nunca generar acuerdos que beneficien a la parte que defiende.




Quedaron en verse otro día, tranquilamente, antes de fin de año, pero mientras que se despedía con un buen apretón de manos, Alex le recomendó que para crecer en la empresa y en la vida no parara de ponerse cada vez metas más altas. Le indicó que no había visto a nadie ir descubriendo capítulos exitosos sin arriesgar, y sobre todo, sin estar preparado para trabajar muy duro y de manera paciente. No existen los atajos, amigo.

domingo, 4 de diciembre de 2022

EL SISTEMA DE INCENTIVOS DENTRO DEL PLAN DE MEJORA DE LA PRODUCTIVIDAD

"Si nos cruzamos de brazos seremos cómplices de un sistema 

que ha legitimado la muerte silenciosa"


Ernesto Sábato (1911-2011) 

Escritor argentino



Se quedó un rato más en la oficina, solo, con apenas la luz de ese aplique al lado del monitor, pensando que deberían mejorar la productividad de manera urgente si no querían caer en la trampa que muchas veces le había indicado su jefe en los últimos años; "morir de éxito".


Sabía que debían cambiar los indicadores para medir objetivos, replantear los mismos y alinear los esfuerzos, pero también conocía los peligros de un mal diseño del sistema de incentivos.

Recordó cómo acabó el tema de las cobras en Delhi. El objetivo era acabar desde el gobierno británico con las cobras (masivas en número, por cierto), pero lograron incentivar la cría ilegal de las mismas que acababan comprando, y cuando desincentivaron la entrega de cobras muertas, los criadores clandestinos soltaron sus crías de cobra (ahora sin valor alguno) con lo que Delhi acabó teniendo más que al inicio de la ocupación británica.

Le gustaba recordar esta historia, al igual que la de las ratas sin cola de Vietnam tras la métrica propuesta por el gobierno francés una vez ocupado este país, ya que si se simplifica y no se tiene el suficiente cuidado, un sistema de incentivos basado en una métrica que acaba siendo resultadista puede volverse en nuestra contra, y tanto que sí.

Recordó cómo termina en términos de productividad cuando se enfoca una organización a trabajar e incentivar el cobro por horas. Más horas, más salario, sin importar la eficiencia de la tarea y menos la calidad del producto resultante de salida...

Se trata de irse a casa una vez que se termine el trabajo en tiempo y forma, y no sacar más y más de algo que a veces, ni hace falta en cantidad, ni es lo que se requiere. Pagar por un trabajo bien hecho, por proyectos. Calidad vs cantidad.

Un colega le dijo una vez: "enséñame el incentivo y te enseñaré el resultado". 

Tenía muchas dudas pero también alguna cosa clara. Por un lado, el nuevo sistema de incentivos podría volverse en su contra, y por otro, necesitaba motivar a su equipo para llegar al frente de batalla (el año que viene sería un periodo lo más parecido a una verdadera guerra, en el sentido empresarial) con una firme convicción de que todo lo que ocurriera merecería la pena, y nadie saldría no recompensado por el esfuerzo, la lucha y las ganas que le habían puesto en los dos últimos años y sobre todo, la energía y actitud que necesitaban disponer de cara al futuro.

Había repasado varias veces los sistemas de incentivos que ya habían desarrollado en su empresa. Cómo lo habían montado, el desarrollo del sistema y, por supuesto, el declive y la derogación de los mismos. Y recordó la Ley de Goodhart, cuya formulación original era:


"Cualquier regularidad estadística observada tenderá a desplomarse una vez se presione para utilizarla con propósitos de control".


Esta ley tiene implícita la idea de las expectativas racionales, mediante la cual, las personas son conscientes de las implicaciones de sus acciones y actúan de acuerdo a ellas.

Bien está; si me pagas por horas, ya me encargo de estar el máximo tiempo posible. Si te interesa el número de clavos, pues con la cantidad de hierro que me entregues, minimizaré el tamaño de los mismos y tendrás el máximo que pueda. Si quieres ratas, pues las crio y las mato, y te las llevo. Si quieres solo colas, pues hago que tu ciudad en lugar de tener ratas tengan ratas sin cola. Las cobras y los criadores furtivos, etc..., etc...

En fin, Javier decidió cerrar el ordenador, recoger el maletín y volver a casa tras una nueva jornada larga y un poco gris, como últimamente estaban siendo las semanas que encaminaban al cierre del año.

Ya en el coche, condujo pensando cómo los sistemas en la empresa eran complejos, y los problemas que podrían venir con una simplificación de los mismos y una orientación a un solo objetivo, o peor, a una métrica, por lo que si no se afinaba era posible conducir el negocio a un resultado horroroso.

