"El hombre es una multitud solitaria de gente,
que busca la presencia física de los demás
para imaginarse que todos estamos juntos"
que busca la presencia física de los demás
para imaginarse que todos estamos juntos"
Carmen Martín Gaite (1925-2000)
Novelista española
Tras la comida, ya con todo el proyecto firmado, salieron varios temas a la palestra que me parecieron bastante interesantes. Uno de ellos fue el tema de los fichajes, tan de moda este año en curso debido a la nueva ley que se ha dispuesto en nuestro país, y que según Jaime, y yo lo creo también, nacida como un gran error por vincular el control de horarios a la productividad.
"Esta idea es de la prehistoria".- nos indicaba el colega, y es lo mismo de difícil que entender que hoy todavía haya empresarios que sean capaces de vincular productividad con el presentismo.
Para Jaime, un gran directivo recientemente aterrizado en nuestra organización, trabajar donde y cuando quiera (o se requiera) es uno de los principales motivos por el cual fue tentado para dar el salto profesional a nuestro renovado y ambicioso proyecto. No necesita trabajar en la oficina para hacer su trabajo, por lo que fichar no forma parte de su rutina laboral; no lo requiere su actividad.
Otro director, de acuerdo con lo anterior, reclamó durante la charla que había que desterrar al enemigo número uno de la productividad, el presentismo (tan arraigado en tantas organizaciones clásicas a día de hoy, todavía).
Está muy claro que debemos diseñar un sistema de trabajo por objetivos, los cuales beban de un entorno de responsabilidad y confianza mutua (entre empleado y empleador) que permita motivar a alcanzar las metas a unos y generar proyectos rentables a otros.
Hoy, nos toca vivir en un ecosistema laboral que necesita conciliación, flexibilidad y aspiraciones diferentes de las nuevas generaciones de profesionales, los cuales nos demandan horarios flexibles e incluso tele-trabajo, por lo que cualquier ley que obligue al presentismo/control va contra natura, contra los tiempos.
El objetivo principal, en cualquier caso, será cumplir la ley sin matar nada de lo avanzado en materia de flexibilidad. Han pasado muchos años y mucho esfuerzo para desarrollar una cultura en organizaciones que han dado paso a culturas laborales basadas en confianza y responsabilidad, demostrándose un aumento en la satisfacción de los empleados, a la vez que rentabilidades sostenibles de un mayor valor que en épocas pasadas. No podemos ir para atrás en este campo, una vez conseguido avances plausibles.
Pero como interpeló Javier, apelando a su experiencia y como siempre, serenando los ánimos cuando el asunto se enciende, digamos un poco de más, "cuidado con eliminar controles horarios en sectores industriales y puramente productivos, sin más, ya que este sistema es necesario y ha dado muy buenos resultados hasta ahora".- Cierto es, también, que veía difícil medir jornadas de personas que compaginan reuniones, desplazamientos, comidas (de trabajo o no), actividades de carácter personal, realizadas a veces con clientes y otras no, etc...
Todos estábamos de acuerdo con Javier, por supuesto, por lo que hablando de consultores comerciales, directivos y personas con trabajo muy poco relacionado con la actividad industrial y productiva, conveníamos que no hacía falta una ley.
¡Qué mal nos va con eso del "café para todos"!, pero cómo simplificamos proponiéndolo cuando nuestros recursos legislativos (intelectuales, por supuesto) no dan para más...
También, entre otras cosas, estábamos seguros que ningún dispositivo electrónico para anotar horarios contribuirá a tener mejores organizaciones. No debemos olvidar que todo esto se está tratando en la era digital, en medio de la empresa colaborativa, del trabajo flexible y de la conectividad, por lo que la solución a los abusos debería ir por otros derroteros. El registro, donde no es necesario, crea una desconfianza innecesaria y provocará seguramente distanciamiento entre las partes.
Por último, hay de aquél que intente estar dentro, como organización, de la empresa 4.0 y no tengan en cuenta que la medida del talento y la motivación para conseguir los retos por parte del empleado, no es una cuestión de horas de trabajo. Las personas que trabajan en las empresas de futuro, son profesionales motivados, con talento, que sacan los proyectos adelante, en tiempo y forma.
¡No es un tema de presencia, sino de productividad!
Historias pasadas de "lasemanadeedusanchez": Os dejo, en el siguiente enlace, lo que pasaba por este blog hace 3 años para los que se han incorporado tarde y también para los amigos nostálgicos que les gusta recordar.