"Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo,
involúcrame y lo aprendo"
Benjamin Franklin (1706-1790)
Estadista y científico estadounidense
Parece que por fin hemos terminado de colocar las piezas que faltaban para adecuarnos al ritmo que se ha comenzado a fabricar según la demanda que por fin ha recuperado números de antaño. Me refiero a la contratación de personal en los diferentes puestos y departamentos que necesitaban un refuerzo para no mermar el servicio que durante tantos años nos ha posicionado en el liderazgo de nuestro sector.
Pero no ha sido fácil, no. A pesar de la situación a nivel laboral en todo el país, una vez se decidieron las incorporaciones y por ende dio comienzo la selección de personal, la adecuación de la demanda a la oferta no tuvo nada de sencilla ni automática. Sobre todo en los puestos que se irán introduciendo paulatinamente, primero a media jornada y en unos meses completa, la cosa se complica ya que el radio geográfico de captación se acorta debido a unos costes fijos del profesional (desplazamiento, alquiler, etc...) que pesan y mucho en el neto salarial.
Pero lo dicho, al final y gracias al trabajo de varias personas se ha conseguido un incremento de la fuerza laboral que visto ahora con tranquilidad, desde la distancia y el sosiego del fin de semana puede decirse ha dejado una plantilla de nivel y con mucho recorrido.
En cuanto a un tema más general (sociedad, paro y juventud) comentar en voz alta que no estoy muy satisfecho con lo ocurrido en la búsqueda de uno de los puestos para el que necesitábamos además de una titulación de módulo de grado superior, un aderezo de conocimiento de la lengua inglesa nivel B2. Sólo dejaros la cifra de que en menos de dos días recibimos aproximadamente 130 curriculum vitae, de los cuales sólo 4 de ellos incluían nuestras especificaciones de demanda, eso sí, no son anotados en la estadísticas los que intentaban trabajar 4 horas al día en una empresa a 158 kilómetros de distancia de casa. Para mí, recibir tantos curriculum de gente joven, muchos de ellos parados de larga duración, con sus módulos, sus cursos, sus... No, no puedo terminar la tercera serie de "sus" debido a que no habían comenzado aún sus estudios de la lengua extranjera que hace falta para comprar, vender, viajar, formarse, divertirse y en definitiva vivir. Ni ellos ni sus padres habían caído en la cuenta que esta asignatura pendiente ha pasado de ser
diferenciadora a ser excluyente.
Pero en estos días cuando estás aturdido, desgastado y cansado, tras una dura jornada piensas que al llegar a casa toca descansar y recuperarte; pero siempre hay alguna posibilidad de que el tema empeore y tengo que confesar que esto es lo que pasó.
Estaba sentado en la mesa con la cena preparada, a punto de comenzar la tarea cuando mi mujer me comentó una anécdota acaecida en el cole de los niños, que ahora yo os resumo:
Resulta que ahora nosotros, los padres estamos más pendientes de la educación de nuestros hijos que nunca antes jamás estuvieron, o eso es lo que nos creemos. Se nos llena la boca de decir que lo que más nos preocupa y ocupa es la preparación y educación de los nuestros, y parece ser que como últimamente el nivel de distintas materias ha subido y además, alguna de ellas se dan en Inglés (cuánto se ha luchado por disponer de colegios con recursos como profesores preparados) nuestros hijos se cogen unas grandes rabietas y sofocaciones porque están teniendo notas alrededor de 6 sobre 10. Bien, pues nosotros, los padres lo vamos a solucionar, ya que no puede ser que nuestros herederos se disgusten con esas notas tan cercanas al notable pero que no son los deseados 10 que deben/tienen que sacar, sí o sí. Y vaya que si las propuestas que se ponen sobre la mesa para solucionar el desaguisado va a dar resultado, y no en el medio plazo, no, sino desde el momento que el profesorado y todo el ente educativo entre en razón y siga nuestros sabios consejos.
Aquí os dejo la sentencia: "Bajaremos el nivel hasta conseguir que con el mismo esfuerzo actual, o incluso algo menos ese 6 se convierta en un 10". "Y para rematar, eliminaremos el inglés en la asignatura tipo Ciencias Naturales o Sociedad para evitar que los niños no pierdan el nivel necesario que están dejando en el camino por sólo el motivo de la incorporación en nuestras vidas del molesto lenguaje, tan raro como destructor de conocimientos".
Sólo me quedó pensar tristemente en mi interior enlazando con el problema de selección de personal de mi empresa y concluir que con este pensamiento protector y cortoplacista de una parte de los adultos no obtendremos una solución mejor en la siguiente generación. Preferimos forrar las paredes del dormitorio de nuestros niños con exámenes 10/10 en el papel (no en el conocimiento) erosionando el futuro, la preparación y la motivación de una fuerza laboral joven y bien preparada que con poco nos mejorará con creces.
Para muestra, un botón y me permito sugeriros que dediquéis 3 minutos a ver el siguiente vídeo que evidencia todo lo escrito y si no cae en saco roto podréis usarlo como ejemplo varias veces al día desde el momento que lo veáis.
Nota: Me quedo con el título de la entrada, necesitamos que nuestros hijos nos mejoren, para lo que tenemos que inculcarles cultura de esfuerzo, alta preparación e involucrarles para que amen el aprendizaje, de tal manera que afronten con garantías la vida que les espera.