Visionó el frente de batalla. Pensó en sus soldados, y en sus mandos. Repasó cómo decide, en general, cualquier persona ante un problema general si se le orienta a una métrica en particular. No veía a nadie dirigiéndose sino al camino de la máxima ventaja individual, el de su propia conveniencia y nunca veía a nadie recorriendo la ruta que favorecía al bien común.

El poder de los incentivos, la alteración de nuestro comportamiento y la dificultad a adelantarnos a sus efectos. El ser humano cambia según el incentivo, aprende, se adapta y acaba usándolo en su propio beneficio. Eso sí, siempre y cuando no se consiga generar un propósito común mediante un equilibrio entre el corto y el largo plazo, así como un proyecto ganador para todas las partes.

Cuidado solo con decidir mediante métricas y no teniendo en cuenta a las personas, y su comportamiento. Cuidado con las decisiones basadas en datos.



¿Qué pasa con la intuición?, ¿la experiencia? Eran preguntas que le iban calando en su cabeza, ya en el garaje, a punto de abrir la puerta que le conduciría a encontrarse con su familia, por fin.

Aprovechó mientras subía las escaleras y dejaba los trastos en el despacho. 

No se trata de medir lo fácil, descartar lo que no se puede medir, si no se puede medir no significa que no sea importante, y tampoco concluir que lo que no se puede medir, no existe. 

Mejorar la actitud, buscar métricas de la parte real sin denostar al humano, enfocarse en resultados globales y no en métricas superficiales, simples y muy focalizadas en un árbol, de las que no mejoran el bosque, al contrario, se lo cargan...

Resolvió antes de abrir la puerta de la cocina, donde encontraría a Lisa, su mujer y a Mario y Ruth, sus hijos, que no diseñaría esta vez un sistema de incentivos que lo llevaran a unos malos resultados o que le hicieran prisionero de los mismos. En definitiva, se cuidaría de incentivos diseñados a corto para intentar resolver problemas estructurales que tenían a largo.

domingo, 27 de noviembre de 2022

CICLOS QUE TERMINAN, CICLOS QUE EMPIEZAN

"El arte de dirigir consiste en saber cuando hay que abandonar la batuta 

para no molestar a la orquesta"


Herbert Von Karajan (1908-?) 

Director de orquesta austríaco


 

La semana nos traía muchas emociones a la familia, ya que culminaba con un fin de semana movido, entre otras cosas porque cuando tienes músicos en la misma, la semana de Santa Cecilia siempre está repleta de conciertos, cenas y celebraciones varias.

Pero el movimiento no empezó con la entrada de Eduardo oficialmente en la Agrupación Banda de música de la localidad, sino que fue su padre el que en este caso, en lugar de comenzar la andadura de un grupo, dejó de pertenecer a otro.

El ciclo de la vida es así, con sub-ciclos que van cerrando puertas por un lado mientras que se abren por otro.

Todo tiene su principio y su fin, y a veces por decisión propia mientras que otras la decisión te la dan hecha, lo que se suponía que era un grupo en el que aportabas cosas, los tiempos y las circunstancias hacen que sea el momento de echarse a un lado y dejar que otros actores hagan que todo funcione mejor o al menos, de otra manera.

Hay que saber cuando es nuestro momento, y sobre todo recordar todo lo que has aportado al equipo, a la vez que agradecer a todos los componentes del mismo lo que te han regalado a ti. Ahora, no mirar hacia atrás y desear a ese grupo que fue el tuyo todo lo mejor, y que nunca olviden que la cota alcanzada en un futuro también fue gracias a todos los que en algún momento, desde el principio, apostaron porque el equipo se desarrollara y creciera.


Pero volvamos a Eduardo, y a la banda. Dejemos de hablar de lo que se termina y contemos el ciclo que empieza, que ilusiona. Hablemos de arte, de música y de cómo este niño de 11 años ha comenzado su andadura en una gran familia, una banda de música que lo ha acogido como se recibe a algo más que a un miembro de un grupo cualquiera, con un verdadero sentimiento de pertenencia.

Dice Wikipedia que la música se define como el arte de combinar los sonidos en una secuencia temporal atendiendo a las leyes de la armonía, la melodía y el ritmo, o de producirlos con instrumentos musicales.

Siglos antes, Platón, el gran filósofo griego, decía que: “la música es un arte educativo por excelencia, se inserta en el alma y la forma en la virtud”.

Pues a mí me parece precioso, si nos paramos en la definición de Platón, que cuando hablamos de música, estamos hablando de arte, de educación, y de cómo llega a nuestro alma, además de formarnos en la virtud.

La madrina de Eduardo ha sido Carmen, su hermana, miembro de la banda desde hace ya 5 años. Carmen empezó con música y movimiento en la escuela municipal de música, pero muy pronto decidió que la música para ella estaría siempre acompañada de la trompeta; y con este instrumento entró en el conservatorio.

