"Si tenéis un minuto, intentad resumir vuestra pasado, brevemente, y sentiros orgullosos.


Después, enfrentando el maldito folio en blanco, dibujad vuestro futuro, con pasión, con ganas de hacedlo mejor.


Será vuestro mundo, vuestro camino..."

domingo, 16 de febrero de 2025

DECIR "NO" SIN CULPA; EL CAMINO HACIA EL RESPETO Y LA PRODUCTIVIDAD

"Servid cien veces, negaos una, 

y nadie se acordará más que de vuestra negativa"


Plinio el Joven (62-113) 

Escritor romano



Hace años a Asun no le daba la vida. Fue creciendo en su empresa y al final llegó a Responsable de Operaciones, siendo el departamento con más personas y procesos que gestionar. Pero el reconocimiento le proporcionaba más responsabilidad, más gente a su cargo, y más trabajo según cómo ella fue montando su propio ecosistema de gestión (así la llamaba ella). Tenía en mente que la vida ideal debía de perseguir la perfección, tanto en lo personal como en lo laboral. Y no sabía decir que "no". Todo era una prioridad. No se daba cuenta que el contestar a algo sí, pasaba por decir a otras cosas que no. Y este estilo de dirección, y de vida, la llevó al límite.

Pasaba su tiempo en temas importantes y urgentes; y también, en temas no importantes y urgentes. ¿Dónde estaba el tiempo para lo importante y no urgente? 

Perdió a su pareja, se distanció de familia y amigos por falta de tiempo, y para colmo, de manera paradójica si en alguna ocasión no llegaba a dar soporte a algo o a alguien solo quedaban reproches y malestar; lo cierto y verdad, acompañados de auto-reproches y auto-malestar.

Tenía pánico a decir no. Ese era el resumen. Y todo giraba en intentar contentar al resto del mundo, mientras ella se iba aislando, hundiendo, desgastándose, desapareciendo...

Pero tuvo la suerte de conocer a Alejandro. Y decidió hacer las paces con su fragilidad y su debilidad como ser humano. Aprendió y reconoció que ni era perfecta ni todo o todos estaban por delante de diríamos lo que era ella misma. Foco y Prioridad; fue capaz de reconocer y aprender qué decidir, afrontar, hacer, dejar, eliminar. Y no sentirse mal por lo que no cabe, sin necesidad de plantear una tesis abierta para que todos lo entiendan, lo valoren, lo critiquen, lo validen.

Y Alejandro enseñó a Asun a decir "no" sin necesidad de justificarse ni dar explicaciones. Y empezó a curarse de sus heridas. Vivía en la disponibilidad constante y obsesionada con la productividad, por lo que establecer límites saludables le generó de inicio algo tan vital como eso, salud. Y con ello empezó a avanzar en su propósito, y a escribir su propia historia, llevándole sus acciones hacia donde había puesto su meta dentro del plan. 

Parece simple, pero fue un desafío descomunal

Constató que no era necesario siempre lo de la justificación. Incluso a veces era una trampa. Hacía público lo privado, generando juicios constantes sobre sus decisiones. Le enseñó a entender que explicar algo cuando no podía/debía hacerlo era cómo si no estuviera legitimada a decidir por su tiempo, su propia vida. Y cuando daba una explicación abría la puerta para negociar, se exponía al debate; y con esto se ponía un cartel que permitía a su entorno decidir qué hacer con su ser, su tiempo, su guion de vida. 

En cambio, cuando aprendió a responder con un no directo fue como cerrar la puerta al debate con un buen candado. No tuvo que ser descortés, y aprendió a no caer en la trampa de parecer una persona con falta de empatía. Simplemente era cuestión de auto-respetarse, definir sus límites, y empezar a parecer (por que lo era) una profesional clara en su comunicación, alguien a la que no había que cuestionar sus decisiones, y que no tenía ninguna necesidad de defenderse constantemente. Su tesón, su conocimiento tanto del sector como de su área y su profesionalidad le permitían decidir, planear, organizar, delegar y decidir cuando generaba soporte y cuando daba distancia, devolvía feedback y ejercía o no seguimiento.

Sí, en su anterior etapa, ella misma se veía como ruda, grosera, antipática, como con falta de empatía, seca. Pero tener siempre que defender su decisión, y la energía que tenía que consumir para hacerlo o explicar por qué esto, por qué aquello una y otra vez le iba deteriorando, tanto en lo profesional, como en lo personal. 

Por lo que se forzó a decir un "no" amable, pero firme y directo. FIRMEZA y respeto; y sobre todo, auto-respeto.

