"El proyecto es el borrador del futuro.
A veces, el futuro necesita cientos de borradores"
Jules Renard (1864-1910)
Escritor y dramaturgo francés
Si es duro empezar un proyecto desde la nada, una vez que has cruzado todo ese desierto (sí, desierto) y puedes descansar, echando la vista atrás, resumiendo todo lo pasado, pero orgulloso de lo conseguido, se puede decir que mereció la pena.
Y así es cómo el otro día se sentía, según lo que me contaba tras la última reunión, que remataba el proyecto estratégico del programa de marketing de su nueva unidad de negocio, mi amigo Luis Miguel.
Habíamos tratado de generar esa estrategia de Marketing basándonos a modo de guía en la herramienta de las 5 C's y, aunque como siempre, los proyectos no tenían nada de parecidos unos con otros, el intentar mantenernos dentro del camino que marcaba la herramienta, nos había supuesto unos grandes avances y sobre todo, un certero alcance de nuestros supuestos inicialmente potenciales clientes.
No había sido nada fácil, pero hoy podemos confirmar que aunque toca seguir trabajando, y mucho, al menos tenemos un plan que nos indicará el camino a tomar, según ha quedado plasmado en el proyecto.
A resaltar que esta herramienta nos indicó, a modo de diferentes check lists, un modelo que a modo de preguntas enfocaba nuestro día a día, eliminando esa sensación de estar pérdidos en cómo afrontar nuestra estrategia de marketing.
Os dejo parte de lo que ocurrió en este proyecto, tras pedirle permiso a mi colaborador, en modo de etapas.
En primer lugar, la primera pregunta que nos hicimos fue: ¿Qué necesidades a cubrir de nuestros clientes nosotros buscamos para satisfacerlos? Allí estaba la primera C, de Customer needs. Pues bien, nada mejor que intentar responder a esta cuestión, preguntando a nuestros potenciales clientes y a diferentes actores de nuestro sector, para ir creando nuestro cuaderno de necesidades de cliente.
A continuación, el proyecto prosiguió, mirándonos dentro de la empresa, preguntándonos qué habilidades teníamos, qué competencias especiales, para poder conseguir cubrir esas necesidades que nuestros clientes realmente deseaban. Nuestra segunda C: Company Skills.
Tocaba, mirar a nuestros competidores, y cuales estaban preparados para darle a nuestros potenciales clientes lo mismo, o incluso mejorar nuestra oferta. Tocó estudiar las diferentes empresas con las que competíamos y las diversas ventajas competittivas con las que nos enfrentábamos. He aquí la tercera c: Competition.
Teníamos que ser los mejores, teníamos que preparar una oferta con una ventaja competitiva sostenible, por lo que a nuestras habilidades internas teníamos que sumarle algunas más a base de adquisiciones, capacitación y de una manera más rápida y eficaz sumar a base de alianzas. Esto era la cuarta c, por supuesto; la c de Collaborations. Este paso suele dejarse de lado, o trabajar de manera liviana, pero es según creo, vital para crecer y llegar a más en un menor tiempo y con un menor coste que intentando crecer siempre de manera interna. Debemos obligarnos a listar quién nos puede ayudar y cómo hacer que ellos se comprometan en/con nuestra misión.
Y por último, en este caso, como en cualquier implementación de toda estrategia que se precie, no nos olvidamos de la c de Context (contexto), estudiando cualquier limitación de factores legales, tecnológicos y culturales, realizando una análisis PEST; pero esta herramienta forma parte de otra entrada, de otra ocasión...
Y este fue el camino que anduvimos, amigo LuisMI, sintiéndome agradecido por haberme dejado participar en él y además, agradeciendo tu sinceridad a la hora de transmitir tu sentimiento de misión cumplida, que quisiste compartir conmigo y has permitido que comparta con todo aquel que se haya cruzado con esta entrada.
Historias pasadas de "lasemanadeedusanchez": Os dejo, en el siguiente enlace, lo que pasaba por este blog hace 3 años para los que se han incorporado tarde y también para los amigos nostálgicos que les gusta recordar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario