"Si tenéis un minuto, intentad resumir vuestra pasado, brevemente, y sentiros orgullosos.


Después, enfrentando el maldito folio en blanco, dibujad vuestro futuro, con pasión, con ganas de hacedlo mejor.


Será vuestro mundo, vuestro camino..."

sábado, 1 de abril de 2023

ACIERTO, RIGOR Y PROFUNDIDAD

"Aprender sin pensar es inútil. 

Pensar sin aprender, peligroso"


Confucio (551 AC-478 AC) 

Filósofo chino


Luis Manuel me dejó un recuerdo especial en mi paso por el IESE. Siempre que puedo reviso los apuntes de sus clases, algún video de YouTube o simplemente recuerdo cómo aprendí por primera vez a diferenciar las funciones de una Junta de Accionistas, un Consejo de Administración y un Comité de Dirección en las tres famosas pizarras de clase, eso sí, convenientemente explicadas por él, el maestro Calleja, y sobre todo, un recuerdo imborrable provocado por la enorme pasión por todo lo que nos enseñaba, lo cual no dejaba indiferente a ninguno de sus alumnos.


Y me llegó la noticia de su último libro, a título póstumo, "Dirigir, Pensar y Enseñar".

Esto me hizo darle una vuelta a los tres verbos con los que había Calleja bautizado su obra y abrir un debate en mis pensamientos que serviría, seguro, para implementar ciertas mejoras en el proyecto en el que estaba inmerso.

En cuanto a Dirigir, se trataría de hacerlo con Acierto. Para ello, la dirección debe reconocer de la importancia de gobernar con integridad y ética, lo cual concluirá en una empresa basada en el respeto entre las personas que forman la misma y lo que es mejor, una empresa sumida en un ambiente de confianza. En esta parte es cada vez más necesario que cualquiera en la organización dirija a sus departamentos o equipos con unos criterios iguales a los que lo están haciendo en otros lugares o en otros momentos sus compañeros de proyecto. 

Definir un propósito y entenderlo por toda la organización es como buen faro para no encallar, pensaba mientras intentaba poner orden a la idea de lo que significaba acertar cuando el líder está lejos, o en otros menesteres.

Pensamos en una empresa íntegra y esto no es otra cosa que las personas que la forman, sus decisiones y su ejecución como una suma de acciones íntegras. La empresa sin personas en acción no existe, por lo que éstas son las que deben ser íntegras en la toma de decisiones. 

Cuando hablamos que una empresa es así o de otra manera, pensamos en un ente abstracto, pero realmente de lo que hablamos es de las personas que la forman y cómo actúan.

Y en estas estaba cuando salté a la segunda palabra del título del libro: pensar. Algo que no sobra y está muy caro en los tiempos que corren. Parece que si piensas ya vas tarde, pero cuán de importante es no tirar para el sitio equivocado, en dirección contraria a la meta, a nuestro objetivo.

Si hablamos de Pensar, Calleja lo apellida con  el sustantivo Rigor, enfatizando que cada vez es más necesario desarrollar habilidades en el equipo directivo y los mandos intermedios, no tanto de las denominadas duras, sino de algunas blandas como pueden ser el pensamiento crítico y el análisis fiel y concreto para la toma de decisiones, que cada vez deben de ser más rápidas y acertadas para liderar un mundo empresarial en constante cambio; cambio cada vez más acelerado y menos previsible. 

Y por ello, conocer la técnica es necesaria, pero no suficiente, y toma una importancia vital el tener un amplio desarrollo de la habilidad de incluir en el proceso decisional un pensamiento crítico basado en analizar antes de elegir el camino que consideramos idóneo. 

La tecnología, cada vez más, nos echará una mano en la analítica (pensé en estos momentos en ChatGPT y otras inteligencias de soporte que están apareciendo con más fuerza y a nivel casi diríamos de usuario) pero al final, el directivo deberá apretar el botón que decida, cuándo lo decida y sobre todo, responsabilizándose de los efectos que su decisión provoque.

Y me lancé por último a la tercera palabra, Enseñar, pero no de manera superficial, sino Enseñar con Profundidad. Calleja vuelve a incidir en la importancia del desarrollo de habilidades de liderazgo en los profesionales que conforman la empresa. Y es una labor a realizar a través de la enseñanza y el desarrollo de competencias a todos los niveles de la empresa por medio de la formación continua. Esta parte es esencial si se quiere construir una empresa sostenible en el tiempo y además, éxito asegurado a largo plazo de cualquier proyecto.

En todos los casos, yo entiendo y entendí en su día que está intentando transmitirnos y sugerirnos maneras de construir empresas con valores, y verdaderas escuelas internas de pensamiento crítico, lo cual debería cimentar una cultura de aprendizaje continuo y sobre todo, a nivel individual un desarrollo profesional y personal.

Sin aprendizaje en un mundo dinámico, en movimiento, la obsolescencia es el sumidero en el que todos caeríamos. Ponerse al día, capacitarse, mejorar las habilidades y recordar lo olvidado debe ser algo intrínseco a nuestro día a día. Si te paras te adelantan, si te duermes te adelantan, si dudas te adelantan. Solo la pasión por aprender nos mantendrá en movimiento y nos llevará sobre las olas, en lugar que las mismas nos arrastren y revuelquen por la arena.



Cerré la oficina, me despedí del trimestre, y comencé a andar hacia una Semana Santa que tras prepararnos durante un mes de Cuaresma aprendiendo el camino de cómo llegar a la Cruz, y tras un merecido descanso y una Luz de Esperanza y Resurrección, seguro que nos deparará muchas y buenas oportunidades para enseñar con profundidad, pensar con rigor y dirigir con acierto.

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