El no con una explicación elaborada podría incluso crear falsas expectativas a la otra parte. 

Como siempre, no fue un antes y un después. No es automático, ni mágico. Primero lo entendió, y luego inició un largo camino. Aprendió a respetarse; y a respetar al resto. Caminó en el camino de la autoconfianza, siendo honesta consigo misma, y con los demás. Y empezó a mejorar, y mucho, las relaciones con el resto del personal de su departamento, con sus colegas de dirección, y sobre todo con su jefe. Puso límites claros y honestos.

Y le fue muy bien. Las etapas fueron enriquecedoras. Tuvo que ser consciente de lo que quería. Y cuando le preguntaron en qué etapas consiguió llegar a la meta, lo contaba como sigue:

"Primero reconocí que no tenía que justificar cada decisión. Algunas sí, pero no todas, o mejor dicho, no la mayoría.

Después acepté que el malestar inicial de la otra parte ante la sorpresa de negarle una ayuda (antes siempre concedida) o no hacer una tarea formaba parte de llegar a una meta superior de productividad, y a la vez formaba parte del crecimiento de ambas partes; la receptora y la emisora. Y empecé a verlo normal. Incluso a veces, la otra parte tenía que dejar algo no importante de su parcela para ayudar a conseguir un tema supuestamente importante de la mía.

Observé cómo las interacciones iban cada vez más completándose y enriqueciéndose con dosis de respeto. Mutuo, consciente, asimilando el juego de sumas y restas; y también el de la sinergia y la multiplicación.

Y comprendí que un no claro era más respetuoso que un sí que no acaba de decidirse, que requería explicaciones, dejando de darle vueltas sin seguridad a un asunto mientras lo importante, por no ser urgente, lo dejaba sin hacer mientras destruía el futuro a través de un desgaste provocado por un estrés y ruido incesante que no hacía cada día más que empeorar."


Decir no, sin culpa. Así consiguió Asun crecer, llegar a lo que hoy es, como directiva, como madre, como esposa, como amiga. Y le dio gracias a su gran "no", al "no" del que todos deberíamos acostumbrarnos a gestionar:

El no que ahorra tiempo.

El no que mejora tu estado de salud.

El no que libera la energía que antes iba directa al cubo de la basura de la justificación.

El no que elimina/minimiza el estrés por complacer al prójimo, aun enterrándonos a nosotros.

El no que genera claridad de comunicación.

El no que nos lleva al auto-respeto.

El no que nos conduce a lo auténtico.

El no al resto que es un sí a ti mismo, a tu tiempo, a tu salud.

domingo, 9 de febrero de 2025

DARLE LA VUELTA AL ARGUMENTO CONVIRTIÉNDONOS EN PERSONAS DE VUELO SUPERIOR

"Los que renuncian son más numerosos que los que fracasan"


Henry Ford (1863-1947) 

Industrial estadounidense



El equipo directivo aprovechó el VI Congreso Educando en Valores de Pozoblanco para la reunión anual que sirvió como resumen y cierre del ejercicio 2024 y puesta de largo de las previsiones, metas y principales retos para el 2025.

Como Siempre, y Para Siempre, M Ángeles fue una gran anfitriona, y organizó el Congreso con nota, sorprendiendo nuevamente a jóvenes y no tan jóvenes.

Arrancó el congreso con su himno, siempre cantado (y compuesto) por Luis, cantante profesional, elegante y entregado a la causa.

Magia, formación sobre los peligros de las redes, dando a conocer lo que es el grooming y la IA (oportunidades y amenazas) daban forma a la jornada, como antesala a las charlas de Marta y Pedro.


Tras el descanso, Marta, con 29 años, nos contó su historia.

Empezó con sus éxitos, medallas, campeonato del mundo, etc... Pero nos dejó un mensaje potente a todos las asistentes y lo recalqué en la reunión del equipo después: "PROHIBIDO QUEJARSE".

Marta continuó contando cómo sufrió bullying en su instituto desde los 13 años. Parece ser que le hicieron vacío, le tiraban las cosas al baño e incluso llegaron a pegarle una paliza. Resumen de las causas según un profesor que atendió a sus padres tras la paliza: es que su hija saca buenas notas, se le dan muy bien los deportes y va siempre bien vestida, y eso no ayuda a integrarse. Ahí lo dejo.

