"Si tenéis un minuto, intentad resumir vuestra pasado, brevemente, y sentiros orgullosos.


Después, enfrentando el maldito folio en blanco, dibujad vuestro futuro, con pasión, con ganas de hacedlo mejor.


Será vuestro mundo, vuestro camino..."

domingo, 15 de septiembre de 2024

UNA EMPRESA MUY AUTÉNTICA

"Sólo si me siento valioso por ser como soy,

 puedo aceptarme, puedo ser auténtico, puedo ser verdadero"


Jorge Bucay (1949-?) 

Escritor y psicoterapeuta argentino



Paola sabía que se jubilaría en la empresa actual. 

Había pasado unos días en el pueblo de su prometido, y habíamos tenido muchas charlas estas fiestas debido a que era la directora de una empresa industrial en Italia, muy cerca de Parma. Al final, los problemas de las empresas que fabrican, del sector secundario, independientemente del producto que produzcan son muy similares.

"Eso es lo que me pasa a mí".- repetía. Otras veces era yo el que la entendía al 100%. La verdad es que parecían dos industrias paralelas separadas por el Mar Mediterráneo, como si de dos multiversos se tratara.



Pero cuando le pregunté el motivo por el que estaba tan bien en su empresa, Paola lo tenía claro: "Es una empresa verdaderamente auténtica".


Y es que no basta con tener una gran cultura y una estrategia genial, si no está alineando todo con la marca y lo que todo el entorno (stakeholders) experimentan en el día a día cuando interaccionan con la empresa.

Y esta alineación se consigue con autenticidad. O sea, una congruencia total entre lo que se dice y lo que se hace.

Paola reconocía esa autenticidad en cuatro rasgos que nos contaba de la siguiente manera.

Por un lado, no es una empresa estática. En su compañía tiene una cultura poderosa, fuerte, que se puede sentir en cuanto vives en y con ella, pero sin embargo dinámica. La sociedad a la que servimos cambia, el mundo cambia, por lo que la oferta y cómo debemos cumplirla para seguir en la brecha debe adaptarse.

Además, las personas, los líderes y mandos conocen muy bien sus valores y cómo construirlos. En su empresa saben que es muy importante este punto, por lo que incluyen un buen apartado de lo que entienden por valores y la cultura de empresa en todos los programas de formación y desarrollo del liderazgo. Entienden que el departamento o la persona de RRHH no puede sola responsabilizarse de informar, preservar y lograr cómo se debe, quiere o requiere respirar, andar, diseñar, atender, etc... en cada área de la empresa. Cumplen a rajatabla que esto es una tarea y responsabilidad de todos y cada uno de las personas que componen la empresa.

Escribirlo en un A4, bien bonito, y colgarlo en recepción, el despacho del jefe, la sala de juntas, está bien. Pero perdona, esto no es suficiente. Hay que oler por los cuatro costados lo que se lee en los trípticos, en las presentaciones, en el material de marketing usado en las ferias. Donde de manera auténtica se siente la cultura es en los comportamientos diarios, en la conversación honesta con el responsable de centralita, o con el de la garita, o con el director. No se trata de escribir los valores, publicarlos y a otra cosa. Se trata de vivirla, sentirla, experimentarla y decir: "pues sí, lo que está escrito se vive en esta empresa".

Y esto último Paola no lo había vivido nunca, hasta que aterrizó en su empresa actual; por eso estaba tan bien y podía transmitir todo lo que decía con orgullo y seguridad.

"¡Es que somos auténticos!".- repetía.

Un día nos habló de los procesos de selección.

"Y si había un match con la cultura, después hablamos de habilidades, de la técnica. Lo primero, la adecuación a la cultura; después, el entrenamiento, el desarrollo y la evaluación de las habilidades. Paola nos contaba que durante los procesos de contratación se intentaba mandar al candidato un mensaje sobre la organización, su cultura, sus valores, su propósito y el por qué se necesitaba su talento. Después, una vez cuadrara todo, nos comentaba que con las experiencias de capacitación comunicaban sobre lo que la compañía realmente valoraba y necesitaba. 

Venía de la rama técnica y Paola me decía que cuando diseñaba y hacía cálculos y desarrollaba especificaciones en forma de planos, a la vez, vivía y bebía de la cultura de la empresa donde estaba. Y pocos triunfaban al margen de la cultura solo por ser unos cracks en el tema técnico. "Hay que ser bueno en lo nuestro, pero comulgar con los valores, lucharlos, vivirlos y hacerlos del equipo. Si no es así, al final todo se acaba, y todo se rompe".- me comentó el último día.




Como Paola nos enseñó tanto estos días con sus comentarios, me quedé con tarea, pensativo. Entendí que como individuos y como empresa debemos hacer un esfuerzo para informar/entender qué forma tiene y qué es la cultura de la empresa en la que estamos.

Comunicar y entender cuales son sus metas.

Reconocer verdaderamente por qué es importante todo esto para cada uno de nosotros, para nuestro éxito personal, y agregándolo todo para el éxito de la empresa. 

Entiendo también, una vez analizado, que de esta manera, conociendo, entendiendo y comulgando, las personas pueden tomar más riesgos, pueden llegar a ser más creativos y pueden tomar más decisiones, y mejores.

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