"Si tenéis un minuto, intentad resumir vuestra pasado, brevemente, y sentiros orgullosos.


Después, enfrentando el maldito folio en blanco, dibujad vuestro futuro, con pasión, con ganas de hacedlo mejor.


Será vuestro mundo, vuestro camino..."

domingo, 22 de abril de 2018

LA CULTURA DE EMPRESA IMPORTA. TE GUSTE, O NO...

¡Piensa cada día en las consecuencias de tus acciones, en lo que comes, lo que compras, en qué medio te mueves! Estos detalles tienen un gran significado. Si los consideramos, sería un cambio sin precedentes. Tenemos el tiempo muy justo. 
¡Hazlo ya!

Jane Goodall. 
Antropóloga inglesa


Salí de la reunión comprendiendo muchas cosas que en las últimas visitas no había reparado. La verdad, cuando conoces al líder de una organización y te da la sensación que ha sido una continuación de lo que vivías con los mandos intermedios que hasta la fecha, te había tocado lidiar, empiezas a entender cómo esa empresa ha ido labrando el proyecto hasta conseguir alcanzar el éxito en su industria.

Para mí, aunque sólo fueron dos horas, la reunión me sirvió como un programa de formación dedicada a altos ejecutivos de una semana, por medir la calidad de la charla de alguna forma. Se demuestra que la humildad no es una característica de unas circunstancias particulares, sino que puede ejercerse desde todos los estatus, niveles o etapas en la vida de las personas, siendo muy recomendable cuando tienes que dirigir hacia tus metas a un equipo de profesionales que de manera diríamos, retórica, deben "morir por ti en el campo de batalla".

Pero hoy me gustaría centrar el tiro en todo lo que este director nos habló sobre Cultura corporativa y cómo ser efectivo en el día a día, dirigiéndose, todos, como equipo, a las metas fijadas.

Lo tenía claro; nos indicó que cualquier empresa debe primero preguntarse a sí misma cuál es el grado de conocimiento de "por qué existe", y a la vez "cuál debe ser y es su dirección".

Parece evidente, pero cada uno en nuestra organización, como propietarios o directivos, ¿sabemos por qué existe nuestra empresa y hacia dónde la dirigimos? Esta claro que en muchas ocasiones nos movemos, pero no sabemos cual es nuestra misión, por lo que es posible que no estemos acercándonos a nuestra meta, ¿verdad?

En este punto nos invitaba a pensar nuevamente en nuestra MISIÓN.

Como segunda cuestión, puso sobre la mesa un tema que, diríamos me sorprendió, ya que normalmente es un asunto del que no hablan mucho los "jefes" y que él por lo menos lo tenía claro. Era el asunto de la INVOLUCRACIÓN. Los modernos lo llaman "engagement", siendo su definición algo así como el compromiso o implicación utilizado en el ámbito de las relaciones laborales y la cultura organizacional que se identifica con el esfuerzo voluntario por parte de los trabajadores de una empresa o miembros de una organización.

Entonces, ¿sabemos cuál es el grado de nuestro personal, de todos los niveles, de involucración para mantener la dirección propuesta y llegar a la meta, como si fuera SU META? 

Si la empresa somos todos, y hay que remar en la misma dirección, la dirección que fue propuesta en la misión, no sería malo que la implicación fuera alta, ¿verdad?

Y esto le llevó a la tercera cuestión, que no era otra como él bien bautizó, que el fenómeno de la ADAPTABILIDAD. Hoy por hoy, empapados de globalización, incertidumbre y no pocas amenazas, la empresa debe tener la gran habilidad de conocer lo que realmente quieren los clientes. Siendo vital sobre todo, una vez que escuchas "la voz del cliente", la capacidad de responder a las fuerzas y demandas externas.

En este punto ya me tenía ganado. Estaba como absorto escuchando, porque estaba atendiendo a la raíz de cómo la organización que en varias ocasiones había visitado, había conseguido cimentar y crecer de manera sostenible y durable.

Para terminar, aterrizó en el cuarto pilar de lo que el denominaba "nuestra cultura", y éste no era otro que CONSISTENCIA. Había tocado tierra y aclaró que todo era posible gracias a los sistemas y procedimientos de empresa, los cuales ayudaban a alcanzar las metas de manera eficiente. Eran sus guías y reglas, las cuales, sin ser fijas, siempre servían de brújula a todos los departamentos, sin excepción.

No caigáis en la tentación, concluyó, de tomar atajos y/o poner a cualquiera de los cuatro pilares de vuestra cultura organizativa, unos por encima de otros, no. Todas las dimensiones deben de ser justamente equilibradas y trabajadas por el bien de la estructura y de la empresa. Atended a este consejo final, si queréis triunfar.



Nos ofreció otro café, habló de sus nietos y apretando nuestras manos, en señal de saludo, salió de la sala de reuniones dispuesto a continuar con la construcción de su MISIÓN. CONSISTENCIA, pensé yo mientras cerraba la puerta...

Y hoy, como es el día de la tierra, os dejo un video de la señora Jane Goodall, con un gran consejo:

Earth Day 2018

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