"Honraré la Navidad en mi corazón
y procuraré conservarla durante todo el año"
Charles Dickens
Esta semana toca Navidad y aprovecharé para relatar un episodio que me ha ocurrido en persona este viernes pasado. Sí, en casa, y a mí y me gustaría compartirlo con vosotros ya que además de fascinante ha sido una petición expresa de nuestro Señor del Universo.
Lo he titulado Cuento de Navidad ya que aunque es una historia real a cualquiera que le llegue este bonito pasaje le resultará algo fantástico e incluso puede caer en la tentación de pensar que es pura ficción.
Por otro lado, espero que igual que a mí me ha cambiado esta vivencia completamente la forma de afrontar la vida y la relación con los demás os haga recapacitar y entendáis el efecto de esta manera de actuar entre los humanos, consiguiendo entre todos, poco a poco, desde nuestro comportamiento hacia el resto de semejantes poder generar un mundo orientado hacia lo humano y no hacia lo material, evidenciando un cambio de rumbo basado en los comportamientos individuales que al final son los que agregados conforman los comportamientos generales o globales.
Pero pasemos a la acción, qué es verdaderamente lo que hoy nos trae hasta aquí.
Erase una vez, en un lugar muy, muy lejano, conocido como el reino de los cielos dialogaban nuestro Señor del Universo y el Ángel de la Tierra durante la típica reunión de fin de año que solía tener el Señor con cada uno de los Ministros encargados de los diferentes planetas del universo.
"¿Cómo dices qué se llama?". Le preguntó el Señor del Universo a su Ministro.
"EduSanchez, mi Señor". Le contestó. "Le he traído la carta que le ha escrito a los Reyes Magos este año para que vea un ejemplo de hacia donde está derivando la poca humanidad de éstos que todavía se llaman a sí mismos precisamente así, seres humanos".
"¡Déjame ver!. Uhmmm. Bien, está claro. Tenemos que hacer que se den cuenta que están dirigiendo su especie y lo peor, el planeta a una deshumanización que les costará su existencia. Y lo que es peor, no sólo ellos desaparecerán, sino que se están cargando al resto de seres residentes en el mismo".
"Señor, ¿Cómo lo haremos?. No dejo de mandarles señales todos los días, desde hace años. Además, en Navidad, aprovechando que es una fecha muy señalada para ellos y coincidiendo con el final e inicio de lo que ellos llaman año, les he puesto a su disposición emisarios que les podrían ayudar a cambiar como son los Reyes Magos, Papá Noel... Pero nada, ellos han modificado el espíritu de la Navidad a su antojo y en lugar de tratar de mejorar su forma de convivir los unos con los otros han preferido pedir regalos materiales que les apartan cada día un poco más de sus semejantes.
"Bueno, bueno, no perdamos más tiempo, dirígete inmediatamente hacia la tierra e intenta que todo lo que dices no se convierta en realidad. Sabes que han pasado crisis en otros tiempos y siempre hemos conseguido que la tierra continúe, por lo que aunque no será fácil debemos intentarlo, por la cuenta que les tiene". Ordenó el Señor sin dilación ya que el tema era de gran prioridad y urgencia.
En otro lugar de cuyo nombre no quiero acordarme, estaba durmiendo EduSanchez, en su sillón tipo "relax", supuestamente por accidente, ya que tenía el ordenador encendido sobre sus piernas y los auriculares colgando alrededor del cuello, el izquierdo y casi en su sitio cerca del oído, el derecho. Al Ángel de la tierra no le extrañó, ya que últimamente estaba más nervioso y cansado de lo habitual y aunque el personaje lo intentaba, no era capaz de escribir su entrada del blog los viernes por la noche, como era lo normal en el pasado y caía rendido un par de horas en su sillón del salón hasta que despertaba sobresaltado y sigilosamente, tras espabilarse lo suficiente para no caerse por las escaleras subía al dormitorio a terminar de pasar la noche que daba entrada al fin de semana. Eso sí, sino era el sábado sí el domingo, su entrada quedaba inscrita en su blog, eso siempre.
Pero esta vez fue distinto, ya que al despertarse encontró al Ángel de la Tierra sentado a su derecha en el sofá.
"¿Tú quien eres? ¿Qué haces aquí? ¿Qué quieres?. Preguntó al susodicho balbuceando, casi con el corazón a la altura de las amígdalas.
"Tranquilo, tranquilo". Le comentó con voz calmada. "Sólo vengo a intentar dirigirte esta Navidad al camino que como humano te corresponde".
La verdad es que el tono de voz, y la aureola de paz que generaba su presencia hizo que EduSanchez se sintiera de repente, totalmente tranquilo y sin mediar palabra, sus pupilas y su gesto indicaron al Ángel de la Tierra continuar con su locución.
El Ángel continuó: "Y si te parece lo haremos re-redactando tu carta de los Reyes que está algo alejada de lo que en su día se diseñó como herramienta para que este mundo fuera cada vez mejor".
