"Por mala senda en tenebrosa noche sin saber a dónde voy,
camino a ciegas,
ignorante a la par de dónde vengo"
Alphonse de Lamartine (1790-1869)
Historiador, político y poeta francés.
No sabía si todos eran igual de importantes, pero si fallaba alguno de ellos, en estos días inciertos en el que vivir es un arte, una empresa u organización acabaría sufriendo para poder avanzar en una estrategia que le llevara hacia el éxito.
Y el fracaso es la otra cara de la moneda.
McKinsey lo pudo llamar 7S, pero no dejan de ser 7 factores que deben alinearse, siendo a la vez interdependientes, no debiendo descuidar ninguno de ellos para que el resto no se vea afectado, y que permiten conocer si tu organización tiene unos cimientos sólidos o está sustentándose en lo que se conoce como el filo de la navaja. De otra manera, si somos capaces de conocer cada factor, estaremos en condiciones de saber cómo la empresa opera.
Por todo ello, Tomás decidió repasar cada factor e intentó compartir con su equipo todo lo que conocía del modelo para evaluar la situación de su empresa.
El centro interconectado del modelo son las "metas superiores" (superordinate goals). Este factor se explica si somos capaces de definir los conceptos organizacionales de qué quiere nuestra empresa conseguir, dónde quiere permanecer y cuales son sus creencias. Propósito, visión, misión, valores compartidos y actitudes son lo que explican estas metas.
¿Dónde están estas metas superiores en mi organización? ¿Las conoce mi gente? ¿Existen?
Ni que decir de la importancia del factor "estrategia" (strategy), entendiéndolo como el plan para asignar los recursos escasos y tiempo extra para identificar y alcanzar las diferentes metas. Entorno, competencia, clientes. Mucho que desmembrar para orientar a la empresa.
¿Sabemos dónde estamos? ¿Hacia dónde queremos ir? ¿Cómo lo haremos?
Nada desdeñable la manera en la que tus unidades, departamentos o personas se relacionan entre sí, unos con los otros, o lo que se conoce como factor "estructura" (Structure). Organización muy centralizada, divisiones funcionales, descentralización, matricial, en red, son algunos de los ejemplos de cómo una empresa se puede organizar.
¿Estamos organizados cómo requiere el entorno? ¿Es una estructura adecuada para nuestro tamaño o para nuestro sector?
El factor "sistemas" (Systems) incluye procedimientos, procesos, rutinas y todo lo que prescribe cómo los diferentes trabajos deberían ser hechos. Desde el sistema financiero pasando por la manera de recrutar, promocionar y evaluar rendimentos, incluso cómo son nuestros sistemas de información deberían estár incluidos en este factor. Lo aleatorio no se lleva bien con este factor y las guías son fundamentales para hacer funcionar a toda la organización.
¿Cómo están los estándares de interiorizados en la organización? ¿Rígidos? ¿Todo al libre albedrío?
Tomás descendió al factor "personas" (Staff), parte que le provocaba un temblor que a veces acababa en fiebre mental, debido a la sensibilidad que requería la toma de decisiones en cualquier organización, siendo los recursos más valiosos y a la vez más complicados de gestionar. Tocaba pensar y reconocer si el número y el tipo de personas dentro de la organización eran o no los adecuados. Cogíó una lista e investigó en base al resto de factores a cada uno de sus "Recursos Humanos", intentando apartar lo romántico de lo pragmático.
¿Están todos los que son? ¿Son todos los que están? ¿Cómo reconducir para adaptar al modelo cada área, cada recurso?
El factor "estilo cultural" (Cultural style) define cómo se comportan los directores clave a la hora de intentar conseguir las metas de la organización. Revisó a cada director y mando intermedio, encontrando no sólo un estilo, sino diferentes estilos de dirección y comportamiento, pudiendo esta parte dificultar que toda la organización avanzara unida hacia la meta, zigzageando e incluso retrocediendo en algunas ocasiones.
¿Alineación débil? ¿Ausencia de liderazgo? ¿Simbiosis de culturas?
Cómo último factor, no siendo menos importante, repasó el factor "habilidades" (Skills), entendiendo las mismas como las capacidades distintivas del personal de su empresa, siempre observándolas como un todo, no como recursos estancos dentro de un proyecto sin conexión.
¿Faltan capacidades? ¿Formación? ¿Algo nuevo que esta situación requiere?
Tomás pasó sus notas a su equipo más cercano, indicándoles que pensaran en cada uno de los 7 factores, tal cómo él había hecho. Tendrían que generar un proyecto que les permitiera entender mejor el por qué de la ineficiencia de su organización, les tendría que servir como guía para gestionar el cambio organizacional que tanto necesitaban, les ayudaría a combinar los elementos racionales y los emocionales que dirimen el resultado de cualquier organización, pero sobre todo les debería ayudar a que los directores actuaran en todos los factores de manera paralela e interrelacionada.