"No esperes que la oportunidad llame a tu puerta... sal y dale instrucciones. "
Anónimo
Aún teniendo en cuenta lo difícil que es trabajar en Agosto, y a pesar de toda la parte de personal de las empresas colaboradoras encontramos de vacaciones, si es importante comentar que este periodo hace posible dedicarse a tareas que el día a día, a muchos profesionales, no les permite avanzar. La verdad, si se resume el periodo estival, haciendo un pequeño esfuerzo en puntear hitos conseguidos, en mi caso particular no puedo decir que no haya encontrado algunas salidas a temas que estaban un poco "dejados" y que el tiempo y las circunstancias han permitido avanzar y/o arreglarlos, dejando nuestros recursos pendientes de otras tareas que debemos afrontar estos últimos 4 meses del año.
Pero esta semana me gustaría tratar otro asunto. Me ha llamado poderosamente la atención tres llamadas independientes, sin relación ni del interloculor, ni podríamos decir de sus "ahijados", pero que sí tenían un vínculo en común: "la búsqueda del primer empleo tras el término de la etapa universitaria de los jovenes".
Y tengo que resaltar que no despertó en mí tanto el interés el motivo de la llamada, como la forma de indicar lo que querían para los nuevos talentos en búsqueda de su primera oportunidad. Es verdad que tras 20 años de distancia tras pasar por esa etapa, aunque lejano, siempre guardas un especial cariño a la primera vez. Pero cuando te preguntan por empresas que estén muy cerca, que sean grandes, que tengan un horario cómodo, que paguen bien, ya sabes, el chico es ingeniero... Tu cabeza comienza a pensar: "Qué idioma tan lejano a lo que mi intelecto es y era capaz de disponer en el orden que nos habían marcado nuestros padres, referido al valor de encontrar un primer trabajo".
Decían mis padres a todo el que preguntaba (creo que incluso al que no preguntaba también) en aquel año 95, cuando al terminar el curso, todavía sin decidir cual sería el tema del proyecto fin de carrera, me ofrecieron mi primer empleo: "pues se ha colocado, y en lo suyo". Con un orgullo por saber que el esfuerzo de esas jornadas eternas de sol a sol (a veces con extras de luna), orientados en la educación de sus hijos, merecían la pena, y de que manera.
A resaltar que ni mis padres ni yo tuvimos en cuenta la ubicación, el tamaño, los horarios, el salario...
Sí, teníamos hambre de meter la cabeza, empezar a vivir en el mundo laboral, aprender, crecer... Y al final de cada jornada durante esa primera etapa, recuerdo que estaba deseando compartir con mi Primo Hermano, el cual también cayó en la misma suerte de encontrar allí su primer empleo, todo lo que habíamos vivido en la fábrica. Porque lo vivíamos y estábamos emocionados por tocar la vida, la real. Nos estaban permitiendo trabajar donde se fabricaban objetos reales, experimentando lo tangible. Y eso es lo que nos preocupaba en ese momento de nuestro primer paso en la carrera profesional: "entren y aprendan".
Eramos esponjas, nos emocionaba descubrir cómo programaban un nuevo manipulador, cómo gestionaban los turnos, cómo medían el tiempo de ciclo, cómo discutían ante una nueva reclamación, cómo..., cómo..., cómo... y sobre todo, cuando había que hacer cosas, ayudar en algo, aunque fuera quitar la famosa rebaba de la tapa del filtro de Robert Bosch (creo que había más de 8000 con ese defecto) allí estabamos nosotros, dispuestos a aportar nuestro granito de arena. Ocho días me tocó esta tarea, la cual refiero a algo parecido a pelar patatas; eso sí, mientras no perdía ojo a todo lo que acontecía en ese hormiguero industrial que aparenta una planta industrial de inyección de plásticos.
Por eso, y para rematar, algunos consejos a esos jóvenes que están en el proceso de búsqueda o iniciando su andadura en el mundo de los adultos mortales, el mundo laboral:
Primero, se flexible y adáptate al momento, a la situación y a la oferta; entiende que el mundo no se va a adaptar a ti.
No intentes encontrar la empresa de tu vida. Busca tu primera oportunidad y no seas "delicado". Yo siempre digo que casi nunca te casas con el/la primer/a novi@, pero si aprendes mucho de ell@s, generando conocimiento para conseguir fusionarte con la mujer (el hombre) de tu vida.