EduSanchez no podía hablar, estaba alucinando, por lo que el Ángel prosiguió:
"Lo haré punto a punto. Primero leeré lo que has pedido y tú, con tu puño y letra escribirás lo que siguiendo la humanidad que te donó nuestro Señor al nacer deberías haber pedido, y gracias a mi presencia, escribirás esta noche. Bueno, veamos, como primer deseo has pedido un ordenador portátil y táctil tipo tablet, a pesar de tener uno fijo en el despacho de arriba y otro en el trabajo. Tacha y empieza a escribir".
"Entonces, ¿no tendré ordenador nuevo? Preguntó EduSanchez sin todavía digerir la oportunidad que le estaba brindando el Ángel en ese momento.
"¡Calla, por favor! ¿Quieres un vil ordenador antes que orientar a tu raza hacia la salvación? Y moviendo la cabeza hacia los lados susurró. "O está todavía durmiendo o va a ser más difícil de lo que pensaba".
"Lo siento, es que todavía no me lo creo, ya sabes, Descartes, lo de la vigilia y el sueño... Pero sigue, que te prometo que no te interrumpiré hasta que termines". Declaró mucho más consciente de la situación.
"Mejor así. Seguimos con el segundo deseo. A ver, unas gafas de sol. Un traje de marca. ¡sería el sexto del armario!. Unos bolis solidarios, unas zapatillas deportivas. ¡Qué valor! Tienes nuevas las del año pasado y un nuevo bluetooth para el teléfono de nueva generación para no sólo comunicarse en las llamadas sino también poder oír todos los audios multimedia sin necesidad de cambiar de aparato. ¡Fundamental y vital para ser mejor persona! ¡Viva la Navidad!" Así terminó el Ángel con la carta y tristemente alzó la mirada hasta que se encontró con la de su oponente en la contienda.
Tragando saliva, y tras respirar profundamente, EduSanchez comenzó: "La verdad es que leído así como lo has hecho, me da un poco de vergüenza ver cómo no hay ninguna petición para que el mundo mejore, y sí, es verdad que todo esta basado en el materialismo que azota mi mente. Pero ¿qué quieres que haga? ¿no pido nada? ¿pido menos cosas? No se me ocurre nada mejor, perdona, estoy algo perdido".
"Bueno, este año tengo indicaciones de nuestro Señor de ayudarte. Una vez le cojas el hilo podrás hacerlo todos los años tú solito y lo que es mejor intentaremos que el resto de la humanidad lo tenga como base para aprender también ellos a hacerlo. Como te decía, apunta de uno en uno.
1) Primero pedirás no oír a los demás sino escucharlos de verdad, poniendo mayor atención a tu alrededor, porque hay muchas cosas que te pierdes, todos los días, y puede que mañana, no vuelva a pasar.
2) Pedirás que el Señor no permita que mires tu vida cómo si nada, te de el don de observar y disfrutar de una naturaleza maravillosa dispuesta para que la admiremos, con todo su encanto porque mañana puede no estar allí, puede que nos la estemos cargando.
3) Ahora, le indicarás que te de energía no para querer a los demás, sino para amarlos. A tu pareja, tus hijos, tus familiares, tus amigos, a todos los que te importan de verdad con cariño y aprecio porque nuevamente, mañana puede que no estén, y te arrepientas de no haber demostrado lo suficiente ese amor.
4) Pídele que te enseñe a guardar un tiempo del día, aparte del trabajo, para cuidarte. La salud es importante y debes cuidarte haciendo ejercicio, realizando cosas nuevas y disfrutando de los tuyos, porque mañana puede que no puedas hacerlo.
5) También, escribe que te ayude a no buscar algo en tu vida en lo que no creas. Que te ayude a construir tu mundo sin que te sientas dirigido y a la vez, te sientas satisfecho con tu misión. De esta forma construirás lo que te propongas porque mañana puede ser tarde. Ya sabes, la vida pasa muy deprisa...
6) Pídele que te permita hacer lo que tu corazón, tu fuerza y tus sentimientos que están dentro de ti, salgan a relucir hoy mismo, sí, hoy mismo y generen bien en los hombres, porque no hay un mañana, sólo un HOY, el cual a través de tus actos determina el futuro."
Tras un prolongado silencio, mientras EduSanchez repasaba sus notas, corregía algún acento e interiorizaba los mensajes se acordó de un regalo que no le gustaría olvidar ya que nunca fallaba en el árbol el día de Reyes e inquirió: "¿puedo pedir los bolis solidarios para mí y para mi mujer, como todos los años?"
"Por supuesto, es lo único que puede seguir en la lista, ya que este proyecto hace feliz a muchísimos niños que pueden disfrutar de un juguete en estas fechas. Tendrías que ver la sonrisa de esos niños cuando lo reciben.
Además, el Señor del Universo me ha indicado que te anime a escribir esta historia en tu blog personal y si por bueno fuera y el mensaje les impactara a tus amigos al menos lo que a tí, invitales a que no dejen de compartir el mismo con todos los recursos que se les ocurra (facebook, twitter, LinkedIn, Google+, whatsapp, etc...) Seguro que con la base de tu carta, tomándola como ejemplo, pueden cambiar las suyas y podemos conseguir mejorar un poquillo este mundo de humanos tan inhumano"
Y con estás palabras el Ángel de la Tierra desapareció volviendo al lado del Señor para continuar seguramente con otros mandatos que bien precisa nuestro planeta.