"Si tenéis un minuto, intentad resumir vuestra pasado, brevemente, y sentiros orgullosos.


Después, enfrentando el maldito folio en blanco, dibujad vuestro futuro, con pasión, con ganas de hacedlo mejor.


Será vuestro mundo, vuestro camino..."

domingo, 8 de noviembre de 2020

SHARENOW: APRENDIENDO A COLABORAR MIENTRAS COMPITEN

"Si es cierto que en cada amigo hay un enemigo potencial. 

¿Por qué no puede ser que cada enemigo 

oculte un amigo que espera su hora?"


Giovanni Papini (1881-1956) Escritor italiano.


Paseaba por el Iese Mobility y constaté cómo nada es eterno y sin duda, fue una prueba de que el cambio es lo único que puede considerarse como fijo en este mundo global e incierto, que cada día tenemos que proponer algo nuevo y que lo que antes nos valió, hoy debemos empezar a retocarlo o deconstruirlo para seguir en la brecha.

35 años desde el nacimiento de Iese Auto daban paso a IESE Mobility. ¿Por qué? Por el cambio de un sector como la automoción que hoy nos propone más un amalgama de soluciones de movilidad en lugar de coches, coches y más coches.


Y los actores principales no están dispuestos a bajarse del carro.

Telefonìa móvil, datos, internet, vehículos compatidos, pila de hidrògeno, electromovilidad, coopetición, nuevas generaciones de gente joven que necesitan cosas diferentes, y mucho más provoca un ecosistema de nuevas ofertas que las empresas dominantes tradicionales no pueden ignorar, sin lugar a dudas.

Aterrizando en el concepto de COOPETICIÓN, tuvimos la suerte de conocer a Stefan, responsable del proyecto ShareNow, el cual une en una única misión a dos eternos competidores que trabajan unidos para incorporarse de manera rentable a un nicho del mercado interesante, disruptor y con mucho futuro en el ámbito de las principales ciudades a nivel mundial dentro del ámbito de la movilidad del presente, y sobre todo, del futuro.

El mercado, como tantos otros, es una jungla y ShareNow, nacido de la fusión entre DriveNow y Car2go, tiene como objetivo competir en un mercado marcado por la propiedad, el renting y el alquiler integrando de una manera única logística, tecnología y seguridad en la utilización del automóvil.

Juntos suman, separados se golpean y se dañan el uno al otro, consiguiendo que no haya ninguna probabilidad de que alguien gane esta partida. Todos pierden y el sector acaba perjudicándose en conjunto, por lo que coopetir es una opción; qué digo, la única opción.

Si el Carsharing prospera, ShareNow conseguiría subsitir y sus dueños podrían seguir liderando sus proyectos principales, pero las ciudades también saldrían vencedoras con esta unión. Con el Carsharing las ciudades consiguen reducir el número de vehículos, reducir la contaminación urbana y expulsar vehículos antiguos que originan los mayores porcentajes de polución. Además, los datos generados a través de una buena tecnología de gestión de flota permitiría optimizar, reutilizar, poner a disposición el vehículo a los usuarios, mantener y reparar, optimizar cargas eléctricas en caso de vehículos propulsados por este sistema e incluso gestionar las escasas plazas de parking.

Pero ser rentables no debe de dejar de estar en el punto de mira de empresas como Daimler y BMW, por lo que decidir, aun siendo competidores "per se", cooperar es un paso no baladí y muy recomendable a estudiar por empresas de cualquier tamaño y de cualquier sector, que en nuestro día a día, compiten siempre, independientemente que en algunos puntos, la colaboración les da más que les quita. Simplemente la norma clásica es: competir con los competidores, aunque salgamos dañados.

Stefan nos dejaba claro que la unión de competidores en algunos casos es beneficio para ambas empresas, para el sector y para los clientes del mismo. Unen recursos, unen conocimiento, unen la base de clientes y unen en definitiva sinergias. Son inteligentes cuando detectan que tienen clientes comunes que no contradicen sus targets iniciales. Y la unión genera una bajada en sus costes de estructura, una bajada de la cuota del servicio ofrecido y en definitiva, un aumento de competitividad para ambas empresas.

Llega el momento de la reflexión para cada uno de nosotros, independientenmente del sector y la empresa a la que representamos. Pensar en cómo crecer colaborando es o debería ser parte de nuestra partida de ajedrez. No competir por competir, independientemente de los daños que nos ocasionemos a nosotros mismos, sino crecer mediante estrategias disruptivas, novedosas y que provoque una mejora competitividad mediante las famosas asociaciones que generan situaciones de ganar-ganar. 

Y recuerda, los mercados no son tan simples que hacen que dos competidores se enfrenten en el 100% del mismo, sino en un % menor de confrontación, por ejemplo el 10, dejando un 90% de posibilidades para generar un proyecto de crecimiento para esas dos empresas, inicialmente competencia. Es el momento de pensar en profundidad, de qué manera podemos sumar en productos, regiones y negocios conjuntamente con la competencia, sumando y minimizando daños provocados por una competición sin pensada previa.

En definitiva, "APRENDER A COLABORAR MIENTRAS COMPETIMOS".

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