También le ha ayudado querer a este instrumento una persona que le enseña en la academia, y que le acompaña en la banda, y que cuando ve que la necesita, le enseña en la vida en general con grandes consejos; se llama Sara y hoy no ha estado muy lejos de Carmen y Eduardo.

Se ha acordado de sus padres, de sus abuelos y de sus tíos y primos, los cuales, ha dicho que se han encargado de animarle siempre; de la parte logística, de traerle y llevarle a ensayar y de disfrutar (entre comillas) de todo el recorrido que un músico pasa desde que sopla sin sonido, con ruido y al final, logra hacer descubrir a la familia que desde una trompeta también puede salir música agradable, melódica y que no ponga en riesgo la buena relación con los vecinos de toda la vida.

 

"Pero hoy no es mi día, ni el de nuestros vecinos, sino el tuyo, Eduardo".- decía Carmen para comenzar a hablar de Eduardo, su hermano pequeño, el nuevo Educando, dedicándole estas palabras.

 

"De ti depende, de lo que estudies y de lo que progreses en el arte de tocar la trompeta, para que lo más pronto posible dejes de ser la hermana de Carmen, para ser Eduardo, el trompetista.

No lo tienes fácil, ya que al elegir el mismo instrumento las comparaciones, que siempre son odiosas, no te van a faltar. y además has tenido mala suerte, ya que yo soy muy, pero que muy buena. vamos, que el listón lo tienes bien alto.

Pero lo que te recomiendo es que seas tú mismo, que estudies mucho, y que si te gusta de verdad, no hagas caso de nada.

Aquí van algunos consejos:

-         - Disfruta de la música,

-        - Disfruta del ambiente de la banda,

-         - Pásalo bien con tus amigos, que entran contigo hoy,

-         - Aprende y escucha a los que estamos, pero crea tu propio criterio, conforme crezcas.

 

También quiero darte las gracias, porque la música necesita de músicos, de personas como nosotros, y de una cantera que mejorará seguro lo que hay, aunque no lo vais a tener fácil; porque somos muy buenos.

Una vez escuché a un profesor que tenían compañeros que no tocaban bien ciertas obras porque no las habían aprendido bien de pequeños, por lo que te aconsejo que estudies lentamente, aprendiendo las obras poco a poco, pero de manera segura. La base es muy importante, y tu nivel del futuro dependerá de lo que hagas ahora que estás empezando este bonito camino.

No se trata de solo aprender la técnica, sino de crecer como persona, y la banda y la música te ayudarán en este reto. Sacrificio para ir a ensayar, estudiar y estudiar, trabajar en equipo para ayudar a tu cuerda, y a toda la banda, y en definitiva, crecer como buena persona, que por cierto, ya lo eres.

Y poco más, vamos a lo que vamos. Eduardo, te entrego esta trompeta para tu educación musical, mantén la mente y el corazón abiertos, cierra los ojos y deja que la trompeta suene…"



En fin, mucho que aprender de la música, de la gente joven, y de los valores que de ella se desprende y que son una gran esperanza para un futuro prometedor.


¡¡¡Y viva Santa Cecilia!!!

domingo, 20 de noviembre de 2022

JÓVENES Y MAYORES EN EL ENTORNO LABORAL

"Los cuarenta son la edad madura de la juventud; 

los cincuenta la juventud de la edad madura"


Victor Hugo (1802-1885) 

Novelista francés


Coincidieron en la mesa el financiero y el que llevaba redes sociales y la parte informática del nuevo sistema de gestión. Leo tuvo que cambiar su mapa mental cuando el que tenía aproximadamente 55 años, pelo totalmente blanco y vestido con camisa y chaqueta azul marino le indicó que era el Community Manager, mientras el treintañero con un polo por fuera de un pantalón tipo "chinos" llevaba el Departamento Financiero.

La edad no tenía que estar reñida con la productividad, pensaba Leo, mientras se dio cuenta que mucha culpa la tenían los organigramas clásicos y la manera de ir ascendiendo en la escalera del poder y la responsabilidad, sobre todo en empresas nacidas en los 70 y 80 del siglo pasado. Tenía claro que solo las empresas que trabajaban en la diversidad cultural, abiertas y visionarias son las que están y estarán mejor preparadas para generar un proyecto sostenible y sobre todo, libre de discriminaciones. No pudo evitar llegar al tema discriminatorio por edad, algo que afecta, por tema de distribución de edades, cada vez a más gente.

