“Es un error contratar muchas personas para realizar un trabajo complicado.
Los números no compensarán nunca el talento:
dos personas que no saben hacer algo no son mejores que una,
ralentizarán el proceso y la tarea será aún más difícil”
Los números no compensarán nunca el talento:
dos personas que no saben hacer algo no son mejores que una,
ralentizarán el proceso y la tarea será aún más difícil”
Elon Musk
Esta semana, el miércoles hablábamos de Tesla, innovadores y visionarios. Era la hora de Estrategia y esta empresa, en boca de todos los que aman el mundo de automoción, es un ejemplo de cómo se puede irrumpir en una industria madura, con mucha, mucha innovación.
Para Pascual era un milagro cómo desde el Valle del Silicio se pudiera estar compitiendo a un gran nivel con empresas tipo BMW, e incluso rebasándole en las nuevas formas eléctricas de movilidad.
Y en ese momento me acordé de Steve, y su opinión sobre la historia de General Motors, allá por el inicio del siglo XX. Nadie recuerda a William Durant, visionario y fundador, pero todo lo contrario ocurre con Sloan, su sucesor, que desde mitad de ese siglo se convirtió en el hombre de negocios más famoso del mundo. Fue el verdadero Presidente de General Motors (1923-1956).
Un poco de historia, para entenderlo mejor.
Billy Durant, con su empresa de carruajes, o mejor dicho con las ganacias que derivaron de ese primer negocio, pasó a los vehículos propulsados por motores de combustión interna, comprando Buick. Posteriormente adquirió Cadillac, Oldsmobile y Pontiac, bautizando al grupo de empresas General Motors. Además, dando continuidad a su estrategia y visión, compró muchas empresas proveedoras (casi 30) de partes y componentes integrándolas en su cadena de valor. En el 1910, tras una dura recesión, Durant fue despedido de la empresa que él mismo había fundado.
Para cualquiera de nosotros, seguro que esta historia sería el final, pero no para Durant. Este señor, fundó otra startup llamada Chevrolet y seis años después, usando esta compañía para alcanzar el control nuevamente de GM, acabó fusionando las dos compañías.
Por desgracia, y tras la I Gran Guerra, dos años después, Durant fue de nuevo despedido. Se cuenta que era una máquina para levantar financiación y gran visionario pero no muy buen gestor. No era capaz de escalar.
Aun así, Durant intentó montar una tercera empresa. Nuevamente, debemos de darle un sobresaliente en la visión, alto rendimiento en consecución de financiación y poco éxito a la hora de escalar y lograr la madurez en sus organizaciones y lograr hacerlas rentables. Durant Motor tampoco aguantó mucho tras el crack del 29. Al final, cuentan que Durant murió siendo dueño de una bolera...
En cambio, Sloan, su sucesor en la presidencia de GM, le dio la vuelta al liderazgo mundial como fabricante de vehículos, pasando por mucho a su competidor Ford (líder en EEUU en aquel entonces). Sloan combinó una nueva forma de gestionar las finanzas de una compañía con una gran estrategia de marca y producto.
Pero volvamos a nuestros días.
Y aquí aparece Elon Musk, un siglo después del señor Durant, con una "Silicon Valley Vision", entendiendo que el futuro de los clientes está orientado a una movilidad dominada por los motores eléctricos como herederos del actual motor de combustión, además de una gran habilidad para conseguir financiación de nuestros amigos de Wall Street. ¿Les suena algo de lo que hacía nuestro anterior personaje?
Elon, como Durant y muchos visionarios de la humanidad, está enfocado en múltiples empresas, todas ellas orientadas a productos y servicios disruptivos e innovadores. Pero, ¿un buen visionario tiene que llevar consigo, por el mero hecho de ser el dueño de la empresa, las habilidades necesarias para llevar a la compañía a la rentabilidad?
Mucho me temo que no. Los visionarios crean empresas, pero normalmente no saben escalarlas y generar negocios sostenibles. Lo inteligente (según mi humilde opinión), buscar un Sloan que te haga los deberes y complemente lo que sobre el papel puede que sea lo más difícil, dibujar el futuro en base a productos o servicios que hoy no existen.
Queda vivir para conocer como va evolucionando esta película, aún por filmar. Pero como decía Pascual, es posible que vivamos en automoción un "Tesla Inside" similar al "Intel Inside", muy reconocible modelo vivido en el sector de los ordenadores.
Por otro lado, como nos comentaba nuestro amigo Rafa a través del grupo de Whatsapp, "Alguien acabará comprando Tesla... hay algún grupo de automoción (con mucho capital) que va bastante retrasado en nuevas tecnologías eléctricas".
Historias pasadas de "lasemanadeedusanchez": Os dejo, en el siguiente enlace, lo que pasaba por este blog hace 3 años para los que se han incorporado tarde y también para los amigos nostálgicos que les gusta recordar.