"Si tenéis un minuto, intentad resumir vuestra pasado, brevemente, y sentiros orgullosos.


Después, enfrentando el maldito folio en blanco, dibujad vuestro futuro, con pasión, con ganas de hacedlo mejor.


Será vuestro mundo, vuestro camino..."

lunes, 8 de febrero de 2016

LOS RECURSOS HUMANOS Y EL VERDADERO CAMBIO EN LA EMPRESA

"El único valor vital que una empresa tiene es
su experiencia, habilidades, innovación y conocimientos de sus empleados"

Leif Edvinsson.
Consultor sueco especialista en Capital Intelectual

Cuando esta semana me invitaron a la charla presentación y despliegue de objetivos de la empresa de informática en la que colaboro desde hace aproximadamente un año no podía imaginar la gran alegría que me llevaría a casa en la mochila de las buenas sensaciones para el fin de semana gracias a todo lo que, aunque ellos no lo sepan, se coció en esas dos intensas horas de reunión. Y es que todo lo que se vivió en esa sala era una forma de decirle a la antigua empresa, sí, antigua porque la fecha se marcará como el antes y después de la gestión de la misma, que se ha recibido el sacramento de la  Confirmación (empresarial) para marcarse unas metas más ambiciosas debido a una consolidación del tamaño, los métodos y el conocimiento que se denota en el equipo que la conforman.

Aun recuerdo esas largas conversaciones que tan de forma espontánea, a la vez que necesarias hemos mantenido el responsable de esta empresa y yo, unas veces tras intensas reuniones de trabajo, otras para cubrir esos kilómetros eternos de coche en solitario que como comentaba el otro día, toca recorrer para volver a casa, a ser posible antes de que los niños estén dormidos y parezca a pesar de haber vivido casi 16 horas, que no ha merecido la pena.Todos necesitamos el abrazo de los nuestros, su sonrisa sincera, o al menos esa escucha activa durante la cena de lo que para nosotros es una gran hazaña, aunque sacada de contexto sea poco más que una actividad ordinaria, de todos los días.

Pero no me descentro y os cuento el origen de cómo empezó todo sin más dilación. Fue hace aproximadamente un año, como os decía, tras una reunión del grupo de empresarios que de forma acertada, al menos según mi criterio, habían decidido conformar una especie de club que de aún siendo amigos, también querían compartir sus inquietudes empresariales y desnudarse (laboralmente hablando) los unos con los otros con el objetivo de compartir sus logros, sus miedos y por qué no, sus fracasos. Y es que no sabían cuánto de importante era sobre todo el ayudar al resto del grupo compartiendo los errores cometidos, que sin lastimar el ego que suelen tener estos elementos de la empresa, provocan una aceleración de los resultados de las otras organizaciones gracias al "rápido" y "barato" aprendizaje de todo lo que no se debe caer en una empresa, o al menos no repetir si se produce el error.

Durante la caña de después de la reunión y debido a que me había causado una gran impresión la alocución de mi amigo ante sus compañeros de grupo, le indiqué que me había impresionado la fuerza con la que había rematado la charla hablando de los recursos humanos y su papel principal y vital en su organización. Por este motivo me permití hacerle unas preguntas, eso sí, seguidas de unas apreciaciones que posiblemente le servirían para orientar su empresa a esos recursos que si bien lo decía, de sus respuestas se apreciaba algo de desenfoque.

Y es que no se atisbaba en su gestión estratégica que los recursos humanos estuvieran posicionados como uno de los pilares principales cuando ante la pregunta de si invertía en su departamento de RRHH centrándose en procesos de selección, formación, compensación y evaluación, la respuesta era siempre "no". Su respuesta fue: "RRHH hace las nominas, gestiona bajas y contratos y a veces gestiona algo de la formación, sí, lo de los cursos, pero por el tema de lo de la tripartita, ya sabes..."

Le sugerí que virara sus esfuerzos y el punto de mira de su enfoque hacia su gente; "ésto será tu verdadero motor constructor de productos o servicios y ellos los únicos que podrán hacer evolucionar tu oferta hacia la excelencia".- le señalé; es la fórmula más eficaz para que los clientes denoten una notable mejora y te devuelvan con creces más pedidos y más negocio. 

Intenté inculcarle que los procesos de gestión y de dirección deben de mejorarse continuamente, dando como resultado unos mejores resultados que deben reforzarse mediante una correcta evaluación. Nuestra gente necesita un buen "feedback", éste debe ser eficaz y eso sí, no usarlo sólo en caso de problema o error, sino con una mayor importancia y frecuencia usarlo como refuerzo positivo ante una correcta decisión o trabajo bien hecho.

No desaproveché la ocasión para indicarle que debía preparar al departamento de recursos humanos para fomentar las fortalezas y superar las debilidades de su capital humano. Debían ser los mejores en formar al personal, explicarían la visión del negocio, contratando a los mejores y reteniendo el talento que la empresa ostentaba. 

Además, no podían ser ratones de oficina, introvertidos y de papeles, sino que deberían ser unos grandes comunicadores además de grandes "escuchadores". Esta tarea daba un poco la vuelta al perfil que este nuevo empresario tenía pensado para la función de recursos humanos y nunca más, indicaría a nadie, y menos en público que lo que menos le gustaba de su empresa era eso de los RRHH, nunca. Y es que en ese momento se dio cuenta que no podía disgustarle ni un ápice la función que hacia posible que su empresa generara producto y sin ella todo el negocio dejaba de existir. Por ello, decidió que esta función debía pasar a ser prioritaria dentro de su organización, y por ende, dentro de sus tareas como director. 

Para rematar, tomando nota muy consciente de la importancia de esta caña-reunión, escribió en la famosa servilleta que todos usamos como herramienta de urgencia cuando no queremos que se nos escape detalle alguno lo siguiente: "Nosotros como directivos y nuestro equipo de recursos humanos deben de ser unos grandes facilitadores y organizadores dentro de nuestra empresa y debemos de obsesionarnos con mejorar nuestras aptitudes de liderazgo, creatividad, iniciativa, organizacion, compromiso e integridad."

Y chocando mi copa con la suya concluí retándole que sólo consiguiendo todo lo hablado sería capaz de hacer realidad las palabras teóricas que todos usamos sobre el valioso capital humano y sobre todo, conseguiría tener un negocio de ÉXITO.



Para muestra, un botón y me permito sugeriros que dediquéis 4 minutos a ver el siguiente vídeo que evidencia todo lo escrito y si no cae en saco roto podréis usarlo como ejemplo varias veces al día desde el momento que lo veáis.




El vídeo de la semana: IMPORTANCIA DE LOS RRHH


Nota: Cuan importantes son las personas y qué poco tiempo les dedicamos en nuestros largos días de trabajo. Sólo nos toca pensar cuantos problemas evitaríamos hablando a priori el por qué se toman las decisiones que le afectan y otras muchas veces, por qué no, simplemente escuchando y dando un sincero feedback.

1 comentario:

  1. Muchas gracias por tu tiempo y las experiencias que nos aportas cada semana

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