"Todo hombre que conozco es superior a mí en algún sentido.
En ese sentido, aprendo de él"
Emerson (1803-1882)
Poeta y pensador estadounidense
Coincidí con Laura y Gloria en un desayuno formativo de trabajo relacionado con liderazgo, el futuro de la movilidad y el crecimiento de la mujer en la dirección de empresas en automoción.
Ellas son amigas hace años y Gloria, desde el periodismo, siempre ha resaltado la imagen de la mujer y su valor añadido en sectores que la historia ha etiquetado desde siempre como "masculinizados". Laura, además de una amiga de toda la vida es su referente como directiva de éxito en un mundo difícil para las mujeres.
Por suerte, Laura demuestra que se pueden dirigir grandes compañías de cualquier sector independientemente del género, y el trabajo bien hecho, el conocimiento y la meritocracia ponen con el tiempo a cada cual en su sitio.
Me gustó cómo Laura resaltó que no se crece siempre en la empresa ascendiendo. Saltar hacia arriba un grado de responsabilidad no es la única manera de crecer en una organización. Para ella, su base para alcanzar la Dirección General fue la de conseguir crecer mientras se movía de un departamento a otro de su empresa. Fue adquiriendo habilidades clave con esfuerzo y formación transversal de su empresa/sector siempre moviéndose en horizontal. Aprendía cómo se correlacionan unas partes con otras, pasando por departamentos tan diferentes como Producto, Marketing, Postventa, etc...
Nos invitó a poner en práctica con nuestros colaboradores esto que denominó rotación horizontal. "Se trata de aprender y tejer relaciones personales que hoy en día son muy importantes para el trabajo en equipo, tan necesario para la sostenibilidad a futuro del cualquier empresa u organización".- nos decía.
El sector le atrajo a Laura desde bien pequeña. Uno de los factores que le sedujo fue lo que supone el sector de la fabricación de vehículos para España, siendo el tamaño respecto a otros países europeos un elemento que genera grandes oportunidades. Le apasiona el producto, y además define el sector como uno de los que más recursos tiene; marketing, publicidad, ingeniería, fábricas...
No menos apasionante es el cambio en el que el sector está inmerso: ecomovilidad, coches eléctricos, combustibles alternativos, autónomos, etc... además teniendo en cuenta que el cambio ha venido en 5 años, a lo sumo, la velocidad no deja sitio para mentes no inquientas. El sector tiene que reinventarse y asegurar una emisión neutra desde la transformación al reciclaje. Se trata de movilidad sostenible y digitalización; pasar de coche conectado a vehículo autónomo, a además a la velocidad de la luz.
Pero no todo es fácil y sencillo. Lo complicado es buscar el equilibrio entre lo que se genera hoy en el negocio principal y hacia donde queremos/tenemos que ir. Tanto Gloria como Laura me decían que sus jornadas están repletas de trabajo, estudio, afrontar cada momento con mucha curiosidad y por qué no decirlo, humildad para reconocer que estamos viviendo un cambio hacia conocimientos desconocidos. Y todo este reto de manera vertiginosa.
"Nuevamente la dicotomía entre el corto y largo plazo".- pensé, siempre tirando de nosotros como el demonio y el angelito, cada uno arrimando el ascua a su sardina.
Para ambas urgía buscar talento en general y talento femenino de cara al futuro de la movilidad y la automoción. Tarea pendiente: evitar que las jóvenes descarten esta rama del conocimiento en una etapa tan temprana como pasa hoy en día en nuestros institutos.
Seguro que se sigue y seguirá necesitando ingenieros industriales y mecánicos para el sector, pero para temas como la sostenibilidad se buscan ya hoy químicos para el diseño de baterías, expertos en reciclaje, y apuntar como crítico los conocimientos en temas como la ingeniería de software y la ingeniería del dato. Todos ellos son campos muy creativos, lejos de ser reglados como se interpreta en la etapa de formación académica.
También se trató en la reunión cómo el exceso de confianza puede llegar a ser peligroso en una etapa de nuestra historia en la que la incertidumbre es la reina. Sin habilidades como la curiosidad constante y la valentía el triunfo es impensable. Para Laura, lo principal era la humildad que posibilita aprender de los demás. Nos convocó a ser valientes y atreverse a equivocarse. Tirarse a la piscina aun sabiendo que no se tienen todas las herramientas y el conocimiento; porque casi nunca se tiene y es necesario arriesgar, y para ello los directores deben crear un caldo de cultivo que proponga el prueba y error.
Le pedí un consejo para mi empresa y para mis equipos, a lo cual me contestó lo siguiente:
"Se trata de atreverse con los retos, poner mucha pasión, rodearse de la mejor gente, y no esperar de nuestros equipos solo obediencia ciega, sino que se debe aprender lo máximo de ellos y ser muy, muy generoso".
Nos veríamos antes del verano, pero volví a casa resumiendo las notas que pude tomar y muy contento con todo lo aprendido. El viaje había merecido la pena, y el desayuno, por su puesto, también.