Recordó una charla en su Escuela de Negocios en la que se habló de edad real vs edad subjetiva. Se trata de no ser joven o mayor, sino de sentirse más joven o más mayor. Y está demostrado que cumplir objetivos mejor, alcanzar mayores rendimientos y desarrollar ambientes de trabajo dinámicos se llevan a la práctica con personas y líderes que se sienten mucho más jóvenes de lo que su partida de nacimiento indica. Se baja y mucho la edad subjetiva si el profesional siente que su trabajo importa y además, si las tácticas de recursos humanos de la empresa no excluyen ninguna opción por motivos de edad.

Leo estaba ilusionado, sabiendo que los números de la población activa de occidente le llevaban a un envejecimiento de la misma, al detectar que la edad real no era sinónima de una productividad en decadencia, sino que eficiencia, proyecto y sostenibilidad dependía de actitudes, conocimientos y proyectos ilusionantes llevados en volandas por un liderazgo que los impulsa.

El informático, con su semblante senior, muy senior, les comentó que cumplía años pero no se hacía mayor, sino que había desafiado al tiempo sin que se le encasillara como un profesional de edad que había perdido capacidad intelectual y física, sino todo lo contrario, cada vez era más flexible en sus comentarios, aportaba soluciones cuando tocaba y mostraba su experiencia y conocimiento siempre que entendía que sumaba valor. 

Por otro lado, el responsable financiero mostraba desparpajo con los números, no se sentía fuera de lugar a la hora de presentar balances y las cuentas anuales al Consejo de Administración, y había demostrado madurez participando además de forma activa en el Comité de Digitalización y Marketing Digital.

Se trasladó la conversación a que la edad no era ni más ni menos una cuestión de actitud, por lo que no es más triste en una empresa cuando ves jóvenes anclados en la queja, victimas de su presente, sin ilusión y con un "cero" en la casilla de aportaciones. En estos casos, da igual que la edad media real sea muy baja, ya que la falta de ilusión y ambición de cambiar cosas acaba envejeciendo el proyecto.

Muy al contrario si, independientemente de tener una plantilla madura, esta está compuesta por profesionales que toman constantemente la iniciativa, están obsesionados por seguir aprendiendo y evolucionar en sus departamentos, y por supuesto, siempre se  muestran gustosos de manera continua en afrontar nuevos retos. 

Para entender como es de mayor tu empresa, le decían a Leo, plantea un problema y revisa como lo afronta cada una de las personas de tu equipo. Seguro que podrás comprobar la edad subjetiva que tiene cada uno. El día a día y la escucha activa, tanto de lo que se comunica vía el lenguaje oral, el escrito y las señales que hay alrededor de las interacciones entre personas nos van indicando qué edad tiene tu departamento, o tu empresa.


Antes de despedirse, nuevamente el informático joven, el que rondaba los 55, le indicó que identificaba como los mejores detectores para la edad virtual de la gente tanto las ganas como la ilusión en lo que se hace. No hay nada mejor para quitarse años el ser positivo, sonreír y afrontar con alegría y cariño los retos que te plantea el día a día y mostrarse ilusionado ante los cambios, que llegan y llegarán cada vez de mayor entidad y más rápido, así como tener siempre muchas ganas tanto de aprender y, algo que no se lleva en gente cerrada, como de enseñar. "Para mí es un reto contratar a jóvenes de más de 50; identificarlos en las entrevistas de trabajo e incluirlos en mi equipo es de lo más reconfortante de mi trabajo".- le explicaba a Leo mientras que éste pensaba cada vez más de esa manera conforme avanzaba la conversación.

El aprendizaje continuo es algo que permite no envejecer en la empresa, y además evita caer en el conformismo y el blindaje de la engañosa y peligrosa "zona de confort".

Tal vez estar rozando los 50 le ayudaba a apoyar esta teoría de la edad, pensó Leo camino de casa...

domingo, 13 de noviembre de 2022

RECUPERANDO UN CLIENTE VITAL

"En cuestiones de cultura y de saber, 

sólo se pierde lo que se guarda; 

sólo se gana lo que se da"


Antonio Machado (1875-1939)

Poeta y prosista español



Se despidió de sus compañeros de dirección camino de un largo viaje que terminaba en la ciudad donde había quedado con el que hasta la fecha había sido su principal cliente.

Si tuviera que definir como se sentía en ese momento, Lorenzo pensó que sus sentimientos deberían ser muy parecidos a los soldados en el puerto, ya subidos en el barco, despidiéndose de sus novias, mujeres y familiares cuando partían hacia la guerra en otro lugar, incluso a veces en otro continente.

Decidió hacer el recorrido en coche porque prefería tener flexibilidad de movimientos en destino, además, la última vez le vino muy bien la carretera para ir asentando las bases de lo que quería transmitir en la reunión que todos habían llamado "la definitiva".


