"Si tenéis un minuto, intentad resumir vuestra pasado, brevemente, y sentiros orgullosos.


Después, enfrentando el maldito folio en blanco, dibujad vuestro futuro, con pasión, con ganas de hacedlo mejor.


Será vuestro mundo, vuestro camino..."

domingo, 1 de agosto de 2021

DESCANSA, DESCONECTA Y DISFRUTA DE TUS MERECIDAS VACACIONES

 "El arte del descanso es una parte del arte de trabajar"


John Steinbeck (1902-1968) 

Escritor estadounidense



Tan importante es el descanso, como la desconexión. Y ojalá estos dos pasos te lleven al ansiado disfrute del periodo vacacional.

Disfrutar de la compañía de amigos, pareja, hijos y familiares es vital en la parte operativa del disfrute. Ellos y tú no os veis normalmente lo que os gustaría, y estos periodos vacacionales, bien llevados, generarán una carga recíproca de energía que permitirá salir a tope a por otra etapa más del año, cumplir tareas que deparará la parte final del ejercicio, siendo las mismas casi siempre más complejas y retadoras por acercarse el momento del cierre del mismo y la consecuente rendición de cuentas; a la propiedad, a los clientes, a los socios o a nosotros mismos.

El descanso debe ayudarte a rebajar ese nivel de estrés, que todos tenemos en nuestro día a día, esa lucha que nos brinda la actividad cotidiana en el trabajo, sea este cual sea. Pasa de una actitud proactiva de actividad frenética orientada al negocio a unas rutinas que te alejen de problemas, te dejen conciliar de manera completa y te lleve a un ritmo distante al habitual y a un silencio mental de relax sanador.

Antes de iniciar tus vacaciones, hazte la lista que llamo de las "preocupaciones". Se trata de dejar todo anotado, delegado en parte, si es urgente y algún compañero o colaborador se queda en los días que tú descansas, para que a la vuelta puedas saber por dónde necesitas comenzar. Lo importante: no llevarte esas tareas preocupantes en la maleta. La cabeza sabe que si lo tiene anotado, no se perderá, y será parte de la creación de la agenda el primer día tras el merecido descanso. Anota y guarda a buen recaudo, como última tarea antes de cambiar el paso a modo "vacaciones".

Olvida en lo posible objetivos, metas laborales y las preocupaciones que no te dejan dormir como tu cuerpo y mente se merecen. Aprovecha para conciliar el sueño de una manera natural, que te permita estar totalmente relajado y si puedes, inicia una rutina antes de irte a la cama que te lleve de manera armónica al estado del sueño; algo de música, una buena lectura, esa conversación con tu pareja que los madrugones nunca te permiten tener en el diario trajín de la época laboral, o aquello que te aleje del ruido de la vida "estresante y moderna" acercándote a la relajación que provoca dejar nuestra mente pensando en temas que exijan concentración, pero no esfuerzo.

Dormir algo más que de costumbre, entendiendo que un horario más o menos similar, a diario, es bueno para tu cuerpo; una cosa y la otra. Equilibrio entre actividades diferentes y sueño harán que estés preparado para excursiones, tumbonas y sombrillas, montañas, playas o calles empedradas, frescas o abarrotadas de turistas deseosos de disfrutar de lo distinto, de lo que cada uno no tiene en su otra vida.

Desconectar es tan importante como descansar, además de acelerar el proceso de regeneración de la energía, que es de lo que se trata.

No acordarte del trabajo es también signo de que eres una persona responsable. Sí, responsable, y por ello le das mucha importancia a todo lo que haces; y ahora toca darle importancia a tu descanso, a tu familia, a tus amigos y a cualquier actividad, zona o ciudad que visites; sea la de siempre, sea nueva, le dedicas todo lo que puedes y más, y no la compartes con lo que precisamente quieres olvidar, no para siempre, sí precisamente durante este periodo que estás viviendo y tanto necesitas para seguir luchando y rindiendo.