No mires el salario, la ubicación, el tamaño... Es tu primer paso de una gran carrera profesional y te queda mucho por pulir en tu camino. Ahora lo que tienes que hacer es no perder tiempo y entrar, y desde dentro, aprender... Repito, es muy probable que no sea tu empleo soñado (seguro), pero cada paso es una lanzadera a otro nivel, y es el momento de adquirir experiencia.
Crea tu red (haz Networking). Aprovecha a tus colegas, desde el primer día para que sean referencias positivas en el futuro. Deja tu impronta mostrando tus capacidades (áreas en las que despuntas, conocimientos extras) y tus competencias valiosas (se proáctivo, ten iniciativa, capacidad de análisis, dotes de organización, muestra liderazgo siendo cauto a la vez).
Genera con todo tu empeño tu propuesta de valor, marcando con tus actos "las ventajas competitivas" que tu marca personal ostenta. Y hazla crecer apoyándote en las posibilidades que tu primera empresa te está brindando, que aunque ahora no lo creas, es mucho más que un mejor salario.
En la generación de valor, trabaja en cómo dar lo mejor de ti y no seas nada exquisito en las demandas. Sólo enfócate en dar a la empresa, y en paralelo, en seguir aprendiendo/creciendo.
Sin darte cuenta, en esta empresa, en otra, tarde o temprano, tendrás tu recompensa...
Eramos esponjas, nos emocionaba descubrir cómo programaban un nuevo manipulador, cómo gestionaban los turnos, cómo medían el tiempo de ciclo, cómo discutían ante una nueva reclamación, cómo..., cómo..., cómo... y sobre todo, cuando había que hacer cosas, ayudar en algo, aunque fuera quitar la famosa rebaba de la tapa del filtro de Robert Bosch (creo que había más de 8000 con ese defecto) allí estabamos nosotros, dispuestos a aportar nuestro granito de arena. Ocho días me tocó esta tarea, la cual refiero a algo parecido a pelar patatas; eso sí, mientras no perdía ojo a todo lo que acontecía en ese hormiguero industrial que aparenta una planta industrial de inyección de plásticos.
Por eso, y para rematar, algunos consejos a esos jóvenes que están en el proceso de búsqueda o iniciando su andadura en el mundo de los adultos mortales, el mundo laboral:
Primero, se flexible y adáptate al momento, a la situación y a la oferta; entiende que el mundo no se va a adaptar a ti.
No intentes encontrar la empresa de tu vida. Busca tu primera oportunidad y no seas "delicado". Yo siempre digo que casi nunca te casas con el/la primer/a novi@, pero si aprendes mucho de ell@s, generando conocimiento para conseguir fusionarte con la mujer (el hombre) de tu vida.
No mires el salario, la ubicación, el tamaño... Es tu primer paso de una gran carrera profesional y te queda mucho por pulir en tu camino. Ahora lo que tienes que hacer es no perder tiempo y entrar, y desde dentro, aprender... Repito, es muy probable que no sea tu empleo soñado (seguro), pero cada paso es una lanzadera a otro nivel, y es el momento de adquirir experiencia.
Crea tu red (haz Networking). Aprovecha a tus colegas, desde el primer día para que sean referencias positivas en el futuro. Deja tu impronta mostrando tus capacidades (áreas en las que despuntas, conocimientos extras) y tus competencias valiosas (se proáctivo, ten iniciativa, capacidad de análisis, dotes de organización, muestra liderazgo siendo cauto a la vez).
Genera con todo tu empeño tu propuesta de valor, marcando con tus actos "las ventajas competitivas" que tu marca personal ostenta. Y hazla crecer apoyándote en las posibilidades que tu primera empresa te está brindando, que aunque ahora no lo creas, es mucho más que un mejor salario.
En la generación de valor, trabaja en cómo dar lo mejor de ti y no seas nada exquisito en las demandas. Sólo enfócate en dar a la empresa, y en paralelo, en seguir aprendiendo/creciendo.
Sin darte cuenta, en esta empresa, en otra, tarde o temprano, tendrás tu recompensa...
Para muestra, un botón y me permito sugeriros que dediquéis 4 minutos a ver el siguiente vídeo que evidencia todo lo escrito y si no cae en saco roto podréis usarlo como ejemplo varias veces al día desde el momento que lo veáis.
Nota: No olvides que tu legado comienza a escribirse desde que naces y te interrelacionas con tus semejantes en la vida. Por ello, en el mundo laboral, genera el tuyo con actitud positiva y dando tu mejor desde el principio.