Era curioso, pero la relación entre su empresa y el cliente se había ido deteriorando desde que se había iniciado una etapa interna de sucesión en la propiedad, y además el entrante había aprovechado para cambiar a la mayor parte del equipo directivo, con lo que todo lo que olía a pasado causaba de inicio algo de rechazo.

Centrarse solo en el precio había ido eliminando valor en la oferta y tal vez por la obsesión de creer que el cliente siempre tiene razón, dársela, y no hacerle pensar en todo lo que se puede ganar si en lugar de posicionarse por debajo, solo por estar en la cadena de suministro como proveedor, los distintos actores se posicionaran en paralelo (como iguales), en definitiva, generando una oferta de más valor como empresa extendida.

Y sí, esa era su verdadera misión para iniciar un nuevo camino. 

Lorenzo tenía que ser capaz de transmitir cómo donde se podía ganar la batalla no era luchando entre ellos, sino generando una empresa extendida que trabajara integrando la estrategia de negocio de cada uno de los elementos que formaban parte de la oferta; desde el proveedor hacia el cliente, y del cliente al mercado. Lorenzo creía en esta visión como la única para que el proyecto fuera perdurable y competitivo. Y ni que decir tiene que esto no incluía solo a sus clientes sino también, por los mismos motivos, a sus proveedores.

Crear un modelo en que todos ganan suena bien. Lo difícil es conseguir que en el otro lado, cuando se trata de explicar un sistema de colaboración en el que clientes y proveedores ganan, le entiendan, te crean y además quieran pasar por el dolor que supone siempre, un cambio...

"Sí me esfuerzo y mi estrategia comercial hace que el cliente vaya mejor, yo iré mejor, mis proveedores irán mejor, y además, si mis proveedores me ofrecen productos innovadores, mejores, yo iría mejor y mis clientes entregarían al mercado un producto/servicio mejorado que implicaría una cuota mayor de mercado... esta es la clave y hay que esforzarse mucho en que las partes consigan entender que colaborar suma, y competir resta." 

Estos y muchos más eran los pensamientos que golpeaban una y otra vez en la cabeza de Lorenzo mientras que el viaje seguía su curso.

Paró a mitad de camino, se refrescó en el baño, dejó todo lo que su cuerpo había generado como sobrante, y tomó un refresco con cafeína para prepararse a concluir su desplazamiento.

Y su cabeza continuó su marcha; sabía que había que tocar varios aspectos para conseguir adoptar una empresa extendida, y que dependiendo de la cultura empresarial, origen, entorno, etc... sería más o menos costoso. 

El primer aspecto era el estratégico. Este aspecto implica tomar decisiones no solo pensando en nosotros, en nuestra empresa, sino en un ente superior que supera nuestras fronteras, dentro de un entorno que acoge proveedores y clientes. Pensar a nivel estratégico como nosotros y no solo como yo.

Pensar en ellos al decidir, y tener en cuenta su opinión y sus decisiones para también orientar nuestra organización. Hacer de la empresa una entidad mayor, más fuerte, y más competitiva; pero estableciendo un nuevo posicionamiento que de inicio, nos convierte, al conjunto, en más poderoso.

Como segundo aspecto pensó en la cuestión operativa. Automatizar procesos comunes, mejorar la gestión tratando la empresa extendida no como islas, sino como un único continente, y en definitiva obsesionarse con el aumento de productividad que provoca la ausencia de rozamiento y favoreciendo que el proceso simplemente... fluya.

Y finalmente, cuando la señalen la carretera le mostró su destino a solo 23 kilómetros, repasó las sinergias que este tipo de extensión entre empresas genera en cuanto al proceso de innovación. Cualquier proyecto, cualquier idea, en este ámbito extendido debe pasar y llevarse a cabo en lo que denominamos la empresa extendida. Clientes, proveedores y colaboradores deben de ser siempre los primeros en conocer y darnos una referencia sobre lo que opinan, y cual es el resultado de nuestras iniciativas innovadoras. Son los auténticos probadores de los resultados y en un ambiente de confianza deben de abortar o aprobar cada cambio. Y para que el coste sea asumible, de manera rápida y transparente. Es una manera óptima de trabajar en un verdadero ambiente de mejora continua.



Llegó al hotel, decidió darse una ducha rápida, ponerse el pijama nuevo de los Knicks que le habían regalado sus hijos y pedir la cena para tomarla en la habitación. Mañana sería un día importante y necesitaba dormir lo tratado consigo mismo durante el viaje, y sobre todo, estar al 100% en la reunión de la mañana; se la jugaban, pero sobre todo tenían que comprobar si el que había sido su principal cliente alguna vez, merecía disfrutar de un proyecto como este o, por el contrario, la nueva propiedad tenía una visión arcaica y debía posicionarse en el otro lado, que no era otro que en el del competidor.

domingo, 6 de noviembre de 2022

ÁLEX Y SU DESCONOCIMIENTO DEL PROCESO DE COMUNICACIÓN

"Solo en contadísimas ocasiones encontramos a alguien 

a quien podamos transmitir nuestro estado de ánimo con exactitud, 

alguien con quien podamos comunicarnos a la perfección. 