Es conveniente dejar el ordenador fuera de nuestro alcance. Revisar los mensajes de correo electrónico, con los consecuentes problemas que van añadiéndose a nuestra bandeja de entrada no es sinónimo de desconexión ni de haber decidido tomarte en serio a los tuyos. A la vuelta, tocará ponerse al día, los colaboradores sabrán indicarte si algo se quema sin solución y te necesitan, y además, podrás comprobar cuánto de bueno eres en tu trabajo y cómo has creado un equipo a tu alrededor que en el corto plazo sabe apañárselas muy bien solito; sin ese compañero o jefe acaparador.

Sí, en este tiempo de la hiperconexión, estarás pensando que los mensajes nos llegan por móvil, en la tablet, etc, etc...

Pues bien, debemos evitar el uso de todos los aparatos electrónicos que nos acompañan en nuestros días, y en nuestras noches (porque los relojes inteligentes nos observan y nos dirigen incluso en los momentos más íntimos de nuestros sueños), pero nuevamente la responsabilidad, tanto si ha tocado montaña, playa o recorrer esa ciudad que tanto nos llama la atención, nos debe hacer rehuir de seguir enganchados a la parte digital que nos acaba empujando a las noticias del trabajo y a la vorágine de la oficina.

Para conseguir una vacaciones plenas, toca eliminar al máximo el contacto digital y cambiarlo por el contacto natural. Maximiza los contactos con amigos, familiares y potencia actividades conjuntas que te hagan alejarte de la rutina. Busca temas que os gusten y apasionen de manera conjunta y engúllete en ellos. Si te gustan menos a ti, también es el momento de demostrar que toca centrarse en ellos, y por qué no, es una forma de regalar lo que más valoras y más valor tiene, tu tiempo y tu compañía plena, sin compartir con el e-mail, las presentaciones ni las métricas de tu compañía o departamento.

Si descansas y logras desconectar, no tendrás difícil disfrutar. Sí, es algo que nos tenemos que proponer cada día, cierto, pero en vacaciones se debe conseguir disfrutar del momento, disfrutar del lugar y disfrutar de la gente que está contigo, con la gente que te rodea.

Debe notarse que la alegría es el denominador común del periodo de vacaciones en cada tarea que elijas hacer, así como en cada grupo con el que elijas pasar este preciado tiempo estival.

Disfrutar de ti mismo es una obligación. Si estás bien contigo mismo, emanarás energía positiva y tu entorno disfrutará de ti de igual manera. Estar bien desde tu interior hacia fuera y haber eliminado cualquier estrés procedente de tus preocupaciones laborales, generará grandes momentos en los tuyos y provocará verdaderas historias positivas durante las vacaciones.

Aunque es importante que valores lo que tu gente quiere hacer, anota siempre tres o cuatro actividades de ocio que tu vida diaria no te permite acometer. Hazlas durante tu periodo estival, propón que te acompañen, y seguro que algunas serán candidatas para hacerlas en conjunto, pero alguna te tocará acometerla solo, lo que no debe ser un impedimento al objetivo del disfrute de este tiempo en el que te has comprometido contigo y con los tuyos. Cumplir pequeños sueños, a veces acompañado, a veces solo, es también un componente de la restitución necesaria para esas pilas tan descargadas en este tiempo tan vertiginosamente estresante, cambiante y últimamente, por que no decirlo, tan doloroso e incierto.



Pues nada más, despedirnos hasta la vuelta de vacaciones, y no sufráis, las preocupaciones, anotadas o no, nos esperarán a nuestra vuelta; la mayoría solucionadas por nuestros grandes compañeros de batalla, otras a la espera de que se les vayan metiendo mano y algunas otras, por solo estar en nuestra mente y no ser muy diríamos reales, se habrán disipado y nadie sabrá ni el cómo ni el por qué (nota: en ese caso mejor ni preguntar).

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