Tras el cambio de instituto, llega su segunda etapa, y su segundo golpe de vida. Un día entrenando cae mareada. Tras una odisea de médicos le diagnostican "un tumor en el cerebelo". No una, sino dos operaciones a vida o muerte (esa Navidad la dedicó a despedirse de amigos y familia), la dejaron con una discapacidad muy seria, pero a los dos meses consigue andar sola, a los seis trotar 5 kilómetros, y debido a su capacidad de lucha y resiliencia, decide continuar desde su casa para terminar primero de bachillerato y al año siguiente termina segundo en el insti; eso sí, sin poder pisar recreo, ni compartir muchas cosas que los jóvenes sin secuelas pueden hacer en su vida normal.

Y llega la etapa de la universidad. Un suplicio para iniciarse en INEF, debiendo pasar las pruebas de acceso sin ningún tipo de adaptación a su situación. Marta lo consigue; otra montaña escalada sin ayuda alguna.

Ya en tercero, sale de fiesta, llegan a un piso a rematar la salida, un juego de jóvenes, y cuando le toca a ella beber (solo bebía agua), algo que alguien mezcla en su vaso la deja sin conocimiento, y sin entrar en detalles, es violada esa noche por dos jóvenes. Las pruebas de ADN indican que uno de ellos era un compañero de carrera, de su clase de 3º.

Aviso para navegantes; jóvenes, padres. Esto pasa, a ella que estaba allí, contándolo, le había pasado. Lo contaba quien lo había vivido en sus propias carnes.

Y para colmo, el juez archiva el caso. Y gracias a su madre, que la pilla a tiempo, Marta no se suicida.

Marta se recupera de nuevo, de todo, que no es poco, gracias a su familia, psicólogos, un sacerdote y la fuerza que Dios le envía. Y se refugia en el deporte, más específicamente en el Triatlón.  

"PROHIBIDO QUEJARSE".

Dejó algunos consejos:

"Nadie es menos, pero nadie es más. Enfrentarse a los que no quieren que tú crezcas. Qué te da la vida, quién te quiere pisar, y qué propósito vas a conseguir no por los que te envidian, sino esforzándote por ti mismo."

Marta, medalla de plata en París 2024, pero sobre todo una mujer con una vida con caídas brutales, pero con una capacidad de superación superlativa. 

Su medalla, el premio, su vida, una Master Class para jóvenes y no tan jóvenes. 

"La vida es larga, y corta a la vez. Luchar por vuestros sueños, pero nunca piséis a nadie. Si los jóvenes de hoy no lo cambiáis, no lo va a cambiar nada ni nadie."





Tras el noqueo de Marta, llegó Pedro. Lanzó una cuestión simple. ¿Qué debemos hacer cuando las cosas no salen cómo queremos? Durante su charla trató de explicar cómo se gestiona el "fracaso". Y arrancó haciendo ver que las personas no son malas sino que tienen malos comportamientos.

Contó cómo vivió el divorcio de sus padres (tenía 12 años), y respondió desde el odio, la rabia, el rencor; en resumen, no lo supo gestionar. Tampoco compartir. Cambió de cole y conoció el miedo tras amenazas de algún que otro grupo o tribu de la época.

Pero su vida cambia cuando conoce un deporte llamado waterpolo. Tras volver a cambiar de casa cuando su padre encuentra otra pareja, Pedro se escapa y se refugia en el deporte. Ya juega sus primeros juegos en el 88, pero le marca la final del 92; que entre otras cosas perdieron. Toda España pendiente, sus familias y amigos en la grada, tres prórrogas y al final, pierden. Y los periódicos de la época después de todo su esfuerzo, del equipo, de llegar a una final olímpica en su país, lo tachan de "fracaso". "El waterpolo español ha fracasado".

En ese momento, abre debate con los jóvenes del congreso: "Esfuerzo, trabajo, desastre, quedar segundo es un éxito, porque muchos otros no han ganado nada, del segundo nadie se acuerda".

¿Éxito o Fracaso? Para Pedro, no es lo que pasa, sino la lectura de lo que nos contamos con lo que nos pasa. Dos caras de la misma moneda.

El éxito y el fracaso es relativo. Según el valor de cómo se vea, así se afronta la adversidad. Cuando algo va mal, se trata de darle la vuelta al argumento.

Cara del éxito: Intentarlo, crecer, afrontar retos, no tener miedo al error, hacerlo lo mejor posible. Lograr reconocimiento por obtener un cierto nivel. Notas esencialmente públicas. Resultado feliz de algo importante.

Cara del fracaso. Intentar hacer algo y no tener los resultados esperados. Experiencia más bien privada. Algo esencial se ha torcido, con resultado más bien adverso. Tristeza, amargura y desilusión.

