"El arte del descanso es una parte del arte de trabajar"
John Steinbeck (1902-1968)
Escritor estadounidense
Normalmente venía al despacho, decía, anotaba, dejaba, y salía pitando a sus quehaceres diarios. Era un torbellino, muy operativo, como diría el jefe.
Pero este martes se sentó en la silla, enfrente de mi mesa, y noté cómo Sandro quería hablar y algo más...
"Sabes".- me dijo. "Algunas veces, se tienen periodos en el que uno se siente bien, capaz de todo, estás pasando una buena etapa y te sientes muy productivo. Otras veces, pasas temporadas en las que parece que estás hambriento, sediento y cansado; muy cansado. En estas circunstancias no te crees capaz de terminar nada y sobre todo, no tienes nada de inspiración. Y finalmente, hay periodos que necesitas descansar".
A este Sandro me lo habían cambiado. Recordé sus últimos dos meses y desde que se había iniciado el año, no había parado. Por mi mente se me pasó la última conversación telefónica, tras la reunión con nuestro principal cliente, en la que había salido no muy contento con el resultado de la misma. No quería echarle la culpa a las dos jornadas maratonianas anteriores a la presentación, pero 10 horas dos días antes, 12 horas el día anterior y 700 kilómetros no eran el mejor aperitivo para comerte, mejor dicho, disfrutar del plato principal; en este caso la reunión anual que servía de planificación para el curso que se iniciaba.
"Este chico puede con todo",.- me repetía cuando colgué, sin saber que estaba llegando a su límite y bien podría, si no regulábamos, volverse en su contra y también, por qué no, en la nuestra. El día a día me llevó a otros quehaceres, pero el problema no se había solucionado, ni mucho menos, la prueba es que ahora lo tenía sentado en mi mesa tratando de explicarse.
Mucho se habla de gestión del tiempo, en esto del Management, pero tras este caso tan reciente, creo que es vital y muy importante el asunto de la gestión de la energía personal.
Es un tema estratégico y puede hacer que en nosotros, como empleados o empleadores, y en nuestra gente, tenga unos resultados excelentes en el corto plazo, pero también es muy probable que estemos cavando la tumba de su futuro (y/o el nuestro).
Nuestra energía es limitada. Necesitamos recargarla, con descanso. También es necesario saber administrarla apropiadamente. Si piensas un poco, reconocerás que por la mañana tienes más poder de concentración, más inspiración y eres más productivo.
Por lo tanto, deberías realizar esas tareas importantes como proyectos premium, artículos de importancia, ese email a ese gran cliente/colaborador, reuniones con impacto, en ese huso horario en el que eres "mejor", dejando tareas rutinarias para las horas en las que las pilas están algo "deterioradas". En esta parte es en la que enlazamos la gestión de la energía con la gestión del tiempo.
Al igual, cuando tenemos un viaje muy importante, o una reunión complicada o vital, es en ese tiempo dónde necesitamos estar a tope, y no en las jornadas previas, que sin dejar de ser importantes, son preparatorias pero no definitorias. Gestionar tu energía es llegar con toda la potencia al momento de la verdad.
No es cuestión de trabajar 50, 60 ó 70 horas. Es cuestión de trabajar las horas a un máximo nivel, y éste dependerá del nivel de concentración, inspiración y productividad. Tenemos que observar nuestro tiempo de descanso, de sueño y de relajación (mente y cuerpo) como el tiempo de carga de nuestra energía vital, como si fuéramos un móvil que necesita cargarse a la red. Es básico, cuando necesitemos hacer la llamada más urgente de nuestra vida, el móvil tiene que tener batería...
Pensando también en cómo rendir durante la jornada, no tires por los maratones de 4-5 horas sin despegar la cabeza del ordenador, los papeles, etc... Dos horas de total concentración bien merecen 15 minutos de paseo por el jardín (si lo tienes cerca), o la campa o el patio, incluso algún ejercicio no vendría mal. Sólo con ésto, seguro, estarás nuevamente a tope para la siguiente sesión de una o dos horas.
Como podéis imaginar, la charla duró una hora, pero pudo haber sido de dos o más, de no ser porque Sandro (y yo mismo) había (habíamos) recibido el mensaje y me propuso charlar en una semana con un plan de cambio para nuestra nueva vida, buscando el éxito personal a medio/largo plazo; por nuestro bien y por el bien de nuestra amada empresa...
Aún recuerdo las palabras del jefe, tras la última reunión mensual, sobre Sandro: "Ahora sí que lo tenemos enfocado. Está trabajando a tope y los resultados se vislumbrarán en breve por todo lo que está sembrando. Ojalá tuviéramos muchos como él, de otra forma nos iría".
Historias pasadas de "lasemanadeedusanchez": Os dejo, en el siguiente enlace, lo que pasaba por este blog hace 3 años para los que se han incorporado tarde y también para los amigos nostálgicos que les gusta recordar.