"Si tenéis un minuto, intentad resumir vuestra pasado, brevemente, y sentiros orgullosos.


Después, enfrentando el maldito folio en blanco, dibujad vuestro futuro, con pasión, con ganas de hacedlo mejor.


Será vuestro mundo, vuestro camino..."

domingo, 30 de abril de 2023

EL FRACASO EN UN MUNDO INCIERTO

 "Los que renuncian son más numerosos que los que fracasan"

Henry Ford (1863-1947) 
Industrial estadounidense



Tras una semana dura con varias decisiones de algunos clientes que habían provocado críticas internas sobre si la manera de afrontar el mercado era realmente un fracaso, Jandro tenía un tiempo de descanso debido al fin de semana largo que le regalaba la fiesta del 1 de mayo.


Aterrizó en el aeropuerto muy tarde el viernes, pero había merecido la pena por los avances producidos en las dos últimas jornadas, donde se había conseguido mucha información necesaria para plantear los siguientes pasos en el mercado geográfico elegido por la Dirección.

Alex, su hijo, le contó al día siguiente que tras fallar un penalti en el campeonato de fútbol sala con el equipo de su colegio su amigo Luis le había dicho que era un fracasado, dándole pie a Jandro a comentar lo que había escuchado la noche anterior en la radio, en la rueda de prensa de la estrella de los Bucks, cuando le preguntaban por segundo año consecutivo si quedar eliminados en la NBA era un fracaso o no lo consideraba así.

Alex escuchó a su padre con atención. Le explicó que Antetokounmpo le indicó al periodista que había realizado la pregunta que el caer eliminados no era un fracaso, sino pasos hacia el éxito en un proceso de aprendizaje, como es un partido o cualquier campeonato en particular, y como es  la vida misma, en general.

"No es tan fácil definir fracaso. En la vida no siempre se gana, más bien casi nunca, te lo dice tu padre de corazón. No siempre se gana, y todos tenemos y tendremos días buenos y días malos".- siguió diciéndole Jandro a Alex, aclarando también que hay otros actores en nuestra vida, como el portero del otro equipo y otras empresas que hacen lo mismo en Europa que la empresa donde trabaja papá. Todos tienen derecho a ganar, y por esto el que pierde no fracasa, si ha intentado dar su mejor, construir buenos hábitos e intentar mejorar con lo que se aprende cuando no todo sale como se quiere.

Eso sí, aclaró el padre, tenemos que  repasar y pensar por qué otros ganaron el pedido o por qué el penalti fue parado por el niño del otro equipo. Estudiar cómo podemos hacer las cosas mejor que hicimos en los últimos tiempos, aprender de los traspiés y crecer cada uno en nuestra área.

Solo falla el que lo tira, y seguro que el niño tendrá oportunidad de meter muchos penaltis más. Y solo pierde pedidos el que está donde se producen las necesidades, y el que oferta, porque el que no conoce que existe un pedido potencial nunca puede perder la operación. Y por esto es injusto como es etiquetado como fracasado el que se atreve y tira el penalti, y el que se atreve a salir de la zona de confort y no se atrinchera esperando que el frigo de casa se llene por un milagro cada semana.

Ya solo en su despacho, mientras repasaba los apuntes y pasaba a limpio lo que había vivido la última semana, siguió pensando en la palabra y el significado de "fracaso". Personalizar el fracaso es lógico en una sociedad donde se asocia el mismo a la incompetencia, a la falta de compromiso o al pasotismo, vinculándolo a la falta de conocimiento, capacidad o actitud negativa de la persona o las personas que lo causaron. Pero, ¿esto es así realmente? Creía que sí, si estuviéramos hablando de un mundo cierto con todos los ingredientes de la ecuación conocidos. Pero no estamos jugando en un mundo de esta manera tan cierta, sino al contrario, nuestra era es un tablero de juego cargado de incertidumbre y lo desconocido tiene cada vez más presencia en nuestras vidas.

Complejidad, interrelación, incertidumbre y cambio donde la tecnología se desarrolla a una velocidad que en nuestro día a día es imposible adquirir el conocimiento necesario, ya no para diseñar modelos a través del mismo, sino solo llegar a comprenderlo se convierte en un verdadero reto.

Jandro al menos lo tenía claro, no existe el fracaso sino aprendizaje a partir de no conseguir ganar el envite. En un entorno en lo que lo desconocido es la norma, el fracaso no surge de la incompetencia ni de la falta de compromiso (en caso de falta de actitud, lógicamente hay que reconducir la situación, o si no hay intención de cambio recomendar a salir del proyecto) sino de la incertidumbre que se genera en el nuevo terreno de juego al que estamos invitados a aventurarnos.

Aunque se tenga la mejor intención y capacidad técnica, la incertidumbre regala múltiples factores que pueden generar resultados inesperados. Por todo, hay que prepararse a cambios constantes, resultados diferentes y tareas complejas con factores nuevos emergentes que pensando de manera tradicional siempre serían inesperados e indeseados. Y por todo, si no se llega al resultado esperado según la cultura tradicional aunque estemos viviendo en un entorno VUCA, desgraciadamente se vuelve a culpar a algún individuo o a un conjunto de ellos, en lugar de orientar las energías a comprender el resultado y aprender para la siguiente.

Esta orientación nos brinda una consecuencia directa, al personalizar y penalizar el fracaso, que no es otra que las personas de nuestras organizaciones acaban no sintiéndose nada empoderadas, y evitan entrar en cualquier terreno nuevo o desconocido, además de por supuesto no tomar ninguna iniciativa y menos acercarse a eso que conocemos como innovación. Y esto es lo contrario a lo que las organizaciones necesitan.




Acabó pensando en la manera de reforzar una cultura que abrace el cambio, no penalice el error y se lance a afrontar la misión de crecer a través de un camino nunca antes transitado, incierto pero esperanzador, cargado de oportunidades y que solo los que se adapten a este nuevo paradigma sobrevivirán para contarlo...

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