"Es muy probable que las mejores decisiones no sean fruto de una reflexión del cerebro sino del resultado de una emoción"
Eduardo Punset
Semana cargada de emociones y que han llevado a sentir en mi cuerpo, digo alma, todas y cada una de las básicas, propuestas por el señor Paul Ekman (asesor de Inside Out). Y es que por distintos motivos, he tenido una mix de sensaciones, no todas reservadas a la futura memoria como Grandes Momentos, y me explico. No ha faltado alguna que otra decepción, que siempre nos depara el escabroso camino de la vida, pero usaremos la máxima que intento aplicar y enseñar a todos los Míos (cuando se dejan), que no es otra que "si estás pasándolo mal, haz la media"
Además, para concluir esta semana de las emociones, ha tocado en un par de tertulias de amigos charlar de la peli de las emociones y no he tenido más remedio que enlazarla en mis pensamientos a la importancia de las mismas en las personas, incluidas las jurídicas.
Resaltar que la sorpresa, aunque es una de las sensaciones que Paul añadió a las sensaciones básicas no ha sido añadida a las estrellas de la peli de moda de animación que se está estrenando esa semana en nuestra tierra. Parece ser que es la emoción más corta y que una vez pinchada y enfocada nuestra atención, deja paso a una o varias de las otras sensaciones principales. Tampocon han añadido el desdén.
No faltan las otras cinco sensaciones (Alegría, Asco, Miedo, Ira, Tristeze), de las que brevemente realizaré un breve resumen de su significado e importancia para generar una personalidad, que buena, mala o neutra es y forma parte de nuestras conductas, tanto a nivel personal como de la cultura de empresa que generamos, vía el agregado de las conductas de las personas que conformamos la misma.
Y es que creo firmemente que una empresa sin sensaciones no es posible, ya que una empresa la forman personas cargadas precisamente, de eso, se sensanciones.
Empezando por la Alegría: todos y cada uno de los componentes de la empresa, debe de rebosar esta sensación. Es la encargada de mantener a la compañía en una alto grado de optimismo, buen humor y celebrar todos los éxitos, grandes y pequeños; repito, grandes y muy pequeños, que aunque hacerlo bien parece que es una obligación de todos, corremos mejor esa media maratón cuando sentimos a los vecinos en las aceras dándonos ánimos para continuar (nota del escritor: esta parte es lo que me cuentan familiares cercanos que corren). Además, gracias a esta emoción, las personas, los departamentos y las empresas repetimos conductas que en el pasado han sido positivas y nos han hecho llegar hasta lo que hoy somos.
Pasemos al Asco: se encarga de que nos alejemos de lo que no nos gusta cómo olores, gente de malas costumbres o conductas, realizar actos que nos pueden perjudicar, de no gestionar temas en sitios y con gente que no nos atraen. En definitiva, esta emoción nos protege de ejercer actividades que muy probablemente nos vayan a sentar mal en un futuro cercano.
Y como complemento a la anterior, el Miedo: se encarga, en general, de hacer que sigamos vivos. Y se dice pronto. Gracias a esta emoción, decidimos ponernos límites en el juego de la vida, en las ofertas, en las apuestas, en los pedidos que nos interesan; nos genera el espacio en el que nos movemos indicando las reglas entre lo seguro y el peligro. Aquí debemos de pararnos y entender que esta emoción actúa tanto ante los peligros reales como los imaginarios, por lo que es importante saber discernir entre ambos para no permitir que nuestra mente, o nuestra empresa, entre en una parálisis por análisis generada por ese miedo a lo desconocido, aunque el peligro realmente no exista. Como decíamos al principio, hace que sobrevivamos.
Y la ira, que decir de la Ira: ni que decir tiene que en un mundo competitivo, de mucho o poco win/win, necesitamos una emoción que se encargue de defender nuestra propiedad, nuestra finca, nuestros seres queridos. Tenemos que controlarla, sí, pero tiene que estar preparada para cuando agentes externos vulneran nuestros límites atacándonos directamente a nuestros principios. Además, debe de actuar ante las injusticias, defendiendo la integridad y la coherencia.
Y para concluir este paseo por las emociones básicas, como dice un profe de English, "the last, but not least", la tristeza: emoción marginada normalmente por todo el mundo entendiendo que tiene unas connotaciones negativas y que entorpece a las citadas anteriormente en el curso de su actividad. Nada más lejos de la realidad, concluir que esta emoción es de las más importantes, así como un pilar fundamental en el crecimiento personal y organizacional.
A veces, tras ocurrir algo muy importante en nuestra vida habiendonos "partido el alma" o tras la pérdida de una gran batalla por causas varias: rupturas, despidos, pérdidas cercanas, ofertas denegadas, etc... necesitamos a la tristeza para ese recogimiento puntual, ese tiempo que todos necesitamos hacia dentro, sólos, con nosotros mismos y que nos permite pensar, meditar y cerrar etapas que los duelos nos obligan a dejar atrás, con nostalgia, pero con la necesidad que nuestra madurez nos va exigiendo.
Nada más, y para terminar recordar que nuestra personalidad y cultura se forma por vivencias cargadas de alto impacto emocional. La personalidad va cambiando conforme crecemos, y sobre todo, vivimos. Vamos generando "construcciones" de comportamiento que golpes, temblores, vivencias van destruyendo, emergiendo otras mejor cimentadas y más seguras. Las emociones nos van llevando en volandas hacia la madurez, generando un comportamiento más compacto, fiable y adulto.
Para muestra, un botón y me permito sugeriros que dediquéis 3 minutos a ver el siguiente vídeo que evidencia todo lo escrito y si no cae en saco roto podréis usarlo como ejemplo varias veces al día desde el momento que lo veáis.
Nota: No olvidemos que aunque maduros, todavía tenemos emociones que hacen surgir la imaginación, los sueños y por ende la creatividad. O sea, que no por mayores debemos de dejar de crear nuevos mundos.
Una bonita entrada sobre las emociones.
ResponderEliminarQue pena que no fuí a ver la peli, todo el mundo habla bien de ella