"Si tenéis un minuto, intentad resumir vuestra pasado, brevemente, y sentiros orgullosos.


Después, enfrentando el maldito folio en blanco, dibujad vuestro futuro, con pasión, con ganas de hacedlo mejor.


Será vuestro mundo, vuestro camino..."

domingo, 3 de marzo de 2024

ABRIENDO VENTANAS DE LA MENTE EN CUANTO A POLÍTICA DE EMPRESA

"No es tarea fácil dirigir a hombres; 

empujarlos, en cambio, es muy sencillo"


Rabindranath Tagore (1861-1941) 

Filósofo y escritor indio


Nuevamente tuve la oportunidad de retomar mis conversaciones con LuisMa a través de su libro. Para mí, dejó huella; y siempre estaré agradecido a todas las ventanas que abrió en la habitación de mi mente, porque aunque siempre dispuesta a descubrir nuevos caminos, en lo referente al tema de Política de Empresa, sus clases me introdujeron en una ruta que a pesar de intuirla no sabía nada, o casi nada.


Me recordó que la misión debe enunciarse de manera operativa. Solo de esta manera permitirá a la organización la realización puntual y sobre todo, la continuidad en el tiempo. 
Lo institucional es lo estable, pero se necesita plasmar el día a día en el crecimiento de todos y cada uno de los actores que conforman la obra.

Me habló del titular, de los propietarios, del político, de los miembros del consejo, de los directivos, de los técnicos, de los operarios y terminó con los usuarios.

Cada uno en su rol, tendiendo a la autorrealización, en libertad, eligiendo los fines secundarios y los medios para alcanzarlos. Dejó algunos de ellos para una segunda sesión, pero me habló de las características específicas del titular, de los propietarios y del político.

En cuanto al titular, lo definió, con independencia de ser propietario o no, trabajar en la organización o no, como el que tiene la última palabra en qué se va a hacer, por qué, cómo y quién será el responsable último respecto al fin y la misión. Me lo resumió como "Guardián de la misión de la empresa". Este requiere saber cuándo intervenir o mantenerse al margen; "un gran don de la oportunidad, como faceta fundamental de la prudencia clásica".- relató en voz alta mientras lo subrayaba en la pizarra de la derecha. Y a igual peso, se le exige magnanimidad para hacer frente a las difíciles situaciones que exigirán su acción/consejo/decisión.

Trató de los propietarios como los que tienen las cosas, los sitios, en definitiva los derechos. Como tales deben tener un conocimiento preciso de qué se compra, qué se transforma y qué se vende en su empresa. Por tanto, requiere su atención específicamente la satisfacción de necesidades reales, qué se compra y qué se vende, y de alta importancia para su crecimiento una alta dosis de autocontrol y templanza: solo se es propietario de una parte de lo material, con fronteras difusas entre lo que es de ellos y lo que otros pueden entender como suyo.

Y paramos para dar por terminada la primera velada en la figura del político, o persona de vértice, como LuisMa también lo llamó.

Me indicó que se trataba de una persona digna de confianza, responsable con mayor poder en la empresa, al margen del cargo que oficialmente ostente. Entiende que se ocupa de algo con vital importancia como de construir el sistema de causas de las que se derivan los efectos; es la brújula que marca la dirección, y sus herramientas son los procedimientos políticos o de gobierno. Elige el modelo conceptual del negocio, encargándose de traducir los deseos y condiciones marcadas por la titularidad y los propietarios.

Le toca decidir cómo se debe aplicar la misión, los objetivos y las políticas más globales supervisando de qué manera lo traducen los directivos mientras ejercen e implementan la comentada misión,  cada uno en su papel, de un guion común establecido. Desde el Consejo de Administración hasta el empleado de más bajo rango jerárquico deben subordinarse libremente a su autoridad. 

Remarcable como notas distintivas del buen político de empresa me dejó tres:

- Ser digno de la confianza en él depositada.

- Tener autoridad política. Sobre él recae la mayor responsabilidad del gobierno político y

- Fortaleza. Sobre todo, fortaleza.





Continuamos despachando de todo lo divino y de lo humano, dejando el resto de participantes para otra ocasión, que seguro merecería de nuevo la pena.

En todo caso, y como nota general, cualquier función en la empresa, y me atrevería decir en la vida, requiere del ejercicio y su mejora; pasar de la deliberación a la actividad una y otra vez.

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