"Si tenéis un minuto, intentad resumir vuestra pasado, brevemente, y sentiros orgullosos.


Después, enfrentando el maldito folio en blanco, dibujad vuestro futuro, con pasión, con ganas de hacedlo mejor.


Será vuestro mundo, vuestro camino..."

domingo, 9 de agosto de 2020

LA IMPORTANCIA DE LA LISTA DE COSAS PARA NO HACER

"Mejor no hacer nada que hacer cualquier cosa"


Francis Picabia (1879-1953) 

Pintor francés.


Hace tiempo conocí a Jesús, el cual era el directivo de los más creativos que había conocido nunca. Costaba seguirle durante las jornadas de trabajo, e incluso en cada reunión saltaba de idea a idea, dejando dificultad en los suyos en cuanto anotar lo que quería y enlazar unos conceptos y objetivos con otros. Tantas ideas diferentes surgían de su cabeza, pero el verdadero problema no era la cantidad de buenas ideas sino algo sumamente más difícil: la implementación de las mismas.

Quería estar en tantos sitios a la vez que no era capaz de llegar a ninguno. No discriminaba entre temas más o menos importantes; todos eran necesarios. También, aunque su equipo de dirección le indicaba que tenía que delegar, no era su fuerte, y gustaba de intentar intervenir en todo, todo, todo.

Además, se ponía constantemente compromisos que no cumplía porque no era capaz de llegar a tiempo a ningún sitio. Repito, quería estar en todo y además se zambullía en el problema hasta el fondo, sin dejar que nadie de su equipo siguiera y concluyera lo que el había soñado o diseñado.

Un día me habló de que había escuchado algo sobre el método GTD, productividad personal y que debería tener una lista de cosas que hacer, lo cual beneficiaría su agenda y el abordar lo importante, ya que el tiempo volaba cada jornada y no le era posible nunca cumplir con lo que pensaba tenía que hacer durante ese día laboral.

Se sorprendió con mi respuesta pero creo que se trata de un problema bastante universal y que cuesta mucho a las personas porque en realidad la clave es la siguiente:

"No necesitas una lista de cosas por hacer, al contrario, te sobran temas y temas al día, por lo que lo que verdaderamente necesitas es hacerte una lista de cosas para no hacer."

No es muy normal lo que le dije y su cara era un poema. Es más simple de lo que parece y milagrosamente, con esta lista, se comienza a avanzar en el día a día, generando y creando avances en cuestiones verdaderamente que aportan valor a la organización y a ti, como profesional, incluso también en lo personal; pero no cuadra con nuestra visión de lo que es avanzar, hacer, aparentar que se está en primera línea de batalla, sudando y llegando a casa rendido por tantas batallas afrontadas, tantas tareas ejecutadas, con tantos compañeros que nos necesitan a su lado.


Tiempo después me volví a reunir con Jesús, saliendo en la post-comida el tema de la "lista de las cosas para no hacer", y lo importante que era en su vida el haberla descubierto. 

Reflexionó sobre cómo fue fundamental darse cuenta que para avanzar, era muy probable que la decisión de lo que no debes hacer es más importante que la decisión de lo que debes hacer. La lista TO DO, cuando decides lo que no harás, va saliendo sola.

Además, al inicio la cabra tiraba al monte, reflexionaba en voz alta, por lo que se hizo necesaria (y esta figura es algo que siempre incluye en el consejo que le da a los jóvenes directivos a su cargo) la figura de un Pepito Grillo, ayudando al cambio de esos hábitos que todos tenemos anclados como raíces milenarias, imponiendo con sus toques de atención la disciplina del "no hacer". Ni que decir tiene que hay que creer en el cambio de hábito y el policía que nos reconduzca y nos diga (con dureza y sin regalarnos los oídos) debe ser de confianza, ya que ese respaldo o incordio continuo es tan necesario así como el aire que respiramos.

Ahora bien, me dijo, cuidado con no detectar los temas necesarios y separarlos de los no necesarios, entendiendo que puede haber temas poco relevantes, de bajo rendimiento en cuanto a la sustancia, pero a la vez ser vitales o de alto rendimiento respecto a la política. Por ello, hay que estudiar mucho y pensar más sobre la "lista de las cosas para no hacer". Recuerda que la implementación de cualquier tema depende en un 95% de la política, por lo que hay reuniones en las que tu presencia es vital para que uno de los tuyos triunfe en su plan, independientemente que tu aportación sea nula en la tarea del hacer. En ese caso hay que estar, y no hacer...


Dejo para terminar cuestiones para crear la lista de las cosas para no hacer:

¿Qué acciones no necesitan de mí, en mi equipo, esta semana? Desde mañana.

¿Qué áreas deberían centrar mis esfuerzos tras la vacaciones?

¿En qué sectores no tengo que estar?

¿Quién navega solo y solo requiere un seguimiento mensual?

¿Quién estará en la lista de mis clientes? O mejor dicho, ¿Cuáles son mis "no clientes"?

¿Dónde aporto en realidad y dónde hago que mi equipo no crezca? 

¿Quién necesita mi apoyo político y no lo puedo dejar sólo para que su proyecto avance?


Jesús aprendió de mis consejos en su momento, pero no sabe lo me hizo aprender y crecer a mí con su experiencia real. Muchas gracias y hasta la próxima, amigo.

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