"Sólo una cosa vuelve un sueño imposible:
el miedo a fracasar."
Paulo Coelho (1947-?)
Escritor brasileño
El otro día mientras que nos tomábamos un refresco, en casa, celebrando el cumple de Carmen surgió el tema (como siempre) de la lucha entre empresas y los trabajadores, l@s que crecen, l@s que no...
Al final, lo que si quedó claro es que cualquier proyecto empresarial siempre va asociado a RIESGO.
Recuerdo un jefe que tuve que tras pasar un día de los digamos "complicados", siempre me decía que no quería tener ningún problema más. Yo lo tenía claro; cuando era joven lo pensaba y después, con menos pelo, se lo decía: "entonces tienes que irte y no seguir en la empresa". Porque está claro que la certidumbre no existe en las organizaciones, y menos en este tiempo que nos ha tocado vivir. El que quiere vivir y tomar decisiones en un ambiente de certeza acaba cerrando. La velocidad es otra.
En cuanto a directivos, trabajadores, o en definitiva personas, existen dos polos opuestos bien diferenciados: los que buscan emociones y los que se pasan la vida evitando el miedo.
Por esto se explica que aunque todos los años haya una lista de españoles de éxito o tengamos la de los billonarios de Forbes, ni unos ni otros optan por la jubilación anticipada, ni se les espera. Siguen trabajando. ¿no os extraña?
También esto explica que determinadas empresas crezcan y otras se queden digamos, estancadas o a veces aniquiladas por sus competidores. Unas exploran nuevos territorios, constantemente, y otras se desgastan escondiéndose, evitando enfrentarse al coco. ¿verdad?
Como siempre, no todo es negro o blanco, y todos tenemos una mezcla de ambos polos, pero siempre uno sobresale sobre el otro.
Al que busca con ahínco las emociones le encanta crecer. Disfruta completando en su jornada una tarea que a otros les había parecido difícil; no, les había parecido imposible y él (con su equipo) la han sacado adelante. A los buscadores de emociones les encanta tener encuentros difíciles, porque les sirve para batir algún record (que ellos tienen en su cabeza) o simplemente tener una interacción memorable. Son amantes del cambio y se mueven bien en este periodo tan cambiante, tan poco cierto.
En contra, los que evitan el miedo odian el cambio. Están muy cómodos en su estado y quieren (y lo peor creen) que el mundo se quede (se quedará) tal como es. Son muy felices siendo mediocres y les aterra lo desconocido. Nunca prueban algo nuevo y esperan a ver cómo les va al resto. Siempre sobre seguro, desde la distancia, sin nada que perder. ¿sin nada que perder?
Esta es la pregunta que hoy se propone y por esto no se han dividido los tipos actuales en buscadores de "riesgo" o evitadores de "riesgo", sabemos que antes era posible que fuera así.
Hoy la cuestión es que conociendo la máxima que lo único fijo es el CAMBIO, la seguridad es arriesgada y por ende, se produce la paradoja que la persona que evita el miedo se está exponiendo a grandes cambios sin controlar su entorno y confusos, con la cabeza escondida hasta que pase todo, posiblemente perecerán. Lo contrario, lo seguro en nuestros días, es convertirse en un buscador de emociones.
¿Y tú? ¿Como vives y/o trabajas?
Para muestra, un botón y me permito sugeriros que dediquéis 4 minutos a ver el siguiente vídeo que evidencia todo lo escrito y si no cae en saco roto podréis usarlo como ejemplo varias veces al día desde el momento que lo veáis.
El vídeo de la semana: RIESGO
Historias pasadas de "lasemanadeedusanchez": Os dejo, en el siguiente enlace, lo que pasaba por este blog hace 3 años para los que se han incorporado tarde y también para los amigos nostálgicos que les gusta recordar.
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