"No es tarea fácil dirigir a hombres;
empujarlos, en cambio, es muy sencillo"
Rabindranath Tagore (1861-1941)
Filósofo y escritor indio.
Hacía tiempo que no trataba ni tenía unas palabras con este antiguo compañero; pero son de las cosas de la vida que no buscas, al contrario, que intentas evitar ya que no te sientes cómodo y por ello, repito, lo evitas...
Si puedo definir al mismo con una característica única que pueda mostrar su principal forma de ser la palabra elegida es "crítico". Sí, pero no un profesional crítico de arte, crítico deportivo, no; es un crítico de personas, eso sí, de los que sólo saben criticar a los demás sin ton ni son.
Ni que decir tiene que se me había olvidado ese pequeño trago, cuando la respuesta del maestro Benjamin Zander a Carmen Méndez en la entrevista concedida para el periódico Expansión sobre qué le hacía sentirse bien, me recordó el episodio acaecido días atrás. Según el maestro Zander se autodefine como un egoísta por sentirse bien; y por ello, nunca habla mal de sus rivales. Según él, criticar a los demás es un síntoma de DEBILIDAD. Y sobre todo ¡quita mucho tiempo!
Y hablando de Zander, os dejo algunos de los comentarios vertidos en la entrevista comentada y parte de las enseñanzas que han sido un lujo para mí, esperando que disfrutéis de las mismas tras su lectura tanto como yo lo hice.
Ya en el I.E. dejó a alumnos y directivos con la boca abierta al rematar su charla dándoles una gran lección de liderazgo: "Dirigir es ayudar a otras personas a que descubran y aprovechen la posibilidad de ser mejores. Y esas personas no son peores que vosotros y que yo".
Y es que la palabra clave para cambiar nuestro destino y el de los demás no es otra que "posibilidad".
Y así comienza la entrevista, pidiéndole una historia con un ejemplo de posibilidad.
Ahí va:
Cuentan que una empresa manda a dos vendedores de zapatos a una región remota para explorar nuevos mercados.
Al llegar, el primer vendedor manda un mensaje: "Ninguna esperanza. Aquí la gente no usa zapatos".
Mensaje del segundo vendedor: "¡Increíble oportunidad! ¡Aquí la gente no usa zapatos!"
Con esta pequeña historia intenta demostrar que las circunstancias no son lo más importantes. Con el mismo entorno, el primer vendedor ya arranca derrotado mientras que el segundo irradia energía positiva. ¿En qué bando te encuentras?
Todos tenemos en nuestro equipo gente en una espiral descendente y otros que son más positivos. Nos cuenta Zander, que como líderes de nuestro equipo, tenemos la obligación de arrastrar a los nuestros al mundo de las posibilidades, siendo las mismas para el ser humano infinitas. No hay éxito o fracaso: lo único que importa es la contribución que hagas cada día.
Es un tema de actitud.
Un líder se tiene que dar cuenta que no valen las broncas ni los gritos, la exigencia no es el papel de un verdadero líder, porque la exigencia nunca premia. La jerarquía, entendiendo simplemente que el jefe es el que más sabe, es el mejor y conoce lo que le conviene a cada uno de sus subordinados te lleva al desastre. Lo verdaderamente mágico y que reforzará tu liderazgo es la ayuda que le prestas a los tuyos y el soporte para que descubran sus posibilidades para que sean mejores. El líder es mejor una vez que ayudando a los suyos a mejorar, el crecimiento del equipo en sí, provoca el reconocimiento de su labor como director.
Lo bonito es cómo explica la forma en la que se dio cuenta de lo anterior, que no fue de otra manera que observando que, aunque en todos sus discos aparecía su fotografía, él no aportaba ni un solo sonido a las grabaciones. Y termina diciendo: "No es el director el que hace que la música suene; son los músicos". Y dice para rematar que ésto es aplicable a cualquier empresa. Entendió que su poder residía en la capacidad de hacer que sus empleados fueran poderosos.
Que vayan tomando nota tantos directores y directoras que aparecen en las "primeras matas" en tantas fotografías...
Un consejo que nos deja es que tenemos que descubrir junto a los nuestros cómo ser más poderosos, cómo ser cada día mejores y para la gente joven, sobre todo a los brillantes, los cuales tienden a ser muy competitivos, les aconseja que no se dejen llevar por la ansiedad porque de esta manera no serán capaces de dar su mejor. Y no entiende otra manera de luchar contra esa ansiedad que aprendiendo a "DISFRUTAR" con lo que se hace, con el trabajo en sí, siendo ésta una asignatura pendiente en el mundo laboral. Merece la pena intentarlo; si se consigue, se resta a nuestras vidas mucha, mucha presión y sobre todo nos acerca a vivir mucho más FELICES.
Para terminar os dejo cómo definió el maestro, cuando tenía 45 años, lo que para él significaba tener ÉXITO:
"El éxito no es ser rico, famoso o tener poder. Es algo más sutil: ¿cuántos ojos brillantes veo a mi alrededor? Cuando la posibilidad está presente en la vida de alguien, los ojos suelen brillar".
Para muestra, un botón y me permito sugeriros que dediquéis 3 minutos a ver el siguiente vídeo que evidencia todo lo escrito y si no cae en saco roto podréis usarlo como ejemplo varias veces al día desde el momento que lo veáis.
El vídeo de la semana: BRILLO EN LOS OJOS
Historias pasadas de "lasemanadeedusanchez": Os dejo lo que pasaba por este blog hace 3 años para los que se han incorporado tarde y también para los amigos nostálgicos que les gusta recordar.
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