Ambos son dos grandes impostores. Pero Pedro nos transmite que para llegar a alcanzar el éxito se tiene que pagar un precio demasiado alto que nos pueden llevar incluso a la incoherencia. En cambio, el fracaso puede conllevar una lección de vida fructífera que puede dar la vuelta al argumento. La capacidad para crecerse ante los obstáculos y no darse nunca por vencido es darle la vuelta a ese argumento negativo que proviene del dolor, del ser segundo, de recibir esa paliza. El fracaso modela y programa la personalidad, debe ser pasajero, superable, punto de partida, de renovación, de aprendizaje. 

No es normal aprender de lo teórico sólo y del triunfo tras triunfo. Lo que nos llegará en nuestro entorno familiar, con los amigos, y en el trabajo serán muchas caídas y numerosos golpes. Se trata de afrontar el fracaso como aprendizaje. De las derrotas hay que tomar nota y volver a empezar. Asumir la derrota, levantarse y volver a la lucha. 

Ser Personas de vuelo superior como comentaba Pedro ya al final. Saber aprender. Tener siempre el fuego dentro, encendido. Y no podrán con nosotros. Perseverantes, persistentes, optimistas, sin dejar nunca de luchar. Así era Marta, así era Pedro, y así quería que fueran los 800 adolescentes que escuchaban atentos todos los mensajes.

Y así tendremos que ver nosotros la vida también como adultos para seguir creciendo

"Hay derrotas triunfales a las que envidian algunas victorias".- terminó resonando en el auditorio.



Pensaba ya en casa en todo lo ocurrido decidido a darle la vuelta al argumento mientras nos convertimos en personas de vuelo superior. Y tomé nota de algunos consejos como resumen para practicar en el día a día, mientras me caigo, mientras me levanto, mientras me daño, mientras me curo, y siempre sin derecho alguno o motivo para quejarme...

- En la familia, con los amigos, en el trabajo, cuando no todo sale bien como nosotros queremos. ¿Qué nos estamos contando?

- De la tristeza, enfado, ira y negación del 92 le dieron la vuelta al argumento en el 96 con liderazgo, talento, optimismo, esfuerzo, atrevimiento, generosidad, valentía.

- El esfuerzo no es igual al resultado. Esto va de cómo ves lo que pasa. Manejar la presión. Sentir que se está a la altura. ¿Es la realidad o es lo que me cuento?

- El miedo no es malo sino necesario porque trae la prudencia, la reflexión, y tenerlo no es malo si se conquista.

- Atreverse a cambiar, a cambiar el argumento, a cambiar qué nos contamos, y a perseverar.

- No olvidarse, aunque triunfes, que no eres otro ni diferente; eres el de siempre. 

- Tu edad no te define, te define tu comportamiento y la manera de cómo te hablas. 

- Las notas no son tu inteligencia, sino la inteligencia adaptativa que te permite cambiar y seguir.

- No dejes nunca de ser auténtico, original y merecedor de cariño. Por favor, genera buenos hábitos de vida, por ti, para ti, y por/para los tuyos.

domingo, 2 de febrero de 2025

EL PODER DEL SILENCIO. HABLAR MENOS, HABLAR MEJOR.

"A menudo me he tenido que comer mis palabras 

y he descubierto que eran una dieta equilibrada"


Winston Churchill (1874-1965) 

Político británico


Mucho había escuchado sobre Jesús, y todo bueno. Y es que su conocimiento en la materia y lo relacionado con su profesión a nivel técnico era de nota. Sus hechos y lo que había conseguido en puestos diferentes, trabajando como mano de obra directa, marcaban un camino cargado de hitos positivos.

Sin embargo, cuando tuve la oportunidad de conocerlo al compartir en la empresa un par de proyectos, tras escuchar lo que proponía y todo lo que al hablar desnudaba acerca de sus pensamientos, hizo que lo que era leyenda pasara a una realidad decepcionante.

Cuanto más hablaba se alejaba de ese supuesto héroe aterrizando en el mundano rol de villano.

Y es que hablar demasiado no ayuda casi nunca. Dicen que la lengua humana es como una bestia salvaje, difícil de domesticar, y menos de controlar. Pero en lugar de alegrías, suele causar daños al dueño que la cobija cuando se desata. Por todo, aprender a controlar el arte de la palabra puede ser un factor que haga a su propietario triunfar, procurando que la misma no se malgaste en balde, sino sea usada en su justa medida.


Al contrario, dominar el silencio o decir menos de lo necesario le hace a la persona incluso mejor de lo que es. Controlando lo que se revela con las palabras justas se deja de transparentar al cien por cien objetivos o intenciones. Y decir menos aumenta el misterio y la profundidad de la persona que lo domina.

