"Quiero saber lo que es la pasión -oyó Lenina, de sus labios-.
Quiero sentir algo con fuerza"
Aldous Huxley (1894-1963)
Novelista, ensayista y poeta inglés.
Adrián había cambiado de empresa, el sector era el mismo, pero según me explicaba emocionado ahora sí que se sentía dirigiendo a una empresa líder de las de verdad. Sí es cierto que en su anterior proyecto había aprendido a nadar en un mundo sumido en complejidad, disparando a todo lo que se movía. Pero esto no era lo que quería para encabezar un proyecto ganador.
Y es que una empresa líder, de las que dan el salto, siempre simplifica un mundo como el actual, complejo, y lo convierten en una idea organizadora muy simple, que unifica todo y sirve de guía a toda la organización. En cambio, el resto de compañías que acaban convirtiéndose en seguidoras van intentando conseguir muchas metas al unísono, y lo peor, cambiando de dirección según sople el viento, o como se dice por aquí, al tuntún.
Hace tiempo que este tema lo había comprendido e interiorizado, pero no es sencillo saber cómo surge este concepto principal, y cómo se convierte en la brújula de cada una de nuestras empresas, de una manera simple, transparente, eliminando todas las dudas que en un mundo con entorno totalmente incierto, escenarios cambiantes y sumidos en un caos de constante cambio, nos incitan a cambiar nuestra dirección casi a diario.
Puede que sin un fuerte liderazgo, ningún proyecto pueda cimentarse, ya que no es fácil dirigirse hacia una ruta en la que no pocas veces se adivinan tormentas, por eso de los nubarrones que se vislumbran en el horizonte. Pero seguir lo que marca la brújula, dirigidos por alguien que inspira sosiego y protección, es fundamental para encabezar cualquier sector o negocio.
- Entonces, -le pregunté- ¿se puede encontrar el concepto principal independientemente del negocio, del sector o del tamaño de la empresa?
- Por supuesto que sí.-me contestó Adrián- se trata de intentan comprender profundamente como convergen los siguientes tres conceptos:
En qué puedes ser el mejor.
En primer lugar, nos debemos fijar en qué es aquello en lo que podemos ser los mejores. Muy atento, amigo Eduardo, ya que no solo por el hecho de poseer unas capacidades esenciales significa que podamos ser los mejores de la tierra ejerciéndolas.
Qué mueve tu motor económico.
Una vez conoces en lo que puedes ser el mejor, toca preguntarte si coincide con lo que te hace ganar plata. O sea, si tienes claro que lo que haces mejor que nadie, además es la manera en la que ganas dinero y obtienes unos beneficios importantes, de manera sostenida y eficiente.
Qué es lo que más te apasiona.
En este punto no se trata de tener procedimientos que hagan que el personal se apasione, sino al contrario, se trata de descubrir lo que hace que nos apasionemos mientras lo generamos.
Pensando en sus palabras, me di cuenta que a todo el mundo y a todas las empresas les gustaría ser los mejores en algo, pero muy pocas conocen realmente en lo que tienen posibilidades de ser las mejores, o en aquello en lo que pueden ser las mejores. Pero esto es fundamental para dar el salto y posicionarse en cabeza.
Sería bonito y merece la pena continuar estrujándonos un poco más nuestras meninges para encontrar esa intersección entre los tres conceptos citados; que sean nuestro foco, nuestro camino.
No puedo llegar a imaginarme trabajar en lo que seamos los mejores, ese trabajo fuera nuestro combustible económico y gracias a ello, nos apasionara el resto de nuestra vida simplemente por el hecho de ejecutarlo, día tras día. Pero sería bonito, ¿verdad?
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