Es casi todo un milagro, o una suerte inesperada, hallar a esa persona"


Haruki Murakami (1949-?) 

Escritor y traductor japonés



Últimamente Álex había profundizado en el asunto de la comunicación entre profesionales ya que sin ser su propósito había molestado a personas importantes de su entorno, y pensando que no era ni de lejos su intención, sí que algo había tenido que ver su forma de comunicarse.


Partía de la base que es imposible no comunicarse. El silencio como comportamiento en sí, es una manera de comunicar. El lenguaje corporal o posturas de descalificación (invalidando los mensajes de la otra parte) son otras formas de comunicar, no muy positivas para el receptor, a veces, para la parte receptora.

Descubrió que la comunicación tenía un nivel de contenido y un nivel de relación. Las palabras tienen un significado por sí mismas, pero lo verdaderamente importante en la comunicación era descender al nivel de relación, el cual interpreta y complementa la comunicación a través de la información sobre cómo quiere ser entendido el que habla, y cómo entiende el mensaje la persona que lo recibe. Muchos problemas le habían dado no entender este axioma, puesto que no había sido capaz de hacerse entender, y no en pocas ocasiones, aun teniendo la intención de ayudar. Todo lo contrario, sus maneras habían acabado con la apariencia de desaprobación y un discurso prepotente.

Otro problema que intuía Álex era que no había entendido suficientemente cómo la naturaleza de una relación depende de la gradación que los participantes hagan de las secuencias comunicativas. Reducía las comunicaciones a un sencillo juego de causa-efecto. Pero ahora sabía que no era tan sencillo. No toda respuesta es una reacción al comunicado de la otra parte, sino que el proceso, en lugar de lineal es cíclico. Proceso continuo, que amplía, modula o rectifica con su mensaje como emisor lo que recibe e interpreta como receptor. Esto significa que no se debe interpretar el comportamiento como reacción a la otra parte, sino que es mucho más profundo, ya que hay un punto de partida diferente, otros conocimientos e incluso metas diferentes.

La comunicación es más rica que la verbal (digital), siendo de vital importancia la parte analógica, que es cómo se conoce la parte no verbal. Y como le había dicho uno de sus mejores colegas en la empresa, debía cuidar su corporalidad, las señas que hacía mientras hablaba e incluso la mirada que usaba.

Siguió recorriendo e investigando sobre el asunto de la comunicación y no le fue fácil llegar a la conclusión de que este proceso no era siempre de igual a igual; o no debiera de serlo. Saber asumir el rol que toca es vital para que la comunicación fluya, e incluso a veces no parecer que se está hablando en un idioma distinto. Esto significa, y bien que lo aprendió la última vez que le tocó interactuar con su jefe directo, que no es lo mismo hablar entre iguales, con intercambios igualitarios, o sea, en una relación de comunicación simétrica, o lo que tocaba en ese momento, que hubiera sido mucho mejor (para él), haber emprendido una relación complementaria, con intercambios entre agentes no iguales sino con un cierto tipo de autoridad. En este caso estaríamos hablando de comunicación asimétrica.



Mucho que aprender, independientemente de las horas de vuelo, pero parte de su fracaso era por no entender bien este vital proceso de la comunicación.

Ahora, mediante una escucha activa y un foco siempre puesto en la forma de comunicar, veía en todas partes códigos distintos cuando interactuaba, alteraciones del código, falsas interpretaciones de la situación, confusiones en el nivel de relación, malísimas puntuaciones en la secuencias de los hechos y sobre todo, falta de concordancia entre la comunicación digital respecto a la analógica.

domingo, 30 de octubre de 2022

EL CI GRUPAL EN LA EMPRESA

"Ningún grupo puede actuar con eficacia si falta el concierto; 

ningún grupo puede actuar en concierto si falta la confianza; 

ningún grupo puede actuar con confianza 

si no se halla ligado por opiniones comunes, 

afectos comunes, intereses comunes"


Edmund Burke (1729-1797) 

Político y escritor irlandés



Está claro que lo que mueve hoy en día una empresa son sus trabajadores del conocimiento. Se trata de las personas de la organización cuya productividad está orientada hacia el incremento del valor de la información que se genera a través de los datos recolectados en esta revolución industrial 4.0 en la que estamos inmersos.

