"Nadie podrá decir que un nido calentito y dichoso dará de sí muy grandes personas.
La inadaptación a lo imperfecto es lo que mejora al hombre"
Antonio Gala (1930-?)
Dramaturgo, poeta y novelista español
Me comentó Juan Carlos que una parte de su éxito había estado en combinar grandes innovaciones con pequeños cambios. Parece ser que el método Kaizen, tras muchos años de esfuerzo que comenzaron con los primeros sufridos pinitos en la transformación Lean, allá por finales de los 90, habían merecido la pena.
Ese cambio continuo, gradual de mejoras incrementales habían modelado su unidad y ahora, la matriz premiaba todo el esfuerzo. Pero lo que le importaba era la respuesta de sus clientes, tanto nacionales como internacionales, que habían permitido salvar las crisis que golpeaban y golpearían su negocio, tanto a nivel macroeconómico como en su segmento particular.
Lo tenía claro, Kaizen para él era realmente una forma de filosofía de vida. Como Director de Operaciones, primero y posteriormente como Gerente, Juan Carlos asumió que todo aspecto de nuestra vida, ya sea personal o laboral, merece ser mejorado. Siempre abrazó el control de calidad total, los circulos de calidad, las actividades dirigidas por pequeños grupos y las relaciones laborales que mantenían a todo su personal orientado hacia la mejora.
Le pedí un listado de elementos claves de su Kaizen y no dudó en indicarme que la Calidad, el Esfuerzo, la Involucración de los empleados, así como la Voluntad del Cambio con una Comunicación efectiva eran ingredientes que creaban una receta invencible. Pero no era sencillo en un mundo que quiere todo muy rápido, cortoplacista y que necesita brotes verdes antes de que la lava del volcán se haya enfriado y solidificado.
"Pero la innovación definida como un cambio radical tampoco es automática ni mágica. Necesita su tiempo de cocción y a veces la receta acaba en la papelera".- me indicó también alertándome que no existen atajos.
Una prueba que siempre pedía para medir cómo de orientada estaba hacia la mejora una organización era conocer si la empresa que estaba visitando tenía equipos de mejora, círculos de calidad, y cuales eran los que estaban abiertos en ese momento. También preguntaba si la disciplina personal de colaborar en pequeñas mejoras "se sentía en el ambiente"; esta parte la comprobaba pidiendo las últimas sugerencias de mejora, por supuesto por escrito, además de acercarse al buzón de sugerencias de la planta de fabricación. Me dijo que el polvo e incluso las telarañas eran parte de las pruebas que delataban palabras y frases aprendidas y relatadas tras el mantel de una buena mesa de un restaurante.
Y es que muchas veces los dirigentes son mejores en la locución que en la inspiración...
Para conseguir mejorar, el Kaizen debe apoyarse en varios factores clave como la constante eliminación del desperdicio, las 5S y una continua estandarización que permita fijar los cambios y no dar marcha atrás una vez avanzado en el camino de la mejora continua.
Le pregunté cuándo esta filosofía podía ser aplicada, y no siendo fácil una respuesta sobre este tema me indicó que cuadra en situaciones que requieran un cambio a largo plazo, incremental y que disponga de una cultura colectiva arraigada, con compromiso. Para culturas más individuales y enfocadas en el corto plazo se debe usar una Reingeniería de Procesos.
Kaizen es más una herramienta orientada a la gente, más sencillo (no más fácil) de implementar y no debemos olvidar que requiere de una disciplina a largo plazo. En cambio la Reingeniería de Procesos es más dura de aplicar, está orientada más a la tecnología que a las personas y posibilita unos cambios más radicales y rápidos, aunque requiere un cambio considerable de habilidades de gestión e incluso un cambio de personas cualificadas a todos los niveles.
En mi opinión, y termino, dos herramientas no excluyentes, complementarias a diferentes porcentajes dependiendo de la situación, el momento, la estrategia y las personas que forman tu organización. Eso sí, valiosas y facilitadoras para que el éxito sea una realidad y las metas se puedan conseguir según los compromisos adquiridos con los diferentes stakeholders y personas que forman el ecosistema de tu organización.
Nota: no olvidar que Juan Carlos y su equipo han sufrido un viaje de más de 20 años desde que su andadura comenzó con una pequeña consultoría, por lo que merece la pena pero no es un camino corto, cómodo y necesita mucha, mucha resiliencia y constancia.
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