"Si tenéis un minuto, intentad resumir vuestra pasado, brevemente, y sentiros orgullosos.


Después, enfrentando el maldito folio en blanco, dibujad vuestro futuro, con pasión, con ganas de hacedlo mejor.


Será vuestro mundo, vuestro camino..."

domingo, 8 de enero de 2017

TRABAJO DURO PARA UN "TRABAJADOR DEL CONOCIMIENTO"

"El trabajo es lo más divertido,
podríamos pasarnos horas observándolo"

Anónimo

Hemos dejado atrás la última semana de las fiestas de Navidad, incluida la noche mágica de Reyes en la que nuestros peques y los que no lo somos tanto, echamos el resto disfrutando de esos GRANDES momentos mientras destrozamos el papel de regalo; bonito, bien trabajado, pero diseñado para su destrucción. ¡El interior es lo que importa!

Ahora toca mirar al nuevo año, con sus nuevos retos. Toca trabajar duro, sin descanso, ya que todo lo conseguido en el pasado, pasado está y hay que ganarse el sustento con todo lo que creemos a partir de mañana, sin más dilación.

Pero trabajar duro era más sencillo de valorar, de medir y de ejecutar para nuestros abuelos y padres. Ellos se criaron y trabajaban en una economía manual, sin máquinas ni organizaciones de métodos y tiempos que les dieran ventajas competitivas. Si, lo tenían fácil (sólo de medir, por supuesto), trabajar duro era "producir más" (madrugar más, echar más horas, dejarse la piel). Y ese producir más era lo mejor para sacar a flote a su familia.

Pero ese tiempo pasó y todo se ha complicado. La mayoría de nosotros no usamos nuestros cuerpos como sustitutos de las máquinas. Las máquinas hacen el trabajo físico (menos los que optan por machacarse una hora al día en el gimnasio del barrio). En nuestro tiempo, nosotros nos gastamos las horas sentados ante un escritorio. Probablemente, el único levantamiento de peso será cuando cojamos el vaso de plástico de café y después lo tiremos a la papelera. Ni cambiamos la bolsa de la misma; ya vendrá la limpiadora (o el limpiador)...

¿Dónde quedó el trabajo duro?

En este punto, mis contertulios siempre me contestan lo de las 11 horas al día, el teléfono siempre dispuesto para contestar al cliente, al jefe (incluso en vacaciones), y esos e-mails respondidos en fin de semana, sin desconexión.

No. No estás trabajando duro, perdona, estas trabajando MUCHO (que es distinto). 

En definitiva, no sirven los conceptos clásicos de productividad. La productvidad del trabajador del conocimiento es algo totalmente nuevo y desconocido. Pero la calidad de nuestro entorno y del mundo desarrollado depende del entendimiento y la mejora de la productividad de estos trabajadores. Y una de las claves de nuestra economía, de nuestras empresas y de los jefes será entender cómo medir en el trabajo y cómo generar valor a través de liderar a este tipo de trabajador tan peculiar.

Antes nos medían por los kilogramos de aceituna que cosechábamos; como decía, trabajo duro era sinónimo de mucho trabajo. Pero despierta ya, por favor, debes saber que el futuro no tiene nada que ver con el pasado, y el trabajo duro es el que requiere que nos situemos en el límite, no simplemente que fichemos. 

Trabajar duro es dejar esa redundante cómoda zona de confort. Es dejar el trabajo y ponerte por tu cuenta. Es inventar un nuevo sistema, servicio o proceso en el departamento. Es ser capaz de sentarte ante tu jefe y explicarle que, por el bien de todos, tiene que dejar de ser perezoso desde el punto de vista intelectual, emocional e innovador (es más fácil quedarse quieto mientras que la empresa se apaga, cobrando la paga, pero también apagándose, consumiéndose). Trabajar duro es proponer al equipo directivo que cambien, que dejen de hacer lo de siempre, que prueben alternativas nuevas aunque más arriesgadas, eso sí. Trabajar duro es tomar decisiones arriesgadas, sin certidumbre, sin consenso. Trabajar duro es...

En resumen, trabajar duro es correr riesgos aparentes. Es dejar el "statu quo" de la complacencia a un lado y hacer cosas que la competencia consideran inseguro; romper las creencias, las normas.

¿Crees que las personas que hoy están cosechando éxitos o creando cosas fantásticas sólo lo hacen dedicando más horas que tú? Si esto fuera cierto, la receta es fácil. Pon antes el despertador. Ya lo tienes. El tema es que no trabajan sólo mucho, sino DURO.

Y la solución no es volver a las mulas, ni destruir máquinas y ordenadores, para dar horas al hombre, sino empezar a pensar que debemos trabajar (mentalmente) más que nunca, corriendo riesgos (emocionales, personales y económicos) que seguramente nos compensarán, con creces.

Claro que es arriesgado, seguro que lo estás pensando. Para comenzar nos tocaría enfrentarnos con cosas que preferimos ni verlas: el miedo al fracaso, el miedo a destacar, el miedo al ridículo, el miedo al qué dirán, en definitiva el miedo al rechazo. Pero trabajando duro nos enseñará a enfrentarnos a estos miedos y dejarlos atrás. Eso sí, una vez superados, al día siguiente, tocará hacerlo otra vez, y otra, y otra.

Pero no lo dudes, cuanto más arriesgues, más seguro estarás. Te estás forjando un futuro a prueba de recesiones y tus hijos te lo agradecerán. Así que cuando saltes de la cama, temprano, todos los días y estés frente a tu escritorio, ya sabes, trabaja duro, suda la camiseta, asegura tu vida y tu futuro, merecerá la pena.





Para muestra, un botón y me permito sugeriros que dediquéis 5 minutos a ver el siguiente vídeo que evidencia todo lo escrito y si no cae en saco roto podréis usarlo como ejemplo varias veces al día desde el momento que lo veáis.

El vídeo de la semana: TRABAJADORES DEL CONOCIMIENTO


Historias pasadas de "lasemanadeedusanchez": Os dejo, en el siguiente enlace, lo que pasaba por este blog hace 3 años para los que se han incorporado tarde y también para los amigos nostálgicos que les gusta recordar.


2 comentarios:

  1. ¡Estupendo post, Eduardo! A ver si dejamos de echar muchas horas improductivas y empezamos a pensar en aportar valor inteligentemente.
    Con tu permiso, referiré y comentaré este post en mi blog www.revitalent.com/cosasquepensar

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu comentario, Luís. Falta nos hace realizar un esfuerzo para entender a esta época y a estos trabajadores del conocimiento. Permiso concedido. Un placer.

      Eliminar