"Cuando no somos capaces ya de cambiar una situación,
nos enfrentamos al reto de cambiar nosotros mismos"
Viktor Frankl (1905-1997) Psiquiatra y psicoterapeuta austriaco
Antonio volvía en coche a casa después de una jornada muy interesante en el foro de clientes de Abas Ibérica. Aprovechó la hora y media que tenía de camino para macerar todo lo que había escuchado.
No podía parar de pensar en cómo aterrizar todo lo que había vivido durante la jornada, pero sobre todo le había impactado la última presentación en la que le habían abierto los ojos sobre los posibles motivos por los que se habían quedado bloqueados en la fase de implementación del nuevo ERP.
Cuando le había comentado a su jefe que iba a asistir al evento, tras la invitación de Alberto, no imaginaba que aparte de descubrir novedades del software en sí recibiría unos consejos vitales para poder desatascar la encrucijada en la que se encontraban.
Estaban un poco desesperados ya que no iban ni para delante ni para atrás, pero sabían que la única forma de aumentar la productividad y volver a la senda de la rentabilidad era incorporar esta y otras tecnologías a sus procesos para hacer de su modelo de negocio un proyecto sostenible.
La mañana había ido bien; tanto Jordi, como Bea y Pablo le habían aclarado diferentes módulos del ERP así como explicado las novedades que la versión del 21 incorporaba, pero todo cambió cuando a la hora de la comida, el destino hizo que un señor calvo y con gafas se sentara a su lado y comenzaran a conversar.
El señor le indicó que lo realmente importante para tener éxito a la hora de hacer funcionar en la empresa cualquier tecnología o en general, liderar cualquier cambio, era tener en los equipos de trabajo personas "3C".
Le explicó que las "3C" eran tres capacidades que tenían las personas resilientes, y la resiliencia era lo que se necesitaba para afrontar cualquier cambio en las organizaciones de hoy en día. Lo bueno era que no tenían que buscarse fuera de la empresa este tipo de personas, sino que se podían mejorar estas capacidades en el talento que ya teníamos en cada organización, siempre que se dispusiera de un buen liderazgo, dispuesto a precisamente lo que es su principal misión, precisamente liderar.
Le habló de la primera C, c de Commitment, c de Compromiso. Para este camino de cambio en la empresa y lo duro que es una implementación de un ERP, se necesitan profesionales muy comprometidos con la causa, con un alto nivel de responsabilidad que sean capaces de planificar, ejecutar y corregir el rumbo de lo planificado.
A continuación, le indicó que la segunda C de las personas resilientes era la c de Challenge. C de Reto. Y es que el camino de la implantación de cualquier cambio es un verdadero reto, por lo que necesita de personas resilientes que vean las dificultades como oportunidades para crecer.
Para terminar, tras pedir un refresco, le dijo que no olvidara buscar en su plantilla personas con la tercera C, c de Control, porque los profesionales resilientes ponen todo su esfuerzo en lo que está bajo su control y sobre lo que tiene mayor impacto. Y esto es muy importante para que el proyecto consiga las primeras metas planeadas lo antes posible.
Antonio no pudo preguntarle nada más ya que Yolanda y Sara, del equipos de Abas, llamaron al señor y este, excusándose de forma respetuosa, le dio la mano y se cambió de mesa para conversar con ellas el resto de la comida.
Lo que no se esperaba, tras el turno de Beatriz presentando el módulo dedicado a los cuadros de mando, es que la persona invitada en la última charla, sobre una experiencia real de implementación de éxito, y que había bautizado su presentación como "ERP: Enterprise Resilience Process" era el señor calvo y con gafas que había compartido con él la hora de la comida.
"Qué suerte he tenido".- pensó Antonio. Y ni que decir tiene que aprovechó con mucha atención toda la presentación del señor, que le había impactado mucho desde el inicio, y que sobre todo debido a que entendía que los consejos que daba eran muy prácticos, todo lo escuchado le ayudaría seguro para desbloquear su situación en la empresa.
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