Si dices poco puede que se cree una apariencia de conocimientos. Y solo por estadística, la probabilidad de decir tonterías decrece, incluso de desvelar lo que no toca.

Aunque también hay gente que cambia su palabra de forma continua y no pasa nada, lo normal es tener unos principios y mantener lo que se dice. Por todo, si se habla demasiado, es muy posible que se sea esclavo de sus palabras. La lección está clara: una vez las palabras están dichas, no se pueden retirar. Y si te desdices, no quedas precisamente como una persona confiable.

Relativo a este tema, recuerdo un amigo que siempre me aconsejaba mantener el control y ser muy cauteloso con el uso del sarcasmo, porque aun siendo verdad que el mismo genera una gran satisfacción momentánea, normalmente después a la larga se paga con creces el daño punzante que deja en la otra parte.

Recordando a Jesús, también cometía un error cuando tocaba trabajar en equipo. Nunca dejaba hablar a sus subordinados antes que él mostrara sus intenciones. Y conocer las intenciones de tu equipo, enriquecer de ideas el proyecto y abrir las posibilidades antes de decidir solo es posible si el personal no siente la necesidad de pensar lo más cerca posible del "jefe". Y recuerdo cómo tras Jesús sentenciar al inicio, el resto convertían la reunión en un cuadro monocolor.


Me pregunté si en algún caso sería bueno no permanecer callado. Y creo firmemente que sí. Por ejemplo, pensé en casos que el silencio pueda levantar sospechas de que no se quiere informar, o incluso ante alguna pregunta directa puede aparentar inseguridad o desconocimiento. Por lo tanto, ser cauto, aprender a no hablar demasiado, sí cuando toca, pero no quedar mudo en momentos que hay que salir al escenario. Porque a veces hablar de más, y aparecer como débil o menos inteligente a propósito puede ayudar a atestar un golpe adelante estratégico mientras el opuesto entiende que tiene enfrente una especie de bufón (recordando entonces que el bufón aparece como el tonto/payaso siendo incluso más listo que el propio rey).

domingo, 26 de enero de 2025

EL ENGAÑO ENVUELTO EN CORTINA DE HUMO PARA TRIUNFAR

"No se deje engañar por lo que aparezca en la superficie. 

En las profundidades es donde todo se vuelve ley"


Rainer María Rilke (1875-1926) 

Escritor austríaco





Me hablaron mucho de él. Y coincidir fue interesante, aunque no gustó a alguno de los contertulios. 

Nos contó cómo trabajaba, cómo guiaba al equipo, y cómo enfrentaba al competidor. "Elijo el camino equivocado, y los llevo bastante lejos. Envueltos en humo. Y cuando lo ven, y lo entienden, ya suele ser demasiado tarde".- decía.


Anotó en la libreta, arrancando la hoja. 

"El engaño, sin sospechas; en caso contrario todo está perdido".


Trabajaba con una brillante honestidad falsa. Sus señales siempre estaban cargadas de ambigüedad, como señuelos desconcertantes. Y con ello conseguía que nadie conociera su verdadero objetivo, porque su actuación no permitía distinguir lo genuino de lo falso.


Miguel, así se hace llamar (a estas alturas no sé si es siquiera su verdadero nombre), sabe que ser un libro abierto le ha traído problemas en el pasado. Al inicio, honestidad y sinceridad era la impronta de su forma de ser. Pero acababa ofendiendo a la gente, y descubrió que medir las palabras, aunque más costoso es a la larga más rentable. Porque la gente al final prefiere que le regalen los oídos en lugar de escuchar la verdad, por ser a veces dolorosa, a veces fea.


"Siendo totalmente transparente, es difícil que nos respeten o nos teman", pensó. Y decidió ser un experto en el arte de ocultar las intenciones. Y tuvo éxito, alcanzando poder, porque la gente se deja guiar por las apariencias, que son hechos, y es para ellos muy costoso y complicado vivir buscando qué hay detrás de lo que se puede ver, tocar, oír.


Dejaba señuelos potentes, y su entorno lo seguía sin esfuerzo. No necesitaban retorcer la realidad; simplemente necesitaban un mapa que seguir, y ya veríamos después... la gente se conforma con comer, respirar, dormir, fichar...

Actuaba constantemente y hablaba de sus objetivos, de lo que quería conseguir, de su meta; lo único que no era lo que realmente ansiaba. Pero era creíble, porque no podía ser que actuara en público con  pasión, aunque medida, en la búsqueda de su objetivo. 

