"La diferencia entre la gente exitosa
y la gente que realmente es exitosa
es que la gente realmente exitosa
dice no a casi todo"
Warren Buffett
A Jesús le había cambiado la vida desde que había aprendido a decir "no".
Por fin, como profesional, había aprendido a gestionar el tiempo de las tareas y metas en las que él trabajaba. Y esto significaba, a la vez, decir muchas veces "no" a requerimientos que le llegaban de otros profesionales tales como jefes, clientes o incluso compañeros.
"Me di cuenta que me comprometía a realizar más tareas de las que podía ejecutar".- me comentaba Jesús.
Desafortunadamente tenemos en nuestras organizaciones bastantes profesionales a los que decir "no" les cuesta bastante. Por ello, me interesé si había aprendido a decir no y/o si había un método para adquirir esta habilidad, sobre todo para intentar mejorar las habilidades de mi equipo (al menos de los yo creo que tienen este problema).
Y Jesús me corroboró que había asistido a una charla sobre el tema y tenía unas reglas que le habían ido muy, pero que muy bien.
Hoy tiene una cosa clara, y es que no se puede contentar a todo el mundo y se puede decir "no" sin herir los sentimientos de otras personas. Y lo mejor es que se puede aprender y practicar.
Le pedí tres consejos y no dudó en comentarme lo siguiente:
En primer lugar, ante cualquier nueva petición de tarea, ayuda u orden, evita una reacción o repuesta impulsiva.
Date algo de tiempo y primero haz un pequeño análisis de coste-beneficio de la tarea que te están pidiendo a realizar, siempre considerando tus metas y valores. Recuerda que el análisis debe incluir el coste de oportunidad de no realizar la tarea. Y por cierto, no te dejes llevar por el puesto en el organigrama del de que parte la tarea o que sea algo que personalmente te guste.
Después, una vez que tengas la respuesta clara (y esta sea "no"), se breve y conciso.
Tienes que explicar tus razones, yendo al grano y explicando todo cortésmente a la persona que te realizó el requerimiento. Pero se firme en tu decisión sin mostrar débiles excusas y no te andes por las ramas en tus explicaciones. Y no caigas en la trampa de intentar siempre ser "guay" y no dañar a nadie de los que te rodean por negarte cuando corresponda. Debes recordar, y esto es muy importante, que estás diciendo "no" a una tarea y no a una persona. Eso sí, si la persona que te pide una nueva tarea es tu jefe o un cliente, tiene sentido que le des una explicación más extensa para que entienda tus motivos, así como establecer una discusión abierta si la situación lo requiere.
Por último, y de forma opcional, ofrece a la otra parte soporte, coaching o alguna solución alternativa y no sólo un estricto "no". Y es opcional, porque tienes que ver si este esfuerzo extra es entendido por la otra parte y por lo tanto, merece la pena. Y lo dicho, cuidado con usar excesivas palabras en tus explicaciones, pedir perdón de inicio como si te sintieras culpable o aparecer inseguro con tu decisión.
Y ya sabes, terminó Jesús; practica, practica y practica. Es cuestión de afrontar las peticiones de manera distinta y debes prestar atención tanto a tu lenguaje corporal como a tus expresiones faciales durante el proceso. Se trata de aparecer firme y amable a la vez.
Historias pasadas de "lasemanadeedusanchez": Os dejo, en el siguiente enlace, lo que pasaba por este blog hace 3 años para los que se han incorporado tarde y también para los amigos nostálgicos que les gusta recordar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario