"Aún entre los demonios hay unos peores que otros,
y entre muchos malos hombres suele haber alguno bueno"
Fragmento de Don Quijote de La Mancha
D. Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616)
Seguimos avanzando en la confección del puzzle, a buen ritmo, pero algunas veces, todo hay que decirlo, encontramos algunas piedras en el camino (viejos fantasmas) que nos hacen desandar algunos tramos recorridos para ajustar algunas tácticas que nos permitan dejar las piezas que son, cada una en su sitio, y no otras. En definitiva, esto es la vida, no tan de color de rosa como se puede entender en el papel pero gracias a ello, merece la pena vivirla, con ganas y levantándonos una y otra vez, hasta llegar a nuestra destino.
Pero hoy, un día tan señalado, no me apetece otra cosa que intentar escribir un pequeño y humilde homenaje a Miguel de Cervantes, en su 400º aniversario de su muerte, un día cómo hoy allá por el año16, del siglo XVII.
Nacido en un lugar de la mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme (cada uno que lo ubique donde quiera) fue soldado, novelista, poeta y dramaturgo español.
Está considerado la máxima figura de la literatura española y es universalmente conocido por haber escrito Don Quijote de la Mancha, que muchos críticos han descrito como la primera novela moderna y una de las mejores obras de la literatura universal, además de ser el libro más editado y traducido de la historia, solo superado por la Biblia.6 Se le ha dado el sobrenombre de «Príncipe de los Ingenios».
De su novela y de su Quijote, poco más se puede aportar de lo que existe escrito, dicho y grabado por parte de excelentes especialistas que han dejado su impronta tras años de sacrificio y estudio.
Lo que sí me gustaría comentar, aunque parezca difícil de creer que en los tiempos que corren, y gracias a Dios no siendo muy habitual, nos encontramos personas con trastornos similares a los que de manera magistral nos regaló Cervantes con el personaje de Don Quijote. No es fácil de entender, por lo que he tenido que investigar algo por la red y al final, he acabado preguntándole a un amigo psiquiatra para que me lo explicara bien, vamos, en mi idioma.
Me definió a este tipo de personas como "psicóticos reactivos". Hoy en día sería tratado con neurolépticos e internado en un centro especial, pero no está tan claro que sea tan fácil diagnosticar esta enfermedad ya que en el trabajo, en el barrio, y a veces en nuestro grupo de amigos podemos encontrar gente algo asimilada a nuestro caballero andante y ademas campa a sus anchas por el mundo en que vivimos, no sin pocos problemas tanto para ellos como para la gente que tiene a su alrededor.
Estos tipos ven gigantes donde simplemente hay molinos, y lo que es peor pueden llevar a sus equipos a luchar en vano contra ellos (los molinos), quedando maltrechos y por desgracia, muchas veces siendo ellos los únicos que salen adelante al tener más posibles para mantenerse en pie ante próximas batallas. Da igual, cuando unos soldados se mueren ya tengo otros contratados (y baraticos) para dejarse la piel por mi. Al final, según me explica mi amigo no se trata de una alucinación, de ver lo que no hay, sino de una interpretación delirante de la realidad. Confunden lo que ven, y se lo creen, vaya que si se lo creen.
Pero los cambios de empresa, los cambios de entorno e incluso los cambios de sector no les aparta de su "locura", no. Recordaros en este punto cómo Don Quijote repite con los odres de vino, atacándoles como si fuera un gigante o la promesa de una ínsula a su fiel escudero Sancho, que finalmente le cede en las inmediaciones de Zaragoza en un especial delirio de grandeza.
Para terminar y no olvidar en este pequeño repaso de todas las locuras de nuestro caballero andante, me gustaría reseñar en esta historia lo que sufrió por su amada, nuestra amada Dulcinea y debemos de estar atentos a este tipo de profesionales, vecinos, familiares o amigos que no salen de su delirio erotomaníaco por su proyecto de vida, por muy imposible que sea, dejándose llevar por emociones muy intensas hasta alcanzar un amor pasional que les hace exigirse a sí mismo pruebas que son inalcanzables y sobre todo, no le llevan a ninguna parte. Eso sí, deja tras si mucho dolor, aunque no lo sepa.
Para muestra, un botón y me permito sugeriros que dediquéis 1 minutos a ver el siguiente vídeo que evidencia todo lo escrito y si no cae en saco roto podréis usarlo como ejemplo varias veces al día desde el momento que lo veáis.
El vídeo de la semana: CANTANDO A CERVANTES EN EL CONGRESO
Nota: Como todo en esta vida, cuestión de equilibrio. Algo de locura para salir de la caja y explorar los mundos fuera de las normas que no nos dejan crecer. Pero cuidado con alejarnos mucho de casa, por ese bosque desconocido, que al caer la noche todos los gatos son pardos y puede que tengamos que pasarla al raso, sin encontrar el camino de vuelta.
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