Porque pasarse de la raya en la emoción y no ser comedido le trajo problemas en alguna ocasión. Creíble sí, pero en su justa medida, por lo que no se puede llegar nunca a la caricatura o la exageración. De esta forma se iniciaría por la otra parte un proceso de recelo e investigación. 


Miguel aderezó la receta del engaño con cortinas, y nos indicó que sin humo que nuble la vista es más complejo mantenerse lo necesario en un camino  que no lleva a dónde el contrario cree que va.

Y siempre viste la ruta con elementos confiables, porque debe ser conocido para el enemigo, generando confianza, para que la marcha, el avance sea suficiente y no permita volver atrás; y caer en la trampa sea la única opción.

Y si Miguel aprendió del engaño y lo elevó a arte en su forma de vida, no hizo menos con el uso de las cortinas de humo, herramienta que conducía a sus víctimas a su tela de araña, sin presión ni agresividad, sino de manera fluida, como si la dirección fuera elegida por ellos mismos.

Y nos habló de varias armas para poder generar ese humo que confunde. Una era la expresión de su cara. De no romper un plato, como un niño, anodino. Nunca se entreveía tensión, ni posibilidades de algo torcido en sus intenciones. Todo lo contrario; su rostro  se podía definir como suelto, distendido, relajado.

Tampoco se le daba mal dar golpes de efecto que él denominaba como gestos nobles. La gente los recibía con cariño, porque al final, creer que estos gestos son genuinos es agradable. Y hace la vida más fácil. Si nos ha dado esto y a aquello, será por algo.

Y nos contó la efectividad de una cortina de humo que llamó "seguir la pauta". Actuar siempre con un patrón, un algoritmo, mientras que la gente del entorno lo hace suyo. Y pensar que sabe todos los siguientes pasos, hasta que la relajación sea su mayor problema; porque esperando que viremos a la izquierda, de repente vamos a la derecha, y el golpe no esperado puede que sea incluso mortal. 

Para terminar con el humo, nos habló de mezclarse con los valores del grupo. Mezclarse sin fisuras, haciendo que la fachada sea una. Cuanto mejor es la mimetización, menor es la sospecha. Recordó historias de espías y topos, de los que hubo, hay y habrá.



En definitiva, no se puede atacar como lobo, siendo lobo. Más bien, envuelto en piel de cordero se puede entrar mejor en la granja, y mediante una estrategia sin prisa, pero sin pausa, ir ganando confianza en los diferentes rebaños de interés, que hoy son parte del ejército y mañana los ingredientes principales de tu banquete triunfal.

lunes, 20 de enero de 2025

TRABAJO, AMIGOS Y ENEMIGOS

 "Siempre que otorgo un puesto vacante 

dejo a cien personas descontentas 

y a una desagradecida"


Luis XIV (1638-1715)




Esta semana salió en la tertulia tras la comida el tema de los amigos y el trabajo.

Decía Paola que sus mejores amigos los había tenido en el trabajo, a lo que Alex respondió que no estaba nada de acuerdo.

"Estás confundida".- le decía él. Mezclar amistad y trabajo no es muy recomendable. Y el que ha sufrido al respecto sabe que saber poner límites es lo que salva el no llegar a un final dramático.

Es curioso, pero en este tema siempre se concluye que los colegas no son familia elegida, sino compañeros de trabajo; y volviendo a cómo lidiar si la situación se presenta, volvían a recalcar que los límites son claves. Respeto e intentar mantener al margen la vida privada, en la medida de lo posible. 

Alex nos dijo que la "amistad" termina a las 17:00. Y además, cuidado con el que “te come a besos”, porque la familiaridad en la oficina puede que sea estratégica. Eso sí, amabilidad, respeto, trabajo en equipo, propósito común y ayudar en lo que sea menester. Si la empresa va bien, tú vas bien, y el equipo va bien.

Pero ante todo se trata de centrarse en el trabajo, establecer límites claros y los detalles personales cerrados al dominio público. No se debe olvidar que los compañeros  priorizan su éxito personal; y se defenderán en lo que puedan si la cosa se pone fea.

Paola, continuando, nos comentó que tuvo una mala experiencia cuando para ayudar metió de ayudante a su mejor amiga. Pensé que se estaba contradiciendo, pero abría un melón que no era hacer amigos en el trabajo sino contratar a un amigo para trabajar juntos. 

Alex volvió a coger la batuta. Para él, toda situación laboral requiere de cierta distancia entre la gente. Se trata de conseguir hitos, trabajar, y la amistad difumina este hecho. Hay que juzgar quién es el más capaz para generar acciones que nos lleven a conseguir los objetivos, y eso no se consigue colocando amigos en los sillones. La selección debe ser más seria. Fuera del trabajo, amigos y amistad, dentro elegiremos por capacidad, preparación y competencia.