Peter era un experto en equipos de alto rendimiento, y estaba totalmente convencido que la productividad de los especialistas no dependen tanto de su conocimiento individual, sino de la coordinación de cada esfuerzo individual en el seno de un grupo con conocimientos transversales y especializados.


Como dijo el día de su presentación, la unidad de trabajo no será el individuo sino el equipo.

Trabajaba desde las reuniones, como la forma más rudimentaria de equipo de trabajo, hasta el montaje de redes de trabajo, teleconferencias, conexiones con chats internas y las no menos importantes redes informales. Estaba obsesionado con el trabajo en equipo por encima de cualquier actuación estelar individual.

Durante su primeros días en la organización nos demostró como el nivel de un equipo no dependía tanto de la suma de los coeficientes intelectuales de los miembros de los mismos, sino de lo que él denominaba inteligencia emocional común.

Se trata de elevar el coeficiente intelectual del grupo a través de tener una gran armonía social. Esto es, disponer de una capacidad para armonizar es vital porque, manteniendo constantes las habilidades técnicas del equipo y el conocimiento de sus miembros, lo que hace diferencial a un equipo sobre otro es cuando logran trabajar en armonía. Nos demostró cómo un equipo de estas características se comporta de una manera más productiva, diestra y eficaz respecto a otro compuesto por estrellas individuales cuyos talentos, en una primera instancia, son iguales o superiores.

Lo tenía claro y siempre lo decía: Un grupo, una vez que las partes aportan determinados talentos, no pueden ser más inteligentes que la suma de las partes, pero, en cambio, sí que pueden al final obtener resultados como si fuera un grupo mucho más estúpido. Esto se provoca si las dinámicas de grupo en lugar de sumar y potenciar las diferencias, restan y minimizan cada uno  de los talentos y habilidades que componen el mismo. La dirección y los egos tienen mucho que ver con todo esto.

No hay sitio para profesionales controladores y dominantes. Se trata de conocer lo que es apropiado y lo que no, lo que toca en este juego de toma y daca que es el de las relaciones sociales en el trabajo. Tampoco sumaban nada los que denominaba como "pesos muertos"; o sea, los individuos que no participan.

En definitiva, eliminaba en sus equipos a los dos extremos: los ansiosos por participar y controlar y los que pasan desapercibidos porque no aportan.

En cambio, el alto rendimiento de los equipos que lograba formar Peter venía definido por la capacidad de sus miembros para generar un estado de armonía que en lugar de producir simplemente tareas, lo hacía fluir sin fricciones interindividuales y siendo capaces de conseguir que la estrella fuera el grupo, y no tuviera nombres ni apellidos.

Pero según me contaba, siempre las personas que formaban estos buenos equipos tenían unas características comunes muy marcadas además de tener un gran conocimiento y experiencia. Solían ser trabajadores que han establecido, dentro de la organización, sólidas conexiones en su departamento y con el resto de la empresa, ya sean redes de comunicación, de experiencia, y lo que es más significativo, de confianza.

No me quedaba todo esto muy claro y le pedí a Peter que me indicara de qué características me hablaba y para explicármelo me indicó que me fijara en uno de nuestros principales jefes de equipo, el señor Matías. Era un profesional que había conseguido desde hace tiempo coordinar eficazmente a su equipo; era de los mejores en conseguir el consenso antes de liarse a buscar el objetivo; era único para ver las cosas desde la perspectiva de los demás y muy bueno en la persuasión y en promover la cooperación, así como un maestro en evitar los conflictos. Siempre que le preguntabas cómo iba su equipo no tardaba en contestar con un "como la seda". Un autentico líder al servicio del equipo y de su empresa.



Lo teníamos claro, cada vez más las habilidades básicas de la inteligencia emocional serán vitales para el buen funcionamiento de nuestras empresas. No se trata de estrellas, sino de generar mejores habilidades para un buen trabajo de equipo, una colaboración entre individuos mejorada y un continuo aprendizaje de cómo brillar de manera colectiva. El factor decisivo es el conocimiento, hoy por hoy, por lo que la forma de colaborar será una autentica ventaja, si se hace bien.

domingo, 23 de octubre de 2022

FEEDBACK Y CRÍTICA COMO MISIÓN PRINCIPAL

"En la crítica seré valiente, severo 

y absolutamente justo con amigos y enemigos. 

Nada cambiará este propósito"


Edgar Allan Poe (1809-1849) 

Escritor estadounidense




Miguel se quedó pensativo, sentado en su despacho, durante más de una hora desde que salió del mismo Jesús.

No sabía que sus palabras en la reunión del martes habían provocado ese gran desánimo y desmotivación en su mano derecha, ya que su intención había sido otra. Quería que Jesús se activara, y con algún que otro cambio, continuara con el proyecto que en cierta forma le llamaba la atención y creía que era el camino para continuar creciendo en esa unidad de negocio.

