"El arte de dirigir consiste en saber cuando hay que abandonar la batuta
para no molestar a la orquesta"
Herbert Von Karajan (1908-?)
Director de orquesta austríaco
La semana nos traía muchas emociones a la familia, ya que culminaba con un fin de semana movido, entre otras cosas porque cuando tienes músicos en la misma, la semana de Santa Cecilia siempre está repleta de conciertos, cenas y celebraciones varias.
Pero el movimiento no empezó con la entrada de Eduardo oficialmente en la Agrupación Banda de música de la localidad, sino que fue su padre el que en este caso, en lugar de comenzar la andadura de un grupo, dejó de pertenecer a otro.
El ciclo de la vida es así, con sub-ciclos que van cerrando puertas por un lado mientras que se abren por otro.
Todo tiene su principio y su fin, y a veces por decisión propia mientras que otras la decisión te la dan hecha, lo que se suponía que era un grupo en el que aportabas cosas, los tiempos y las circunstancias hacen que sea el momento de echarse a un lado y dejar que otros actores hagan que todo funcione mejor o al menos, de otra manera.
Hay que saber cuando es nuestro momento, y sobre todo recordar todo lo que has aportado al equipo, a la vez que agradecer a todos los componentes del mismo lo que te han regalado a ti. Ahora, no mirar hacia atrás y desear a ese grupo que fue el tuyo todo lo mejor, y que nunca olviden que la cota alcanzada en un futuro también fue gracias a todos los que en algún momento, desde el principio, apostaron porque el equipo se desarrollara y creciera.
Pero volvamos a Eduardo, y a la banda. Dejemos de hablar de lo que se termina y contemos el ciclo que empieza, que ilusiona. Hablemos de arte, de música y de cómo este niño de 11 años ha comenzado su andadura en una gran familia, una banda de música que lo ha acogido como se recibe a algo más que a un miembro de un grupo cualquiera, con un verdadero sentimiento de pertenencia.
Dice Wikipedia que la música se define como el arte de combinar los sonidos en una secuencia temporal atendiendo a las leyes de la armonía, la melodía y el ritmo, o de producirlos con instrumentos musicales.
Siglos antes, Platón, el gran filósofo griego, decía que: “la música es un arte educativo por excelencia, se inserta en el alma y la forma en la virtud”.
Pues a mí me parece precioso, si nos
paramos en la definición de Platón, que cuando hablamos de música, estamos
hablando de arte, de educación, y de cómo llega a nuestro alma, además de formarnos en la virtud.
La madrina de Eduardo ha sido Carmen, su hermana, miembro de la banda desde hace ya 5 años. Carmen empezó con música y movimiento en la escuela municipal de música, pero muy pronto decidió que la música para ella estaría siempre acompañada de la trompeta; y con este instrumento entró en el conservatorio.
También le ha ayudado querer a este
instrumento una persona que le enseña en la academia, y que le acompaña en la
banda, y que cuando ve que la necesita, le enseña en la vida en general con grandes
consejos; se llama Sara y hoy no ha estado muy lejos de Carmen y Eduardo.
Se ha acordado de sus padres, de sus abuelos y de sus tíos y primos, los cuales, ha dicho que se han encargado de animarle siempre; de la parte logística, de traerle y llevarle a ensayar y de disfrutar (entre comillas) de todo el recorrido que un músico pasa desde que sopla sin sonido, con ruido y al final, logra hacer descubrir a la familia que desde una trompeta también puede salir música agradable, melódica y que no ponga en riesgo la buena relación con los vecinos de toda la vida.
"Pero hoy no es mi día, ni el de nuestros vecinos, sino el tuyo, Eduardo".- decía Carmen para comenzar a hablar de Eduardo, su hermano pequeño, el nuevo Educando, dedicándole estas palabras.
"De ti depende, de lo que estudies y de lo que progreses en el arte de tocar la trompeta, para que lo más pronto posible dejes de ser la hermana de Carmen, para ser Eduardo, el trompetista.
No lo tienes fácil, ya que al elegir
el mismo instrumento las comparaciones, que siempre son odiosas, no te van a
faltar. y además has tenido mala suerte, ya que yo soy muy, pero que muy buena.
vamos, que el listón lo tienes bien alto.
Pero lo que te recomiendo es que seas tú mismo, que estudies mucho, y que si te gusta de verdad, no hagas caso de nada.
Aquí van algunos consejos:
- - Disfruta
de la música,
- - Disfruta
del ambiente de la banda,
- - Pásalo
bien con tus amigos, que entran contigo hoy,
- - Aprende
y escucha a los que estamos, pero crea tu propio criterio, conforme crezcas.
También quiero darte las gracias, porque la música necesita de músicos, de personas como nosotros, y de una cantera que mejorará seguro lo que hay, aunque no lo vais a tener fácil; porque somos muy buenos.
Una vez escuché a un profesor que
tenían compañeros que no tocaban bien ciertas obras porque no las habían
aprendido bien de pequeños, por lo que te aconsejo que estudies lentamente,
aprendiendo las obras poco a poco, pero de manera segura. La base es muy
importante, y tu nivel del futuro dependerá de lo que hagas ahora que estás
empezando este bonito camino.
No se trata de solo aprender la
técnica, sino de crecer como persona, y la banda y la música te ayudarán en
este reto. Sacrificio para ir a ensayar, estudiar y estudiar, trabajar en
equipo para ayudar a tu cuerda, y a toda la banda, y en definitiva, crecer como
buena persona, que por cierto, ya lo eres.
Y poco más, vamos a lo que vamos. Eduardo, te entrego esta trompeta para tu educación musical, mantén la mente y el corazón abiertos, cierra los ojos y deja que la trompeta suene…"
En fin, mucho que aprender de la música, de la gente joven, y de los valores que de ella se desprende y que son una gran esperanza para un futuro prometedor.
¡¡¡Y viva Santa Cecilia!!!