"En la carrera por la calidad no hay línea de meta"
David T. Kearns (1930-2011)
Empresario y político estadounidense
Siempre cuando hablamos de estrategia, solemos acabar tendiendo a apuntar nuestros comentarios sobre diferenciación o coste. Pero el otro día, discutiendo estos temas con un buen amigo, Director de Calidad desde hace tiempo, un enfoque basado en la cultura de la empresa precisamente apoyándose en la calidad, nos condujo a que puede ayudar a ambas estrategias.
Y es que una empresa que vive en la mentalidad de la "Calidad" es una empresa que hace que sus productos "bien hechos" vendan; sí, vendan por sí mismos.
Mucho se escribe y habla sobre innovación, como una radical forma de cambio, pero debemos interiorizar la forma de hacer las cosas bien mediante una continua forma de cambio, microcambios, conocida como "kaizen".
Realmente es una forma de filosofía de vida. Es asumido que cada acción, cada actividad, cada aspecto merece ser constantemente mejorado. Además, esta filosofía descansa en elementos tan potentes como la Calidad Total, los Círculos de Calidad, los pequeños grupos de mejora y las relaciones laborales.
Nos costó en la charla definir una serie de elementos clave, pero al final convenimos que podríamos concluir que el Kaizen descansa en la calidad, el esfuerzo, la involucración de todos los empleados, deseo de cambio y sobre todo, una perfecta comunicación dentro de la empresa.
Pero, ¿nuestra empresa es "kaizen"? nos preguntamos tras un tiempo hablando sobre estos temas. Miremos dentro de la organización y concluyamos.
Es imposible reconocer una empresa orientada a la mejora continua si no te indican, como decía mi compañero, una serie de elementos dentro del día a día de la compañía, como pueden ser:
Un gran trabajo en equipo, disciplina personal de cada miembro del mismo, decisiones éticas acertadas, círculos de calidad formados tanto de personal técnico como de personal de planta y un gran número de sugerencias orientadas a la mejora.
Es una pena, pero cuando visitas algunas empresas, y por suerte, encuentras un buzón dedicado a las sugerencias, la grata sensación que genera este descubrimiento se rompe al preguntar el número de mejoras que el sistema provoca, encontrando por respuesta una mueca del Director de Operaciones o del Director de Calidad. Además, este gesto suele ir unido a una respuesta poco clara, pero que si se incide en la misma, al final se concluye que el sistema no funciona.
En esto punto, siempre toca, sobre todo cuando un directivo se convence que una herramienta de mejora en su empresa puede ser la incorporación de una cultura "kaizen", responder a: lo compro ¿pero por dónde empezamos?
Esta claro que cada empresa tiene unas necesidades, pero en general, los empleados de una empresa orientada a la mejora continua deben empezar y basar sus esfuerzos en:
- Eliminación del desperdicio y la eficiencia
- La completa puesta en marcha e implementación de las "5S"
- Estandarización.
Como decía un amigo: "sencillo, pero no fácil".
¿CUÁNDO EMPEZAMOS?
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