"Hay grandes hombres que hacen a todos los demás sentirse pequeños.
Pero la verdadera grandeza consiste en hacer que todos se sientan grandes"
Charles Dickens (1812-1870)
Escritor y novelista inglés
Rafa pensaba que su organización tenía una gran responsabilidad allí donde operaba. Indudablemente su empresa tiene que ser rentable, pero a la vez debe ser responsable sobre las personas de cada grupo de interés con los que se relaciona. Clientes, proveedores, usuarios, bancos, localidades y regiones dónde están ubicadas cada una de sus plantas entre otros actores, todos y cada uno de ellos, y por encima de todo su personal, están influenciados por el devenir de su empresa; incluso sabe que un mínimo desliz podría cambiar el curso de tantas y tantas vidas que hoy dependen de él.
Tenía claro, como principio, que debía dirigir una empresa altamente productiva y plenamente humana. Se trata que las personas tocadas por algún motivo a participar con y para la organización sean capaces de encontrar una función de realización personal en lo que hacen.
Como no podía ser de otra manera, desde los inicios, Rafa intentó trabajar una serie de valores que fue calando la forma de trabajar en y entre las personas; justicia, respeto, confianza y afecto. Y conociendo que la empresa transmite en sus servicios, en sus productos, en su día a día nada más y nada menos lo que transmite su gente, y éstos a su vez se comportan tal y como son sus responsables o jefes, trató de seleccionar por encima de grandes técnicos, grandes personas con estos valores que en realidad son los que van a tener la responsabilidad de dirigir en su organización.
Porque los directivos y mandos intermedios no sólo gestionan actividades, sino que toman decisiones con su gente y son responsables de cómo la empresa interactúa con su entorno, la selección de personal es dotada de categoría máxima y crítica actividad de valor para su empresa. Ay de aquél que no se tome en serio ese proceso vital como es el de la selección de personas y no concluya en darle la misma importancia a sus procesos de formación; no sólo de la parte funcional sino de cómo capacitar a sus plantillas en lo que se refiere más a las personas, objetivos personales, crecimiento y vida personal/familiar. Si queremos tener trabajando con nosotros a personas que den su mejor versión, tenemos que asegurarnos que estén y se sientan trabajando en la mejor versión de nosotros como empresa.
¿Queremos profesionales ejecutores de tareas silenciosos, tristes, peligrosamente obedientes o al contrario profesionales pasionales, entusiastas, participativos y orgullosos de ser parte del propósito de su empresa?
Desde los inicios impulsó y se obsesionó con entregar Calidad Total y Excelencia, y eso no es posible si no se obtiene el compromiso de todos los que participan en la Misión de la empresa. Solo con la operación excelente y con personas altamente cualificadas y convenientemente valoradas puede llegarse a crear una empresa de las hoy denominadas Socialmente Responsable.
Estamos inmersos en un mundo loco, rápido, cambiante y sumido en un continuo caos, si me permiten la expresión. No es posible por todo ello generar una empresa rentable sin poner en el centro como objetivo fundamental el crear una empresa humana, que marque la diferencia. Caer en la cuenta de que las personas cuentan es el paso inicial para construir una empresa con mucha probabilidad de liderar la eficiencia, la creatividad y la flexibilidad que estos tiempos requieren, sobre todo hoy que los cambios son tan bruscos y vertiginosos.
Rafa sigue convencido de que su Estrategia Institucional le ha permitido llegar hasta aquí, al igual que su gente sigue remando para llegar más lejos, y mejor. Nos inspira, tanto a mi como a mi equipo, y espero que sepamos transmitir a los nuestros su manera de transmitir su visión y sobre todo, su manera de ejecutar el camino trazado hacia esa excelencia que tanto y bueno nos ha dado a todas las organizaciones de su entorno y por supuesto, a la sociedad.