"Nunca mejora su estado quien muda solamente de lugar
y no de vida y de costumbres"
Francisco de Quevedo (1580-1645)
Escritor español
Habían pasado más de 7 meses desde que Javier había implantando, en ese área denominada casa-piloto, todas las mejoras resultantes del estudio orientado hacia ese procedimiento que el nuevo ingeniero había denominado como TPS.
Ahora conocíamos que TPS era el acrónimo del famoso Sistema de Producción de Toyota. Pero por moderno (o "cool", como dice mi hija) nos gustaba seguir llamándole TPS.
Pero la reunión no iba de números. Se trataba que Javier nos indicara los conceptos y reglas clave para poder repetir en otras unidades del negocio el éxito acometido en su unidad de responsabilidad.
Trató la descodificación del sistema en cuatro áreas bien diferenciadas.
En primer lugar, indicó que lo importante era el cuidado de cada detalle. A la hora de describir un proceso se tiene que detectar y resolver cada problema. Una vez estudiado, todo debe quedar especificado. Y cuando se refería todo, se refería a todo. Esto es que debe especificarse el contenido, la secuencia, el tiempo y el resultado del proceso.
Otra regla que para este ingeniero era fundamental era el de las relaciones entre las diferentes personas de una unidad, o incluso entre unidades. Se trataba de aprender a trabajar con un enfoque de cliente-proveedor a nivel interno. Además, todas las relaciones deberían de ser claras y directas. Nada de subjetividad en las relaciones cuando se trataba de trabajo.
También, ya en un tercer grupo de mejoras, nos enseñó cómo había diseñado todas las conexiones en su unidad. La regla que había guiado a Javier y su equipo era que las conexiones entre fases y toda el flujo de información sería siempre y en todo caso, sencillo y eficiente.
Por último, cambió la idea de su gente sobre que la única fuente de aprendizaje provenía de la experiencia. La experiencia es un grado, sí, pero en su equipo, el gestor siempre estaba obsesionado con enseñar a mejorar a su equipo. Cualquier trabajador que se encontraba un problema sabía a quién en concreto tenía que pedir ayuda; y por supuesto, este "mentor" individual que cada profesional tenía respondía inmediatamente. Era cómo elevar de forma exponencial la velocidad de aprendizaje, además de eliminar casi por completo los reprocesos y otros desperdicios, que provocan las dudas y falta de experiencia de la plantilla más joven.
La reunión resultó espectacular; todos tomamos muchas notas interesantes para aplicarlas casi de inmediato y por que no decirlo, había nacido una estrella en nuestra empresa que, desde entonces, se le conoce como "Lo llamaban TPS".
Historias pasadas de "lasemanadeedusanchez": Os dejo, en el siguiente enlace, lo que pasaba por este blog hace 3 años para los que se han incorporado tarde y también para los amigos nostálgicos que les gusta recordar.
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