Terminamos con otro tema interesante, el cual si lo de los amigos no había quedado claro, nos cuestionaba qué pensábamos sobre cómo gestionar o contratar a antiguos enemigos. Aquí todo saltó por los aires, porque para ambos, los enemigos eran diamantes en bruto a falta de pulir de los que se podía aprender y sacar mucho partido. 

En definitiva, no hay que fiarse de los que dicen ser tus amigos en el trabajo. La traición suele ser más rápida y sobre todo inesperada. Se suele bajar la guardia. Envidia o desagradecimiento están a la vuelta de la esquina. Corta memoria. En cambio, el contratar a un antiguo enemigo genera una relación de lealtad. Éste tiene mucho que demostrar. Además, cuando eres tú el que le propones un trabajo el efecto sorpresa te pone en ventaja. 

Creo que todos nos marchamos con algo de vértigo pero a la vez más orientados en esto de la amistad, el trabajo, los amigos y los enemigos. Se había roto algún esquema, pero nos propusimos intentar algo en las próximas fechas que pudiera aportar luz en real con alguna experiencia laboral con enemigos. "Tenía su encanto salirse de la caja y explorar mundo fuera de lo calentito del hogar".- pensé mientras me subía al coche para volver a casa a descansar durante el fin de semana.


domingo, 12 de enero de 2025

EL REY SOL Y LA GUILLOTINA DE LA INSEGURIDAD

"Al poder le ocurre como al nogal, 

no deja crecer nada bajo su sombra"


Antonio Gala (1930-2023) 

Dramaturgo, poeta y novelista español.




No conocía a Robert hasta que coincidimos esta semana, pero había oído hablar mucho de él y, por cierto, todo bueno.

Me habló de un compañero que le habían despedido por ser muy bueno en su trabajo. Excesivamente bueno, me dijo.


Me interesé por el asunto y no tuvo reparo en contarme cual era para él una de las claves del asunto. En resumen, las habilidades y maneras de su amigo le habían hecho brillar incluso por encima de su jefe, y al no saber controlar la atracción de su equipo, lo que de inicio pareciera una fortaleza para él y para el proyecto se había convertido en la herramienta afilada de la guillotina que esperaba su cuello para que su cabeza fuera separada del resto del cuerpo.

Y es que el tema de la inseguridad de las personas (de todas las personas, sin excepción) es algo no desdeñable. Y si no controlamos nuestras habilidades y sobre todo, las gestionamos para que sean bien entendidas, los resentimientos pueden llegar a provocar por aquellos que tienen el mando, precisamente eso, eficientes armas de verdugo. 

Envidia, resentimiento, ganas de sobresalir haciendo al colega más pequeño en lugar de crecer; todo sale cuando no hay nivel, autoconfianza o se dispone de una baja autoestima. En definitiva, inseguridad que se puede ocultar con una coraza de agresividad, o en el caso de un jefe, la acción del despido de aquél que por buen fin, despunta.

Recordé al rey Sol. ¿Cómo alguien en la corte osaba intentar brillar más que la propia Estrella principal del firmamento?

Hablamos que para crecer no se puede estar pendiente de mezquinos que quieren bajar la media, vivir del cuento, o simplemente pasar por la vida fichando en la entrada y salida del trabajo mientras que los días pasan sin dejar reseña que pueda mejorar a uno mismo y sobre todo, a su entorno. Pero si se trata de poder, eclipsar a un jefe sería el mayor error que se pudiera cometer. Y a veces, brillar sin tino apaga al que no debiera.


Concluyó Robert con dos reglas a tener en cuenta. La primera es que se puede ofender sin darse cuenta, simplemente siendo uno mismo. Por ello, hay que cuidar en lo que resaltas y a veces, repartir puntos positivos entre el equipo, intentando incluso que el que puntúe sea tu responsable u otros jefes de secciones menos agraciados en las diferentes habilidades de la gestión o la técnica.

Como segunda regla comentó que nunca se debe olvidar que el puesto y las circunstancias son temporales; y lo que hoy es una posición, mañana puede ser otra. Decía Raúl, futbolista, ni soy hoy tan bueno ni ayer era tan malo, simplemente en todo caso sigo siendo yo. Pero una racha metía goles, y otras no. Y el que decidía ponerlo de titular o incluso renovarse en el equipo no era él mismo, sino su jefe. O sea, que estamos de paso, y no debemos dar por hecho que lo conseguido será desde hoy para toda la eternidad. Hay que ganárselo todos los días, y por ello, hay que contar con la posibilidad que nuestra cabeza pueda ser servida en fría bandeja en cualquier descuido.