Sabía que el feedback era necesario en el tortuoso camino de cualquier proyecto. Es como la luz que se necesita para ver, y sin él, la gente permanece en la oscuridad, sin saber para dónde y cómo moverse. Sin embargo, si el mismo se basaba en críticas no constructivas, solo se enfocaba en cuestiones negativas y además, el sarcasmo salía a pasear en situaciones sensibles es muy fácil que la luz ciegue a los caminantes y el viaje se haga diríamos insoportable.

Y Miguel era muy bueno en la visión, pero a veces se pasaba de frenada durante las famosas y duras reuniones de seguimiento.

En las empresas, los departamentos y las personas somos parte de un sistema estando todos interrelacionados entre sí, dependiendo unos de otros. El feedback es la información de cómo lo estamos haciendo y qué cambiar para que todo vaya bien. Pero no es un juicio a la personas, sino al proceso.

El silencio, cuando todo va mal o hay temas que mejorar, solo hace que el todo empeore, pues callarse gota a gota y solo explotar una vez el vaso está lleno, a rebosar, generando un cisma, e incluyendo comentarios sobre temas personales y no solo profesionales, no es la solución; al contrario, todo salta por los aires con esta manera, a veces cobarde y otras prepotente de actuar.

Miguel se dio cuenta que no solo había que cuidar todo lo técnico y lo funcional, sino que la eficacia, la satisfacción y la productividad también dependían, y mucho, de la forma en que se hable y se afronten los problemas en la empresa.

Y si su manera de activar generaba desánimo y desmotivación, tenía que pensar cómo cambiar su proceso de interacción cuando algo no iba del todo bien, o sería el primer causante de que el barco no navegara en la dirección que él mismo quería.

Decidió que la crítica adecuada sería como una brújula, y marcaría el camino que la empresa debía llevar, dejando de apuntar cuando algo no funcione a factores de carácter y enfocarse en lo que se ha hecho y qué se puede hacer para cambiarlo y mejorarlo. Se trata de no destruir a nadie, sino de aprovechar para aprender, mejorar y no volver a caer en el error, y para ello es necesario que no haya ni vencedores ni vencidos, sino convencidos.

Recordó a su amigo Levinson y al llegar a casa repasó algunos consejos que había recibido sobre el arte de la crítica:

En primer lugar, sea concreto. No generalice, y limítese al hecho en sí, comentando también lo que se hace bien, lo que no se hace tan bien y qué hacer para cambiarlo. Al contrario, rodeos, evasivas o dejarlo estar no hace nada más que ahondar en el problema, postergarlo y generar un problema futuro mayor.

Ofrezca soluciones, siempre. Si se critica algo o a alguien sin apuntar soluciones puede bloquear a la otra parte. Debe de abrir nuevos caminos, generar ideas de cómo juntos, o por separado se puede intentar mejorar y arreglar lo roto. En definitiva, tras iniciar un proceso de feedback y de mejora, hay que abrir puertas que permitan mejorar lo que no se está haciendo del todo bien.

Recuerda que en un proceso de crítica se debe permanecer presente. Esto va de la eficacia del cara a cara, y por supuesto, de hacerlo en privado. Recuerdo algún caso de crítica por email, o incluso por whatsapp, tras haber pasado varios días juntos en un viaje de trabajo. No es de recibo, hacerlo de manera diferente a una reunión personal genera eso, lo contrario, impersonalidad, algo incluso de cobardía, y sobre todo es que no deja al receptor la oportunidad de responder o solicitar alguna aclaración sobre dudas que le surjan.

Y para terminar, permanezca siempre sensible. Era una llamada a la empatía. Siempre, cuando le toque estar en el lado de la crítica (constructiva), debe procurar sintonizar con la otra parte, con sus sentimientos a la hora de encajar sus palabras, sus gestos y su manera de comunicar. A veces, sin querer, en estas situaciones somos hirientes e incluso humillantes; y lo que es peor, sin darnos cuenta. Debemos recordar que la crítica debe de abrir puertas para construir puentes hacia el lado bueno, y nunca ser inicio de respuestas negativas que generen resentimientos, actitudes defensivas y en definitiva, el alejamiento de esas partes que juntas harán camino y separadas destruirán proyectos.



Llamó a Jesús y quedó con él para el mismo lunes. Repasarían todo lo acontecido, le presentaría sus disculpas y le enseñaría la manera de cómo él el primero, y luego su equipo, afrontarían los problemas y las soluciones que seguro en el camino se encontrarían. Colgó el teléfono, sintió un gran alivio y paz, se puso la sudadera y las zapatillas, y aunque llovía, salió a pasear durante una hora, mientras caía la noche.