"La educación es el pasaporte hacia el futuro,
el mañana pertenece a aquellos que se preparan para él en el día de hoy"
Malcolm X (1925-1965)
Activista político estadounidense
Carlos había trabajado mucho en su empresa familiar, y ahora además de seguir vinculado a la misma, asesora empresas y organizaciones de primer nivel mediante la fórmula de la consultoría así como desarrollando charlas y diferentes formaciones donde se le requiere.
Respecto a la IA lo tenía claro, y es que no consideraba al directivo medio español malo o muy malo, sino todo lo contrario, porque muchas empresas que conocía iban y estaban dirigidas bien o muy bien. El tema es que aunque hay prisa por incorporar en los procesos e incluso en las ofertas inteligencia artificial, incluso generativa, es normal que primero estudien cómo y por qué, y esto es debido a que el siguiente paso, lógico, será que les pidan un retorno de la inversión y explicaciones si algo no va bien.
Y para ello, antes de invertir, deben saber en qué están invirtiendo. Y es que, como decía Carlos, la inteligencia artificial te va a venir imbricada, o sea, dada. En los proyectos que funciona, te lo ofertarán, te lo enseñarán, te incluirán en el proceso para que puedas usarlo, venderlo o mejorarlo.
Pero, ¿Quién te va a ofrecer el entender el cambio sociológico que la inteligencia artificial genera?
"Mucho me temo que nadie".- pensé.
El tema no es que la IA entre en el mercado de los "contact centers", no, sino que está y entrará en la manera de pensar, de entender, de aprender y en la manera de hacer. Y hablamos un rato de los cambios en la posible manera de trabajar, de decidir, de viajar o en resumen, de consumir.
Entonces, ¿tenemos que montar nuestra oferta para conseguir que nos compren personas o personas que deciden mediante un consultor que se llama "x" y que detrás tiene un componente de IA?
Lo que sí es seguro que en esto de IA habrá ganadores y perdedores, sentenció mi colega. Por otro lado, como en otros muchos sectores, esto no va de pequeños, sino de grandes, e incluso de países, continentes o bloques completos. Y mucho se temía que no estamos ubicados en el espacio geográfico de caballo ganador.
Un tema no poco significativo será la importancia en el futuro de la voz. Y nada desdeñable en cómo cambiará la presencia del trabajador, o lo que se le pedirá a cada uno de ellos. Y aterrizamos en el tema de la automatización; porque, como decía Carlos, no tenemos ni idea de cómo todo esto va a afectar a la gente. Se pasará de tener a alguien al cargo de la IA a que casi todo sea autónomo.
Y esto significará fiscalización. Y es que cualquier artilugio o interacción del día a día llevará en sí inteligencia artificial. Y el tema asusta. Porque ahora interaccionamos entre personas, o eso creemos, pero en breve la interacción entre lo humano y lo artificial será un hecho, y las fronteras no están claras y puede que ni se sepa cuando esto ocurra, o nos esté ocurriendo.
Pensé al respecto. Cuando pase, observaremos o no, lo que la IA nos dice que compremos y lo que verdaderamente llevemos a casa. El tema es si seremos o no conscientes de quién decide pulsar el botón.
Como siempre terminé seguro que esto no va de tecnología, sino de personas, y precisamente es en el tema sociológico en dónde están las verdaderas oportunidades.
Y aquí nos paramos a hablar sobre la cuestión pública, la privada, e incluso la perspectiva militar en cuanto a IA. ¡Qué miedo!
Al final, es como todo, y la revolución tecnológica que esperamos resulte de esta mejora técnica exponencial será nuevamente buena. Recordamos que no ha habido en el pasado revolución de este tipo que haya dejado al mundo y a su gente peor. Traerá cosas malas, seguro, pero la mayoría nos mejorará. Del humano dependerá, o no...
El tema que este cambio, de nuevo, traerá progreso, y las futuras generaciones irán mejor.
Se desarrollará y no se podrán poner puertas al campo.
La investigación sirve para desgranar lo malo de lo bueno; de eso se trata. E investigar en todo lo que nos propongan nos servirá a nosotros mismos para explorar alternativas y mejoras en nuestro trabajo o en nuestra vida.
Volví a casa un poco mareado, todo hay que decirlo.
Y es que no es sencillo decidir cómo aplicar tecnologías digamos que exponenciales. Lo primero debe ser entenderlas. Y sí, la IA es una tecnología transversal y de propósito general pero si viene mezclada con los productos o los servicios, no podremos decidir si usarla o no, sino que tendremos que decidir como impactamos en nuestro entorno, en nuestro mercado, siendo más productivos a nivel de oferta y mejorando la demanda, si es que podemos manejar este nuevo navío y cuadro de mandos que nos incorpora esta tecnología disruptiva.
Pensé bastante en cómo digerir y liderar las ventajas y oportunidades que nos brinda y nos brindará la IA. Siempre hay detrás el tema del CAMBIO, pero el timón no es el de siempre y la brújula no es cómo imaginamos. ¿Quién será el próximo en manejar los hilos de este nuevo teatro en lo que lo humano y lo artificial se unen, mezclan, confunden?
Ya el domingo por la mañana comentaba una amigo, Ángel, que controlarán la tercera latilla de algo en la compra del supermercado, limitando su compra. Para mí es peor, porque dudaremos si la compra de la latilla la hemos decidido nosotros o viene inducida por ese ente autónomo que pensará por nosotros.
Todo por hacer. Oportunidades que descubrir. Esperemos que el enfoque llegue a permitir un mundo menos desigual, más seguro, con menos pobreza y con personas, humanoides y cacharros autónomos que ayuden a mejorar la productividad y permitan que tengamos más calidad de vida, más tiempo para compartir con las personas que deseemos, seamos más creativos y las humanidades en su máximo esplendor estén presentes mucho más en nuestras vidas.
Y no olviden que esto va rápido, por lo que D. M. el cambio y el nuevo modelo llegará y por suerte lo viviremos según decida cada uno. Como siempre, puede que sin darnos cuenta, nos posicionemos leyendo el libro como simples espectadores, o escribiendo el mismo porque cojamos el bastón de mando de nuestra vida y nos pongamos manos a la obra.
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