"Saber mucho no es lo mismo que ser inteligente.
La inteligencia no es sólo información, sino también juicio,
la manera en que se recoge y maneja la información"
Carl Sagan (1934-1996)
Astrónomo estadounidense.
No me sentó nada bien que me anularan la reunión, en la sede del cliente, sólo veinte minutos antes de la hora de inicio. Pero no hay mal que por bien no venga. Al menos tenía algo de tiempo para preparar la siguiente, por lo que cambié la dirección en el navegador, y como iba con margen, pasé a tomarme un café en la cafetería justo al lado de las oficinas dónde había quedado, con el objetivo de repasar otra vez el contrato.
Las cosas pasan porque tienen que pasar, y tras constatar que no había mesa alguna libre en la cafetería, vi a Miriam (amiga y consultora en temas de digitalización) en una de ellas y le pregunté si me podía sentar; lógicamente no tuvo ningún reparo.
Fue un encuentro no programado, pero pude aprovechar para desarrollar nuevo y buen conocimiento, a parte de ponernos en común de cómo habían ido las fiestas, etc...
Está claro que la revolución digital está en marcha, y debido a ello, las empresas están obligadas a acelerar sus procesos de generación de nuevos negocios, repensando los que les llevaron al éxito en el pasado, sin anclarse en los mismos ni por "ego" ni por "nostalgia".
Estamos obligados a hacer las cosas de manera diferente, ya que la competencia no cesa en su empeño de generar valor añadido por encima de la media, así como es muy necesario que nuestras compañías desarrollen cada día nuevas competencias digitales para conseguir que nuestros negocios sean adaptables al nuevo entorno.
Se trata de que esa adaptación nos brinde sostenibilidad.
Pensando en las grandes compañías y multinacionales, es muy posible que aunque lentas cual trasatlántico, tengan y dispongan recursos para generar una agenda hacia la digitalización. Pero, ¿qué ocurre con las pymes? ¿tienen ese plan? ¿tienen recursos para abordar el cambio? ¿poseen en sus plantillas las competencias necesarias o la visión para formarlas?
Puede que sea algo todavía no muy claro, pero no debemos olvidar que no sólo por tener un dominio propio, una página web y comunicarnos vía correo electrónico significa que la pyme esté digitalizada, ni mucho menos.
Tenemos que revisar, me decía Miriam, todos nuestros procesos y revisar si está digitalizada toda nuestra cadena de valor, y no sólo algo de presencia en alguna de las redes sociales responde a esta cuestión de manera positiva. Se trata de saber si las diferentes herramientas digitales, que hoy existen, se han puesto al servicio de nuestra empresa o cómo está pensado que se pongan a trabajar en aras de la productividad.
Hay que bajarse al barro y revisar si tenemos un software de gestión en la nube que conecte nuestros procesos y a nuestros departamentos. Tenemos que revisar cómo está el CRM implantado en nuestros departamentos que generan contactos con nuestros clientes, y a qué nivel está la cultura de la orientación al cliente grabada en la mente de nuestra gente. Debemos explorar si tomamos decisiones basadas en los datos que recogemos en nuestras relaciones con nuestros clientes, en nuestras plantas, en nuestros diferentes departamentos.
Aquí se paró algo más, explicándome cómo el "dato" es el principal activo en un mundo digital. Hoy, cada vez que nos sentimos regalados con alguna APP "gratuita", debemos de saber que el producto no es otro que nosotros mismos. La máxima es; "si es gratis, el producto eres tú". Por ello, tenemos la obligación de generar la competencia o empezar a pensar en contratar a personas que sean capaces de interpretar lo que los datos nos dicen, la información que nos regalan los datos y que tan difícil es desgranarla debido a que son millones de inputs; juntos y revueltos.
Otra pensada más, me dije a mí mismo: "Tenemos que generar información a través de los datos, y convertirlos en negocio, ya que la verdadera innovación pasa por monetizar. Y para ello, hay que formar gente para que separen la paja del grano, que entiendan el sonido musical que hay entre tanto ruido".
Y cerrando el círculo, al final del encuentro, repasamos qué tiene que decir los dueños, propietarios y CEOs en todo lo comentado, llegando a la conclusión que nuestras organizaciones, incluidas las pymes, por supuesto, necesitan apostar por líderes que sean capaces de hacer realidad la teoría, conectar a los suyos, compartir la información y cuidar a sus equipos, para que éstos cuiden a sus clientes. Necesitamos jefes que generen confianza en toda la estructura humana de su organización, confianza que cimente una base robusta para fundar dentro de su empresa un nuevo proyecto exitoso, durable y que impacte de manera positiva no sólo en el accionariado sino en el resto de stakeholders y por supuesto, en la sociedad.
La sociedad, entendida en el sentido amplio de lo que significan los clientes, debe ser el centro de nuestro fin, y sólo focalizándonos en que lo que hacemos es por y para favorecer que su vida mejore, conseguiremos convertirnos en una empresa ganadora en esta época en la que nos ha tocado vivir.
Termino con un consejo: "Pon el cliente en el centro de todo y no uses la tecnología sólo para defenderte. Genera valor desarrollando una estrategia de digitalización ofensiva. Por favor, piensa en grande."
Historias pasadas de "lasemanadeedusanchez": Os dejo, en el siguiente enlace, lo que pasaba por este blog hace 3 años para los que se han incorporado tarde y también para los amigos nostálgicos que les gusta recordar.
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