"Si tenéis un minuto, intentad resumir vuestra pasado, brevemente, y sentiros orgullosos.


Después, enfrentando el maldito folio en blanco, dibujad vuestro futuro, con pasión, con ganas de hacedlo mejor.


Será vuestro mundo, vuestro camino..."

lunes, 14 de septiembre de 2015

LA VUELTA AL COLE Y EL ESTRÉS POST-VACACIONAL

"Lo que sucede no es tan importante como la forma en que usted reacciona a lo que sucede"

 Thaddeus Golas


Cuando concluyes la semana última de tus vacaciones y llegas a casa, a pesar de estar completamente relajado en cuerpo y alma, una vez has descargado todas las maletas, es irremediable comenzar a pensar en las tareas de mañana, lo que para nuestros peques es la famosa vuelta al cole.

Y es que cuando le decimos al vecino la típica frase: "ya verás estos mañana en el cole", lo que estamos pensando es en nosotros mismos y en el estado de shock que los primeros problemas de la mañana nos regalarán sin mucho tardar (y a Dios gracias, como dirían nuestros mayores).

Y esto es lo que precisamente le he dicho (y he pensado) cuando he coincidido con el vecino en el bar del barrio, al cual he tenido que recurrir para cenar algo esta noche, tras descubrir que el frigorífico estaba "tieso", lógicamente, tal y como lo dejamos antes de partir al destino vacacional.

Se puede llamar de muchas formas, pero todos reconocemos el temblor de muñeca al mover el azúcar en el café vespertino de ese lunes primero tras las vacas, a las 7:30 horas de la mañana y a la mala leche, esta vez nada que ver con la del café, con la que golpeamos el despertador, aun cuando ya usamos los teléfonos móviles para esta función (al menos a mí si que me gustaría tener un despertador de los de antaño, por lo menos este primer día).

Pero la depresión post-vacacional no se puede considerar una enfermedad, sino un proceso adaptativo a la vida laboral, tras unas vacaciones cargadas de poca disciplina en horarios y tareas.

En verdad, este síndrome ocurre mucho más en entornos de trabajo en los que el mismo se considera una actividad negativa, obligada y sacrificada, no existiendo en entornos donde el laboro es algo creativo, con sentido para uno mismo y digno del ser humano.

Pensándolo bien, y sabiendo que sólo sufrirán este síndrome las personas que no vuelvan con ilusión a la actividad productiva, puede ser un buen indicador de lo cómodo que nos encontramos en/con nuestro entorno laboral. Si tras unas vacaciones placenteras nos encontramos con síntomas como malestar, depresión,  ansiedad, disminución del rendimiento, aumento de la frecuencia respiratoria y cardiaca, temblores, cambios de humor, etc... puede que sea el momento de pensar qué es lo que está fallando en nuestra relación persona/empresa.

Pero no siempre es cuestión de no estar bien en el empleo, o eso creo yo; también es probable que el sufrimiento en primera persona de cambios drásticos en los ritmos biológicos (costumbres, horarios, alimentación, horas de descanso) durante las vacaciones nos condenen a una vuelta al cole algo tintada de marejada. Dicen que más de un tercio de las personas en activo han pasado por algunos trances de este estrés y por suerte, en la mayoría, suele desaparacer a lo sumo en 10 ó 12 días. 

Por todo, y como en todo, lo mejor en estos casos es la prevención, por lo que os dejo algunos consejos que me ha dejado el vecino, que además de maestro es psicólogo, según me ha puntualizado hoy, mientras esperábamos los pinchitos morunos y los montados.

Primero me ha dicho que es fundamental programar el regreso con tiempo, dejando un par de días para ordenar los recuerdos, las fotos y adecuar horarios y hábitos. Ni que decir que en esto me ha pillado totalmente, ya que le acababa de decir que me incorporo mañana y acabábamos de llegar. No podía mentir en esto, ya que mis bermudas y camiseta de manga corta no indicaban que me había cruzado al bar tras oír misa.

Después me ha sugerido que aborde las actividades progresivamente: primero priorizando las importantes y las urgentes comenzando si es posible por las más placenteras y sencillas.

Me ha comentado que me olvide de siestecitas, al menos hasta el sábado, y que duerma del tirón 8 horas. La verdad es que conoce mi hábito a trasnochar y justo un momento antes, le había indicado mi pique con la serie crematorio, por lo que la dejaré para el finde.

Mientras pedía una caña, me ha indicado que para evitar males mayores evite, o al menos minimice el alcohol y la cafeína. El alcohol es un depresor del sistema nervioso y la cafeína agudiza los síntomas de estrés.

También me ha comentado que hiciera deporte, que me ayudaría a liberar endorfinas y en consecuencia sentirme más feliz y que me ayudaría a desconectar de las preocupaciones de la jornada laboral. Parece mentira, pero inmediatamente me he erguido en el taburete (típico de barra de bar) y ablusado la camiseta con maestría intentando disimular la famosa curva de la felicidad. 

Tengo que decir que aunque estaba atento a los consejos, el tío me estaba zurrando y por que no decirlo, cabreando un poco, por lo que aprovechando que en la TV del garito, estaban poniendo los goles de mi Athletic (hoy hemos ganado 3-1), he desconectado un poco mientras el psicólogo seguía con su retahíla, por lo que sólo me he quedado con los títulos  que el personaje completaba con ejemplos que no he retenido...

- Corta con los pensamientos recurrentes.

- Organiza tu tiempo tras el trabajo.

- Diviértete.

- Aprende a decir no y pon límites.

- Fíjate en lo positivo y en los avances del día.

- Ten paciencia, desaparecerá en unos días.

Y llegó la bolsa con los bocatas y pude escapar a casa, intentando desconectar y disfrutar de esas valiosas últimas horas que dan paso a nuestro primer días tras el periodo vacacional.





Para muestra, un botón y me permito sugeriros que dediquéis 2 minutos a ver el siguiente vídeo que evidencia todo lo escrito y si no cae en saco roto podréis usarlo como ejemplo varias veces al día desde el momento que lo veáis.


El vídeo de la semana: FELIZ VUELTA


Nota: como muchas cosas, es cuestión de actitud. Tenemos que sentirnos útiles, creadores y parte importante del eslabón laboral al que pertenecemos. Por ello, toca afrontar la vuelta con ilusión y toneladas de positivismo, llenos de propósitos a alcanzar en este último tramo del año de gran importancia para muchos negocios.

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