"Todos los cambios, aun los más ansiados,
llevan consigo cierta melancolía"
Anatole France (1844-1924)
Escritor francés.
Volviendo a casa, mientras conducía, no dejaban sus últimas palabras de resonar en mis pensamientos: "pero por suerte, amigo Eduardo, las grandes y temidas perturbaciones no sólo plantean retos, sino también oportunidades".
Qué grande, mi gran amigo, y qué poco tiempo disponemos en nuestro absorbente día a a día para echarle una mano al intento de no quedarnos atrás en la famosa curva del cambio.
Y es que todo había comenzado discutiendo sobre la actual situación de la continua caída ya no de empresas, sino de industrias completas (cadenas de televisión, compañías discográficas, fabricantes de coches, etc... intentando recuperar el norte con grandes esfuerzos por rejuvenecer modelos empresariales obsoletos). Es verdad, me indicaba, que algunos conseguirán continuar al mando del timón, pero cuántas millonarias cantidades de dinero y de clientes se habrán perdido. Sin duda, es un gran precio el que hay que pagar por la inadaptación...
Ya no funcionan los modelos actuales porque lo que más ha cambiado no es otra cosa que el PROPIO CAMBIO. Lo real hoy es el "exagerado ritmo" del CAMBIO.
Y tocaba la pregunta siempre con algo de, ¿malicia? por parte del compañero. ¿estamos nosotros cambiando con la misma rapidez que el mundo que nos rodea? La respuesta está clara:
"NO".
Los ejecutivos entendemos que tenemos que renovar los productos y los servicios cada cierto tiempo, pero damos por hecho que las estrategias, los modelos empresariales y los valores fundamentales, grabados en piedra deben ser imperecederos. Ésta última parte es la que nos lleva o llevará a la parálisis y más concretamente a luchar sólo con los cambios tras el toque de las previas crisis que lo justifiquen. Por el contrario, nuestra obligación sería tratar de crear organizaciones capaces de renovarse continuamente sin tener el agua al cuello, sin la ansiedad de la supervivencia...
No pude retenerme mis dudas en mi interior y me abalancé a preguntarle: "¿y qué factores son los que más contribuyen a la famosa inercia estratégica? ¿cuáles de ellos representan una amenaza grave para la renovación empresarial a tiempo? ¿están definidos?
"Hay muchos factores que contribuyen a ir a rebufo, pero a mi corto entender existen tres principales que enclavan la transformación en mínima.
Negación
El primero es la tendencia de los equipos directivos a negar o ignorar la necesidad de un reinicio estratégico (esto siempre se ha hecho así).
Debemos saber que todos los negocios son prósperos hasta que dejan de serlo. Lo peor de todo es cuando la alta dirección se sorprende una vez que ocurre. Está claro, si nos vemos sorprendidos por el cambio nunca tomaremos en serio estos procesos de renovación. Por otro lado, siempre hay un patrón ante los avances inquietantes: se descartan al principio; se racionalizan como anómalos; se moderan a través de la acción defensiva y, por último se afrontan con honestidad (tarde, muy tarde).
Escasez de nuevas opciones estratégicas
El segundo factor es la escasez de alternativas convincentes que se plantean a la situación actual (más vale lo malo conocido; mucho esfuerzo para poco fruto). Es conocido que la innovación sigue una ley exponencial para conseguir el éxito en alguna de las alternativas. Por ello necesitamos generar cientos de ideas improbables para crear una empresa "adaptable", preocupándonos de desarrollar una cartera de opciones estratégicas no ya incrementales, sino disruptivas.
Rigideces en asignación
El tercer factor lo integran las asignaciones rígidas que dificultan la selección de talento y capital para afrontar nuevas iniciativas, limitando los recursos para optimizar los resultados de nuestros productos y servicios actuales (nuestro querido y bendecido día a día)".- me contestó el amiguete, despidiéndose ya acoplado en su vehículo.
Y allí seguía yo, intentando encontrar respuestas a sus respuestas, o al menos, soluciones a los factores que nos retrasaban respecto al mundo y nos disponían en esa carrera trágica en la que nunca alcanzamos la meta; porque la meta es dinámica y cambia a más velocidad que nuestra carrera propone...
Para muestra, un botón y me permito sugeriros que dediquéis 2 minutos a ver el siguiente vídeo que aunque no evidencia todo lo escrito, al menos os sacará una sonrisa, como ha hecho en mí.
El vídeo de la semana: INNOVACIÓN: EL DIFÍCIL CAMBIO DE PARADIGMA
Historias pasadas de "lasemanadeedusanchez": Os dejo lo que pasaba por este blog hace 3 años para los que se han incorporado tarde y también para los amigos nostálgicos que les gusta recordar.
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