"Si algo he aprendido en la vida es
a no perder el tiempo intentando
cambiar el modo de ser del prójimo"
Carmen Martín Gaite (1925-?)
Novelista española
Hemos dejado atrás las fiestas locales (y hemos sobrevivido) y toca pensar en el inicio del curso. No sólo es una etapa de nuevos compañeros, nuevos profesores y nuevos contenidos para nuestros hijos sino que siempre, tras una etapa de calor extremo aderezada con algunos días de descanso los "mayores" nos enfrentamos a una etapa muy importante cada ejercicio que culminará con la Navidad y el cambio de año.
En el trabajo toca rematar los trámites para iniciar una nueva instalación de suministro y comenzar a preparar los cursos de capacitación a los talleres ya registrados en nuestra red durante los futuros meses de Septiembre, Octubre y Noviembre. Cargados de ilusión nos pondremos a tope para lograr los objetivos marcados al inicio del año, porque aún yendo por buen camino, nunca se puede dejar de pisar el acelerador para concluir la carrera anual en un buen puesto.
Pero ya habrá tiempo de seguir ahondando en las andanzas del negocio porque hoy me gustaría continuar con lo ocurrido durante la segunda reunión con mi amigo José, al hilo de su propuesta de cambio en Su organización de toda la vida.
Allí estábamos, con los portátiles desenvainados, un papelógrafo y una pantalla en el que se proyectaba el DAFO que había realizado con dos personas de su equipo además del director comercial, el director de fábrica y el responsable de diseño. La sala de juntas era pequeña, pero suficiente para el equipo de trabajo que tocaba deslindar los entresijos de esta fase, y aún quedaban dos sillas libres que podrían ocupar invitados no fijos que interesara incluir en el equipo de forma puntual. Todos nos mirábamos preparados para conocer cuales serian los siguientes pasos.
Ya le comenté, tras leer su informe (gran informe) que habían hecho un gran trabajo y que estaban perfectamente descritas las amenazas y las oportunidades a las que la empresa se enfrentaba. Además, habían realizado un esfuerzo supremo en escribir, con un gran sentido de auto-crítica, tanto las fortalezas (fácil de verlas en nosotros mismos) como las debilidades (bastante más difícil de encontrarlas dentro de nuestro ser), por lo que no era difícil crear un escenario de cambio generando mejoras para minimizar sus debilidades así como describir cómo quedaría Su empresa una vez generado el cambio y explotadas las oportunidades.
"¿Y ahora qué?".- Preguntaba José tras releer juntos el informe descrito. A lo que le contesté que si continuamos con lo que Kotter nos indica tenemos que formar una PODEROSA COALICIÓN.
"¿Por qué? Está claro que necesitamos el cambio y no podemos perder más tiempo".- me recriminaba mi colega, por lo que entendí que era necesario explicar la importancia de no saltarnos etapas en el complicado camino por recorrer. Es lógico que el que vislumbra la necesidad del cambio y tiene claro el sentido de urgencia, quiera avanzar lo más rápido posible antes de que todo se vaya por la borda, pero no tiene sentido avanzar con rapidez si el camino elegido no nos lleva hasta nuestro objetivo, ¿verdad?
"Porque toca convencer a la mayoría de tu gente de que el cambio es necesario".- Le contesté. "Esto implica un fuerte liderazgo y debe ser soportado por la gente clave dentro de la organización. Debes saber que no es suficiente gestionar el cambio; también hay que LIDERARLO. Por ello, raras veces una sola persona puede liderar el mismo y la mayoría de los casos de éxito vienen precedidos por una gran coalición de líderes o equipos de personas influyentes cuyo poder emana de una variedad de fuentes (puesto que ocupa, status, experiencia, poder). Sólo una vez hayamos creado "Nuestra Gran Coalición", trabajando como un verdadero equipo, trabajaremos con paso firme y seguro en la continua construcción de la urgencia y del impulso en torno a la necesidad del cambio".
Su cara me indicaba que ahora lo había entendido. Nuevamente sus ojos brillaban imaginándose el emocionante partido que estaba a punto de comenzar. Sabía que sus continuas batallas en solitario, cayendo derrotado una y otra vez, contra los molinos duros e impasibles cual gigantes, ya no tenían sentido. Crearía su ejercito de líderes, sí; formaría "Su Gran Coalición".
Tocaba dar fin a la reunión, no sin antes dictarle las tareas que le quedaban hasta la siguiente cita, qué como siempre, bolígrafo en mano y exquisita atención estaba deseando de apuntar.
Toma nota, que tenemos trabajo, apasionante, pero trabajo.- Le dije.
1) Identifica los verdaderos líderes de Tu organización.
2) Pídele (uno a uno), tras explicarle lo que tantas veces habéis hablado, un compromiso emocional. Convéncele que esta vez sí lo conseguiréis.
3) Trabaja siempre en equipo en la construcción del cambio. No hagáis la guerra cada uno por vuestro lado.
4) Identifica las áreas débiles dentro del equipo y refuerza las mismas.
5) Asegúrate que tienes un buen mix de personas/lideres de diferentes departamentos y diferentes niveles de la empresa.
Nuevamente nos cedimos unos minutos de glorioso silencio los cuales nos condujeron a profundos pensamientos internos que nos hacían falta a ambos. Vi como sonreía; sentí como estaba visionando uno a uno a su equipo de líderes; incluso creo que ya se veía sentado con cada uno construyendo la coalición, "Su Gran Coalición".
Para muestra, un botón y me permito sugeriros que dediquéis 3 minutos a ver el siguiente vídeo que nos acerca a conocer la importancia de los primeros seguidores y la poderosa coalición.
El vídeo de la semana: EL PRIMER SEGUIDOR: DE LOCO A LÍDER
Historias pasadas de "lasemanadeedusanchez": Os dejo, en el siguiente enlace, lo que pasaba por este blog hace 3 años para los que se han incorporado tarde y también para los amigos nostálgicos que les gusta recordar.
Me gusta el Kotter... ¡ estamos de acuerdo en lo de la coalición ! y en más cosas...
ResponderEliminarMe gusta el Kotter... ¡ estamos de acuerdo en lo de la coalición ! y en más cosas...
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