"Tu tiempo es limitado,
de modo que no lo malgastes
viviendo la vida de alguien distinto"
Steve Jobs
Elsa despertó el día de año nuevo de repente, desnuda, en la cama dónde nadie, salvo ella, dormía desde que ellos, benditos guías, hubieran decidido salir de su vida uniéndose aparentemente para alejarse de ese grupo tan íntimo que nadie, desde fuera, hubiera osado fragmentar.
Le gustaba descansar en su desnudez ya que era la mejor forma de recordar que al final, moriría, y el propósito a alcanzar, según lo acordado con ellos, benditos guías, la NocheVieja pasada, sólo era posible estando convencida que ante la muerte, no había nada que perder. Todo lo material, no nos pertenece y por ende, no viajará con nosotros cuando alcancemos nuestro final, nuestro verdadero destino. Elsa, mientras miraba los halógenos que yacían embutidos en el techo de su habitación, hoy tenía más claro que nunca hay una sola razón en la tierra para no seguir, con todo su alma, a su CORAZÓN.
Su miedo al fracaso, desde muy pequeña, debido tal vez (o tal vez no) a aquella gran regañina cuando, intentando ayudar a su madre con el bebé, estuvo a punto de que éste se le cayera y que se produjera una desgracia sin solución. "Sólo quería darle el biberón y así, no llegaríamos tarde a casa de los abuelitos".- Había pensado Elsa, con sus 6 añitos. Mientras, su padre y su madre se encargaron de repetirle, gritando y con ese "vibrato" agresivo que se le quedó grabado en lo más profundo de su memoria, una y otra vez, que nunca más hiciera algo sin preguntar, pedir permiso y por su cuenta. NUNCA...
Pero se habían marchado, y no estaba dispuesta a seguir inmóvil, sobre las sábanas blancas y frías, sin actuar, para llegar lejos, muy lejos. Hoy, primer día del año, estaba dispuesta a fracasar; actuar y fracasar, para que una vez pasados los dolores del aprendizaje, conseguir alcanzar el éxito, pero sobre todo, VIVIR su propia vida.
El mensaje de ellos, benditos guías, había sido muy claro. "Tu tiempo es limitado, Elsa, por todo, no lo malgastes viviendo, como todos estos años, la vida de otros (nuestra bendita vida). No dejes que ese ruido que genera tu entorno, la sociedad en general y sus opiniones te hagan enmudecer y no puedas ejecutar desde ya, hoy, el primer día del año, tu propia voz interior. Que no te callen; nunca te quedes atrapada en la reglas creadas por otros, por nosotros. Ellos (nosotros) viven como quieren, pero tú no deberías vivir (morir) como piensan ellos, sino siguiendo con coraje hacia donde te dirige tu INTUICIÓN. Esa pareja de brillantes estrellas, tu intuición y tu corazón, te conocen y por supuesto, te quieren, y si te dejas guiar, de algún modo, te llevarán en volandas a lo que quieres convertirte en la realidad. Al final, ahora, desde hoy, serás tú misma.
Y piensa, con mucha fuerza y seguridad, que siendo tú misma, viviendo tu VIDA, serás muy feliz y todo lo demás, TODO, se convertirá mágicamente en secundario.
Feliz año 2018 a todos vosotros;
los que comenzáis hoy un nuevo año,
una nueva historia,
vuestra propia VIDA.
Extraordinaria historia Eduardo, como el cuento de navidad, y muy cierta, aunque bien es verdad que en ocasiones en muy difícil escapar del yugo opresor, bien sea del de la sociedad en general o lo que es peor, del de nuestro entorno más cercano, por lo que nuestro corazón, ante determinadas circunstancias, late oprimido al no sentirse escuchado. Enhorabuena y muy Feliz 2018 para ti y toda tu familia. ¡¡¡Un Abrazo!!!.
ResponderEliminar😊
EliminarSe intentara, Feliz 2018
ResponderEliminar