"Del escuchar procede la sabiduría,
y del hablar el arrepentimiento"
y del hablar el arrepentimiento"
Proverbio italiano
Es una práctica que llevamos un tiempo haciendo y, cada vez más, estoy convencido que suele ser la parte en la que nosotros, sus alumnos, aprendemos de verdad. Nos encantaba quedarnos tras la comida, con un segundo café, escuchando todo lo que Santiago era capaz de soltar por su boca, con esos geniales ejemplos cargados de vida, conocimiento y humanidad.
Le habían preguntado sobre su opinión del asunto de ese ingeniero al que Tomás había despedido, tras 6 años de éxito en la empresa. La verdad es que la historia se puede decir que era de una carrera de mucho éxito, plagada de promociones y de repente, el señor Tomás, inestable y poco agradecido (según comentarios de su ex-jefe), quería empezar a escalar desde la base, desde el otro lado de la escalera. Quería volver a ser un técnico que hacía cosas...
Entonces fue cuando Santiago nos explicó como, por error, en las empresas:
Entonces fue cuando Santiago nos explicó como, por error, en las empresas:
"sólo los mejores sobreviven".
Y es que vivimos en un sistema basado en el Up-Out. Trabajamos bien, cumplimos las expectativas de nuestros jefes y de nuestras empresas y nos elevamos en/por el organigrama; ese camino por el que hay que trepar primero como técnico, luego como gestor de equipo, después siendo Director de Directores para llegar al Comité de Dirección...
¿Y si no es nuestro camino? Pues está claro, una vez arriba, si no es tu camino y no puedes ascender más, a la calle...
Si no vales para dirigir, toda tu dedicación, conocimientos y grandes tareas técnicas validadas por tu pasado, en tu área del saber, se tirarán por el "retrete".
Y por supuesto, la empresa buscará o tirará de algún junior con deseos ardientes de subir por la única escalera posible de ascenso hacia el éxito, la de la zona del management.
El tema es que las empresas tienen que darse cuenta de que deberían de proponer dos escaleras simétricas para ascender y llegar a la cima en las empresas. Por un lado, la zona del management, por otro, la zona técnica.
De esta manera, según las aptitudes de los diferentes profesionales, se podría elegir de la misma manera una parte u otra de la pirámide. Simplemente se trata de tener dos rutas dónde crecer.
Si no es así, ya sabéis, nos decía sabiamente, al final se produce una saturación en la cima que, por un lado nos urge a despedir, y por otro, atención, es posible que estemos perdiendo talento joven que al no ver oportunidades por el atasco, coge la maleta y vuela a donar su experiencia y saber a... ¿la competencia?
Tenéis que pensar, continuaba, que liderar es influir. Y por lo tanto, si queréis ser líderes, tenéis que dominar en el arte de influir.
Se trata de empatía. Preguntar no sólo es hacer preguntas. Preguntar es esperar respuestas, o lo que es lo mismo, saber escuchar.
Se influye escuchando al otro. Escuchando sus palabras, escuchando su movimiento corporal, su tristeza, su alegría, sus ideas, sus motivaciones y retos, su pasión...
Nuestra gente está harta de discursos, sin escuchas. Tenemos que darnos cuenta que nuestro viaje no es el viaje del otro. Somos únicos y por ello, tenemos que sentirnos influenciados de manera única. Y por supuesto, tenemos que influenciar en nuestro equipo, de manera única, como realmente son.
¡¡¡SÓLO LOS MEJORES SOBREVIVEN!!!
Y para decidir quién son los mejores, tenemos precisamente eso, que decidir, y para decidir hay que escuchar.
Porque escuchar nos permite conocer, y al saber más, mucho mejor decidiremos.
Antes de marcharse, remató lo que le quedaba del café y nos dijo que nunca olvidáramos que
dirigir es personalizar.
Historias pasadas de "lasemanadeedusanchez": Os dejo, en el siguiente enlace, lo que pasaba por este blog hace 3 años para los que se han incorporado tarde y también para los amigos nostálgicos que les gusta recordar.