"Si tenéis un minuto, intentad resumir vuestra pasado, brevemente, y sentiros orgullosos.


Después, enfrentando el maldito folio en blanco, dibujad vuestro futuro, con pasión, con ganas de hacedlo mejor.


Será vuestro mundo, vuestro camino..."

martes, 31 de diciembre de 2024

EL PODER DE CREER, AMAR Y CONSTRUIR EN TIEMPOS DIFÍCILES

"El amor no es repetición. 

Cada acto de amor es un ciclo en sí mismo, 

una órbita cerrada en su propio ritual. 

Es, cómo podría explicarte, un puño de vida"


Mario Benedetti (1920-2009) 

Escritor y poeta uruguayo




Volví a pasear por ese Cerro de los Molinos, ya que como todos los años había que despedirlo con honores. Siempre sentía cómo las vivencias del año acompañaban mis pasos en esta época tan especial por ser tiempo de cierre y apertura. Parte de las heridas quedaron selladas, pero también restaban otras abiertas y algún golpe había llegado por el camino para abrir nuevas. En términos generales, familia y amigos habían cumplido en llenar capítulos de aprendizaje con lecciones de nota que en algún caso resultaron inolvidables.


Recordé un escrito que llegó a una de las bandejas de entrada de mi teléfono, allá por el inicio del pasado verano. Las guardé en la agenda que usaba para tomar notas, y de vez en cuando, en esos momentos que de verdad se necesita resintonizar, las releía para reconocer qué grande ha sido y será gente tan especial como era el caso de Ghandi.

Entendía que era un buen momento para leerlas de nuevo, y una señal me indicó que también podría ser un buen plan repasarlas en la entrada que cerraba un año difícil como había sido el 24 y abrir un nuevo periodo anual que esta vez sí,  podría ser redondo como imaginaba el 25.


Decidí, aun siendo muy difícil, seguir sus consejos de vida:

Creer, aún cuando la gente a mi alrededor pierda la esperanza.

Amar aunque otros siembren odio.

Construir sin desfallecer lo que vayan destruyendo.

Hablar de Paz en medio de numerosas guerras.

Iluminar sin excusas donde más falta hace, en la oscuridad.

Sembrar, aunque nos sigan pisando la cosecha.

Gritar ante lo injusto aún cuando el resto calle y ceda.

Intentar dibujar sonrisas en aquellos rostros donde caen lágrimas.

Transmitir alivio donde asome el dolor.

Regalar alegrías donde haya tristeza.

Levantar los brazos a los que se han rendido.

Invitar a caminar al que ha decidido quedarse.


Todo se basa, pensé, en vivir avanzando en cada historia personal con una guía, una brújula, un propósito...



Porque en medio de la desolación siempre habrá un niño que mirándonos esperanzado esperará algo por nuestra parte. 

En medio de una brutal tormenta en algún momento saldrá el sol.

Alguna planta perdida crecerá en medio de ese desierto.


Era hora de marchar hacia el pueblo. Volver a casa. Y recordad que nunca estaremos solos, y ese es el regalo, nuestra gente que escribe nuestra vida. Y recordé ese pájaro que nos canta, ese niño que nos sonríe y esa flor que nos regala su belleza sin pedir nada a cambio.

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