Dejar que brillen, que te eclipsen si es menester, no debe ser malo, sino al contrario, signo de que todo avanzará con un buen equipo que sabe utilizar sus armas no para desgastar energía en luchas internas sino para ganar batallas y guerras en su mercado generando crecimiento, seguridad y un proyecto sostenible en un mundo en el que las luchas de poder, los egos y el cortoplacismo solo generan envidia, egoísmo y lo que es peor, autodestrucción.

domingo, 5 de enero de 2025

"QUERIDOS REYES MAGOS..."

"Los excelsos regalos de los dioses no pueden ser destruidos 

con facilidad por los mortales hombres,

 ni ceder a sus fuerzas"


Homero (VIII AC-VIII AC) 

Poeta y rapsoda griego



"Queridos Reyes Magos:


Este año he sido bueno, en general. Sé que a veces no he estado a la altura, he perdido los nervios, y no he tratado, en situaciones extremas, cómo se debía a parte de mis directores.

Por ello, sí pediría para mí más autocontrol y saber manejar mejor el estrés, sabiendo que no viene un año fácil y que no saber controlar la situación no ayudará nada al resultado del mismo.

Pero también, aprovechando vuestra magia, me gustaría pedir tanto para mí como para mis directivos cinco deseos. No pido que brillen por encima de los demás, sino que manejen su ego para guiar, inspirar e impulsar a cada uno de los miembros de su equipo.

En resumen, me gustaría que dejaran atrás sus miedos, sus preocupaciones, y le den prioridad en cada una de sus decisiones a lo que se conoce como bien común.

Sé que no será fácil, pero necesitamos vuestros regalos para que tengamos energía suficiente para avanzar hacia un liderazgo trascendente. 


Primer deseo

En primer lugar, regaladnos la habilidad de reconocer nuestras limitaciones y sobre todo, el hábito de trabajar las estrategias necesarias para superarlas. Ser sinceros con uno mismo, pero sobre todo con los demás. Escuchar activamente otras visiones externas y comprender el impacto real de las acciones que generan o proponen. Y rematar aclarando malentendidos por lo que la gente puede opinar de la imagen que proyectamos.

Segundo deseo

Permitidnos el buen hábito de practicar la atención plena, que nos permita generar una mayor conciencia, una mejor comprensión de uno mismo y de nuestro entorno. Necesitamos tomar decisiones informadas, por lo que necesitamos identificar pensamientos, y sentimientos, para que nos ayuden a disminuir y estabilizar las emociones. Este deseo nos ayudará a afrontar los desafíos que el 2025 nos deparará, y sobre todo a hacerlo de una manera más precisa y clara.

Tercer deseo

Regaladnos la habilidad para poder mirar más alla de nuestras limitaciones y poder soñar, visualizar y creer en nuevas posibilidades. Innovar con nuestros equipos y generar un proyecto sostenible de éxito. Sería como tener en nuestra mente un DAFO, aprovechando las fortalezas y gestionando las debilidades para minorar su efecto.

Cuarto deseo

Permitidnos disfrutar del presente, pero sin dejar de pensar en el futuro. Regaladnos la capacidad de decidir teniendo en cuenta el efecto de nuestros mandatos, y pensando sobre las decisiones tomadas en el pasado. Lo que fue bien antes, no tiene por qué ser bueno ahora. Pero la experiencia puede hacer no repetir errores del pasado. Ni siempre igual, per sé, ni todo nuevo.

Quinto y último deseo

Interiorizar en todo el equipo que nuestras preocupaciones personales se alineen con valores altruistas externos a nuestro individualismo. Que desplacemos nuestro beneficio propio hacia un bien común, que el equipo mejore y que toda nuestra comunidad se dirija gracias a nosotros hacia un mismo propósito y un crecimiento global. Que no renunciemos a una realización personal, pero que ese crecimiento está en equilibrio con el bienestar de toda la empresa.


Muchas gracias por todo, Reyes Magos. Nos vemos en la Cabalgata.


Un Abrazo para los tres."





Pensó en la responsabilidad que todos tenían debido a su cargo. Profesionales, equipos y familias. El Ego debería manejarse y entender que en el corto plazo, el bienestar puede ser individual, pero a la larga todos necesitamos a todos, y estar bien solo pensando en uno mismo no es compatible con una felicidad común, la cual solo se generará mediante decisiones holísticas.