"El objetivo de la educación es la virtud
y el deseo de convertirse en un buen ciudadano"
Platón (427 AC-347 AC)
Filósofo griego
Tras un par de días de descanso, Paco comenzaba la semana afrontando una reunión de dirección en la que tendrían que debatirse el cómo, cuándo y en qué orden se iban a ir escribiendo los diferentes capítulos estratégicos de la empresa que dirigía.
Antes de la reunión, como años atrás, asistieron al IV congreso Educando en Valores, invitados por su compañera de marketing, M Ángeles. Más de 5000 € recibió la asociación Sonrisa de Lunares, la cual ayuda a familias que necesitan que niños y niñas con parálisis cerebral reciban tratamientos de fisioterapia, además de ayudar con psicólogos a familiares de los niños.
En un nuevo formato, los chavales se lo pasaron muy bien escuchando música con las interpretaciones de Luis y de Laura, pero los mensajes que los jóvenes escucharon de la mano de historias de vida tanto de Pedro, Cisco, y Jorge hicieron que la jornada mereciera la pena.
Al final, antes de la hora de comer, Angel Rielo fue un gran dinamizador de la jornada, animando a todos los asistentes, a la vez que intentando transmitir una serie de valores que el público, tanto adolescente como el resto, seguro que no olvidarán en mucho tiempo.
La historia de Pedro no tiene desperdicio. Es para grabar en la memoria de todos los que asistieron, y no solo la manera de contarlo, sino los mensajes que calaron en todo el auditorio, siendo testigos de cómo con voluntad, constancia y mucha fe cualquier situación es posible de revertir. El accidente con tan solo 12 años que lo llevó a una UCI, necesitando 40 operaciones, no fue bastante para que hoy, con 19 años fuera un joven que podía mirar hacia el futuro como cualquier otro chico de su edad, sino que su madurez y forma de afrontar la vida le diera para aconsejar a su público para que nunca le faltara una sonrisa, un proyecto, una esperanza y que por muy duro que sea el golpe, si te levantas, puedes superar todo lo que se te presente.
Luego Cisco nos contó la historia de su vida, que cambió un 20 de diciembre del 2015, cuando una accidente lo dejó sentado en su silla de ruedas para siempre. Habló de reinventarse y contó como lo que importa no es el golpe, sino cómo te recuperas del mismo. En su caso, sabía que el problema era cuando tuviera que enfrentarse a la vida cotidiana. Ante la duda, lo hacía. Se enfrentaba a sus miedos. Y ponía el máximo de intensidad y pasión en todo lo que le tocaba encarar. Su éxito ahora en el tenis nacional y mundial en silla de ruedas es un ejemplo.
Cisco indicó a los jóvenes que aguantar significa afrontar lo que nos viene, no como nos gustaría, sino como nos llega. Aguantar y adaptarse, para él es más importante que solo ser fuerte. Contó también cómo en Japón compararon su comportamiento a cómo aguanta el bambú, porque nadie es fuerte infinito y por siempre, y la vida siempre en algún momento nos golpeará por encima de nuestra fortaleza. Se trata entonces de aceptar la situación, y empezar a abrazar la vida como nos viene.
La actitud, nuevamente, es lo que hace que las personas lleguen a conseguir sus metas, no con nuestra vida del pasado, sino con las cartas que la vida nos reparte. Y en cada jugada, las cartas cambian, por lo que se trata de jugar con lo que nos toca, con la actitud adecuada, adentrándonos en la partida con la mayor capacidad de adaptación afrontando todo lo acontecido.
El miedo al fracaso es un problema no solo de los jóvenes, sino de la sociedad en general. Ante un gran reto, lo cómodo es conformarse, pero esto te hará infeliz. Les indicó a los jóvenes que el miedo es muy cobarde; "enfrentaros a vuestros miedos, y seguro que los mismos salen corriendo y se hacen pequeños".
En definitiva, aprendimos que para crecer hay que arriesgar. Pero esto no significa que se pueda conseguir todo lo que uno se propone. Caer, levantarse, caer, levantarse y seguir, es una constante. Pero se trata de desdramatizar las cosas; ni al ganar eres Dios, ni cuando se falla se está totalmente acabado. Abanderar el esfuerzo y el disfrute del camino, ya que la cima siempre es efímera, debería ser la clave.
Terminó el congreso con Rielo, el cual dividió a las personas entre los que miran como pasa la vida, y los que hacen que las cosan pasen en su vida . Y la vida nos pone casi siempre en situaciones incómodas. Pero la incomodidad no es para siempre, es momentánea y hay que aprender a atravesarla. También desconectar de los problemas y conectar en el yo, en el presente, sin importar el pasado, ni el futuro. Enseñó a pasar de todas las personas que al final, hagas lo que hagas, acabarán criticándote.
Se trata de arriesgar, y brillar, pero brillar sin apagar la luz de los demás; esto fue una de las enseñanzas de liderazgo que se pudieron extraer de las palabras de Rielo.
También les indicó a los adolescentes que la felicidad no es lo que se tiene, sino lo que se es; si no en lugar de ser "seres humanos" seríamos "teneres humanos".
Ya en casa, compartiendo paseo con los amigos en la caminata de los domingos, Paco dejó caer una reflexión sobre lo que había aprendido durante la jornada. Y es que aunque siempre se sacaban enseñanzas de lo que grandes personas contaban en eventos como los del pasado miércoles, observaba cómo la gente siempre cambia cuando se cae del caballo (en analogía a la conversión de San Pablo), la vida les golpea en grande, pero se preguntaba en voz alta cuánto difícil era dirigirse hacia el abismo, fuera de la zona de confort, viajando dirección a lo desconocido, mientras todavía no solo estamos cómodamente encima de nuestro blanco rocín, sino que además la tormenta que viene ni se ve, ni se le espera...